Protagonizada por la ganadora del Oscar en dos ocasiones Jodie Foster (El silencio de los corderos, Acusados). La actriz está arropara por el productor Brian Grazer, ganador de un Oscar de la Academia® (Una mente maravillosa, 8 millas) para llevar al público esta original historia de suspense de altos vuelos.
La película marca la presentación en Hollywood del aclamado director alemán Robert Schwentke y está escrita por Peter A. Dowling y Billy Ray. Los productores ejecutivos son James Whitaker, Charles J.D. Schlissel Robert DiNozzi y Erica Huggins.
Foster tiene como compañeros de reparto interpretando a los pasajeros y a la tripulación -que dudan de ella y también la temen- a un elenco de excelentes actores entre los que se encuentran Peter Sarsgaard, Erika Christensen, Kate Beahan y Sean Bean. Marlene Lawston, de siete años, hace su debut en la gran pantalla interpretando a la hija de Jodie Foster, cuya desaparición desencadena el caso y la paranoia en el vuelo internacional.
Aunque la historia se creó mucho antes de los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, el guión adquirió un nuevo significado y refleja la incertidumbre y el miedo que viven los pasajeros de los vuelos internacionales, así como los sentimientos de protección y de preocupación de los padres. La historia de la película no estaba basada en ningún acto terrorista, pero tras la estela del 11 de septiembre, las situaciones de paranoia y desconfianza hacia el resto del pasaje se convirtieron en temas de máxima actualidad.
Grazer afirma: "Me di cuenta de que 'FLIGHTLPLAN' tenía algo de ese misterio hitchcokiano pero trasladado al escenario moderno de un vuelo internacional con todos sus recovecos, grietas, huecos y escondites". Y añade: "La mezcla de esta idea irresistible con una historia humana dotada de fuertes emociones sobre la pérdida y el dolor era realmente interesante".
A Schwentke le gustó la idea de un thriller que se desarrolla en un recinto cerrado y herméticamente cerrado y también le interesó la oportunidad de trabajar con un material tan bien elaborado. "La clave de la película está en una mujer que tiene que recuperar su estabilidad emocional después de la muerte repentina de su marido. Al principio no se sabe las circunstancias de esa muerte, pero está claro que ella está intentando recuperarse de esa dolorosa pérdida. La cuestión es hasta qué punto lo está consiguiendo, y esta circunstancia emocional constituye el eje dramático de la película. Además, el personaje que interpreta Jodie tiene que enfrentarse a la situación de ser la única persona responsable de su hija de seis años. A pesar de su dolor, ella tiene que seguir adelante por el bien de la niña".
"Esta historia era una oportunidad de hacer una película que fuera un puzzle de giros y cambios de dirección con un fuerte componente emocional", continúa afirmando el director. "Me atraía la idea de una película que se desarrolla en un único espacio totalmente cerrado. Decidimos no hacer ninguna escena en la torre de control ni con ningún personaje que se encontrara en tierra. Todo ocurría en el espacio claustrofóbico de un avión, con el fin de que el público se sintiera atrapado a 37.000 pies en compañía de los personajes, y con los que tendría que luchar para resolver el misterio".
Madre de dos hijos, Jodie Foster se sintió inmediatamente identificada con la trama de Flightplan cuando Brian Grazer le contó la historia de la película. "Lo que me interesó de la película fue la idea de una mujer que ha perdido a su hija y que se ve forzada a poner en cuestión su cordura porque siente tanto dolor que llega a creer que se ha vuelto loca", afirma Foster. "De repente, se ve atrapada en ese extraño mundo de un vuelo internacional en él que la gente desconfía de todo el mundo. Así que la situación tiene grandes dosis de tensión y presión".
Foster sigue diciendo: "Siempre me han atraído las historias que se desarrollan en lugares cerrados. Me gusta la intensidad que provoca y la forma en que evoluciona una historia que cuenta cómo se relacionan las personas en espacios cerrados. Esta película es un thriller pero también es un viaje personal - que nos desvela la forma en que una mujer reacciona ante el pánico y la tensión máxima, y cómo logra salir del abismo de su dolor para rehacer su vida. Creo que Kyle no es en realidad una heroína, pero tiene una poderosa razón para luchar. A veces puede parecer temeraria, incluso irracional, y otras veces una verdadera manipuladora. Pero está dispuesta a hacer cualquier cosa para encontrar a su hija".
A Sarsgaard le impresionó el cariz sofisticado de la historia de suspense que relata Flightplan. "Era una mezcla absolutamente sorprendente de géneros", afirma. "En un principio, me pareció una película sobre el dolor, pero después me di cuenta de que se transformaba en un thriller, en un drama y en un misterio repleto de giros y sorpresas. Se convertía en una especie de laberinto. Tiene algo muy de Hitchcock".
Sean Bean comenta: "En el momento en el que el piloto se implica, nadie sabe si Kyle subió al avión con una niña, si está delirando, o qué es lo que está pasando", explica el actor. "Mi personaje, que también es padre, intenta comprenderla. Pero no sabe si debe creerla. Quiere creerla, pero también sospecha de que pueda representar un peligro para su vuelo, y para la seguridad del pasaje, que es su máxima seguridad".