Marie Noëlle (codirectora, guionista y productora)
Estudia Matemáticas y realiza un Máster de Economía en el EAP (París, Oxford y Berlín). Ha trabajado como escritora, guionista y directora desde 1982.
En 1979 comienza su colaboración con Peter Sehr, montando, coescribiendo o codirigiendo algunas de sus películas (A Group of People, Und nicht ein Tohuwabohu, Obsession, Love the Hard Way). En 1988, se une a Peter Sehr para poner en marcha la productora conocida como PArtisan Filmproduktion GmbH.
En 1989, escribe su primera novela, Les baillements de lhippopotame. El mismo año comienza a trabajar con Herbert Achternbusch (uno de los artistas alemanes actuales de más renombre, que ha dirigido unas 28 películas). Produce varias películas, entre ellas Niemandsland, I know the way to the Hofbräuhaus, Ich bin da, Ab nach Tibet a la vez que continúa con su carrera literaria. En 1991 publica su novela Arwagar en Signe de Piste Editions de París y completa algunas historias cortas y dos obras de teatro: The Marquise of O (basada en la novela de Heinrich von Kleist) y Zenit.
En 1995, escribe y dirige su primer largo, Ich erzähle mir einen Mann, nominado a los Premios Max Ophüls (los premios a las mejores películas alemanas). En 1998 dirige Komm doch an den Tisch, un documental para el canal ARTE además del Bayerische Rundfunk, y algunos documentales más.
Desde 2001, organiza eventos semanales en el Cine ARRI, invitando a directores y artistas para que presenten sus obras, centrándose en la relación entre cine y arte.
Vive entre Múnich y París.
Filmografía (selección cine)
1979 - A group of people
- Guión y montaje del corto de Peter Sehr (16 mm)
1988 - Et pas un tohubohu
- Montaje y codirección con Peter Sehr (ficción 16 mm, 70 minutos)
1994-1995 - Je me raconte un homme
- Guión, montaje, dirección, producción (ficción, 35 mm, 84 minutos)
1995-1996 - Obsession
- Coautora del guión de la película de Peter Sehr
1997-1998 - Viens donc à table
- Cámara, dirección, producción (30 minutos, documental, ARTE)
1999 - Der kurze Sommer
- Guión para una película de Peter Sehr
2000 - Love The Hard Way (Amar al límite)
- Coautora del guión de la película de Peter Sehr
2001 - U-Store it, U-Lock, U-Keep the key
- Cámara, guión y dirección (documental, 60 minutos)
2002 - 30 años al servicio del amor
- Cámara, montaje, dirección, producción (documental, 60 minutos)
2003 - Niños buscan padres
- Cámara, montaje, dirección, producción (documental, 60 minutos)
2005-2008 - La mujer del anarquista
- Guión, codirección, producción
Notas de Marie Noëlle
Unas palabras sobre la historia
Mi madre creció en Madrid sin un padre. Le vio por primera vez con dieciséis años, en Francia. El hombre que se suponía que era su padre le resultaba casi tan desconocido como el país en que debía vivir a partir de ahora. Yo he intentando preguntarle sobre esa época de su vida, pero, cada vez que lo hacía, parecían afectarle extraños ataques de amnesia, como si tuviera miedo de que las desgracias del pasado resurgieran y acabaran engulléndola. Las historias vagas e inconexas que me contaba nunca satisfacían mi curiosidad. Al final, me quedaba con un puñado de anécdotas, unas frases, imágenes y atmósferas... solamente pedazos de un gran rompecabezas que apenas podía imaginar. Comencé a leer e investigar sobre ese periodo y, con el tiempo, pude comenzar a conectar unas piezas con otras, a mi manera. La historia que surgió podría ser la de mi familia, aunque la imaginación y la libertad de la ficción han sido mis mejores aliados.
