Land of the Dead, de George A. Romero, marca el esperado regreso del director al género de terror que él inventó con La noche de los muertos vivientes, a la que siguieron Zombi y El día de los muertos.
Está protagonizada por Simon Baker, John Leguizamo, Dennis Hopper, Asia Argento y Robert Joy, y producida por Mark Canton, Bernie Goldman y Peter Grunwald.
Para muchos fans del género, la evolución del cine de terror moderno, con su mezcla incombustible de una estética del susto continuo aderezada por un astuto comentario social, comenzó en 1968 con una película independiente rodada en blanco y negro con un presupuesto bajísimo (unos cien mil dólares). Estaba protagonizada por un grupo de aterrorizados personajes que se encerraban en una aislada granja para escapar del acoso de una turba de zombis carnívoros y se llamaba La noche de los muertos vivientes. La dirigía un realizador de cine industrial de 28 años de edad llamado George Romero, quien también era co-autor del guión y del montaje, se ocupaba de la fotografía y hasta hacía un cameo en el papel de reportero. La reputación de la película fue creciendo después de su estreno, llegando a convertirse en un film de culto, y en 1999 fue incluida en el National Film Registry norteamericano. Un nuevo género nacía con ella.
Romero comenta: "Yo siempre me he considerado un tipo que vive en Pittsburgh y que se dedica al cine. Resulta que mis películas despiertan interés, por lo que estoy agradecido; supongo que para mis fans soy una especie de Pancho Villa al que resulta difícil tener localizado. Pero me tomo muy en serio mi trabajo y creo que mis películas tienen algo de bueno que la gente puede disfrutar: tienen una vida muy larga, hay una demanda continua, y no sé explicar muy bien por qué. Puede deberse a que soy un francotirador pero también creo que la gente encuentra interesante lo que hago... porque hay un contenido latente, si es que puede decirse así, debajo de la superficie".
Romero continuó utilizando el género zombi como prisma para analizar la sociedad actual en las entregas sucesivas de su trilogía Zombi (1978) y El día de los muertos (1985). Veinte años han pasado desde entonces y ahora Romero vuelve al género creado por él mismo: "La noche de los muertos vivientes fue el comienzo de algo que yo no podía haber previsto. Lo que he tratado de hacer es reflejar el clima socio-político de cada momento. Las historias son similares pero transcurren en décadas diferentes. Es un recurso poco habitual pero a mí me gusta: hacer que cada entrega se refiera a la actualidad política del momento si bien la historia que cuentan todas ellas sea una continuación".
El cineasta continúa: "La tierra de los muertos vivientes tiene lugar en un mundo devastado. Sólo hay electricidad en algunos lugares dentro de la ciudad en donde la gente trata de vivir una vida normal. Ese es su error... es el viejo problema de ignorar el terrorismo y los demás problemas sociales que hay más allá de tus fronteras. La gente se dice, Si lo ignoro, el problema desaparece. Forman pequeñas islas de civilización a espaldas del mundo externo. Ese es el tema esencial de la película. Los protagonistas son los que tienen la misión de internarse en el oscuro mundo exterior para traer comida y suministros".
El productor Mark Canton evoca la rápida puesta en marcha del proyecto: "Siempre he sentido mucha estima por Romero y nuestros caminos se han cruzado varias veces a lo largo de los años. El verano pasado almorcé con el agente de George, quien me dijo que tenía un guión listo para rodarse. Lo leí esa misma noche y a la mañana siguiente le llamé y le dije, Vamos a hacerlo. Y a las pocas horas, literalmente, de anunciar la producción en las revistas de la profesión, Universal, que es un estudio con una gran tradición de éxitos dentro de este género, se apuntó al proyecto. Igual que Wild Bunch, que se ha ocupado de la distribución internacional desde un principio. Lo anunciamos en julio, los contratos se firmaron en agosto y el rodaje comenzó en octubre. El nombre de Romero sirvió para que la gente empezara a llamarnos".
El socio de producción de Romero, Peter Grunwald, comenta: "El éxito de sus películas se debe a su talento narrativo. George es sobre todo un gran contador de historias. Ocurre que le gusta trabajar dentro del formato del cine de terror pero es un gran artesano y un gran estilista; y creo que lo seguiría siendo dentro de cualquier otro género. Hace años que los fans y los estudios le reclaman otra película de zombis. George aprecia mucho a sus fans, y estima mucho también sus propias películas, y no quería rodar una nueva entrega de la serie hasta estar seguro de poder hacerlo bien, de tener algo nuevo que decir".
El productor Bernie Goldmann procede como Romero de Pittsburgh y se mostró encantado de poder trabajar con él: "Ha habido películas recientes con zombis, pero las han hecho neófitos en el género. Romero no sólo inventó el cine de zombis sino que quiere ampliar sus límites. La gente le venera porque sus películas funcionan como la ciencia ficción clásica: son gore, tienen sustos y chistes, pero también ofrecen un comentario social de actualidad. Eso es lo que distingue su trabajo dentro del género".
Simon Baker es australiano y no conocía demasiado la obra de Romero. Pero tras un estudio intensivo de la misma se mostró entusiasmado con la idea de rodar con George Romero: "Las películas de George se pueden clasificar dentro del género de terror pero en realidad forman un género propio. Recuerdo haber visto El día de los muertos cuando tenía 17 años; me causó una enorme impresión que aún recuerdo vívidamente. Pero no había revisado sus películas hasta que mi manager me envió el guión de La tierra de los muertos vivientes. Luego conocí a George, me lo pasé genial con él, y luego en casa me vi todas sus películas. Me quedé enganchado. Tenía que rodar esta película".
Mark Canton arregló una cita entre Romero y Dennis Hopper, pues pensaba que ambos tenían mucho en común: "Creo que La noche de los muertos vivientes y Easy Rider son dos películas clave de la generación de los años 60". La intuición de Canton se reveló acertada y, tras conocer a Romero, Hopper aceptó enseguida el papel de Kaufman, autoproclamado lider de Fiddler's Green, el refugio de los privilegiados en la película. El actor se planteó el personaje como una especie de ejecutivo corporativo que asume la responsabilidad de cuidar la seguridad de los residentes de Green: "No lo interpreto como si fuera un villano, no creo que él se vea a sí mismo como un mal tipo. Ha erigido murallas para proteger a su gente; ha contratado un ejército y financia su entrenamiento. Mantiene ocupado al ciudadano de a pie ofreciéndole juegos y alimentando sus vicios. Lo hace lo mejor que puede".
Para el papel de Slack, la ex-prostituta que se convierte en un valioso miembro del equipo de Riley, Romero escogió a Asia Argento. A través de sus raíces familiares, la actriz tenía un vínculo con el cineasta que el propio Romero explica: "Asia fue mi primera opción. Hace mucho que la conozco: su padre, el director italiano Darío Argento, ayudó a financiar y producir mi película El día de los muertos. Me pareció una idea estupenda incluirla en este proyecto".
Asia Argento, que ha trabajado en tres películas de terror con su padre, dice de Romero: "Es un dios. Me encantó que me llamara para esta película. Soy fan suya desde que tengo ocho años, recuerdo haberme hecho con una copia en video de El día de los muertos. Me crié viendo sus películas. Significaron mucho para mí: al sentir miedo siendo tan pequeña, me convertí en una persona más valiente. Los zombis tienen algo que nos toca muy adentro. Es algo arcano y antiguo, el miedo de que los muertos vuelvan a la vida".