Cédric Klapisch también dirige la secuela de Una casa de locos.
Romain Duris habla de como cambió su vida profesional Una casa de locos: "Tengo la impresión de que hay que hacer una película popular para que las cosas cambien... Ahora recibo muchas ofertas y puedo negociar. Es genial, pero no va con mi personalidad". Sobre volver a interpretar a Xavier comenta: "Fue excelente, algo mágico. Desde el primer día, encajamos a la perfección. Es como si Una casa de locos hubiera sido un preludio".
Audrey Tautou comenta: "¡Cuando Cédric me propuso participar en el proyecto no me lo pensé dos veces! La experiencia que viví durante el rodaje Una Casa de Locos fue maravillosa, a pesar de que mi papel era muy pequeño". Sobre el guión de Las Muñecas rusas comenta: "Es como si la historia hubiera madurado al mismo tiempo que los personajes, es más íntima. Creo que los personajes han ganado en profundidad. El guión no dejaba lugar a la improvisación porque es muy preciso. Cédric es capaz de captar todos los detalles del ser humano, hasta los más pequeños. Me gusta como capta la psicología de los personajes, su juventud, sus dudas, sus problemas... Se trataba de algo tan real y tan concreto, que a veces me desconcertaba un poco".
Cécile de France comenta: "Al concluir el rodaje Una casa de locos ninguno pensábamos que se fuese a rodar una segunda parte de la película. Me reuní con Cédric unos meses antes de comenzar el rodaje y me preguntó si estaría dispuesta a meterme de nuevo en la piel de Isabelle. Quería que fuese sincera y que le contestase si me interesaba con total franqueza. Es muy curioso, porque él tenía sus dudas de que fuese a aceptar... ¡Pero para mí, la respuesta era más que evidente! En primer lugar, tenía muchas ganas de volver a trabajar con Cédric porque es un hombre que transmite alegría y porque sabe dirigir magníficamente a los actores. También quería trabajar de nuevo con Romain, reencontrarme con todo el equipo y revivir aquel ambiente. Ha sido genial retomar este personaje y hacerlo evolucionar. Vamos ¡que le dije que sí sin pensármelo dos veces!".
En la dirección Cédric Klapisch comenta sobre como fue concebido el proyecto de Muñecas rusas: "Tras el estreno de Una casa de locos, dije que no quería hacer una segunda parte. Me llevó tiempo darme cuenta de que podía ser una buena idea. Creo que la buena química entre los actores me hizo recapacitar. Quería volver a trabajar con Romain Duris, Audry Tautou, Cécile de France, Kelly Reilly y Kevin Bishop. Asimismo, quería volver a sentir el placer de rodar como en Una casa de locos, un sentimiento que no había experimentado nunca. Puede que me diera miedo sentir tanto placer ya que creía que sin sufrimiento no se podía lograr un producto de calidad. En el rodaje de Una casa de locos descubrí que no tenía por qué ser así, y que cuanto más se disfruta, más calidad se obtiene. Por eso, mi objetivo fue que tanto los actores como los técnicos del equipo lo pasaran lo mejor posible. Al mismo tiempo, quería redescubrir un estilo que me diera libertad para narrar una historia. Es decir, seguir el estilo libre de Xavier, por el que se puede contar una historia sobre la marcha: 'Recuerdo que... no, en realidad...' Y seis meses después del estreno de Una casa de locos, decidí rodar la secuela porque la película no había terminado del todo. Se podían seguir contando cosas, pero me daba miedo no estar a la altura de la primera parte. Pero comprendí que podía profundizar en la historia y que merecía la pena hacerlo".
Kelly Reilly sobre el guión dice: "Me encanta este guión. Y eso que tuve que conformarme con leer la traducción, lo cual es un tanto frustrante porque me hubiera encantado conocer las palabras exactas de Cédric. Luego, durante el rodaje, me percaté de las diferencias existentes entra la traducción y las ideas de Cédric. Descubrí la sutileza de su lenguaje y las ideas subyacentes, además de la brillante noción que tiene Cédric sobre el amor ideal, la idea del héroe que busca su amor. En ningún momento cae en sentimentalismos, siempre quiere ser realista con sus personajes, y da donde más duele. En resumen ¡que soy una gran fan suya!".
Otro de los protagonistas es Kevin Bishop que habla sobre el rodaje: "De Barcelona destacaría la energía que emanaba de la ciudad. Vivir allí fue genial. Cuando terminé el rodaje, todos mis amigos querían venirse. Con San Petersburgo me pasó lo mismo. Es una ciudad en plena ebullición. Había muy buen rollo, la gente estaba contenta de estar allí, de hacer la película, de hacer un montón de cosas, de ir a las discotecas y los bares... Había muy buen ambiente. ¡Fue fantástico!".
La banda sonora
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