Si bien es la Guerra Civil la que fuerza a los personajes de mi historia a buscar refugio en Francia, también podría haber sido cualquiera de las numerosas guerras de hoy. Por desgracia, la lista de los conflictos armados crece día a día y, más que nunca, nos vemos enfrentados a masacres y exilios. Los refugiados, que huyen de la guerra hacia una seguridad inexistente, cargando con ellos mismos y lo que puedan llevar en sus manos, son un solo pueblo que se reparte por todo el mundo. Los problemas que deben afrontar son escasamente diferentes a los de hace cincuenta años. Día a día, somos testigos de familias separadas brutalmente y de lo que significa para ellos perderlo todo: sus posesiones, su cultura, su lengua y, posiblemente, su identidad. Para integrarse en su nuevo país y recrear su identidad, los emigrantes eligen frecuentemente olvidar su pasado.
Para mí, esta película es, por encima de todo, una historia de amor, una historia sobre el poder del amor y la fantasía. La "Historia", tal como la conocemos a través de los libros, es solamente el telón de fondo en el que los personajes, con su dolor, sus sueños, sus luchas, esperanzas y decepciones son llevados a la vida. La guerra es una enfermedad infecciosa que afecta a la humanidad, pero la gente tiene una capacidad increíble para sobrevivir e incluso resurgir de ella más fuertes todavía.
Mis personajes han perdido sus raíces, y su historia es la del exilio. El amor y su fe inquebrantable en un mundo mejor los mantienen con vida. Pero ¿a qué precio?
La recuperación de la memoria
Mi abuela, que me inspiró para escribir La mujer del anarquista, tenía mucha fantasía y contaba muchísimas historias, siempre fascinantes, pero uno nunca sabía si te estaba contando un cuento que se acababa de inventar o si había ocurrido de verdad. Por ello, al principio yo sólo quería informarme sobre los hechos, nada más.
"La historia es una invención que se alimenta de los materiales que le concede la realidad", dice el poeta y ensayista Hans-Magnus Enzensberger. A lo largo de mis investigaciones, di con mucho "objetivamente real": al final descubrí que la larga separación de mis abuelos a causa de la guerra, su amor incondicional y la trágica historia de su exilio parecían ser una historia para la gran pantalla. De pronto sentí ganas de contarla, como si necesitara llenar los "hechos" otra vez con vida palpitante.
Es la primera vez que Peter Sehr y yo apostamos por una historia vinculada a nuestra biografía. Para mí fue mucho más difícil escribir este guión, al principio carecía totalmente de distancia.
El problema de la generación de nuestros padres es que no se atrevieron a hablar con sus padres sobre el pasado. En España no existe apenas una familia intacta, una que no haya sido distorsionada, donde no hayan luchado unos contra otros, donde no haya ningún exiliado. La guerra civil nos ha marcado a todos, hasta el día de hoy, cuando se está comenzando con la apertura de fosas y con la recuperación de la memoria.
Hay muchas penas y heridas, y éstas se plasman en los hijos, aunque no lo hayan vivido directamente. El hecho de que nada haya sido verbalizado, que todo esté lleno de rincones oscuros, y nadie sepa qué monstruos se encuentran durmiendo allí hace que sea tan importante empezar a hablar, sin que importe mucho el cómo, quién y dónde, el orden o la precisión. La verdad subjetiva es lo importante en este caso, sólo así podemos compararla con la verdad objetiva y posicionarnos al respecto, reconocer mejor nuestra identidad.
Cualquiera que sea la época, las mismas tragedias se repiten, las mismas masacres. La guerra y el exilio, por desgracia, también forman parte de nuestra época. Los que han escapado a la muerte o a una vida miserable jamás formarán parte de nada y estarán para siempre desposeídos de lo que han vivido en su patria. Y para integrarse en su nuevo país, para reconstruir su identidad, los emigrantes a menudo se desprenden de sus recuerdos.
El proceso de la memoria es fascinante ―lo he vivido con mis familiares y hablando con testigos de la época―: ellos no "mentían" adrede, las cosas eran así, como si lo hubieran asumido todo de alguna manera para poder sobrevivir al trauma, algo que forma parte de la superación individual.
