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El último show cartel reducidoEl último show(A prairie home companion)
Dirigida por Robert Altman
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El último show, el célebre espacio radiofónico de Garrison Keillor, se escucha semanalmente por cuatro millones de oyentes a través de 558 emisoras de radio de los Estados Unidos de Norteamérica. En el extranjero, el programa se oye en la BBC, la RTE (Irlanda), y por servicios de cable y satélite a través de toda Europa occidental, Australia, y Nueva Zelanda, alcanzando más de 35 millones de hogares. El año pasado, el show celebró su treintavo aniversario.

Keillor ha escrito un guión cinematográfico a partir de su famoso show radiofónico para el legendario director Robert Altman. (Los creadores, un tanto irónicamente, describen el mismo como un cruce entre A Prairie Companion y Nashville (Nashville, 1975)). La película es una fábula cómica cuya historia se despliega en el marco de una emisión decisiva: Los músicos, los intérpretes, ... y el genio que dirige un show de variedades que lleva emitiéndose en directo desde hace muchísimo tiempo se enteran de que aquella tarde va a ser la última del programa.

En la historia, son esenciales Yolanda y Rhonda Johnson (MERYL STREEP y LILY TOMLIN), las dos últimas de lo que una vez fue un número musical de Country de cuatro hermanas; la hija de Yolanda, Lola (LINDSAY LOHAN); GARRISON KEILLOR (encarnándose a sí misma); y los cowboys cantantes Dusty y Lefty (WOODY HARRELSON y JOHN C. REILLY). Asimismo, también aparece una Mujer Peligrosa (Virginia Madsen), quien de algún modo encarna misteriosamente lo que acontece entre bastidores; y Guy Noir (KEVIN KLINE), el guarda de seguridad del show, quien vive sus días y noches acorde con las convenciones de las novelas de Raymond Chandler. Un arrogante jefe de escena y su ayudante, Molly (MAYA RUDOLPH, de Saturday Night Live), hacen lo imposible por mantener en el camino correcto un show que va crecientemente a la deriva mientras alguien de fuera (TOMMY LEE JONES) se presenta con el firme propósito de cerrar el programa.

Mientras el espacio radiofónico se está emitiendo desde el escenario del Fitzgerald Theater de St. Paul, la acción de la película se va desplegando tanto en la escena como fuera de ella. Pasiones, antiguas enemistades de clanes, y malos entendidos largo tiempo cociéndose a fuego lento vuelven a la conciencia. Existen uno o dos affaires amorosos puestos al descubierto; una bella y misteriosa mujer rondando entre bastidores; y una adolescente abordando el escenario en el lugar en que su madre ha venido estando desde hace mucho tiempo.

Garrison Keillor preside sobre todo esto: Presenta el show desde el escenario; arbitra (y en ocasiones provoca) disputas y objeciones en los vestuarios y entre bastidores. Hay cotilleo tras la escena, uno o dos intercambios de palabras con un patrocinador, algo de profunda reflexión cómica y patética acerca del curso que la vida de uno puede tomar, y mucha y espléndida música. El show sigue adelante con todo y ser ésta, probablemente, su última función.

Como es norma en cualquier película de Altman, se pidió a los actores que improvisaran y ampliaran sus personajes respectivos. Altman solía filmar las escenas en toda su integridad, mientras que los varios equipos de cámara captaban las interacciones en la escena y entre bastidores. Tomlin nos comenta: "Da lo mismo lo que esté en el papel del guión; Altman va a poblar la pantalla al máximo. Hay algo que está pasando aquí, algo que está pasando allá. Todo el mundo tiene un micro, lo que es una de sus marcas de fábrica".

Y Streep añade: "Lo que quiere es ver todo cuanto pasa en medio de lo que está escrito. Para él, todas las cosas inadvertidas son como oro". La actriz nunca antes había trabajado con Altman, y se sentía emocionada con todo este proceso. "Rodará diez páginas en una sola tarde, cuando la mayoría rueda quizá página y media en el mismo tiempo. De tal modo que diez páginas, veinte personas, y tres cámaras… acabas por no saber realmente qué está pasando; y todo el mundo está sacando del bolsillo su pequeña broma. Es de verdad muy divertido".

