Para el novelista James Ellroy, el soleado exterior de Los Ángeles nunca arrojará suficiente luz para iluminar los lugares más tenebrosos de la urbe. En la Ciudad en la que habitan los Ángeles, los códigos morales concebidos para gobernar resultan difíciles de respetar y defender, especialmente por parte de quienes están decididos a dañarnos y a protegernos.
En Dueños de la calle, David Ayer, hijo de la ciudad de Los Ángeles, blande su cámara dirigiéndola sobre calles que no aparecen en las tarjetas postales cinematográficas sino sobre una ciudad de contradicciones y de consecuencias frecuentemente trágicas.
Keanu Reeves da vida al protagonista Tom Ludlow, un veterano agente del Cuerpo de Policía de los Ángeles a quien le resulta difícil navegar por la vida después de la muerte de su esposa. Cuando aparecen pruebas que lo comprometen en el asesinato alevoso de un compañero, se ve obligado a ir contracorriente de la cultura policial de la que ha formado parte durante toda su carrera, lo que acaba llevándole a poner en duda la lealtad de todos cuantos le rodean.
El Ganador del Premio de la Academia® Forest Whitaker encarna al capitán Jack Wander, mentor y superior de Ludlow. El reparto estelar se completa con Hugh Laurie, Chris Evans, Jay Mohr, John Corbett, Cedric the Entertainer, Amaury Nolasco, Terry Crews, Naomie Harris, Martha Higareda, Common y The Game.
El guión está basado en un relato original de James Ellroy y ha sido escrito por el mismo James Ellroy, junto a Kurt Wimmer y Jamie Moss. Ayer, conocido por haber aportado un descarnado realismo a películas como TRAINING DAY y HARSH TIMES, se hace cargo de la dirección. La película ha sido producida por Lucas Foster, Alexandra Milchan y Erwin Stoff. Arnon Milchan, Michele Weisler y Bob Yari son los productores ejecutivos.
Rodada en su totalidad en Los Ángeles, cuenta con un equipo de producción compuesto por el fotógrafo Gabriel Beristáin, ASC/BSC (THE RING 2 (LA SEÑAL 2), BLADE TRINITY); el diseñador de producción Alec Hammond (DONNIE DARKO, CANDIDATA AL PODER); el montador Jeffrey Ford, A.C.E. (EL ESPÍA, EL PRECIO DE LA VERDAD, LA JOYA DE LA FAMILIA) y Graeme Revell (PLANET TERROR, SIN CITY), autor de la música.
Un Largo Viaje al Interior de las Tinieblas (El Argumento de Dueños de la calle)
Gran admirador del galardonado autor de literatura policiaca James Ellroy, el productor Erwin Stoff encontró en el guión de Dueños de la calle un posible proyecto para Keanu Reeves. Stoff reconoció la importancia moral que tiene el relato en el mundo actual y empezó a buscar maneras de realizar la película. "Siempre he sido un admirador de la obra de James Ellroy y el guión acabó sorbiéndome el seso", recuerda Stoff. "Era la clase de película que me gusta y me pareció que quedaría fenomenal en la pantalla".
Para ayudar a promover el desarrollo del proyecto, Stoff se hizo con los servicios del productor Lucas Foster, sabiendo que su experiencia en numerosas películas de acción de gran presupuesto, y su interés personal por la cultura policial redundarían en ventajas para el proyecto. La película era originariamente un relato de época ambientado en Los Ángeles después del incidente de Rodney King, pero el equipo de producción comenzó a revisar el concepto dotándolo de una ambientación contemporánea a la vez que conservaban la temática general del relato, respetando la idea original de Ellroy.
"Erwin y yo decidimos no realizar una película de época, lo que fue una decisión importante que tuvo diversas consecuencias, buenas y malas", explica Lucas Foster. "Nos mantuvimos en nuestros trece y quisimos realizar una película para adultos de forma que tuviéramos libertad para poner los nervios de punta y contar la verdad acerca de lo que es ser un policía en Los Ángeles, o al menos nuestra percepción de esa verdad".
