Un padre que trabaja demasiado, Bob Munro (Robin Williams), su mujer Jamie (Cheryl Hines), la hija de ambos Cassie (Joanna JoJo Levesque) de 15 años, y Carl (Josh Hutcherson), el hijo de 12, necesitan desesperadamente compartir un tiempo juntos. Después de prometerles que les llevaría de vacaciones a Hawai, repentinamente, Bob cambia los planes sin decirles nada. En vez de una semana en un paraíso tropical, harán un viaje por carretera a Colorado en un vehículo recreativo.
Tras llevarse a su mujer a rastras y meter a sus hijos en la autocaravana pataleando y gritando, el plan de Bob de estar todos juntos (que en parte es una estratagema para evitar perder su trabajo), prácticamente enseguida choca contra un gran obstáculo. Todo lo que puede ir mal, va mal. Los patéticos intentos de Bob de conducir el vehículo, que es muy poco manejable y excesivamente grande, son asumidos en silencio y con desprecio por su resentida familia. La vida en la autocaravana no tiene nada que ver con su cómoda vida en Los Ángeles y cualquier intento de Bob por contagiarles el espíritu de las vacaciones amenaza con separarles aún más.
En un campamento para autocaravanas, la familia Munro traba amistad con la familia Gornicke: un clan familiar desesperadamente simpático y despreocupado que vive en una autocaravana de forma permanente. Cuanto más se empeñan en evitar a los Gornicke, más parece que sus destinos están destinados a cruzarse. Sin embargo, la adversidad logra unir incluso a los miembros de la familia más desmembrada de tal forma que, sin darse cuenta, cada revés que experimentan los Munro, les ayuda a convertirse, de nuevo, en una verdadera familia.