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Hancock cartel reducidoHancockDirigida por Peter Berg
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Columbia Pictures junto a Relativity Media, Blue Light/Weed Road Pictures y Overbrook Entertainment, presenta una producción dirigida por Peter Berg, Hancock. La película está protagonizada por Will Smith, Charlize Theron, Jason Bateman y Eddie Marsan. La película está producida por Akiva Goldsman, Michael Mann, Will Smith y James Lassiter y escrita por Vy Vincent Ngo y Vince Gilligan. Los productores ejecutivos son Ian Bryce, Jonathan Mostow y Richard Saperstein. El director de fotografía es Tobias Schliessler. El diseño de producción es de Neil Spisak. El montaje es de Paul Rubell, A.C.E. y Colby Parker, Jr. Los efectos visuales son de Sony Pictures Imageworks Inc y están diseñados por John Dykstra, ASC. El diseño de vestuario es de Louise Mingenbach y la música de John Powell.


Esperando por un héroe
"Hancock no es como el común de los superhéroes", dice Will Smith, la estrella de la nueva comedia de acción de Columbia Pictures, Hancock.

Smith dice que lo que lo atrajo de la película es la oportunidad de llevar a la pantalla una historia única, Hancock, una película de superhéroes que amplía las fronteras del género haciendo énfasis en las emociones humanas. "Existe esta idea de que las películas de ‘verano’ son de acción y que las películas de ‘otoño’ son de personajes", explica Smith. "¿Qué ocurre si coges una historia dramática con personajes complejos y la sitúas dentro de una producción con todas las campanas y la algarabía de una película del 4 de julio? ¿Por qué no se pueden unir y obtener lo mejor de los dos mundos?".

La manera en que Smith y los realizadores –productores Akiva Goldsman, Michael Mann y James Lassiter, y el director Peter Berg- se propusieron lograr esto, fue presentar al personaje de una forma diferente. La película no se centraría en cómo Hancock obtuvo sus poderes o en cómo elige usarlos; sino en Hancock como la figura universal de un hombre en el medio de su carrera que odia su trabajo y que quiere dejarlo. Sus superpoderes, lejos de ser una bendición, le han dado una actitud que le ha ganado la antipatía del público, que debería ser su mayor seguidor.

"Existe sólo una persona capaz de representar esta idea", dice Goldsman. "No puedo llegar a concebir a Hancock sin Will Smith interpretándolo".

"Will estaba encantado de interpretar a un superhéroe", dice el productor James Lassiter. "Cuando vimos el guión, pensamos que era la manera perfecta de hacer una película de este tipo, un héroe irreverente nunca visto antes. Hancock es un personaje interesante, excepcional, que rompe el molde".

Con Will Smith a bordo, fue una tarea fácil convencer a Peter Berg, aclamado por su trabajo como director de Friday Night Lights y La sombra del reino (The Kingdom), para dirigir la película. "Will es una de las pocas estrellas de cine en la que realmente confluyen una serie de habilidades", continúa Berg. "Tiene talento, no tiene miedo y es extremadamente honesto. Cuando estos tres elementos se reúnen, esa persona lo puede interpretar casi todo, y Will, ciertamente, ¡está dispuesto a intentarlo!".

Para Michael Mann, el resultado es la unión perfecta entre la estrella y la película. Un film que entrega lo que el público espera de Will pero a la vez lo atrapa de manera sorprendente. "Nos propusimos hacer una película que se moviera entre lo profundo, gracioso, irreverente, sexy y romántico pero que a la vez fuera emocionante y maravillosamente intensa. El poder de Will Smith como actor es su habilidad de habitar de manera profunda en los estados de ánimo de este complejo personaje. Él es el centro de gravedad…" concluye Mann.

"Hancock es complicado", dice Smith. "Cada día se despierta enfadado con el mundo. No recuerda lo que le ha ocurrido y no hay nadie que le ayude a encontrar las respuestas. Tiene buenas intenciones, pero tiene problemas a la hora de conectar con el mundo que tiene a su alrededor".