El equipo de producción se dirigió al consumado guionista y director David Ayer para que se hiciera cargo del proyecto, pero éste tuvo que declinar el ofrecimiento debido a anteriores compromisos. Al final, el proyecto de Ayer quedó en nada y el realizador no dejó escapar la oportunidad de trabajar en la película, que parecía hecha a la medida de su sensibilidad. Le atraía trabajar con Keanu Reeves tanto como el material, que englobaba su interés y su conocimiento interno del Cuerpo de Policía de Los Ángeles y de la misma ciudad.
Tal y como se aprecia en su anterior trabajo en películas como TRAINING DAY, HARSH TIMES y S.W.A.T. LOS HOMBRE DE HARRELSON, Ayer se inclina hacia el material que trate las complejidades del trabajo policial, el poder y la corrupción, y Dueños de la calle era una gran oportunidad de ahondar en esa investigación. "Me fascina la corrupción policial y lo que puede sucederle psicológicamente a alguien a quien se ha confiado el ejercicio de la fuerza letal en nuestro nombre", explica Ayer. "Dar a alguien la posibilidad de arrancarle a alguien la vida supone entregarle un poder increíble y quiero examinar el cambio que sufren psicológicamente los que perpetran violencia, aunque sea en nuestro nombre".
Aunque Ayer y Ellroy pertenecen a épocas diferentes y sus puntos de vista artísticos son distintos, ambos comparten un gran amor por la ciudad de Los Ángeles con toda su belleza y su fealdad. El productor Erwin Stoff intuyó que emparejar a Ellroy con Ayer dotaría de un efecto singular al drama policiaco angelino. "Por muchos conceptos pensé que formaban una pareja ideal, porque David siente una fascinación tan intensa como la de Ellroy por Los Ángeles y la cultura tribal de la policía", comenta Stoff. "David es un producto de la ciudad, se crió en sus calles y puede preservar los personajes increíblemente complejos que creó Ellroy y encajarlos en el Los Ángeles actual, tan diverso étnicamente. Ambos encarnan sensibilidades muy semejantes separadas por distintas épocas".
Ayer añade que "James Ellroy comprende de maravilla la psicología de la policía y la cultura de los cuerpos encargados de hacer cumplir la ley, y lo que yo pongo encima de la mesa es mi comprensión de cómo se desarrolla actualmente tan importante actividad. Combinando el increíble relato novelístico y el cuadro compuesto por Ellroy con mi comprensión orgánica de lo que sucede en las calles de Los Ángeles un día cualquiera, conseguimos un tapiz increíblemente rico en un entorno muy realista".
Los realizadores emprendieron la tarea de dotar de su propia y singular interpretación al género policiaco y de misterio, que se ha convertido en una fuerza autónoma dentro de la literatura de ficción y el cine norteamericanos. A diferencia de la mayoría de las películas de tensión de ambiente urbano, Dueños de la calle se empaparía de realismo y de política contemporánea. "Desde el principio procuramos realizar una película que trascendiera del género y que no se limitase a seguir la ronda habitual del relato policiaco tradicional", explica Stoff. "Insistimos en hacer que el mundo interior de esta película estuviera habitado por personajes reales puestos en dilemas auténticos sin embellecimientos".
Abundando, Ayer afirma: "Para mí, esta película es distinta a las demás del género por la meticulosa atención a los detalles, por la intensidad de la realidad y la artesanía puestas en cada aspecto del mundo físico y el diseño de los personajes. Mantiene una conciencia del tiempo en el momento actual y a la vez posee una intemporalidad asociada con el género, cuya consecución ha supuesto todo un reto".
"A Ludlow le confían la responsabilidad de eliminar a las personas que los poderes fácticos consideran inconvenientes", explica David Ayer. "Ludlow es alguien que al principio tenía intenciones rectas y quería salvar al mundo pero que se encontró circulando en dirección contraria".
