Por llamar a la puerta equivocada Anna termina contándole sus problemas matrimoniales a un consejero financiero llamado William Faber. Conmovido por su angustia, que a la vez le resulta excitante, Faber no tiene valor para decirle que en realidad no es psicólogo.
De una cita a otra, se va creando un extraño ritual entre ellos. William se siente conmovido por la joven mujer a la vez que fascinado por oír los secretos que ningún hombre alcanza a oír. Pero, ¿quién es Anna? y ¿realmente la está engañando con este juego?
Yendo mucho más allá en esta extraña relación, Anna y William empiezan a cuestionarse sus vidas y a pensar en sus seres queridos. Gracias a la perspectiva del otro, empiezan a ver todo de manera distinta, sin tener ni idea de dónde les llevará...