Cuando empecé a escribir, no lograba acordarme de la voz de mi abuelo. No recordaba si tenía un acento al hablar francés, qué clase de giros utilizaba, etcétera. Mis recuerdos esbozaban un hombre enjuto que inventaba juegos raros y maravillosos para sus nietos, un hombre rodeado de misterio. Cuando murió, yo era demasiado joven. Sin embargo, él me dejó una isla de fantasía que siempre me rodeaba de su calor entrañable.
Argelès-sur-Mer, la playa de la vergüenza
Desde el 28 de enero hasta el 9 de febrero de 1939, en el transcurso de dos semanas, cerca de 500.000 españoles entran en Francia a través de la frontera catalana inundando prácticamente la zona del Rosellón. No hay nada preparado para su acogida. En la frontera, los hombres entregan sus armas a las autoridades francesas (el gobierno de Vichy las devolverá más tarde al gobierno de Franco) antes de ser dirigidos hacia los campos improvisados que ni siquiera les ofrecen un techo para cobijarles y que deberán construir ellos mismos bajo la estricta vigilancia de los gendarmes o de los tiradores senegaleses: Argelès-sur-Mer, Saint Cyprien, Gurs, Le Vernet, Septfonds. Abandonados por el gobierno francés, viven en la miseria y en la más completa destitución. Más de 15.000 personas fallecen durante las primeras semanas de exilio. Nunca olvidarán esta humillación.
Pero en 1940, cuando los alemanes ocupan Francia, los españoles que han huido del franquismo están al tanto del peligro de un enfrentamiento con el ejército de Hitler. Para ellos, la guerra continúa: defender a Francia es defender a su propio país. Después de la derrota del ejército francés, serán los primeros en luchar contra el nazismo formando rápidamente un auténtico ejército en la sombra, precursores de la resistencia clandestina francesa. Pagarán caro este enrolamiento. Mueren más de 35.000 refugiados en los frentes, en los combates o en los campos de concentración o de exterminio, sin contar los cerca de 40.000 españoles desplegados en Alemania de 1942 a 1944 como miembros del STO (trabajo obligatorio en Alemania). Durante el "proceso de los terroristas de la Unión Nacional", el gran proceso a la resistencia que tiene lugar en París en 1943, se cuentan 150 españoles. De los 7.189 españoles deportados a Mauthausen, 5.015 no han regresado. Muchos esperan hasta hoy un agradecimiento de parte francesa.
Además, tras su victoria, los Aliados aíslan a la España franquista: la frontera con Francia permanecerá cerrada de 1945 hasta 1949. Es en el exilio donde la oposición reconstituye poco a poco sus organizaciones: PSOE, PCE. Pero cuanto más tiempo transcurre, menos se entienden mutuamente los exiliados y la oposición del interior. En efecto, los exiliados, demasiado ajenos a las nuevas realidades españolas, tienen muchas dificultades para admitir que "la guerra ha terminado".
La mujer del anarquista no es una película más sobre la guerra civil sino sobre la época que la siguió. Aparte de la película de Jorge Semprún y Alain Resnais (La guerre est finie, con Yves Montand e Ingrid Thulin en los principales papeles) no hay más películas sobre los republicanos exiliados. Nuestro proyecto tenía que ver con la guerra civil y al mismo tiempo era nuevo.
Peter Sehr (codirector y productor)
De 1970 a 1974, Peter Sehr estudió Física y Química en el instituto Federal de Tecnología de Zúrich (ETH). En su tesina investigó la Aplicación de Resonancias Magnéticas Nucleares (RMN) en Sistemas Biológicos bajo la supervisión de Kurt Wüthrich (premio Nobel de Química en 2002).
Tras terminar la carrera, viajó por Sudamérica durante un año.
A su regreso, entró en la Universidad Merton y continuó su carrera científica con un doctorado en el Departamento de Biofísica en la Universidad de Oxford hasta 1979. El tema de su tesis doctoral se basó en su trabajo en el grupo de investigación de George Radda sobre la aplicación de las RMN en sistemas biológicos intactos. Este procedimiento se usa hoy en día en diagnósticos clínicos por todo el mundo y se conoce
generalmente como MRI (Resonancia Magnética Imaging). Al mismo tiempo, dirigió la Sociedad de Cine Universitario y rodó sus primeros cortos en cooperación con Marie Noëlle: To Shoot a Bicycle, He May Have Cut His Throat y A Group of People.
