Breves apuntes de Ira Sachs (director y co-guionista)
En el momento en que me platee hacer "El juego del matrimonio (Married Life)" escribí para mi mismo unas breves notas sobre lo que iba a intentar plasmar en la pantalla. Una vez tenemos terminada la película, confío en haber alcanzado las metas propuestas.
"El juego del Matrimonio" es
Una comedia con clase. Divertida, triste y entretenida a partes iguales. Si funciona, el espectador tan solo notará la profundidad de su mensaje tras abandonar la sala, una vez han regresado a sus vidas, a sus hogares, a sus dormitorios.
Una película contemporánea. Quería transmitir que los años cuarenta habían tenido lugar ayer mismo. No existen los tonos oscuros o los "periodos" marrones, no existe una idea demasiado precisa de cómo fue realmente ese periodo. Es una película moderna ambientada en otro tiempo. Aunque el entorno sea estéticamente diferente, los dilemas no lo son. Los personajes de esta película podrían ser nuestros abuelos, nuestros padres o incluso nosotros mismos.
Un film de suspense. Psicológica, emocional y conducida por la planificación de un asesinato, por engaños amorosos en pleno desarrollo, y la irremediable y egoísta búsqueda de la felicidad conyugal.
Un drama de personajes. Nuestras alianzas cambian en cada escena hasta que llega un punto en el que no sabemos que es lo que va a ocurrir. Nos sentimos identificados con los cuatro protagonistas. Sus errores, su ambiguedad, su deseo de amar y de ser amados, son los nuestros también.
Una glamurosa retrospectiva. La música debe ser rica, cinemática, no toda de época, no toda de tiempos pasados. Junto con la estética visual del film, debe ayudar a los espectadores a involucrarse con la historia y los personajes. No debemos tener miedo de las sombras, ni del montaje, ni de la riqueza cromática.
"El juego del matrimonio" es una historia íntima cargada de audacia. Centrada en la emoción, la tensión, el drama, el corazón.
Acerca de la producción
Sachs, Cooper, Brosnan, McAdams y Clarkson
hablan acerca del matrimonio
El director y co-guionista Ira Sachs esta emergiendo rapídamente como un versatil y notable talento cinematográfico.
Con su anterior largometraje, "Forty shades of blue", consiguió el Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance en el año 2005, mientras su primera película, "The delta", había sido un oscuro e inflexible film de corte independiente que le reportó las mejores críticas.
Con "El juego del matrimonio" vuelve a sorprender al presentarnos un film protagonizado por un conjunto de grandes estrellas, realizado con el oficio y el cuidado que nos remite a la elegancia inherente a todas las películas rodadas durante el antiguo sistema de estudios. De nuevo Sachs muestra su buen hacer como director de actores rodando un film que, en su desafió de no adscribirse a un solo género, es tan contemporáneo y emocionalmente preciso como cualquiera de sus trabajos más recientes.
Sachs es un ardiente amante del séptimo arte, en particular, admirador del cine de los años cuarenta y cincuenta (Joan Crawford y Bette Davis, Hitchcock y Preminger), pero "El juego del matrimonio" no es una película solo para cinéfilos. "Mi intención era dirigir una película", explica Sachs, "que hablara amable y honestamente sobre lo intrincado y complejo del matrimonio y de la vida íntima de pareja, y es aquí donde encontré el argumento idóneo a pesar de lo escandaloso que pueda resultar que al final podía transmitir esta idea de una manera a la vez directa y metafórica".
Para desarrollar la historia, Sachs estudió minuciosamente gran cantidad de novelas de misterio y asesinatos poco conocidas, hasta que dió con "Five roundabouts to heaven", una novela de John Bingham (escritor y espía del MI5, el servicio secreto británico. John Le Carre crearía su personaje más conocido, George Smiley, inspirándose en Bingham, gran amigo suyo y mentor). "Era exactamente lo que buscaba una gran historia que giraba en torno a la compleja naturaleza de cualquier longeva relación", asegura Sachs. "Creí que esta historia podría ser un buen vehículo de intriga sobre el que explorar la intimidad y la distancia que surge entre dos personas que comparten cama durante un largo periodo de tiempo".
El estilo de los cuarenta recreado en el siglo XXI
La acción de "El juego del matrimonio" tiene lugar durante los años cuarenta y sienta sus bases en la chispa de tensión que se crea entre un ingenioso entretenimiento y un duro realismo dramático. "La gente tiene un montón de clichés en mente sobre los años cincuenta sobre su estilo, su cultura -, pero la posguerra de los años cuarenta es un terreno inexplorado", dice el director. Sachs reúne para la película a un estelar equipo de decorados, vestuario y diseño de producción para recrear lo más fidedignamente los años cuarenta en la pantalla. "Nos hemos mantenido lejos de los tópicos sobre los cuarenta no hay grandes hombreras, no hay una iluminación de cine negro, ni violentas sombras de lápiz de labios. Pujamos por una sensibilidad más moderna, aunque sin abandonar nuestro amor por el glamour de esos años y la posibilidad que se nos ofrecía de deleitarnos en ellos buscamos en todas las tiendas especializadas en mobiliario y vestuario de esa época en Nueva York y en Los Ángeles."