El personaje de Tom Ludlow representa esencialmente todos los ideales complejos y contradictorios que encierra el título de la película: Dueños de la calle; él es el dueño de la calle y el protector de la sociedad dispuesto a enfrentarse a los aspectos más repugnantes de la comunidad. Imparte una justicia rápida y sin compromiso, libre de las limitaciones de la burocracia y los protocolos habituales. Mientras que los Estados Unidos se enorgullecen de las garantías procesales y de los derechos personales consagrados en la constitución, los miembros de "Ad Vice", una unidad especializada de la policía de Los Ángeles, son un mal necesario que concede a los civiles y a la gente corriente las libertades y la seguridad de las que disfrutan diariamente.
"Ludlow representa a los hombres que hacen guardia por la noche; ve todo lo que nosotros no queremos ver y nos protege de los males que acechan en la oscuridad", explica Erwin Stoff. "Hace aquello de lo que nosotros somos incapaces y que puede que repudiemos, pero de lo que nos beneficiamos cuando gozamos de la seguridad que proporciona "Ad Vice"".
"Los de "Ad Vice" son los que sufren para que nosotros no tengamos que hacerlo", dice Lucas Foster mostrándose de acuerdo. "Yo valoro la nobleza de la idea de que haya personas cuyas vidas estén dedicadas a enfrentarse a determinadas cosas para permitir que el resto vivamos nuestras vidas y disfrutemos de nuestras libertades personales".
Hermandad y Traición
"Si usted y Wander siguen haciendo trizas la ley para perseguir al diablo,
¿qué protección tendremos cuando el diablo venga a por nosotros?" - Capitán Biggs
Cuando por primera vez nos lo presentan, el detective Tom Ludlow no se ha recuperado todavía de la muerte de su esposa y encuentra consuelo en la bebida. Vive en las sombras de las calles y, aunque trabaja solo, actúa bajo la protección de la hermandad de "Ad Vice" y de su jefe, el enigmático capitán Jack Wander.
"Ludlow empezó su carrera lleno de virtuosas intenciones, deseoso de salvar al mundo pero, no se sabe cómo, termina tomando un camino muy equivocado", comenta Ayer. "Es un hombre que tiene una brújula moral, que es el motivo por el que está tan atribulado, dándose cuenta de alguna forma de que su vida no discurre por donde debería".
Dueños de la calle plantea algunas preguntas provocadoras. ¿Qué precio debería pagarse por el bien superior y a expensas de quién? ¿Dónde reside la responsabilidad de un sistema roto y cómo podemos acusar a aquéllos que afrontan el peligro? ¿Quién protege a los que nos protegen? Esencialmente es un relato de hermandad, lealtad y supervivencia y de todas las zonas de claroscuro que hay entre ellas.
"Lo que, para mí, hace interesante este relato es la existencia de matices en los personajes; todos tienen un tono de gris", explica David Ayer. "Es una película de tensión y misterio urbanos, por lo que todos son un poco corruptos, pero es que creo que lo mismo sucede en la vida real. Nadie se despierta y piensa que es uno de los malos. A sus ojos, se han encontrado en situaciones que han escapado a su control y ellos están tratando de sobrevivir".
David Ayer prosigue diciendo que aunque la película trata los aspectos más tenebrosos de quiénes somos nosotros como personas, pone de manifiesto que siempre existe la oportunidad de redimirse: "La película está estructurada como una tragedia y transmite la misma sensación que un accidente ferroviario, pero también contiene una increíble redención: un mensaje que afirma que por muy lejos que uno haya llegado, siempre hay forma de volver atrás".
"Siempre que se intente contar una historia en la que haya gente de verdad, habrá heroísmo, tinieblas, idealismo, corrupción, traición y amor", dice Stoff. "Todas ésas son facetas de la vida presentes en todas las ciudades y a nosotros no nos interesaba que la narración sólo fuera tenebrosa y nihilista, que dejara al espectador sin que nadie hallara un motivo más elevado. Si bien la historia da, sin duda, un giro muy siniestro e inquietante, en realidad es la historia de un héroe".
