En opinión de los cien millones de aficionados a los videojuegos en Estados Unidos, cuanto más realista sea y más gancho tenga un juego, mejor. Pero están a punto de lanzar un juego que de tan realista, tan adictivo, no solo es apasionante, sino mortal. A pesar de que el nuevo videojuego de terror y supervivencia, Stay Alive, (basado en la historia real de una asesina en serie conocida como la Condesa sangrienta que vivió en el siglo XVII) aún no se ha comercializado, ya se ha granjeado la impresionante reputación de estar plagado de pruebas sobrenaturales, escalofriantes y letales que llevan a los jugadores hasta el límite. Solo hay un pequeño problema: los jugadores de Nueva Orleans que consiguieron hacerse con una copia pirata de Stay Alive mueren uno tras otro, asesinados del mismo modo que sus personajes en el juego.
En ese caso, ¿juegan ellos con el juego o juega el juego con ellos?.
Una experiencia donde la frontera entre los juegos, las leyendas y la realidad desaparece para adentrarse en un terror alucinante. Los jóvenes jugadores Hutch (JON FOSTER), Abigail (SAMAIRE ARMSTRONG), Swink (FRANKIE MUNIZ), October (SOPHIA BUSH) y Phineus (JIMMI SIMPSON) están a punto de jugarse la vida yendo y viniendo entre el fantástico mundo de la última generación de videojuegos y los muy reales peligros del mundo físico, mientras intentan desesperadamente seguir con vida.