Basada en la historia real de George y Kathy Lutz, "The Amityville Horror" (La morada del miedo) sigue siendo a día de hoy una de las historias más terroríficas de todos los tiempos por una simple razón: ocurrió realmente. Veintiocho días después de la mudanza, la familia Lutz abandonó la casa... y por suerte lo hizo con vida. Ahora, treinta años después de que se produjeran aquellos sorprendentes sucesos (que inspiraron un best-seller y una de las películas de terror más populares de todos los tiempos) volvemos a visitar la casa donde comenzó todo: "The Amityville Horror" (La morada del miedo).
Protagonizada por Ryan Reynolds (Blade: Trinity, Van Wilder), Melissa George (Alias, Mulholland Drive) y Philip Baker Hall (Boogie Nights, Magnolia). La película, que está dirigida por Andrew Douglas a partir del guión de Scott Kosar, se basa a su vez en el guión que Sandor Stern escribió a partir del libro de Jay Anson y, en parte, en el material proporcionado de primera mano por George y Kathleen Lutz. "The Amityville Horror" (La morada del miedo) está producida por Michael Bay, Andrew Form y Brad Fuller. La producción ejecutiva corre a cargo de Ted Field y David Crockett y los co-productores ejecutivos son Randall Emmett, George Furla, Paul Mason y Steve Whitney. También forman parte del equipo de realizadores el director de fotografía Peter Lyons Collister, la diseñadora de producción Jennifer Williams, los montadores Chris Wagner y Roger Barton y el compositor Steve Jablonsky.
Cuando la película original de "The Amityville Horror" (La morada del miedo) se estrenó el 16 de julio de 1979, pocas personas preveían que iba alcanzar un éxito tan tremendo en tantos ámbitos. El público vivió momentos de auténtico pánico con esta historia, basada en el verdadero relato de los 28 días que George y Kathy Lutz vivieron en número 112 de la Avenida Ocean, en Long Island, Nueva York, en 1974. Aquella primera cinta, protagonizada por James Brolin y Margot Kidder, fue un auténtico éxito de taquilla (sólo en los Estados Unidos, obtuvo una recaudación de 86,4 millones de dólares) y se consolidó como un clásico de culto que enamoró a un ejército de seguidores del género de terror por todo el mundo.
En 2003, cuando todavía estaba reciente el éxito de The Texas Chainsaw Massacre (La matanza de Texas), los productores de Platinum Dunes Michael Bay, Andrew Form y Brad Fuller firmaron un primer contrato con Dimension Films. Este trío, se dispuso sacar adelante un proyecto siguiendo la dinámica de esta productora, especializada en desarrollar y producir películas de terror y suspense de bajo presupuesto.
"Después del estreno de 'La matanza de Texas' realizamos un estudio para ver qué era lo que más había impactado al público de la campaña de promoción y fue entonces cuando descubrimos que lo que más asustaba a la gente es que se trataba de una historia basada en hechos reales", afirma el productor Form.
Reynolds, que saltó a la fama por su papel protagonista en la exitosa comedia Van Wilder no lo tenía nada claro al principio: "La verdad es que cuando escuché aquello de 'nueva versión' tuve mis dudas, porque estás películas tienden a ser bastante gratuitas", explica. "Pero esa sensación pronto se disipó enseguida tras leer el guión, que era mucho más fiel al libro. Al principio me chocó bastante que me quisieran para este papel. George Lutz era un tipo bastante intenso y, básicamente, la película trata de la lucha de un hombre por conservar la cordura mientras le empujan hacia el mal. Casi todos mis trabajos han sido en comedia, por eso creo que este papel es un regalo, una oportunidad para interpretar un personaje que lo abarca todo, desde la A hasta la Z".
"Melissa George supo desde un primer momento cómo debía interpretar su personaje; era consciente de que gran parte del protagonismo iba a recaer sobre ella, pero su humanidad no debía verse comprometida bajo ninguna circunstancia", comenta Douglas, el director. "Si de pronto se convirtiera en una heroína de acción, la película perdería veracidad. Ella se hizo cargo de todos los conflictos, inseguridades y obcecamientos del personaje y los incluyó en su interpretación de tal forma que resultó plausible y emocionalmente convincente".
"Pasé mucho tiempo con los niños para conocerles a fondo e incluso me los llevé al parque de atracciones Six Flags", cuenta Melissa George. "Me pasé todo el día con ellos, comprobando si eran lo suficientemente altos como para montarse en la atracciones... en definitiva, haciendo como si fueran mis propios hijos".