El hombre al que todos llaman "El Campeón" (Samuel L. Jackson), que vive en las calles de Denver, empujando el carrito de supermercado en el que transporta todas sus posesiones, sabe que nunca fue el mejor boxeador que hubiera subido a un ring, aunque estuvo cerca. Después de varios años de derrotas en el ring, "El Campeón" pasó de joven promesa al completo olvido, sin haber ganado ni una vez el cinturón de campeón de los pesos pesados. Ahora sólo pelea con policías y con delincuentes. Viviendo en la sombra de lo que un día fue, el campeón esta prácticamente desahuciado.

El periodista de deportes del Denver Times Erik Kernan (Josh Hartnett) conoce la situación. Ha estado viviendo a la sombra de su famoso padre Erik "Wow Man" Kernan desde que decidiera convertirse él también en periodista. Cuando escucha grabaciones de los programas de radio que hacía su padre con su inigualable estilo, Erik se da cuenta de que tiene el listón muy alto. A Erik le encargan cubrir todos los eventos deportivos menores, y quiere su oportunidad en las grandes ligas, pero su inflexible editor, Metz (Alan Alda), no duda en decirle que no da la talla.

"Me olvido de tus piezas según las voy leyendo", se queja Metz. "Muchas palabras pero poca historia".

Las cosas se le van de las manos tanto en el trabajo como en casa – su esposa Joyce (Kathryn Morris) le ha pedido la separación. Erik teme convertirse en un padre ausente para su hijo Teddy (Dakota Goyo) al igual que su padre lo fue para él. Necesita un cambio, necesita poner su corazón en su trabajo y en su vida, pero ¿cómo?

Una noche, tras abandonar la redacción, Erik ve como unos niñatos propinan una paliza a un sin techo. Sin embargo, no puede dejar de notar lo bien que se defiende el hombre, sus movimientos y sus maniobras, hasta que el propio Erik termina por ahuyentar a los agresores, que se alejan riéndose de haberle pegado a "El Campeón".

Entonces Erik se da cuenta de que acaba de ayudar al legendario "Battling Bob Satterfield" y eso sin duda es una gran historia para contar.

Los rumores decían que Satterfield había muerto... pero ahí estaba. Un artículo sobre el ascenso, caída y resurrección de un antiguo pretendiente al título de los pesos pesados podría ayudar a Erik a sacar su trayectoria profesional de la cuerda floja y también a mejorar su autoestima. Una historia como ésta podría ser el titular que ha estado esperando para lograr que su vida cambie para siempre.