Felipe Vega (director)
Director, guionista y documentalista nacido en León en 1952, es profesor de la ECAM (Escuela de la Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid), en la Especialidad de Segundo de Dirección.
Ha publicado el libro El techo del mundo. Cómo se rodó, junto a Julio Llamazares. En la actualidad está escribiendo el guión de un largometraje documental que será dirigido por Benito Zambrano con el título El desastre de Annual.
Filmografía
(como director)
2004 Nubes de verano (con guión de Felipe Vega y Manuel Hidalgo)
1997 Grandes ocasiones (con guión de Felipe Vega, Manuel Hidalgo y Bernard Slade)
1995 El techo del mundo (guión de Felipe Vega y Julio Llamazares)
1991 Un paraguas para tres (guión de Felipe Vega)
1989 El mejor de los tiempos (guión de Felipe Vega e Ignacio Gutiérrez-Solana)
1987 Mientras haya luz (guión de Felipe Vega)
(como guionista)
2004 Nubes de verano
2001 Cassavetes, claroscuro americano, de Jorge Ortiz
1976 Parayso, de Pepe Ganga
(como documentalista)
2002 Cartas al Director: 25 Aniversario de EL PAÍS (para Canal +)
2001 Berlineses (para Canal +)
2000 Cerca del Danubio (para Canal +)
Notas del director
Mucho antes que pensar en una historia, perseguir un argumento, encontrar una trama, voy en busca de los personajes. Como hicimos en Nubes de verano, Manuel Hidalgo y yo hemos ido construyendo minuciosamente los personajes de Mujeres en el parque. Hablamos de ellos hasta conocerlos muy bien, los vemos. Tienen que hacerse reales ante nuestros ojos. Si sólo se piensa en el argumento, si conviertes a los personajes en sus títeres, no serán creíbles jamás. Pensamos, primero, en el "cómo son", y sólo, más adelante, en el "qué sucede".
Huir de los mensajes, una necesidad primordial. El mensaje, la metáfora, están reñidas con la reproducción de la realidad. La vida carece de significado único. En sí misma, no "quiere decir nada". La vida de los seres humanos no posee una coherencia, una organización previa. Nos hemos acostumbrado a un cierto orden ficticio que damos por bueno; por miedo al caos que nos rodea, supongo.
Mujeres
no es una película de denuncia social, ni un alegato contra nada en especial. A fuerza de buscar un contenido que entienda rápidamente el espectador, nos olvidamos de dar libertad a los personajes. Tal vez porque tenemos miedo a la hora de explicar la película. Parece que siempre hay que enfrentarse, con éxito, a la pregunta "¿qué ha querido decir con esta historia?". Hablar de la condición humana nos parece poca cosa, en un mundo saturado por enunciados periodísticos con grandes titulares de actualidad.
Al igual que en Nubes de verano, los personajes de Mujeres en el parque guardan un secreto, un pequeño misterio. Siempre hay algo que se nos escapa, que no podemos entender en las vidas de los otros. Somos un misterio para el otro, siempre.
"¡No hay quien te entienda!" es una frase común en nuestro vocabulario. En Mujeres en el parque se oye decir muchas veces. Los personajes hacen el esfuerzo de tratar de entender al otro. Intuyen, tal vez, que, tras ese esfuerzo, se esconde la explicación de muchas cosas de su vida. Por ejemplo, los adultos de la película aceptan su edad, pero no quieren tener un pasado. Los jóvenes, en cambio, carecen de pasado, y quieren saber en qué consiste eso, qué se esconde tras él. Ése es uno de los misterios
Mujeres en el parque esconde tras sus imágenes una historia de amor. En este caso, narrada en su fase final. Pero, aun cuando ya no quede nada, tras una larga historia de amor parece perpetuarse una marca en la posterior relación de los personajes. Es como la huella de un animal en el bosque. Si es profunda, hasta la lluvia tarda en borrarla del todo. Al fin y al cabo, nosotros mismos somos animales heridos.
Como en Nubes de verano, a la hora de las referencias, he seguido apoyándome casi más en la literatura que en el cine. Los cuentos de Chéjov, los de Raymond Carver, siguen siendo una guía imprescindible para mí. Por supuesto, no hablo de adaptaciones, sino de un "espíritu de la letra". La manera en que ambos escritores construyen sus personajes, la forma en que las conductas de éstos influyen sobre sus actos a pesar de tratar de evitarlo constantemente, son una guía decisiva en mi trabajo. Por otro lado, la literatura de estos autores está llena de imágenes.
Mujeres en el parque transcurre, en su totalidad, en la ciudad de Madrid. Se puede decir, con justicia, que la ciudad es un protagonista más de la historia.
Mi relación con Madrid ha sido, desde siempre, una relación de amor-odio. Si me siento obligado a definirme sobre la ciudad rápidamente, tiendo a hablar mal de ella en su conjunto. Sin embargo, contradictoriamente, supongo, quedan lugares, rincones, algunas calles y parques, que todavía disfruto visitando, o encontrándome en ellos en un paseo no premeditado. Algunos de esos lugares están en la película. Las imágenes quieren ser un homenaje a éstos.
Al igual que me gusta buscar los matices de los personajes, me divierte encontrar los matices de una ciudad que no termino de entender. Sí, eso debe de ser. No me entiendo bien con ella. A veces pasan estas cosas.
Sigo pensando que, al contrario de los modelos sociales con los que se comercia en la actualidad (seguridad, poder, fuerza, dureza de carácter
), la fragilidad define a la naturaleza humana. La verdadera ficción de nuestros días se esconde tras nosotros mismos, en nuestra vida diaria. Las apariencias engañan más que nunca. Esa fragilidad sobrevuela a todos los personajes de la película, antes o después.
He vuelto a basarme en seres reales, en vivencias reales, a la hora de crear los personajes de Mujeres en el parque. Simplemente, me siento más cómodo sabiendo que Daniel, Ana, Clara, Mónica y los demás andan por ahí, viviendo su vida. Me gusta imaginar qué sucedería si, en alguna ocasión, los personajes de ficción se encontraran con los reales en alguna sala de cine. ¿De qué hablarían, si es que llegaran a hablarse? ¿Se reconocerían los personajes reales en los de ficción? ¿Y a la inversa?
Felipe Vega
Manuel Hidalgo (escritor y guionista)
Escritor y periodista, nació en 1953 en Pamplona. Licenciado en Periodismo, trabajó en Diario 16 como crítico de cine y en TVE (1986-1988). Con la fundación del diario El Mundo ocupó el cargo de director adjunto de Opinión, labor que compagina con su trabajo semanal como columnista del periódico. Su libro Sobre Daniel y otras cosas de menos importancia (1998) recoge una selección de artículos publicados en El Mundo.
Bibliografía
(novelas)
1997 La infanta baila
1995 Todos vosotros
1991 Olé
1988 Azucena, que juega al tenis
1986 El pecador impecable
(libros sobre cine)
2005 El testigo indiscreto
1987 Pablo G. del Amo: montador de sueños
1985 Francisco Rabal
1982 El último austrohúngaro. Conversaciones con Berlanga
1981 Carlos Saura
filmografía (como coguionista)
2004 Nubes de verano, de Felipe Vega
1999 El portero, de Gonzalo Suárez
1996 Grandes ocasiones, de Felipe Vega
1992 Una mujer bajo la lluvia, de Gerardo Vera
Mujeres en el parqueDirigida por Felipe Vega