Ficha Artística
Veronika Voss: ROSEL ZECH
Robert Krohn: HILMAR THATE
Henriette: CORNELIA FROBOESS
Dr. Marianne Katz: ANNEMARIE DÜRINGER
Josefa: DORIS SCHADE
Dr. Edel: ERIK SCHUMANN
Max Rebein: ARMIN MUELLER-STAHL
Productor: PETER BERLING
Ayudante de la doctora: GÜNTHER KAUFMANN
Vendedora: SONJA NEUDORFER
Chehm: LILO PEMPEIT
Primer director: VOLKER SPENGLER
Segundo director: PETER ZADEK
Jardinero: HERBERT STEINMETZ
Grete: ELISABETH VOLKMANN
Redactor jefe: HANS WYPRÄCHTIGER
Anciana: JOHANNA HOFER
Anciano: RUDOLF PLATTE

Premios
FESTIVAL DE BERLIN
Oso de Oro a la Mejor Película

FESTIVAL INTERNACIONAL DE TORONTO
Premio de la Crítica Internacional (FIPRESCI)

PREMIO CÁMARA ALEMANA
Otorgado a Xaver Schwarzenberger

Conversación con R. W. Fassbinder

P:La ansiedad de Verónica Voss es , tras "El matrimonio de María Braun" y "Lola", su tercera película sobre la Alemania de los años cincuenta.

Rainer Werner Fassbinder: El caso es que en Alemania sabemos tan poco de historia alemana que tenemos quo recuperar lo que podamos con informaciones elementales, y de esa información compone el cineasta la historia que cuenta al espectador. Esto no significa otra cosa que hacer comprensible la realidad. Yo veo muchas cosas que me vuelven a dar miedo hoy. Las consignas de tranquilidad y orden por ejemplo.

P: La Era Adenauer parece fascinarle.

R.W.F.: Con esta película quiero dar a la sociedad actual algo así como un suplemento de historia. Nuestra democracia es una democracia que fue prescrita en aquel tiempo para la zona occidental no hemos luchado par ella. Las formas antiguas tienen grandes probabilidades de abrir brechas, sin cruz gamada naturalmente, pero con métodos de adiestramiento antiguos. A mí me sorprende qué rápidamente se ha vuelto al rearme en este país. Los intentos de revuelta de los jóvenes eran más bien patéticos. Quiero mostrar también cómo los años cincuenta han marcado a la gente de los años sesenta. Ese choque de lo establecido con los grupos de personas comprometidas, que han sido forzadas a elegir la aberración del terrorismo.

P: Veronika Voss recuerda a Sybille Schmitz. ¿Cómo llegó a ocuparse de ella?

R.W.F.: Muy al principio de mi actividad como director quise ofrecer un papel a Sybille Schmitz; entonces me enteré de que había muerto. Nadie sabía con precisión que fue de ella y nunca me he podido librar de esa historia.

P: Usted ama a las personas sensatas.

R.W.F.: Tengo un sentimiento de ternura para ellas. Las comprendo en todo aquello que las ha hecho falsas. Quizás su situación llegue a tener que ver conmigo. Muchas veces nos decimos: Bueno, yo no me voy a destruir. Pero puede pasar. Hay gente que está al acecho por si a mi se me funden los plomos.

P: Su película es también una historia sobre las drogas en los años cincuenta.

R.W.F.: Es cierto. También entonces estaban en auge los estupefacientes; solo que, al contrario de lo que sucede hoy, sólo unos pocos podían adquirirlos. Y estos eran fácilmente gente sometida a un stress artístico, una clase social que interesa sin más a cualquier realizador.

P: ¿Sigue teniendo planes de irse a América?

R.W.F.: Yo creo que el trabajo del cine en Hollywood se diferencia sólo en que es realmente de equipo, en que se puede delegar trabajo en otra gente responsablemente. Y yo he aprendido eso. He tratado de conseguir colaboradores con los que se pueda trabajar completamente igual a como se trabaja en un estudio de Hollywood. Ellos hacen su trabajo y yo lo acepto no siempre al cien por cien, pero 1o acepto tal cual. Y esa creo que es la ventaja de Hollywood; que uno no tiene que pensar todo de cabo a rabo.
En Hollywood, creo yo, la gente que trabaja en el cine se da par completo. Aquí creo que hay mucha gente que llega al cine porque piensa que todo va a ser maravilloso, pulcro y loco, que no van a tener que trabajar mucho y que todo va a ser muy loco, mientras que la gente de Hollywood, por muy excéntrica que sea, rinde al máximo en su trabajo.
Yo he trabajado mucho tiempo con mi equipo para poder abandonarme a él. En Hollywood, creo, un realizador que trabaja en un estudio sabe de seguro que puede abandonarse a sus colaboradores.

P: En sus películas, las mujeres están muchas veces en el centro.

R.W.F.: Tratando de mujeres se pueden contar mejor todas las cosas. Los hombres se comportan la mayoría de las veces tal como la sociedad espera de ellos. Las mujeres nadan más bien a contracorriente de las normas. Son más consecuentes, más tranparentes. Los hombres siempre hacen su papel.

P: ¿Qué papel tiene el público para usted?

R.W.F.: Cuando se apaga la luz en el cine, comienza el sueño, rige el inconsciente. Yo digo que el que va al cine sabe de algún modo lo que le espera, que puedo por tanto exigirle más tensión y que puedo esperar que encuentre más placer en la tensión. Frente al público no se debiera ser nunca complaciente sino provocador.

Fassbinder habla de la protagonista
Verónica Voss es el resultado de una serie de recuerdos de mi niñez. Se centra en una época que yo viví cuando tenía unos 10 años, época en la que veía muchas películas, porque yo estoy enfermo de cine, una de las enfermedades más aceptables... Naturalmente eran películas en blanco y negro. Se basa en recuerdos -reforzados después por una trama argumental precisa- de una actriz de la UFA que terminó trágicamente. No se llamaba Voss, naturalmente, porque no he tratado de hacer una cinta biográfica y sí una elucubración sobre una Alemania y unos problemas específicos de corrupción, oportunismo y droga, así como sobre la abstención juvenil y el dominio norteamericano; todo influyó en la paulatina reconstrucción de mi país.
Me siento muy satisfecho de mi labor en pro de la aceptación del cine alemán por el público del mundo entero, empezando por estimular el cooperativismo a través de la plataforma del Filmverlag des Autoren, creada en la década de los 70. Fue la confirmación del llamado nuevo cine alemán, obra de unos cuantos francotiradores.