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Tiempo de valientes cartel reducidoTiempo de valientesDirigida por Damián Szifron
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Damián Szifron (Director)
Es el guionista y director de la serie "Los Simuladores", ganadora de 5 premios Martín Fierro, máximo galardón de la televisión argentina (equivalente al EMMY de los Estados Unidos), incluyendo Mejor Unitario, Mejor Guión y el Martin Fierro de Oro. Ganadora también del Premio Inte 2003 a la Mejor Serie y de los premios Clarín Espectáculos a la Mejor Serie de Ficción, Mejor Guión y Mejor Dirección. Además de recibir excelentes críticas, todos los capítulos de las dos temporadas de "Los Simuladores" ganaron ampliamente su franja horaria, alcanzando picos de rating únicamente comparables al de los partidos de fútbol de la Argentina durante el Mundial. Los derechos de la serie han sido adquiridos por Sony Internacional para su remake en diversos países.

Szifron también ha escrito y dirigido "El Fondo del Mar", su ópera prima, una comedia negra ganadora del Ombú de Plata a la Mejor Película Iberoamericana en el Festival Internacional de Mar del Plata y el Premio Fipresci de la Crítica Internacional. La película también obtuvo el premio de la Crítica Francesa en el Festival Internacional de Toulouse, una mención especial del jurado en el Festival Internacional de San Sebastián y el Premio a la Mejor Opera Prima en el Festival de Lleida.

Entre los años 1991 y 1996 estudió Medios de Comunicación en la Escuela Técnica O.R.T. y Guión y Dirección en la Universidad del Cine, realizando en ese período diversos cortometrajes y mediometrajes, entre ellos "Oídos Sordos", "Punto Muerto", y "Los Últimos Días".

Escribió capítulos para los ciclos unitarios "Por ese palpitar" y "Un mundo de sensaciones", ambos emitidos por América, y escribió y dirigió el programa piloto para una miniserie que nunca llegó al aire, titulada "La Vuelta al Mundo".

Notas del director
Nací en 1975 y fui chico en la década del 80. Desde los tres años mi papá, un vendedor de materiales eléctricos y cinéfilo de barrio, me llevó a ver dos o tres películas por semana. Eran los primeros años del video (recuerdo estar con fiebre y que él llegara con bolsas de quince o veinte películas) y los últimos del Súper 8 (esperaba con ansiedad la proyección de los 17 minutos de "escenas escogidas" de Superman y La Guerra de las Galaxias cada fin de semana). Rogaba que lloviera y que se suspendiese el deporte de turno para que me llevaran al cine, y todo lo relativo al universo de las películas me cautivaba, desde los Sábados de Super Acción, El Mundo del Espectáculo, el Kenia Sharp club o Trasnoche Aurora Grundig, hasta las extensas conversaciones con los dueños de los video clubes. Ya caminar por Lavalle, sencillamente mirando los afiches de los futuros estrenos, era un mejor programa que visitar un parque de diversiones o salón de videojuegos. El cine fue una parte fundamental en mi educación y se convirtió en la lente a través de la que veo, sueño, imagino y recuerdo las cosas.

Mientras esa lente se formaba, "El cine", para mí, con excepción de Crin Blanca y El Globo Rojo, era más bien el cine americano de aquella década y las dos décadas anteriores: Coppola, Spielberg, Friedkin, De Palma, Scorsese, Cameron y Carpenter. Woody Allen, Hitchcock y Leone. Pero también estaban las de James Bond, las buddy movies de Bud Spencer y Terence Hill, o Franco Nero arrastrando su ataúd en Django. Circulaban esos nombres tan agradables de pronunciar, como Sam Peckinpah, Ernest Borgnine, Lee Marvin o Steve McQueen, y mi origen hebreo me llevaba a tener héroes de lo más disímiles: por un lado estaba Harry, "el Sucio" y por el otro Tevye, "el Lechero", interpretado por Topol en la versión de Norman Jewison de El violinista en el tejado. Recuerdo la excitación al ver en el diario cualquier afiche dibujado por (o con el estilo de) Drew Struzan -que ya prometían universos fascinantes (Volver al Futuro, los Goonies y los Gremlins, Viaje Insólito, El Secreto de la Pirámide)- o la alegría de leer que en los créditos figuraban John Williams, Ennio Morricone, o Carlo Rambaldi en el diseño de las criaturas. Las comedias románticas, las bíblicas, las de baile, las del espacio, las más perturbadoras (desde Los Aventureros del Tiempo hasta Cuenta Conmigo), las de juicios, las de espías, las prohibidas para menores de 18, las de policías: Axel Foley, Riggs y Murtaugh, John McClane, 48 horas, Midnight Run, y tantas otras que no ganaron premios, ni se usan para dar clases, ni revolucionaron el lenguaje del cine, pero se encargaron de mantenerlo vivo.

Con el correr del tiempo crecí, viajé, leí, estudié cine, y el contacto con otros compañeros y profesores me llevó a conocer y disfrutar también de otras cinematografías. Sin embargo sigo teniendo una particular devoción por aquellas películas que, aun cuando reflejan las ideas, las opiniones o la visión del mundo de sus directores, lo hacen siempre a través del espectáculo.

Y después, más allá del cine, está la vida real, con toda su intensidad y sus complejidades.

Ahora que la película está terminada, noto que lo que naturalmente surgió de mí fue trabajar sobre la línea que separa ese mundo real -aquel del trabajo, la pareja, las cuestiones del país en que uno vive, o los demás aspectos de la vida adulta- del universo del cine. Noto que, aun sin proponérmelo, me ocupé de volver esa línea más difusa, por un lado para cruzar el umbral de la vida doméstica y, de la mano de personajes más bien cercanos (de esos que uno podría llegar a ser o conocer) visitar aquellos escenarios de grandes aventuras propios de las películas que tanto me cautivaron de chico, y que quedaron irreversiblemente asociadas a distintos episodios de mi infancia. Y por otro, para explorar el procedimiento inverso, el de introducir en la vida adulta y cotidiana elementos que suelen ser más frecuentes en aquel cine, y no me refiero sólo a determinados ingredientes fantásticos o a las secuencias de acción, sino a valores tan sencillos como la honestidad, la valentía, y el sentido común.

Ficha artística ampliada
Diego Peretti - Licenciado Mariano Silverstein
Luis Luque - Inspector Alfredo Díaz
Oscar Ferreyro - Lebonian
Gabriela Izcovich - Diana
Martin Adjemian - Comisario
Tony Lestingi - Arias
Daniel Valenzuela - Pontrémoli
Ernesto Claudio - Lomianto
Carlos Portaluppi - Villegas
Marcelo Sein - Farina