"La sombra de la sospecha es un thriller político sobre los agentes que se encargan de proteger al Presidente y a la Primera Dama", señala Michael Douglas. "Por primera vez en su historia, hay un topo en el Servicio Secreto conspirando para asesinar al presidente. Yo interpreto a un agente que tiene asignada la protección de la Primera Dama. Se trata de mi redención. Mi personaje es un oficial de carrera que ha cometido una deslealtad, y encuentro eso excitante. No conozco a mucha gente que sea completamente buena o completamente mala. De modo que existe una ambigüedad moral. Me atraen los personajes como el de Pete Garrison, el cual tiene sus defectos pero que trata de alguna manera de sobreponerse a ellos. Incluso los agentes del Servicio Secreto cometen errores".
"La sombra de la sospecha es impredecible, de actualidad y contiene más de un guiño y giro", continúa Douglas. "Es fascinante saber cosas sobre la forma de trabajar del Servicio Secreto y sobre algunas de las tecnologías que emplean. Espero que los espectadores logren entender un poco lo que se esconde tras bastidores: el número de amenazas de muerte que se reciben, la cantidad de investigación que los agentes llevan a cabo. Son tipos muy valientes".
Como productor, Douglas está siempre buscando historias interesantes y provocativas. "Encontrar buen material suena sencillo pero no lo es en absoluto", afirma Douglas. "He participado en películas con mensaje, pero sólo porque funcionan como entretenimiento. Me encanta actuar, pero la verdad es que no veo tantas películas en las que me gustaría involucrarme, así es que a veces tienes que desarrollarlas tú mismo. Me gustaba la idea tras LA SOMBRA DE LA SOSPECHA porque en una época de miedo y paranoia, la idea del enemigo inadvertido es creíble; ése es el principal '¿qué pasaría si?'".
Furthur Films se hizo con los derechos de la novela de Gerald Petievich, The Sentinel, antes de su publicación. "Pensamos que la premisa de la que parte la película daría lugar a un thriller político inteligente, convincente y al estilo clásico", declara la productora Marcy Drogin. "Todas las instituciones de tronío tienen su propia ración de escándalos, pero el Servicio Secreto está por encima de eso. Esto era lo que nos intrigaba, desbrozar el bosque".
"También", continúa Drogin, "nos ofrecía la quintaesencia de los personajes de Michael Douglas, personajes con defectos con los que te identificas".
Para presentar determinados aspectos del Servicio Secreto de la forma más realista que fuera posible, el guionista y coproductor de la cinta, George Nolfi, llevó a cabo una extensiva investigación. "Desde el principio quise que la historia fuese realista", señala Nolfi. "Me preguntaba: ¿Cómo se protege de verdad al presidente?, ¿de dónde vienen las principales amenazas?, ¿qué podría poner en realidad en peligro su vida y cómo reaccionaría el Servicio Secreto?".
Cuando Nolfi pulió el guión, Douglas y Drogin escogieron a Clark Johnson para dirigir la cinta. Johnson había dirigido previamente un episodio piloto sobre el Servicio Secreto llamado The Service, que mostraba su interés por el tema. Johnson, también un respetado actor, ha trabajado en todas las áreas del negocio del cine, incluyendo los efectos especiales, las escenas de riesgo y las cámaras. Además, cuenta con experiencia en thrillers policíacos de acción, obras corales, múltiples cámaras, grandes montajes y efectos especiales. Para LA SOMBRA DE LA SOSPECHA, Johnson usó su amplio bagaje para reflejar la realidad y los entresijos del mundo del Servicio Secreto.
Johnson trabajó estrechamente con Douglas y Drogin para escoger el reparto de la película. Una vez que se contaba con Douglas, Kiefer Sutherland, Eva Longoria y Kim Basinger se hicieron con los otros tres papeles clave. No era la primera vez que Michael Douglas trabajaba con Sutherland; Douglas había producido Línea mortal, unas de las películas que catapultaron a Sutherland a las listas de estrellas del celuloide más prometedoras. La primera vez que me vi con Kiefer vi el inmenso talento que tenía. En LA SOMBRA DE LA SOSPECHA, aporta una enorme credibilidad a su papel, declara Douglas.
Sutherland se deshace en iguales elogios hablando de Douglas. "Si ves los filmes de Michael, son de categoría. Tuve el placer de trabajar con él cuando era joven, y se comportó conmigo con gran amabilidad y afecto. He visto sus películas a lo largo de estos años y me he dado cuenta de lo que hace de él un productor extraordinario. Hay un enorme sentido de responsabilidad y dignidad en todas sus películas. He visto sus lecturas de guión, sus notas, cómo se maneja en el rodaje. Ha sido un placer y algo muy instructivo, y estoy agradecido por ello".
Como el investigador principal en la película, el David Breckinridge de Sutherland deja a veces que sus sentimientos personales interfieran en su trabajo. "Tiene un pasado", reconoce Sutherland, "y a menudo nuestro pasado nos traiciona. Esos elementos empiezan a apartarle de lo que sería un investigador perfecto".
"Como sociedad, valoramos lo que hace cualquier especialista en cualquier campo, en los que la formación y el entrenamiento ha sido llevados hasta un determinado nivel de excelencia", continúa Sutherland. "Nunca olvidaré al agente del Servicio Secreto que se movió a la izquierda del Presidente Reagan, cerró sus ojos y esperó. Permaneció en esa posición para recibir esos balazos. ¿Tendría el coraje o la presencia de ánimo para recordar lo que me hubieran enseñado en esas circunstancias? Ésa es la primera pregunta que me hice. Tenemos que tener un gran respeto por los agentes del Servicio Secreto".
Sutherland también estaba encantado de colaborar con su compañera de elenco Eva Longoria. "Sabe concentrarse de una manera increíble", señala. "El personaje que interpreta está muy alejado de su personalidad y eso es lo que define a un gran actor".
La Jill Marin de Longoria se formó en la Academia de la mano del personaje de Michael Douglas, Pete Garrison, y se incorpora a la oficina del personaje de Sutherland tras su graduación. Jill no sabe al comienzo el conflicto personal que ha surgido entre ellos dos. "[El guionista] George Nolfi entrelaza de forma muy hermosa las dos historias", dice Sutherland. "La historia de Jill con Garrison le recuerda a David Breckinridge su conexión con Garrison. Eso le hace a ella dudar del curso que está tomando la investigación. Se trata de un asunto de lealtades".
Sutherland, como el resto de los intérpretes, disfrutó teniendo a un actor como director en la persona de Clark Johnson. "Esto arroja ciertos pensamientos comunes", dice Sutherland. "Eso es innegable. Clark tiene una sensibilidad innata y es una vía de dos direcciones. Saber cómo se ha de trabajar si estuviera en tus zapatos es un don".
Eva Longoria escogió LA SOMBRA DE LA SOSPECHA para su primer papel en una gran película porque éste era muy diferente del que interpreta en la exitosa serie de televisión "Mujeres desesperadas". "Hay un triángulo entre Michael, Kiefer y yo, pero no es un triángulo amoroso", dice Longoria. "Por eso elegí esta película. Es completamente lo opuesto a Gabrielle [Solis, su personaje en la pequeña pantalla]".