Streep y Tomlin llegan al plató habiendo ya discutido sus personajes: Yolanda y Rhonda Johnson. Streep recuerda: "Lily vino a casa y permanecimos allí durante lo que nos pareció horas y horas. Diría que en la primera lectura ya logramos definir la relación entre ambas hermanas casi en su totalidad".

Tomlin sigue: "Las historias respectivas de Yolanda y Rhonda han seguido el mismo rumbo, tan juntas que se acaban las historias de la otra mutuamente; están siempre conversando y añadiendo pensamientos. Conseguimos plenamente el ritmo de esta práctica". El último show es el primer proyecto independiente de Lohan: Esta actriz de 19 años enormemente popular trabaja contra el estereotipo encarnando a la rata de biblioteca con gafas Lola Johnson. "Lola actúa como si estuviera deprimida, sin demasiada confianza en sí misma. Sin embargo, creo que todo es fachada" —reflexiona Lohan—. "Cuando tienes 17 años, lo ultimo que quieres es que alguien alcance a saber cuáles son tus verdaderos sentimientos; eres fuerte, y no necesitas que nadie te ayude. Te sientes incómoda con la madre y ese tipo de cosas. A lo largo de la cinta, creo que Lola comienza a madurar y a hacerse la persona que realmente es".

En cuanto a Guy Noir, Kevin Kline da vida a uno de los personajes más queridos de Keillor, un papel al que él mismo dio vida inicialmente. A Kline, el espacio y el personaje ya le resultaban conocidos, y escuchó muchos números cómicos del personaje mientras se preparaba para la película. "Era un desafío muy interesante. Hay tantos sketches distintos de Guy Noir escritos por Garrison a lo largo de los años" —destaca Kline—, "que en cierto sentido me proveyó de una aproximación útil con la que trabajar además de libertad, porque nunca hemos visto qué aspecto tiene. Garrison fue muy generoso al permitirme darle al personaje fisicidad en todo aquello que entendía que encajaba. Me sentí inclinado a intentar ser honesto para con el espíritu de Guy Noir, pero el hecho de que sea una especie de portero, de guarda de seguridad, que está loco de atar y vive en su propio mundo fue algo muy liberalizador".

Virginia Madsen afrontó una situación muy particular al dar vida a la Mujer Peligrosa, una especie de ser celestial intruso que tiene algo que ver con uno de los miembros del reparto. "No todo es explicable en este personaje" —subraya Madsen—. "Si mi personaje habla un idioma, es el de la oración. No se cree en absoluto alguien peligroso; su labor consiste en llevar a la gente a la casa del Señor. Mi personaje ama a los humanos, y el programa radiofónico. Comienza a recordar cosas de los humanos, y se contenta con simplemente morar entre ellos para ser más recordada. Debía aparecer para hacer su trabajo y luego regresar a casa. Sin embargo, se queda a pasar el rato, y creo que está muy bien que haya un ángel ahí, en el show, mientras éste nos va dejando para no regresar".

Es responsabilidad de Molly, la ayudante del jefe de escena, a quien da vida Maya Rudolph, asegurarse de que el presentador del show, G.K., se halle ante su micrófono in person cuando el espacio radiofónico esté en el aire. No es un encargo sencillo, y Molly, que se halla en cinta, no disimula su frustración. "Molly se ha transformado en una embarazada cascarrabias, aunque mantiene la profesionalidad" —comenta Rudolph, quien estaba realmente embarazada durante la producción—. "Mientras el presentador va explicando sus historias, evoluciona de persona en persona, y está a punto de perder el hilo —o eso cree ella dado que esas historias son interminables y las ha oído cientos y miles de veces—, va sintiéndose fatigada de todo el engranaje. G.K. no parece darse cuenta de que hay todo un show emitiéndose y eso la enerva profundamente. Aprovecha su estado de buena esperanza como excusa para enarcar la ceja más de lo debido".