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Los amos de Dogtown cartel reducidoLos amos de Dogtown(Lords of Dogtown)
Dirigida por Catherine Hardwicke
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La película está protagonizada por Emile Hirsch como Jay Adams, Victor Rasuk como Tony Alva, John Robinson como Stacy Peralta, Michael Angarano como Sid, Nikki Reed como Kathy Alva y Heath Ledger como Skip Engblom. La película también presenta a Rebecca De Mornay, Johnny Knoxville, y varias caras del mundo del monopatín. La directora es Catherine Hardwicke (ganadora del premio a Mejor Director en el Festival de Cine Sundance 2003 por Thirteen) a partir de un guión de Stacy Peralta (Mejor Director en el Festival de Cine Sundance 2001 por Dogtown and Z-Boys). John Linson es el productor y Art Linson, David Fincher y Joe Drake son los productores ejecutivos. El director de fotografía es Elliot Davis y Chris Gorak es el diseñador de producción. Nancy Richardson, A.C.E. es la editora. Ginger Sledge es el co-productor. La música es de Mark Mothersbaugh. La supervisión musical es de Liza Richardson. Cindy Evans es la diseñadora de vestuario.

Con el espíritu del documental ganador de premios, Dogtown and Z-Boys, Los amos de Dogtown, muestra el estilo de patinaje que hicieron famoso los Z-Boys. La película se rodó en localizaciones de California del Sur.

"Lo que no imaginábamos era que las pequeñas ruedas bajo nuestros pies iban a llevarnos en un viaje por la vida que ninguno de nosotros esperábamos" - Stacy Peralta

De las peligrosas olas de un muelle abandonado a la selva de asfalto de un barrio bajo de la ciudad, Los amos de Dogtown lleva al cine los comienzos rebeldes de algunas de las estrellas inolvidables de la cultura deportiva.

"Cuando piensas en American Graffiti o Aquel Excitante Curso, recuerdas que eran películas seminales sobre la cultura juvenil", dice la presidenta de Sony Pictures, Amy Pascal. "Los amos de Dogtown es ese tipo de película. Estos chicos popularizaron un movimiento que continúa hoy en día".

A principios de los 70 el skateboarding era casi un deporte muerto de aburridos giros de 360º y de verticales, pero sin velocidad ni estilo. Sin embargo un encuentro casual en California del Sur supuso el despegue de los jinetes Dogtown: Ruedas de oretano, una práctica suicida que vació las piscinas de la región y una estética surf que cautivó las mentes de chicos como Tony Alva, Jay Adams y Stacy Peralta.

"Como teníamos estas ruedas de oretano, una sustancia plástica que se agarraba al asfalto, podíamos patinar en vertical", dice Peralta. "Solíamos patinar sobre paredes como si las estuviéramos surfeando. Así es como se desarrolló todo lo de los Z-Boys. Al principio éramos surferos que pusimos toda nuestra ambición y motivación para llegar a ser surferos profesionales y al final llegamos a ser skaters profesionales".

"La primera vez que vine a California y conocí a Tony Alva estaba completamente asustado", recuerda Rasuk. "En el avión no paraba de decirme a mí mismo: 'No te asustes porque la gente lo nota'. Este chico tenía tanta influencia en el mundo del patinaje, y aún la tiene, que, ¿cómo no me voy a asustar? Pero Tony hizo que me relajara. Sabía que yo no era skater y que tenía que empezar desde el principio, y se mostraba relajado y paciente".

"Nunca me había subido antes a un monopatín", continúa Rasuk. "Tony y la producción me llevaron al Laboratorio de Skate en Valley para enseñarme a patinar. Tenía superficies planas, bancos y varias rampas para que me acostumbrase a la velocidad del patinaje. Hicimos mucho patinaje callejero por la mañana temprano y giraba en torno a los árboles o cruzaba las calles y hacía las cosas simples que realmente significan mucho. Y mientras me enseñaba a patinar me iba contando cosas sobre su vida. Me contó anécdotas, historias y cosas personales que me ayudaron mucho a desarrollar el personaje".

En principio no fue tan fácil encontrar el chico adecuado para interpretar al joven Stacy Peralta. "Lo tuvimos difícil para contratar a Stacy porque es un tipo realmente fuerte, pero de un modo tranquilo; una especie de pilar", dice Hardwicke. "Un poco sensible pero también sexy, divertido y atlético. Era difícil de encontrar".

En una película cuya historia está tan unida a su localización (el aspecto aburrido e inamovible de Venice Beach de los 70), donde y que rodar eran decisiones cruciales para cualquier diseñador de producción. Chris Gorak había colaborado en varias películas como director artístico con Hardwicke, que también fue una aclamada diseñadora de producción durante años antes de convertirse en directora. Ambos eran arquitectos con experiencia y tenían una manera muy próxima de comunicarse y de solucionar los problemas. El cineasta Elliot Davis es otro arquitecto con experiencia que supuso un añadido genial a la mezcla. "Definitivamente no queríamos hacer algo tópico, que acentuase el estilo de la época", dice Gorak. "Queríamos que pareciera real, por lo que quisimos darle a la película una auténtica textura, que encontramos en el ambiente urbano de Venice".