Patrullando por una autopista californiana, el agente de policía Edward Malus detiene una autocaravana. Instantes después, un camión descontrolado colisiona brutalmente con el vehículo, provocando un violento incendio que atrapa en el interior de su vehículo a madre e hija. Edward no consigue salvarlas y pasa los meses siguientes intentando borrar de su cabeza los rostros de ambas pidiéndole auxilio.
Pero Edward está a punto de tener una segunda oportunidad. Una carta desesperada de su antigua prometida, Willow, quien le abandonó misteriosamente. Su hija Rowan ha desaparecido, y Edward es la única persona en la que ella confía para poder encontrar a la pequeña. Willow le ruega que viaje hasta donde vive, una isla privada llamada Summersisle.
Edward viaja hacia la aislada tierra, cuya cultura, dominada por la matriarca Hermana Summersilse, se basa en tradiciones arcanas y un festival pagano conocido como "El Día de la Muerte y la Resurrección". La huraña población ridiculiza a Edward y su misión, insistiendo en que nunca ha existido una niña llamada Rowan... o que si así fue alguna vez, ya no está entre los vivos.
Sin embargo, lo que Edward desconoce es que la llamada de auxilio comportará para su vida algo más que una posibilidad de redención. Al intentar desentrañar los secretos de Summersisle, Edward se verá atrapado en una tela de araña de ritos primitivos y mortales traiciones, y cada paso que de hacia la niña desaparecida le acercará más hacia lo inexplicable y lo sobrenatural... y al Hombre de Mimbre (The Wicker Man).