Una ligera sensanción de banalidad
Cuando Sachs dió comienzo a las labores de escritura junto a Oren Moverman, ambos estaban de acuerdo en que la película debía tener un tono juguetón. "Desde la secuencia inicial de créditos", comenta Sachs, "señalamos a los espectadores de que hay un punto de banalidad y ligereza en los serios asuntos que vamos a tratar a continuación. Queríamos hacer entender a la audiencia que no era necesario que se tomaran cada acción de un modo del todo literal. Ahora bien, este tratamiento no niega la dramática naturaleza de lo que está ocurriendo entre esos personajes. Quería que cada espectador experimentase el placer de disfrutar de una historia bien contada sin tratar de pensar en ella demasiado. En este punto se parece a muchas de las viejas películas que yo amaba cuando era un crío: es una película, una fantasía, y ya en otro nivel versa acerca de cosas que para mi son muy reales y personales."
"Cada vez que intento describir mi película en una sola frase, la gente sonríe", continúa diciendo Sachs, "y hay una razón para ello. La trama es del todo exagerada. Un amable hombre de mediana edad que se ha enamorado de otra mujer decide asesinar a su esposa porque el divorcio podría causarle a ella demasiado dolor. ¡Él cree que sus acciones son de lo más consecuentes! Probablemente es difícil de entender la decisión de nuestro protagonista, Harry (Chris Cooper), pero es porque estás tratando de leer la historia demasiado literalmente. Encuentro a Harry muy familiar. Mucha gente tiene enorme dificultad para separar su propia individualidad del vínculo de un largo matrimonio. No es un personaje con el que sea fácil identificarse, por lo que necesitaba a un actor que pudiera hacer que los espectadores simpatizaran con él. Chris Copper lo consigue sin lugar a dudas".
Pero
¿Qué pasa con Harry?
La asunción de Harry de que su esposa Pat (Patricia Clarkson) no puede vivir sin él está basada en un terrible malentendido sobre quien es ella realmente. "Hay un enorme narcisismo en su manera de actuar", dice el director. "Piensa que Pat estará mejor muerta que divorciada, y está completamente equivocado. En terminos actuales Harry sería lo que se llamaría un co-dependiente. Es un hombre perdido que no sabe como escapar, pero que en lugar de elegir una salida honesta, crea su propio mundo de problemas. Por suerte, Harry no es un asesino particularmente eficiente (su subconsciente se lo impide), lo que contribuye a ese balance entre comedia y melodrama".
Chris Cooper, encargado de dar vida a este caprichoso esposo, dice de él, "creo que el gran defecto de Harry es que espera demasiado. En palabras de Noel Coward, el está buscando ese primer y perfecto descuido de éxtasis. Creo que es lo que le ocurre con su mujer, y por eso se deja arrastrar por Kay y su necesidad de descubrir algo nuevo. La crisis de la mediana edad es solo el cliche, pues el ardoroso amor es el verdadero desencadenante".
"Vemos a Harry al comienzo de la película como a un crío en una tienda de caramelos", dice Sachs, "y es después cuando las cosas se vuelven más serias porque el mundo de los adultos no es como los juegos adolescentes del primer amor existen demasiadas complicaciones que emergen de toda la historia previa de los personajes".
Un caradura ¿verdad?, pero ¿no es un caradura adorable?
Sachs ve a Richard (Pierce Brosnan), el mejor amigo de Harry, como el personaje más divertido de la película. "Es un hombre inteligente, encantador, con un travieso y seco sentido del humor Si la película hubiera sido rodada realmente en los años cuarenta Richard hubiera sido un personaje idóneo para Cary Grant. Y Pierce Brosnan dota a este personaje de una gran luminosidad y picaresca, a la par que vulnerable. Pierce hace de Richard un sinvergüenza a quien puedes querer con su mal comportamiento y todo".
Richard esta envuelto en una batalla casi tan innoble como la de intentar asesinar a tu esposa, la de tratar de seducir y robar a Harry a su nuevo amor, la adorable y dulce Kay (Rachel McAdams). "No voy a tratar de justificar las acciones de Richard", dice Sachs, "pues está película versa sobre como la gente trata de conseguir sus deseos, y cada uno de estos personajes tratan de alcanzarlos con gran pasión. Esto provoca que necesariamente todos ellos no se comporten de la manera más amable para con los que les rodean. Y para ser honestos, ¿no hemos hecho todos en algún momento cosas en nuestro beneficio antes que en el de las personas a las que queremos?".
