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Serpientes en el avión cartel reducidoSerpientes en el avión(Snakes on a Plane)
Dirigida por David R. Ellis
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Thriller protagonizado por Samuel L. Jackson (Coach Carter, La guerra de las galaxias: Episodio III - La venganza de los sith), Julianna Margulies (Urgencias, Ghost Ship: Barco fantasma ) y Nathan Phillips (Australian Rules, Under the Radar ), dirigido por David R. Ellis (Destino final 2, Cellular) y producido por Gary M. Levinsohn (Salvar al soldado Ryan, El patriota), Don Granger (Timeline) y Craig Berenson. El guión es de John Heffernan.

El reparto cuenta además con Rachel Blanchard (De perdidos al río, Where the truth lies), Flex Alexander (One on One), Kenan Thompson (La hija de mi jefe, Fat Albert), Sunny Mabrey (XXX: Estado de emergencia), la actriz española Elsa Pataky, Lin Shaye, Bobby Cannavalle y David Koechner.

Detrás de las cámaras, la producción ha podido contar con el director de fotografía Adam Greenberg (Terminator, Santa Claus 2), el diseñador de producción Jaymes Hinkle (La prueba perfecta, Cellular), la diseñadora de vestuario Karen Matthews (Stealing Sinatra, White Noise: Más allá), el montador Howard Smith (Blade Trinity), el supervisor de efectos especiales Erik Henry (Drácula, Gothika) y el especialista en serpientes Jules Sylvester.

Detrás de las cámaras: como manejar una serpiente
Samuel L. Jackson puede parecer el que maneja cientos de serpientes en la pantalla pero detrás de las cámaras ese cometido les correspondió a dos personas algo mas expertas: los conocidos amaestradores de serpientes Jules Sylvester y Brad McDonald.

Sylvester nos cuenta que cuando se reunió por primera vez con el productor Craig Berenson y el director David Ellis le pidieron serpientes del tipo de los taipanes, víboras y otras víboras bufadoras verdaderamente letales. "Bichos que matan en un segundo. Y les dije, ‘bueno, se podría hacer pero con un avión cargado con gente y el equipo igual no sería muy buena idea. Son animales muy difíciles’".

Sylvester sugirió aprovechar un fenómeno natural: como parte de su estrategia de supervivencia muchas serpientes inofensivas copian a las letales y sólo un experto sería capaz de detectar la diferencia. "La manera más segura de rodar una película como esta es utilizar un montón de copionas", señala Sylvester. "Por ejemplo, esta macanchillo es relativamente inofensiva pero, salvo que seas un herpetólogo experto, se parece mucho a la mortífera coralillo del Brasil. Sus colores son idénticos y el tamaño también. La única diferencia es que la serpiente de coral es completamente letal. Muchas veces la única defensa de una serpiente es el hecho de tener el mismo dibujo o pautas de comportamiento que una mucho más peligrosa. Otro ejemplo es la mica. No tiene cascabel en la cola pero la agita entre las hojas secas. Oyes el ruido y piensas, ‘mierda, es una cascabel’ y te alejas rápidamente. Esa es esencialmente la ilusión que creamos".

"Mirad esta culebra ratonera amarilla. Mide dos metros y se podría hacer pasar fácilmente por una taipan. También tengo unas culebras ratoneras verdes que hacen las veces de mambas verdes y una serpiente de agua que es casi igual que una serpiente acuática boca de algodón. Y tenemos culebras ratoneras rusas: parecen muy peligrosas pero en realidad son serpientes muy tranquilas".

"Y luego está la enorme serpiente real del este, las cazadoras negras de Florida y una víbora casera de la Colombia Británica, que en California se llama cincuate. Sisean mucho, aplanan la cabeza y golpean muy fuerte. Y por supuesto tienen unos dientes muy afilados. Tenemos además otras 250 serpientes de jarretera para el trasfondo cuando no aparezcan muchas personas corriendo de un lado a otro".

En resumen, las únicas serpientes venenosas son las serpientes mangrove y no las utilizamos con los actores. Estas tampoco matan. Simplemente te hinchas y te da un dolor de cabeza tremendo".

Entre las copionas, había pitones como Kitty, la serpiente de Burma que aparece en una escena clave. Pero, como señala Sylvester, las pitones no son venenosas sino constrictoras.

Para este experimentado amaestrador (Sylvester tiene más de 300 películas en su haber, además de producciones televisivas), el mayor pecado sería que algún actor sufriera una mordedura. "Significaría que no he leído bien la situación", explica. "O que no he enseñado bien al actor. Y es necesario que ellos puedan confiar en mí."

Sylvester no sólo teme por los actores: "Lo que más temo, con todos estos pasajeros en un espacio tan reducido, es que pisen a mis serpientes".

Teniendo en cuenta todos los peligros potenciales, se podría decir que la mejor actuación fue la de los amaestradores, hecho confirmado por el productor Craig Berenson: "Jules y su equipo hicieron un trabajo maravilloso. Se toman muy en serio lo que hacen y si alguien tuvo un problema con las serpientes ellos siempre fueron capaces de resolverlo. Y además Jules es muy gracioso. Me dijo, ‘te suplico que cierres bien todo el decorado, que no haya ni un agujero, porque al final del día no quiero ir en busca de 100 serpientes y encontrarme sólo con 97’".

La banda sonora
Accede a la información sobre la banda sonora Snakes on a Plane: The Album.