Después del asesinato de Anna, la mujer de Jonathan Rivers (Michael Keaton), su desesperación se vuelve obsesión cuando descubre el fenómeno EVP, una práctica por la que se graban voces de los que han muerto a través de transmisiones en aparatos electrónicos. Jonathan utiliza este fenómeno para comunicarse con Anna, donde quiera que esté, y descubre que Anna tiene una misión para él - para prevenir las futuras muertes a manos del brutal psicópata que la mató a ella. O al menos eso piensa él...
Según avanza la historia, y según Jonathan se mete más y más en el misterioso y potencialmente peligroso mundo del EVP, empieza a tener miedo no solo del asesino al que persigue, sino también de las entidades del otro mundo que han empezado a acecharle. Las tenebrosas figuras tienen intenciones tan malévolas como el verdadero asesino. Realmente furiosos y alimentados por un odio arrogante causado por la interferencia de seres dolidos que intentan contactar con sus seres queridos muertos, estas almas diabólicas tienen una misión, matar a Jonathan. Pero solo pueden intervenir en los acontecimientos del plano terrenal cuando los humanos alcanzan un punto de extremo daño emocional, y es en ese punto cuando estas criaturas, que disfrutan haciendo daño a los demás, pueden manifestar físicamente su odio.
Movido por la desesperación de mantener una línea de comunicación con Anna, la obsesión de Jonathan con el fenómeno EVP va aumentando y amenaza con sobrepasarle. Según se adentra más y más en el mundo de lo paranormal, la conexión de Jonathan con lo real y lo físico se va deteriorando lentamente. Sarah Tate (Deborah Kara Unger), la propietaria de una librería a la que Jonathan conoce durante una de sus primeras investigaciones en el fenómeno EVP, es como un alma gemela experimentando su propia pérdida y por tanto usa el EVP para ayudarla. Mientras Jonathan lucha por seguir cuerdo, ella desesperadamente intenta echarle una mano para mantenerle unido al mundo real.
Sin hacer caso a las recomendaciones de aquellos con mucha más experiencia con el poder y la fuerza del fenómeno EVP, continua su viaje cuesta abajo hasta que se encuentra al borde de la locura. Intentando desesperadamente interpretar los mensajes de Anna a tiempo para salvar a las supuestas próximas victimas del asesino, Jonathan comete un grave error al no darse cuenta de lo que ella en realidad está tratando de decirle.
Sobre el fenómeno de voz electrónica (EVP)
El fenómeno EVP está empezando a extenderse
por las conciencias de todo el mundo,
aumentando el número de personas que lo ven como
el primer fenómeno paranormal verdaderamente accesible
¿Realmente alguien puede comunicarse con los muertos? Los estudiosos del fenómeno EVP opinan que sí. En las últimas dos décadas, se ha encontrado mucha documentación y se ha especulado bastante sobre este método de grabación de voces en grabadoras y otros aparatos electrónicos cotidianos de aquellos que murieron. Según el EVP, estas comunicaciones - llamadas "white noise" - se hacen a través de las frecuencias de los ordenadores, la radio y la televisión y son recibidas e interpretadas por los que pertenecen al mundo de los vivos.
El fenómeno EVP es mucho más que una simple premisa creada por los cineastas de Hollywood con el fin de hacer un thriller sobrenatural como White Noise. Es un fenómeno paranormal muy investigado e increíblemente extendido en su práctica con devotos por todo el mundo. Una búsqueda en Internet de EVP nos ofrecerá cientos de entradas y páginas web, muchas de las cuales incluyen fotografías, audios y videos de encuentros bajo este tipo de fenómeno.
Los estudios sobre el fenómeno EVP nos llevan a una amplia variedad de asociaciones con miembros en 40 estados y 11 países diferentes. Según estos grupos, miles de personas están grabando evidencias de este tipo de comunicaciones con los muertos en diferentes aspectos de su vida cotidiana. También nos cuentan que además de las voces que aparecen en aparatos de televisión y radio, se han capturado imágenes de las personas a las que pertenecen las voces en fotografías a través de un proceso conocido como Transcomunicación Instrumental Fotográfica o en Video (Video or Photographic Instrumental Transcommunication). La nota común entre todos estos diferentes grupos es la firme creencia de que aquellos que están en otra dimensión están desesperados por comunicarse con nosotros y están utilizando la tecnología moderna para hacerlo.