El Noble Guerrero (Profundizando: Keanu Reeves en el papel de Tom Ludlow)
"Es usted la punta de la lanza, hombre. ¿Quién contendrá a los animales?" -Capitán Jack Wander
Gracias al éxito de películas como SPEED y la trilogía de MATRIX, Keanu Reeves se ha convertido en uno de los actores más populares y representativos de su generación. Sus películas han dejado una huella imborrable en el panorama de la industria cinematográfica y su cara es una de las que más fácilmente se reconocen en el mundo. En Dueños de la calle, Reeves y su representante/productor Erwin Stoff vieron una oportunidad de abordar un papel complejo mediante una interpretación personal y completamente formada.
"Después de haber leído el guión por primera vez, pensé que este papel sería una oportunidad irrepetiblemente fantástica para Keanu como actor", recuerda el productor Erwin Stoff. "No es el tipo de actor que quiere que se le adjudiquen expectativas sobre el tipo de papel que debería aceptar y ése ha sido el sello distintivo de su carrera".
"Me sentí intrigado por el nivel de violencia que rodea al personaje y las dramáticas consecuencias que ello tiene", explica Keanu Reeves. "Puede considerársele como a alguien que mata en nombre de la ley o como a alguien que imparte justicia. Desde el punto de vista dramático hay un gran precio que pagar y me interesaba la forma como quedaría todo interpretado".
Para ayudar a que Reeves brindase una actuación sincera y verídica, David Ayer trató de crear un mundo impregnado de verdad y valor rodeando al actor con abundante realismo físico del que pudiera extraer algo. Se le sumergió en la cultura de Los Ángeles y en alguna de las zonas más retadoras de la ciudad.
"Lo que de verdad me resultaba emocionante era la idea de que Keanu Reeves se introdujera en el ghetto y diese vida a un personaje muy real que formara parte del ambiente mediante una interpretación intensa y matizada", explica David Ayer. "En esta película no lucha contra extraterrestres ni robots, se enfrenta a violadores en cuadrilla, a agentes de policía y a la corrupción policial, por lo que queríamos que llegase al extremo de sentirse parte de ese mundo a fin de obtener una interpretación psicológicamente realista. Fue increíble".
Tom Ludlow es un hombre que se enfrenta a muchos demonios, tanto en el mundo real como en su propio interior. Es un agente de policía entregado a su trabajo que entra en contacto con los elementos más siniestros de la sociedad cuando todavía no se ha recuperado de la pérdida de su esposa. La profundidad del personaje brindó a Reeves la oportunidad de meterse en la piel de alguien muy distinto a él.
"El personaje de Tom Ludlow es una interesante máscara para que Keanu se la ponga", explica Foster. "En la vida real, Keanu es un pacifista de cuerpo entero, nosotros le pedimos que interpretara a un ser humano muy siniestro, y ver cómo se ponía a la altura del reto ha sido asombroso".
"Yo soy actor y todo esto es de mentira, pero imaginar este mundo sumido en la violencia puede resultar embriagador", observa Reeves. "La violencia es una fuerza elemental y al interpretarla se tiene una extraña ilusión de control. Ludlow va repartiendo golpes y empleando la violencia para llegar a la verdad, pero como alguien dice en la película, la sangre no se lava con sangre. Al final, la violencia no cambia nada".
El Jefe (Forest Whitaker en el papel del Capitán Wander)
"Salga de caza. Disfrute. Haga lo que sea. Pero no los traiga aquí.
Hágalo a la antigua y resuélvalo ahí fuera. King lo tacha" -Capitán Jack Wander
El capitán Jack Wander es un personaje que desborda la realidad y que paulatinamente ha acumulado mucho poder en las filas del Cuerpo de Policía de Los Ángeles. Se le conoce como un hombre que logra resultados y su unidad tiene un historial acreditado que lo demuestra. Manda a sus hombres con feroz confianza y ofrece a sus seguidores una intensa psicología.
Dentro de su unidad existe una hermandad palpable en la que sus hombres encuentran una lealtad inquebrantable, protección y una sensación de pertenecer a una familia. Aunque "Ad Vice" rebasa a sabiendas los límites de la ley para hacer su trabajo, los hombres tienen una devoción a toda prueba por su jefe, a quien se refieren cariñosamente como "El Rey Wander".