Smith asegura que la película tiene sus raíces en una profunda emoción humana. "Hancock es como un líder del equipo del instituto, que tiene todo el talento del mundo pero la actitud equivocada", dice Smith. "No se da cuenta de que la razón de que su equipo no gana es porque su amor y comprensión por el juego no están allí, no entiende la belleza del trabajo en equipo. Ser parte del grupo, interactuar con los otros, es la idea central del ser humano. Pero Hancock se encuentra totalmente aislado hasta que conoce a Ray Embrey, que lo vuelve a incluir en la sociedad".

Jason Bateman interpreta el papel de Ray, el ejecutivo de buen corazón del mundo de las relaciones públicas. "Cuando Hancock salva su vida, Ray quiere devolverle el favor enseñándole la manera de comportarse apropiadamente y limpiar su imagen. Pero para Ray, no se trata de controlar la imagen del héroe, realmente lo que quiere es enseñar a Hancock a ser un mejor superhéroe".

"He tenido mucho espacio para explorar en Ray, porque es un alma confiada", agrega Bateman. "Él ve el mundo color de rosa, es inocente y piensa que detrás de la dura coraza de Hancock se esconde un interior suave y manejable, hasta que la relación entre ellos se complica. Todos estos elementos hacen que interpretar el personaje de Ray sea muy gratificante".

"Charlize Theron es la nota musical que encaja a la perfección con Will y Jason Bateman", dice Goldsman. "Necesitábamos a tres personas, a las que el público quisiese ver ganar; fue un verdadero juego de equilibrio".

Por su parte, a Theron le atrajo su personaje por múltiples razones. Primero, por supuesto, la oportunidad de volver a trabajar en equipo con Smith, con quien ya trabajara en La leyenda de Bagger Vance (The Legend of Bagger Vance). "Will interpreta su papel maravillosamente", dice Theron.

A Theron también le impresionó el guión, en el que encontró personajes ricos y convincentes. Mientras que su marido, Ray, ve únicamente el superhéroe que Hancock puede ser algún día, Mary lo ve desde la perspectiva de todos los demás. "Ella está enfadada con el mal comportamiento de Hancock, que en la superficie, parece ser totalmente irresponsable y destructivo", comenta. "Ella es inflexible y no permite que nada desbarate la vida idílica que ha creado con Ray y su hijo. Pero cuando Hancock comienza a mostrar signos de que hay luz al final del túnel y que su comportamiento está cambiando, y ella continúa sin aceptarlo, entonces comienzas a preguntarte ¿por qué?"

Los realizadores suben la apuesta emocional sumando al reparto a Jae Head como Aaron, el hijo menor de Embrey. La estrella de 11 años, trabaja también en la serie que dirige Berg, Friday Night Lights, los realizadores vieron a más de 30 jóvenes actores antes de decidirse por Head. "Los actores jóvenes pueden ser complicados", dice Berg, "pero Jae está intacto y es genuino. Vive en Texas, donde su padre es el entrenador del instituto y su madre está siempre con él. Tienes la sensación de que él está igual de feliz haciendo de recogepelotas para su padre que en el rodaje con Will Smith. Es un chico intuitivo que ha pasado mucho en su vida y que entiende que cada día es un regalo, tiene una gran actitud. Se involucra en todo".

Berg utilizó su propia tradición familiar de comer spaghetti con albóndigas la noche del domingo para ilustrar el estrecho vínculo que une a la familia. Todos los jueves por la noche, los Embreys celebran "la noche de la pasta loca" asegurándose de tener una cena familiar al menos una noche por semana y no permitir que el trabajo, la escuela u otras distracciones sienten precedente para no compartir tiempo en familia.

