Dirigida por Jonathan Liebesman
Desde el estreno de La matanza de Texas en 1974, sus fans han debatido el origen de la historia. New Line Cinema, en asociación con Michael Bay, presenta en "La matanza de Texas: el origen" la explicación de cómo empezó todo. Las productoras son Platinum Dunes, Next Entertainment, Vortex, Henkel y Hooper.
Los productores del exitoso remake de La matanza de Texas (2003) regresan para contarnos los comienzos del clan de los Hewitt y su concepto psicótico de la diversión familiar. Por primera vez los espectadores conocerán los orígenes de Leatherface, uno de los iconos del terror.
La aterradora historia de una familia aislada, sin esperanzas ni expectativas y nada que perder cuyo comportamiento excéntrico se convierte en un rito espantosamente sádico. Está protagonizada por Jordana Brewster, Taylor Handley, Diora Baird, Matt Bomer, Lee Tergesen, Cyia Batten y R. Lee Ermey.
R. Lee Ermey, Andrew Bryniarski, Marietta Marich, Terrence Evans y Kathy Lamkin repiten los papeles que interpretaron en la película de 2003.
Jonathan Liebesman dirige el guión de Sheldon Turner, que se basa en una historia de Sheldon Turner y David J. Schow. Los productores son Michael Bay, Mike Fleiss, Tobe Hooper, Kim Henkel, Andrew Form y Brad Fuller y los coproductores son Alma Kuttruff y K.C. Hodenfield. Los productores ejecutivos son Toby Emmerich, Mark Ordesky, Guy Stodel, Jeffrey Allard y Robert J. Kuhn. El equipo cuenta además con el talento de Lukas Ettlin (director de fotografía), Jonathan Chibnall (montaje), Marco Rubeo (diseño de producción), Mari-An Ceo (vestuario), Steve Jablonsky (música), Kurt Bryant (coordinador de especialistas) y Jake Garber, Keni Wasner y Greg Nicotero (maquillaje).
La matanza de Texas: el origen es una producción de Platinum Dunes fruto de la colaboración de Michael Bay, Andrew Form y Brad Fuller. Describen su relación profesional como la de unos estudiantes de postgrado (Form y Fuller) con su profesor (Bay): desarrollan un proyecto y se benefician de la experiencia, instinto y éxito de su maestro.
"Fundamos Platinum Dunes casi por capricho", explica Bay. "Quería ayudar a jóvenes directores y decidí montar la empresa con dos de mis mejores amigos. No esperábamos el éxito que tuvimos con las dos primeras películas. Simplemente pensábamos hacer trabajos de bajo presupuesto donde la propia película fuera la estrella y en las películas de terror el director es el que domina".
Cuando los socios de Platinum Dunes terminaron su versión de La matanza de Texas en 2003 no imaginaban el éxito que tendría ni pensaban repetir con el género del terror. Sin embargo, no dejaban de recibir preguntas acerca del origen de la familia Hewitt, de cómo se convirtieron en unos asesinos tan violentos y tan metódicos. Al final, durante la fase de preproducción de su nueva versión de Terror en Amityville (La morada del miedo), Form y Fuller empezaron a plantearse la historia de los Hewitt para tantear el interés que podría tener como película.
Bay señala que los fans simplemente querían otra Matanza: "Sin embargo, no era tan fácil porque le cortamos el brazo al malo en la primera. Y por eso decidimos optar por una entrega anterior en vez de posterior porque así las posibilidades serían infinitas. Aunque tendríamos que tener cuidado de no pasarnos demasiado".
Brad Fuller explica que se reunieron los tres socios para hablar del interés que tendría una historia sobre la familia Hewitt: ¿Ser una familia de asesinos era una base suficientemente sólida para una película? Para saberlo el primer paso sería encontrar a un guionista que estableciera los detalles.
