El joven Matthieu trabaja en una fábrica con su padre y su hermano mayor. Al primero lo despiden por fumar un cigarrillo en el lugar de trabajo. Tiene 53 años, es un pobre hombre y sabe que no encontrará otro empleo. Su hijo Matthieu, ofendido por esta injusticia, trata de forzar a la directiva para que admita nuevamente al padre, así que agita a su hermano y luego prende la huelga entre los demás obreros. La muerte brutal del padre trastoca la situación: este hombrecillo, viendo un futuro incierto, decide arrancarse la vida de la manera más brusca. Ahora Matthieu está desquiciado. Ya no pretende restablecer la justicia, sólo quiere vengarse, y la mujer del patrón será su primer instrumento en este ajuste de cuentas.