De la retorcida mente de James Gunn (escritor de Amanecer de los muertos) ha salido esta nueva aportación al canon de comedias de terror. Una historia tan deliciosamente ominosa, tan hilarantemente grosera y tan increiblemente demente que sólo con evocarla se le llena a uno la cabeza de repugnantes moluscos del submarino mundo invertebrado. Enormes babosas del espacio exterior, zombies sedientos de sangre y bichos supurantes se alían en esta creación cinematográfica: LA PLAGA.

¿Cómo ha diseñado Gunn este mundo de escalofrío? Combinando una parte de película de monstruos, otra parte de película de zombies y una parte global de comedia negra, el escritor se estrena como director con una celebración de lo viscoso. Antaño colaborador del legendario director de terror camp Lloyd Kaufman de Troma Entertainment (El vengador tóxico, Class of Nuke 'Em High), Gunn se formó escribiendo guiones de películas de culto como Tromeo & Juliet, una hermosa historia de amor con piercings, sexo violento, choques de coches… y un toque de Shakespeare. Después Gunn escribió la reelaboración de un título clásico de George Romero: la taquillera película de terror Amanecer de los muertos.

Combinando efectos prostéticos y tecnología digital, Gunn ha firmado en LA PLAGA una nostálgica obra maestra de monstruos que cuenta una historia de amor repelente, chocante y muy divertida. La acción se centra en un pueblo que se ve invadido por una plaga de babosas alienígenas que adoptan formas diversas y que sacan lo peor de las personas afectadas. Y está contada de una forma que hará que el espectador impresionable se parta de risa al mismo tiempo que tiembla de miedo.

Siendo adolescente en los años 80, Gunn se vio muy influido por el exagerado y lleno de humor negro cine de terror de la época, en particular por las películas de David Cronenberg y John Carpenter: "Cuando escribí Amanecer de los muertos, quería recuperar el tono crudo del cine de terror de los años 70. Pero cuando empecé a escribir LA PLAGA, pensé más en el aspecto de los años 80: mucha sangre y vísceras, efectos especiales exagerados, mucha acción y un pequeño toque camp, todo un poco retro…".

Gunn quería contar la historia de un pueblo infectado por una plaga de aliens que adoptan diversas formas. Pero también quería contar una historia con la que el espectador pudiera identificarse, además de pasar miedo: "Hay un triángulo amoroso en la película, entre Grant, Starla y Bill. Y esto genera muchos problemas".

Gunn sabía que tendría que emplear efectos físicos y prostéticos para complementar las imprescindibles imágenes generadas por ordenador (CGI). Ávido por jugar con la plastilina que tanto miedo le había hecho pasar en su infancia, Gunn quería aprovechar también los enormes avances que había conocido la prostética en los últimos quince años. El carácter táctil que proporcionan este tipo de efectos prostéticos era vital para el tono que quería darle a la película, no sólo para su aspecto visual: "La verdad es que echaba de menos el aspecto sucio, orgánico y grimoso de los viejos efectos prostéticos. Por otro lado, esta técnica ha avanzado mucho y yo quería mostrar sus nuevas posibilidades".

Por exigencias de guión, el protagonista de la película se transforma en un ser monstruosamente inhumano y era necesario buscar un artista de efectos especiales capaz de estar a la altura de este reto. La metamorfosis de Grant es gradual y era necesario encontrar a alguien que supiera pasar de una criatura delicada a un mutante monstruoso de la forma más efectiva posible. Gunn y los productores de la película recurrieron al veterano Todd Masters, de MastersFX, y a su productor de efectos Dan Rebert.

Masters tiene un Emmy por su trabajo en la serie "Dos metros bajo tierra" y ha creado los efectos de películas como Depredador, Pesadilla en Elm Street 5, Mortal Kombat, etc. Recuerda lo que le interesó de este proyecto: "El guión era hilarante y evocaba cosas que ya había hecho en el pasado, pero con un giro de tuerca, con lo que resultaban mucho más divertidas. Cuando uno trabaja creando efectos suele saltarse los diálogos y buscar en el guión sólo las escenas que contienen efectos, pero éste me resultó muy divertido de leer".

Masters continúa: "James Gunn me insistió mucho desde un principio para que combinara efectos prostéticos y CGI. Quería que estas criaturas tuvieran el aspecto de estar físicamente en el plató junto a los actores y sembrando la destrucción. Me gusta el cine de terror pero algunos títulos recientes me han decepcionado, por lo que respecta a las criaturas que presentan. Estás en la sala oscura y la película crea mucho suspense antes de enseñarte al monstruo; pero luego cuando aparece no resulta verosimil, no parece estar ahí. Y la razón es que sólo se emplean efectos de ordenador. James se ha dado cuenta de esto y como director quiere darle a su película un aspecto realmente físico… porque eso es lo que da miedo de verdad".

Los aspectos visuales de animación juegan un papel importante en la película. Por ello, Gunn y Masters recurrieron al supervisor de efectos visuales John Gajdecki (Stargate: Atlantis). Dice Gajdecki: "Tuvimos muchas conversaciones y decidimos combinar los dos tipos de técnicas. Hay cosas que quedan mejor con prostética y hay cosas que quedan mejor con efectos visuales. Desde un principio quisimos trabajar coordinados para hacer que todo resultara más fácil, eficaz y económico".

Gunn no quería que los efectos brillaran aisladamente sino que quedaran arropados por una historia atractiva, con interés propio y un adecuado desarrollo de los personajes. No quería que la sangre, las vísceras y los monstruos se comieran la historia de los protagonistas ni socavaran la progresión natural de los acontecimientos.

Nathan Fillion, conocido por su papel en la aventura espacial Serenity, se encuentra aquí en una galaxia diferente en el papel del sheriff local -y ex-novio de Starla- Bill Pardy. Fillion comenta: "Pardy es un tipo normal que se ve metido en una peripecia extraordinaria y reacciona del mismo modo que yo lo haría. No piensa que ha llegado el momento de hacerse el héroe. Trata de mantener la calma y controlar la situación, pero nunca lo consigue. Sólo cuenta consigo mismo y pugna por salir adelante. Eso es lo que me gusta de él. James es un director inteligente y se divierte retorciendo un poco las convenciones del género. Cuando crees adivinar lo siguiente que va a ocurrir, lo que va a hacer el héroe para dominar la situación, entonces va y te sorprende".

Michael Rooker admite que su papel (Grant) le resultó agotador: "Todos los días tenía que ir a una masajista al acabar de rodar. El traje de Grant es muy pesado y para llevarlo hay que estar en muy buena forma física. Cuando firmé el contrato empecé a machacarme el cuerpo para estar preparado. También aproveché mi conocimiento de las artes marciales para superar las jornadas de rodaje más duras. La concentración que aprendes con el karate y el aikido te ayuda a mantener el control y la calma en situaciones de dolor".

La actriz Elizabeth Banks comenta: "El guión me pareció hilarante. Cuando hice la prueba para el papel le dije a James lo divertido que me parecía y creo que se puso muy contento al ver que había captado el humor que contenía. Creo que también entendí enseguida el personaja de Starla, la señora de Grant. No me inspiré en ninguna heroína específica pero lo que me dio perspectiva sobre el personaje fue ver el argumento globalmente como una historia de amor. Para mí LA PLAGA cuenta el mito de la Bella y la Bestia, es un poco como Fay Wray y King Kong. Así que me fijé en esa referencia de Fay Wray, y por eso es por lo que voy de blanco al final de la película. Y los tentáculos que me rodean me recordaban esa imagen de Fay sentada en la enorme manaza de Kong".