A pesar de ser medio hermanos, Michael (Christian Ulmen) y Bruno (Moritz Bleibtreu) son totalmente diferentes. Solo tienen en común una madre (Nina Hoss) que nunca se ocupó de ellos y que les dejó al cuidado de sus abuelas paternas para seguir pasándolo bien. Michael es un biólogo molecular introvertido que no parece interesarse por otra cosa que no sea la investigación genética. Bruno es esclavo de sus fantasías sexuales y paga por hacerlas realidad.
Toco cambia cuando los dos descubren el amor a los treinta y muchos. Michael reencuentra a Annabelle (Franka Potente), su novia de la infancia, y Bruno conoce a Christiane (Martina Gedeck), que comparte sus obsesiones sexuales y disfruta con ellas. La suerte parece sonreírles por fin, pero el destino les juega una mala pasada: las dos mujeres enferman gravemente de pronto. Aturdidos por la noticia, Bruno y Michael deberán enfrentarse a la realidad y decidir si vale la pena vivir una delicada relación con sus parejas o si prefieren regresar a la soledad anterior.