"Al desarrollar estos personajes, siempre concebí a Wander como al padre de una familia disfuncional", explica David Ayer. "En las familias disfuncionales, la realidad se recibe a menudo de manos del padre, quien te dice cuán horrible es el mundo de fuera de casa pero que dentro de ella hay amor. Les hace creer que lo que están haciendo es por su propio bien y utiliza esa especie de psicología grosera".
Para interpretar el papel de Jack Wander, los realizadores necesitaban a un actor con fuerza que le diera cuerpo a este hombre intenso y carismático que es capaz de llevar a sus hombres al peligro con imperturbable dedicación. Sus deseos se hicieron realidad en el actor galardonado con un Premio de la Academia Forest Whitaker, que se sintió atraído por la fortaleza y la inquebrantable confianza del personaje.
"Para mí, Wander es un tipo que trata de cuidar de lo que él considera su familia", explica Forest Whitaker. "Vive según un código y se siente justificado en su adquisición de poder".
En la película, Wander es un capitán del Cuerpo de Policía de Los Ángeles destinado en una unidad especializada y que lleva camino de convertirse en comandante. La trayectoria de su carrera parece imparable y sueña con llegar hasta la cumbre. Cuando el capitán Biggs, de Asuntos Internos, comienza a husmear haciendo preguntas sobre el protocolo y los métodos empleados dentro del departamento de Wander, Ludlow transige para proteger a su mentor y a su familia contra cualquiera que los amenace. Wander le mira a la cara a las tinieblas y se enfrenta con las atroces verdades de la sociedad, aunque trabaje fuera de los límites de la ley,.
Cuando Ludlow comienza a investigar el asesinato de su antiguo compañero, el detective Terrence Washington, empieza a descubrir corrupción dentro del cuerpo y a mirar con otros ojos a Wander y a quienes consideraba sus hermanos. Whitaker sostiene que "después de ver el rostro de las tinieblas, unido al fallecimiento de su esposa, creo que Ludlow ha estado agarrotado durante un tiempo. Cuando se ve involucrado en el asesinato de Washington, realmente comienza a investigar su propia vida, que está entrelazada con la mía, y tengo que asegurarme de que se mantenga fuerte para que mi mundo no se desmorone".
Los métodos de Wander para lograr su versión de la justicia son implacables y Ludlow actúa como su esbirro personal e hijo predilecto. "Ludlow", observa Whitaker, "es el miembro de la familia al que Wander está más próximo, y si él cae, se derrumba todo el castillo de naipes".
En su ilustre carrera, Forest Whitaker ha interpretado a numerosos policías tanto en la pequeña como en la gran pantalla, y se incorporó al proyecto con un amplio bagaje de conocimientos sobre el funcionamiento interno de los cuerpos de policía. Para este material, Whitaker también recurre a sus propias experiencias cuando se criaba en las calles de Los Ángeles. "Interpreté a un policía en The Shield: Al Margen de la Ley durante un año, he acompañado a los agentes muchas veces en sus coches y he recibido una amplia formación en armas, por lo que esa parte del estudio la tengo cubierta. En mi experiencia personal, habiendo crecido en Los Ángeles, conozco a los policías desde el otro lado. Sé cómo tiran a la gente al suelo y los deslumbran con sus luces porque los he tratado. Sé lo que te dicen cuando te detienen, por lo que probablemente mi estudio supera al de la mayoría".
Forest Whitaker y Keanu Reeves trabajaron con David Ayer antes de la producción para desarrollar la dinámica entre estas dos almas enlazadas. "Cuando ensayábamos, tuve la suerte de ver a Forest y a Keanu juntos por primera vez y presenciar de primera mano su increíble química. Cuando se pone a un actor junto a otro nunca se sabe cómo vayan a congeniar porque, al fin y al cabo, todos somos personas reales y todos somos muy complejos. El mismo instante en que se sentaron juntos y comenzaron a examinar el material, quedó claro que formarían una combinación creíble".
