En un pueblecito asturiano -Cenciella-, la enconada lucha entre dos bandos políticos trae la desgracia a unos seres bondadosos e ingenuos: la pareja formada por Urbano y Estrella.
Aunque el secretario del Ayuntamiento es persona liberal e idealista, uno de los grupos políticos que lo consideran del bando enemigo decide vengarse de su neutralidad violando a su novia el domingo anterior a la boda. En momentos, precisamente, en que el Urbano meditaba sobre algo que le obsesiona: la luz del domingo es muy distinta a la de los demás días, en domingo parece que el sol mirara a la tierra cara a cara, en domingo es difícil que no se sienta al prójimo.
La tragedia ha surgido de una combinación de circunstancias que conspiran para frustrar la felicidad humana: la brutal política provinciana, el egoísmo del hombre, la bondad de los protagonistas, los designios inescrutables del destino...
La obra de Pérez de Ayala contiene un duro alegato contra el caciquismo de la España de la época, principios del siglo XX, la injusticia y la vida política del país, de un país estancado y sórdido. La película plantea también otros temas importantes, como la paternidad y el honor. Frente al falso concepto del honor que sustenta la sociedad, se defiende que la honra reside en uno mismo, y no en la opinión ajena. Igualmente el contraste y la realidad, la pintura y la reproducción.
Luz de DomingoDirigida por José Luis Garci