"La película arranca en 1969, tres años antes del filme original", señala Brad Fuller. "El pueblo está construido alrededor de un matadero que está a punto de cerrar y este cierre significará el fin para el pueblo también. Thomas Hewitt pierde su trabajo junto con todos los demás y de repente brota la ira que ha conseguido controlar desde su infancia y mata. Esto a su vez obliga a su tío un hombre muy poco estable a tomarse la ley por su mano".
"Al mismo tiempo, un grupo de chicos con su propios conflictos y problemas cruza Texas en coche y, por un terrible golpe de mala suerte, acaban en este horrible pueblo. Cuando conocen a los Hewitt la familia ha iniciado su camino hacia el infierno matando a una persona tras otra para tapar el asesinato anterior. Muy pronto todo girará fuera de control. Ahí reside el origen de la masacre".
A la hora de discutir la viabilidad de una nueva película sobre La matanza, uno de los temas principales fue el reparto. ¿Quién repetiría de la película anterior? Empezaron con el eslabón más fuerte en la cadena, R. Lee Ermey.
Según Andrew Fuller, muchas películas de terror reciben malas críticas porque no se esfuerzan por conseguir a los mejores actores: "Para nosotros Lee era como un distintivo de calidad y contratarle nos permitió rodearnos de actores de similar talento. No bajamos en listón en ningún momento. Queríamos verdaderos actores que aportaran algo a esta familia. Son la base de la interacción entre los personajes y los espectadores tienen que creer en ellos".
Form nos cuenta que Lee tiene sus propias teorías acerca de su personaje: "Es un actor que no tiene limitaciones. Me ha dicho en numerosas ocasiones que quiere que Hoyt sea la persona más políticamente incorrecta que existe y se esfuerza constantemente por encontrar una nueva forma de ofender a los demás. Nadie está a salvo".
Como resultado, la interpretación de Ermey es uno de los hitos de la película. "El personaje de Lee es uno de los más entretenidos de la primera película", comenta Jonathan Liebesman. "Está loco y al principio no tiene mucho sentido pero en esa misma sinrazón reside su interés. Es un misterio. Y Lee ayudó mucho en la exploración y creación de su personaje".
"Añade mucho humor", dice Michael Bay. "Y cuando haces películas de terror, que son muy intensas, es bueno tener la liberación del humor. Así que, en resumen, la interpretación de Lee es muy real pero también un poco estrafalaria y divertida a la vez".
Ermey se toma muy en serio su contribución al Sheriff Hoyt: "Como actor, no me gusta verme como una marioneta en el sentido de que pongan las palabras en mi boca y me hagan hablar. Creo que los actores tenemos la obligación de hacer sugerencias y mejorar el guión. Según lo veo yo, el guionista tiene que abarcar mucho pero yo sólo tengo que encargarme de un personaje. Me gusta ser original y chocar con lo demás. Y la verdad es que Hoyt es un asesino y además un pervertido. ¿Cómo es posible pasarte con un personaje así? Con Hoyt no hay límites. Le clasificaría como el personaje más malvado que he interpretado en mi vida".
Jonathan Liebesman añade que Hoyt es el que hace salir a Thomas de su cascarón, que cree en él y del que recibe las herramientas para convertirse en Leatherface.
Además de Ermey, los cineastas pudieron volver a contar con Marietta Marich en el papel de Luda Mae, Terrence Evans como Monty, Kathy Lamkin como Tea Lady y Andrew Bryniarski como Leatherface. Este último se ha convertido en un actor de culto desde que encarnó por primera vez al asesino enmascarado.
"Estos actores llevan mucho tiempo conviviendo con sus personajes", comenta Liebesman. "Hicieron muchas sugerencias acerca de cosas que no pudieron hacer hace tres años y les dimos tiempo para estudiarlas. Propusieron cosas estupendas, cosas raras y otras que no incorporamos a la película. Como el director Marcus Nispel les dio la posibilidad de improvisar en 2003, ya tenían más o menos claro lo que querían añadir".