"Creo que Keanu está excelente en la película y que es un actor con el que la gente quiere hablar", comenta Whitaker. "El público puede recorrer algunos lugares verdaderamente tenebrosos con Keanu porque él es la clase de actor a la que uno puede seguir y en la que puede confiar".
"Para mí, la película trata en realidad de la relación entre estos dos personajes, y Forest y Keanu han estado muy convincentes y verlos ha sido algo asombroso", afirma Lucas Foster. "Se alimentan mutuamente y creo que hemos captado una gran cantidad de sorprendente magia entre estos dos actores, que se identifican mucho con sus personajes en el momento".
Los Ojos que Vigilan (Hugh Laurie en el papel del Capitán Biggs)
"Le he visto ascender en la escala salarial durante veinte años abusando, intimidando y haciendo chantaje. Sé exactamente quién es usted" -Capitán Biggs
La existencia del capitán de Asuntos Internos James Biggs se desarrolla entre el mundo del brazo corporativo de la policía y el de los agentes que hacen su ronda patrullando las calles. Cuando Biggs aparece por primera vez en la película, da la impresión de ser engañoso, embustero y decidido a obtener pruebas contra Ludlow, Wander y "Ad Vice". Su personaje plantea algunas preguntas sagaces sobre los distintos tonos de gris que componen el paisaje moral de estos hombres. Por medio de numerosas indagaciones y de una presión implacable, Biggs interviene en el despertar de Ludlow desde la periferia.
"Biggs fue uno de los personajes de la película más difíciles de desarrollar", recuerda David Ayer. "Es alguien muy consciente de sí mismo que comprende las zonas grises de este mundo, pero que no es un cínico y sí, en última instancia, muy inteligente y pragmático".
Para dar vida al personaje del capitán Biggs, los realizadores buscaron al galardonado y consumado actor británico Hugh Laurie. Laurie, que ha logrado un gran éxito en todo el país interpretando el papel protagonista de la popular serie televisiva "House", se interesó tanto en el material como en la idea de salirse del tipo de papel en el que se encuentra cómodo.
"Era muy difícil rechazar una oferta como esta película" asegura. "TRAINING DAY me entusiasmó completamente y David es un guionista y director muy brillante e interesante; y siempre me ha gustado James Ellroy. Era una oportunidad maravillosa de trabajar con este fabuloso reparto en un ambiente, para mí, muy distinto. Después de haber interpretado un personaje durante los últimos tres años, poder hacer algo diferente era simplemente maravilloso".
Laurie también se sintió intrigado por las preguntas que la película plantea sobre la moralidad y la ética de los hombres que optan por tratar con los lados más oscuros de la naturaleza humana. "El relato tiene muchas sombras y muchos personajes con fines poco claros, sin que sea fácil encasillarlos dentro de una escala moral. Se enmarca en la realidad de que Los Ángeles se presta a una cierta indefinición moral".
Si bien Biggs busca sin duda promover su propia carrera, se convierte en un improbable paladín de la moralidad de Ludlow. "Mientras que Ludlow le es útil a Biggs, Ludlow es el alma por la que combaten estas fuerzas", argumenta Laurie. "A pesar de la violencia y de la sórdida naturaleza de la forma como se gana la vida, Ludlow es, no obstante, un personaje ingenuo e inocente. Es el alma por la que combatimos".
David Ayer quedó impresionado por la interpretación de Laurie y por su dedicación a las complejidades del personaje. "Hugh investigó lo suyo y fue capaz de comprender la política y la psicología del departamento. He aquí un actor británico de la escuela europea de interpretación que fue verdaderamente capaz de transformarse en un capitán del Cuerpo de Policía de Los Ángeles".
No menos impresionaron a Laurie las actuaciones de sus coprotagonistas Keanu Reeves y Forest Whitaker. "Aunque Forest es una persona amabilísima y delicadísima con la que trabajar, con sólo apretar un botón es capaz de sacar a la luz las reservas más extraordinarias de amenaza física y poder. Keanu ha interpretado a menudo personajes con los que uno simpatiza y a los que les desea lo mejor, y es capaz de hacer uso de esas reservas cuando se sumerge en algún material muy siniestro y aterrador".