"Comí al menos 20 platos", dice Head, refiriéndose al rodaje de las cenas familiares. "Estaba tan ansioso de llegar al rodaje que olvidé de tomar el desayuno esa mañana, así que al principio estaba encantado de comer. Pero al final de la jornada, tenía ganas de gritar, ‘¡no me nombres a los spaghetti nunca más!’"


Acerca del director y los productores
Conocido por su faceta como actor, Peter Berg se ha ganado al público últimamente con sus impactantes y creativas películas como director.

Después de colaborar con Michael Mann en la película dirigida por Berg, La sombra del reino (The Kingdom), Berg se puso detrás de la cámara para dirigir Hancock. Mann dice que Berg, crea una atmósfera relajada y espontánea en el rodaje, pero que debajo de la superficie es un director muy centrado y preparado. "Pete tiene un sentido intuitivo e improvisa en sus decisiones", dice Mann, "pero es mucho más centrado e intelectual de lo que deja ver. Piensa seriamente en todo".

"Peter Berg parece ser un niño pequeño de buen corazón que se quiere divertir", aclara Akiva Goldsman, "pero es una máscara que se pone para generar un ambiente de espontaneidad en el proceso. En verdad es un individuo profundamente reflexivo y muy listo, da libertad a su equipo para obtener los mejores resultados".

"Pete tiene una voz inconfundible", dice Smith. "Su estilo y sabor es sólo suyo. Pete está al nivel de los eruditos en la forma en que crea y rueda. Tenía muchas ganas de ver lo que pasaría cuando Pete pusiese a Hancock, un tipo real con problemas reales, dentro del traje de un superhéroe".

"Pete posee una confianza como actor que es muy diferente a la que un escritor, director o productor pueda desprender", continúa Mann. "Él sabe cuando tiene que mantenerse en una emoción o un pensamiento y cómo rodar una secuencia para que el actor alcance la emoción específica que está buscando para el público".

"Él fue franco y honesto acerca de la forma en que quería trabajar", dice Theron, recordando su primer encuentro con Berg. "Me dijo que iba a gritar cosas en medio de las tomas. Dijo, ‘no voy a cortar, no me gusta cortar, así que espero que estés de acuerdo con esto’. Nunca había trabajado de esta manera antes, pero ahora, no puedo imaginar otra forma de hacerlo.".

Berg fue parte del equipo de realizadores que se unieron para llevar Hancock a la pantalla. Cada uno – Smith, Lassiter, Mann, Goldsman y Berg – puso algo sobre la mesa que ayudó en ese viaje que supuso llevar a Hancock a la gran pantalla.

"Hacer películas es un deporte de equipo", dice Smith. "Para una película como Hancock, necesitábamos tener los mayores puntos de vista posibles, y todos los integrantes de este equipo tenemos algún grado de ‘anormalidad’. Lo que hizo maravillosa esta colaboración, es que todos teníamos estas ideas raras –todos podíamos decir cualquier cosa- y la mejor idea, la idea que fuera parte del DNA de todo el resto, esa destacaría por sí sola".

"Formamos un grupo en donde todos nos apoyábamos el uno al otro", cuenta Goldsman. "Pete puede escribir, dirigir y producir una película, Michael puede dirigir y producir, Will puede producir y dirigir, J. L. ciertamente puede producir, yo puedo escribir y si me apuntas a la cabeza con un revolver, probablemente pueda dirigir una escena. Eso no significa que uno hiciera el trabajo del otro, sino que entre todos nos cuidábamos las espaldas".

"He tenido que asentir y acatar", dice Berg entre risas. "Un grupo como Akiva, Michael, Will y J.L. es como una fuerza de la naturaleza, había que estar siempre alerta. Michael podía venir y ‘bam’ y luego Akiva, y después J.L., que es como el asesino silencioso", bromea. "Cambiamos pequeñas partes del guión y luego nos concentramos en algunos detalles, pero el crédito de la historia lo merecen enteramente Vincent Ngo y Vince Gilligan".

