Allen encarna a Val Waxman, un director cinematográfico que logró en dos ocasiones el Oscar, pero que se ha convertido en un neurótico fracasado que anhela desesperadamente regresar a la arena. Cuando se presenta la ocasión, se ve en una encrucijada: trabajar para su exmujer Ellie (Téá Leoni), quien se deshizo de él para irse con el jefe del estudio (Treat Williams) que se halla al cargo de la financiación de la película, o perder la última oportunidad evitando así tener que mantener de nuevo una relación dolorosa. ¿Debe entenderse que Val está cegado por amor cuando opta por volver a tener contacto con su exesposa? ¿Será que el amor es ciego cuando resulta que es Ellie la que le apoya incondicionalmente? La prueba la hallaremos en la propia película, de manera literal y figurada.