Pierce Brosnan ve otro motivo para el dualidad de su personaje, más allá de su obsesión por Kay: "Harry y Pat son los únicos verdaderos amigos de Richard son los únicos que le conocen realmente. Y si Harry acaba marchandose con Kay y rompe su matrimonio, Richard perderá todo perderá a la chica de la que se ha enamorado y perderá a sus amigos".
Ella, el desencadenante del conflicto
Para el papel de Kay, Sachs necesitaba encontrar a una actriz que no dejará dudas a su habilidad para encandilar a Harry y a Richard. "Todo el drama gira en torno a Kay", dice Sachs. "Ella es la estrella en medio del universo que conforman estos dos hombres. Cuando Kay entra en el restaurante al comienzo de la película, no tenemos problema en creer que estos dos hombres han caído enamorados de ella en ese mismo instante. Obviamente Rachel McAdams posee el encanto, y lo que es más importante, le rodea un aura de misterio, algo inasequible, y eso es lo que capta nuestro interés. Es tierna y comprensiva, pero al mismo tiempo no desvela nada. Hay algo siempre rondando en la superficie en torno a este personaje".
Kay es un personaje que ha sufrido una increíble cantidad de perdidas su padre murió siendo ella pequeña, y recientemente ha perdido a su madre y a su marido. "Ella ha esta encerrada en si misma durante mucho tiempo y por ello ha perdido un poco el contacto con la realidad", comenta de su personaje McAdams. "Creo que se siente arrastrada hacia Harry porque ambos son almas rotas y necesitan recuperarse y reconfortarse mutuamente. Kay ve en Harry a alguien que puede proporcionarle, fortaleza, estabilidad y algo parecido al cuidado paterno".
Rachel McAdams ofrece una segunda lectura sobre su personaje Kay: "Cuando Richard aparece en escena, Kay comienza a sentir el viento en su pelo y el cuero en el asiento del coche. El consigue sacar a Kay de la concha en la que se ha encerrado. Las cosas hubieran ido bien para ella y para Harry, pero en el momento en que Richard aparece, Kay descubre que el mundo puede no ser solo un lugar seguro sino también grande".
Sexo y sensibilidad
La mujer de Harry, Pat (Patricia Clarkson), es alguien que también está tratando de dar un nuevo rumbo a su vida. Patricia Clarkson dice de su personaje, "Pat ha estado sumida en una vida de lo más convencional, pero ella misma no es una persona convencional. Cree que la gente se autoengaña hablando de amor, cuando lo que realmente están pensando es en el sexo. Por lo que si ella cumple con esto, estará cumpliendo con sus obligaciones maritales. Pienso que realmente mantiene una relación real con Harry no es un matrimonio falso pero creo también que no ha sido nunca un amor romántico". Al final, ante la pragmática actitud de Pat ante el amor y el sexo, Pat y Harry encontrarán un profundo sentimiento de compañerismo a pesar de sus tribulaciones.
"Muchas personas, en particular las mujeres, se identifican con Pat más que cualquiera de los otros personajes de la película", dice Sachs. "Se parece a alguien que todos conocemos. Y Patricia dota al personaje de gran cercanía e ironía. Pat está llena de vida, pasión y ternura, y eso la dota de una gran intensidad, ya que ella es la mujer a quien Harry está tratando de asesinar".
Hablemos del matrimonio
"Lo más importante para mi era que el tono de la película no fuera cínico", comenta Sachs, "porque yo mismo no soy nada cínico sobre el tema de las relaciones a largo plazo. Siempre he creido que éstas son un gran y noble reto. Todo el mundo lleva en su interior una pizca de bondad, maldad y belleza".
"Harry puso a Pat y su relación con ella en el interior de un caja", dice Cooper. "El jamás se ha parado a apreciar lo mucho que ha ganado al compartir su vida con esa mujer. Es un error fatal en un gran número de relaciones. Las parejas tienen que trabajar constantemente en mantener el interés y frecor en su relación. Y creo que Harry había perdido de vista todo esto".
"La película derrocha luz en torno al tema de la complejidad de las relaciones", dice McAdams. "Nunca sientes realmente lo que se supone que debes sentir, y nunca eres la persona que los demás creen que eres. Incluso en ocasiones tu misma no eres la persona que crees ser, hasta tu personaje es puesto a prueba".
"Lo que espero conseguir con esta película es que los espectadores se sientan menos solos", asegura el director. "Cuando estas en la cama te sientes ligeramente alejado de tu mujer o de la persona a la que amas, puedes sentir una cierta clase de distancia que es terriblemente dolorosa. Y espero que la gente acaben asimilando que son iguales a las personas que habitan la casa de al lado, personas que se plantean las misma preguntas y a los que aquejan las mismas inquietudes".
"Harry comienza la película sabiendo bien poco sobre el resto de personajes", dice Sachs, "pero al final será el que más sepa. Será el que conozca todos los secretos. Alcanzará la sabiduría y a través de ella descubrirá la habilidad para amar".