"Como actor aprendí que es importante tener la cabeza bien puesta en el momento adecuado", continúa. "Hay tantos tapujos en el cine que a veces olvidamos lo que importa, el público sentado en la sala, disfrutando lo que están viendo un año después de que nosotros hayamos terminado con la producción. Will tiene un dicho, ‘si estás listo, nunca tienes que prepararte’. Mantenerme en el preciso encuadre mental hace que para mí esto sea posible".

"Pete crea una buena atmósfera en el rodaje", asiente Smith, "donde todo el mundo, del equipo técnico o artístico puede aportar ideas, y él escucha. Es abierto y le gusta divertirse, por lo que todos disfrutan de venir a trabajar. Es una presión muy grande y el ritmo es feroz, pero el trabajo se hace con un buen espíritu".


Acerca de los dobles y los efectos visuales
El director Peter Berg dependió de un grupo de experimentados artesanos en lo que a crear el aspecto de la película se refiere. Desde el director de fotografía, nominado al Oscar®, Tobias Schliessler (Dreamgirls); el diseñador de producción Neil Spisak; el diseñador de efectos visuales, ganador del Oscar®, John Dykstra; los coordinadores de dobles Simon Crane y Wade Eastwood; hasta los ‘gurús’ de los efectos especiales, John Frazier y Jim Schwalm; cada uno de los departamentos trabajó en colaboración con los otros.

El proceso global comenzó con Steve Yamamoto, quien creó las imágenes previas de Berg. Tales como los guiones gráficos, ‘previz’, previos de montajes que se han convertido en habituales en las películas de acción, y en Hancock fue una guía de referencia para que cada departamento pudiera estar al tanto de las nuevas ideas.

Schliessler, con quien Berg trabajara en Tesoro del Amazonas (The Rundown) y Friday Night Lights, trabajó con los operadores de cámara David Luckenbach y Lucas Bielan. Una buena porción de la película se rodó utilizando técnicas portátiles por las que Berg es bien conocido, pero con algunas vueltas de tuerca como por ejemplo: rodar variaciones de la misma secuencia utilizando la cámara a diferentes alturas y diferentes lentes.

"No quería el mismo efecto de movimiento con el que trabajé en La sombra del reino (The Kingdom)", explica Berg, "por lo que, para esta película, quería una imagen más estable y lo logramos con el uso de las grúas y de la ‘dolly’. Esto ayudó a contar la historia del superhéroe. Un estilo frenético de movimiento no era útil en este caso".

Para poder rodar todo lo que querían cámara en mano, Berg y Schliessler pusieron a los operadores y las cámaras en arneses similares a los que usó Smith y su doble para mantener el ritmo de la acción.

Los coordinadores de dobles Simon Crane (que también dirigió la segunda unidad de la película) y Wade Eastwood supervisaron los detalles de las secuencias de vuelo y controlaron las secuencias de lucha y persecución. Pero, contrariamente que en la mayoría de películas de acción, Crane y Eastwood tuvieron que proponer movimientos "poco gráciles" para el personaje principal.

"No es como en Superman o Spiderman, donde teníamos que planificar un aterrizaje bonito y con estilo para el personaje", dice Eastwood. "Tuvimos que probar y probar hasta llegar al preciso aterrizaje donde Hancock tropieza o cae sobre las rodillas y se tiene que impulsar para poder ponerse en pie, lo que significa que tuvimos que planificar cada punto en el cabestrante y el contrapeso y simplemente ensayar una y otra vez con Will. Había oído que era atlético y ágil, y lo que dicen es cierto, es un veterano".

