Es el cumpleaños de Cristina, y Pablo toma prestada la camioneta de su jefe para sorprender a su hija a la salida del colegio y llevarla a ver la película Tarzán. De camino al colegio, un perro se atraviesa en su camino, y Pablo pega rápidamente un volantazo para esquivarlo. Pierde totalmente el control de la furgoneta y se produce un trágico accidente.
En su mente se agolpan las ideas a una velocidad endiablada: no tiene carnet, es un inmigrante ilegal, y ha atropellado a una niña de corta edad. Si espera a que lleguen las autoridades, este accidente podría costarle lo que más valora en el mundo: su hija y la posibilidad de mejorar la vida de la pequeña.
Recoge a Cristina en el colegio, pero sus problemas no han hecho más que empezar. Soid, una bella y misteriosa periodista, ávida de noticias, consigue seguirle la pista y llega a un trato con él. Les llevará hasta México, a condición de que le permita grabar en vídeo su aventura. Le convence diciéndole que si está siendo filmado, nadie sospechará de él.
Cerca de la frontera, Pablo cambia de opinión. No está dispuesto a renunciar a su sueño de conseguir una vida mejor para su hija, y decide que no hay vuelta atrás. Irán a Canadá. La niña a la que atropelló muere, y comienza una frenética persecución, encabezada por una obstinada detective (Detective Bryant) para llevar al criminal ante la justicia.
Asustados y desesperados, Cristina y Pablo cambian de aspecto y pasan a la clandestinidad. Emocionalmente atrapado entre lo que ha hecho y entre su amor por Cristina, Pablo hará cualquier cosa por asegurarse de que su hija no se convierte en otra víctima más de su trágico destino.