Empezando de nuevo tras la muerte de su madre, Anthony, de nueve años de edad, se muestra siempre pragmático, mientras que su hermano pequeño Damian, dos años menor que él, emplea la imaginación, la fantasía y la fe para que su confuso mundo tenga un sentido. Una maleta llena de billetes cae de los cielos a pies de Damian y lleva a los niños a una aventura imperecedera que les hace darse cuenta de que el verdadero valor de las cosas no tiene nada que ver con el dinero.