"Mi gag favorito es cuando lo hacemos volar lateralmente, boca abajo, a menos de 5 cm. del suelo", dice. "Fue uno de nuestros aparejos más sencillos, pero fue muy rápido y visualmente se ve muy bien. Cuando Hancock vuela hacia un policía atrapado que se oculta detrás de un coche patrulla volcado, está volando a una velocidad de 57 km. por hora, con la cabeza hacia delante, directo hacia el coche. Necesitamos utilizar dos juegos diferentes de aparejos para poder hacerlo pivotar y que pudiera detenerse justo junto al policía en una posición o bien sentado o bien de rodillas, y lo teníamos que hacer todo en una sola toma. A pesar de haber montado los aparejos la noche anterior, tuvimos que quitar todo durante el día por el tráfico y volver a montarlo otra vez y probarlo con bolsas de peso antes de montar a nadie en los aparejos".

Smith hizo todo lo que sus cables y arneses le permitieron. "Hubo un par de días que fueron complicados", ríe Smith. "Ir volando a 30 m. de altura, de noche, sobre la calle y luego en caída libre hasta que el cable se tensa a menos de 4 cm. del suelo, todo en menos de 1 segundo y medio. Esa sí que fue una caída realmente rápida. Es como estar en una montaña rusa, pero sin la montaña rusa. ¡Fue impresionante!"

Los actores y los dobles están de acuerdo en que los diferentes tipos de arneses, constriñen en los momentos más inoportunos, haciendo muy difícil, a veces, la tarea de concentrarse en la actuación, incluso después de varias semanas de ensayos y prácticas de vuelo, pero ensayar y mantenerse ágil es la clave para evitar lesiones.

"Aunque parezca divertido, todo lleva planificación y preparación", explica Crane. "Existe mucha presión para que los dobles lo hagan todo a la primera porque si algo va mal, no hay otra oportunidad. Es por eso que probamos y volvemos a probar. Nos lleva mucho tiempo, pero no queremos que por ningún motivo nadie salga herido. Yo pondría hasta a mi propio hijo en uno de nuestros aparejos."

"Algunos de los movimientos son incómodos", cuenta Smith. "Incluso despegar desde un banco pueden darte un susto porque los cables tiran con tal fuerza que si te tensas, te puede dar un tirón en el cuello o en los tendones o ejercer demasiada presión sobre las rodillas. No te das cuenta hasta que haces un movimiento un par de veces y de pronto sientes persistentes molestias en todos lados".

"Ensayábamos con Will en un aparcamiento", relata Crane. "Primero empezábamos despacio, porque era un movimiento que daba miedo. Will volaba más de 100 metros, entre 15 y 30 metros sobre el suelo a una velocidad de más de 80km por hora -cambiando la posición del cuerpo todo el tiempo- y cuando se alcanza la velocidad máxima, es cuando la sensación de vacío sube desde el estómago y nosotros esperamos que no haya comido demasiado", se ríe. "Siempre les decimos a los actores que con el tema de los arneses hay que ‘sufrir’. Va a quedar genial en la pantalla pero es duro y a veces doloroso".

"Ensayamos todo lo que pudimos, para las tomas nocturnas, en especial antes de que se hiciera oscuro por completo", cuenta Eastwood, "porque lo más importante es saber dónde están las líneas, los sistemas de poleas, mirar que no haya nada que caiga fuera de la línea y que todo transcurra sin tropiezos y que todos nuestros sistemas estén acoplados. Cuando oscurece seguimos controlando en cada punto con linternas o luces de trabajo, pero hasta que no sentíamos que la situación era segura, nunca procedíamos. Algunos aspectos son más fáciles por la noche porque no hay tráfico, y casi no hay transeúntes".

La secuencia de dobles con la que empieza la película fue una de las más difíciles de rodar y tomó varias semanas en diferentes localizaciones, además de rodar en plató con croma para completarla. Es la secuencia donde una pequeña panda de delicuentes huye de la escena del crimen en un todoterreno y Hancock los persigue.