En 1980, Sehr se marcha a París, donde continúa sus investigaciones en el Departamento de Biofísica del Instituto Curie. Al mismo tiempo, consigue su primer trabajo como primer ayudante de dirección.
En 1982 abandona la ciencia y se muda a Múnich. Decide dedicarse al cine y comienza a trabajar como primer ayudante de dirección en varias películas de directores alemanes y franceses.
En 1988, Sehr funda PArtisan Filmproduktion GmbH junto a Marie Noëlle.
Escribe, produce y dirige Und nicht ein Tohuwabohu, su primer largo. En 1991 le sigue The Serbian Girl, nominada en la categoría de Mejor Película en los Premios del Cine Alemán de 1991 y ganadora del premio principal del Festival de Cine de Uppsala. En 1994, Sehr consigue el éxito internacional con Kaspar Hauser Crime Against a Mans Soul, que recibe tres Lazos Dorados en los Premios del Cine Alemán: Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor. Además, consigue algunos premios internacionales. Kevin Thomas, del LA Times, describe Kaspar Hauser como "un tour-de-force de ingenio, originalidad e intensidad". La siguiente película de Sehr, Obsession, tiene como protagonistas a Heike Makatsch, Daniel Craig y Charles Berling, y fue rodada en Berlín, Francia y las cataratas del Niágara en verano de 1996, estrenándose en salas en 1997. Esta película fue nominada a la categoría máxima de Premios del Cine Alemán y se estrenó en Festival de Cine de Sundance.
La penúltima película de Sehr, Love the Hard Way, está protagonizada por Adrien Brody, Charlotte Ayanna, John Seda, y Pam Grier, y se rodó en Nueva York. Ganó el Leopardo de Plata del Festival de Locarno en 2001, el Premio de Cine Bávaro como Mejor Director y participó en el Festival de Cine de Sundance.
En 2002 se une a Marceline Loridan-Ivens, Les Films Alain Sarde, París, y Polish Heritage Film, Varsovia, para producir The Birch Tree Meadow (La Petite Prairie aux Bouleaux), rodada en Auschwitz y París.
Entre 2005 y 2008 trabaja en su largometraje La mujer del anarquista, un proyecto que ha coproducido y codirigido con Marie Noëlle. La película es una coproducción entre Alemania, Francia y España.
Actualmente trabaja en dos proyectos de largometraje. El guión del primero aún se está escribiendo y llevará el título de Ludwig II. El segundo es una historia sobre el famoso escritor y primer profesor de Física experimental, Georg Lichtenberg, y está siendo desarrollado en colaboración con el escritor alemán Hans Magnus Enzensberger. En 1989, Peter Sehr comienza a enseñar en la Escuela de Cine de Múnich HFF, y en 1998 en la Academia de Cine de Baden-Württemberg. Desde 2001, trabaja con Jan Schütte en la parte alemana y con Marc Nicolas y Christine Ghazarian en la parte francesa como director del "Atelier Masterclass", un curso de posgrado de un año para jóvenes productores Europeos que se imparte en La Fémis de París y en la Academia de Cine de Baden-Württemberg.
En 2002, Peter Sehr es fundó con Daniel Toscan du Plantier, Brigitte Sauzay y Magaret Menegoz el "Encuentro Franco-Alemán de Cine". Su meta es fomentar las colaboraciones de ambas industrias nacionales y el intercambio de películas. Margaret Menegoz es la Presidenta, y Kirsten Niehuus y Peter Sehr son los vicepresidentes.
En junio del 2001, Peter Sehr, Marie Noëlle, Dagmar Hirtz y Christoph Ott asumen la dirección del conocido Cine ARRI de Múnich, que pertenece a "Europa Cinemas".
Peter Sehr es Chevalier de lordre des Arts et Lettres. Es miembro de las academias de cine Alemán, Franco-Alemán y Europeo.