"Esta persecución por la autovía fue lo que nos dio más trabajo y el mayor desafío", continúa Crane. "Además de cerrar la autovía 105 durante 5 días y de sufrir la cólera del tráfico desviado, tuvimos que utilizar cámara en mano para rodar coches dando vueltas, explotando y montándose unos encima de otros. Tuvimos innumerables reuniones con Pete y el departamento de transporte y trabajamos codo a codo con los departamentos de efectos visuales y especiales. Creo en que hay que hacer lo más que se pueda en acción real, así que el desafío consiste en lograr nuevas formas de hacer acción de esta manera así como los efectos".

Los veteranos de los efectos especiales John Frazier y Jim Schwalm son los que hicieron los efectos especiales físicos, o bien haciendo las miles de balas necesarias en un tiroteo, una explosión, dejando caer un coche desde el cielo, haciendo volar a uno de los malos a través del escaparate de una tienda de licores o arrojando una nevera a través de las paredes de una casa, su contribución es fundamental en esta receta que transforma la creatividad imaginativa en realidad en la gran pantalla.

"Los dobles y los efectos especiales fueron la mitad del proceso", explica Berg, "luego ha estado el diseñador de efectos visuales, John Dykstra. Dependíamos enteramente de todos estos tipos trabajando juntos, cámaras, vestuario y todos los demás".

"Conocí a Peter Berg e Ian Bryse y pude vislumbrar la forma en que la mente de Pete trabaja", dice Dykstra. "Él explicó que quería que todo pareciera real, no con esa estilización que la mayoría de las películas de superhéroes tienen. A falta de otro término, diría ‘estilo documental’: dinámico, con mucha cámara en mano, que no es lo habitual en una película tan técnica. Ese fue el desafío".

A Dykstra le atrajo también la posibilidad de trabajar con una amplia gama de efectos visuales, desde el trabajo digital en escenas donde Hancock vuela, destrucción generada por ordenador y la creación de escenarios virtuales. De todas maneras, lo más excitante y desafiante para un artista de los efectos visuales es la posibilidad de hacer algo que no se ha hecho antes. Dykstra explica que esto es parte del territorio en el que se mueve. "Uno de los temas de los efectos visuales es que la tecnología que se utiliza al principio de la película, cuando la terminas, ya está obsoleta, por lo que tienes que trabajar sobre el supuesto de que vas a ser capaz de inventar alguna nueva técnica que levante el listón", concluye.

La escala de los efectos visuales inventados por el equipo de Sony Pictures Imageworks, encabezado por Carey Villetas, supervisor de efectos visuales y por Ken Hahn, supervisor de efectos digitales, abarcaron desde los detalles más minuciosos de una avalancha de escombros, el intrincado movimiento de ropa y piel contra el viento en vuelo hasta la grandiosidad de la destrucción de una manzana de edificios vista desde la distancia y también desde un plano corto. Los mismos principios aplicados a construir el entorno fueron utilizados por los artistas tanto para crear un remolino de un aparejo cayendo o en la destrucción de un hospital.

Y aunque esto no debería de planteárselo ningún espectador, los problemas inherentes al vestuario de Hancock, tienen más que ver con la cantidad de cambios que con ninguna tecnología. Como cualquier persona corriente, se cambia de ropa todos los días. Hancock no tiene una identidad secreta que requiera calzarse unas mallas y una capa cada vez que vuela o persigue a los malos.

"Hancock vuela a 5.500km/h a través de Los Ángeles en short y camiseta", describe Dykstra. "Hacer que la ropa se mueva de la manera que tiene que hacerlo es un desafío y luego hay que trasladar ese tipo de movimiento de una determinada ropa a otra y que el movimiento tenga sentido, que sea plausible y que de una apariencia creíble (que fue la principal preocupación de Pete), es difícil pero también es divertido".

Aunque él y su equipo se enfrentaron a estos desafíos técnicos, Dykstra nunca perdió de vista que los efectos visuales sirven para contar una historia y no al contrario. "Hancock utiliza sus poderes a su antojo", continúa Dykstra, "y no todo lo que hace es espectacular. A veces sus acciones reflejan su personalidad y la manera en qué piensa o siente en ese preciso momento. Entonces es cuando dejamos de pensar tanto en la tecnología e ingeniería que estamos utilizando y nos concentramos en cómo hacer que la historia avance".

Sorprendentemente, ser fiel al arco narrativo de la historia fue un cambio de ritmo divertido para los animadores, que nunca habían trabajado con un superhéroe como Hancock antes. "El estilo de vuelo de Hancock rápido y desgarbado, contrariamente al suave y gracioso aleteo de la mayoría de los superhéroes, supuso un desafío para los animadores", comenta Dykstra. "Hancock simplemente choca contra todo lo que hay en su camino a la mayor velocidad posible".

Los cromas aparecían en todas las localizaciones, incluyendo San Pedro, donde el equipo de producción utilizó los servicios de los trenes de carga del puerto para rodar la secuencia en la que Ray Embrey está al borde de la muerte.

"Si ruedas los exteriores de una película en interiores, eso se ve", explica el productor de efectos visuales de Imageworks, Josh R. Jaggars. "Rodar los exteriores en sitios reales, nos da ventajas fotográficas. Por ejemplo, rodar con luz solar como cuando hicimos la parte de los vagones de tren cuando Hancock salva a Ray, le da a la escena un nivel de credibilidad que es inmutable pero también supone el desafío de inventar nuevas formas de hacer las cosas durante el rodaje".


Acerca del supertraje de Hancock
Todo buen publicista quiere que sus clientes se vean elegantes y con estilo y Ray Embrey no es diferente. Él sabe que la percepción es la mitad de la batalla en cuanto a mejorar la imagen de Hancock, por lo que insiste en que John Hancock use un traje especial a la medida de un héroe de su calibre.

Peter Berg eligió a la diseñadora de vestuario Louise Mingenbach (quien trabajó con él anteriormente en Tesoro del Amazonas [The Rundown]) para crear el desarrapado estilo de "vagabundo" de Hancock y su supertraje, así como el clásico vestuario apagado de Mary que se desarrolla hacia un "look" más elegante a lo largo de la historia. Amigos desde que ambos llegaron a Hollywood, hace más de veinte años, a Mingenbach y Berg les llevó años poder coordinar sus ocupadas agendas para poder trabajar juntos nuevamente. Mingenbach trabajó con Spisak para poder seguir su estricta paleta de colores.

Mingenbach, fue la diseñadora de vestuario en dos de las películas de X-Men y en Superman Returns (El regreso) (Superman Returns), supo que tenía que proponer algo totalmente nuevo para un héroe tan poco habitual como John Hancock.

"Pete fue muy firme desde el principio acerca de no vestir a Hancock con elastano", cuenta, "lo que eliminaba una gran gama de ideas. También dijo, ‘capa no y ¡nada de ropa interior sobre las mallas!’" recuerda ella riendo. "El supertraje evolucionó en algo fuerte pero práctico que Ray específicamente pudiese haber hecho para él".

"Dado el récord de velocidad de vuelo de Hancock y todos los problemas que ha causado, pensé que podría vestirlo de amarillo ‘peligro’ de la cabeza a los pies", continúa. "Él es una amenaza, de verdad, pero llegamos a un acuerdo y utilizamos un poco de amarillo aquí y otro poco allá, en los detalles. También nos dejamos llevar por la obsesión de Hancock con las águilas y las incluimos en varias piezas. Al principio de la historia, él es este tío mal conjuntado a quien no le importa las tendencias de la moda o sencillamente verse bien para nadie, lo que subraya cuán desinteresado está en encajar en la sociedad".

Por supuesto, Mingenbach hizo varias versiones del supertraje de Hancock, para usar en el agua, para volar con arneses y para los dobles de Smith, que no tenían su misma talla.