¿Quién es aquel chico silencioso sentado al fondo del autobús lleno de forofos camino de un partido de fútbol? El chico de aspecto tímido es en realidad una chica disfrazada. Pero no es ella sola. Hay muchas mujeres a las que les gusta el fútbol en Irán.
La detienen a las puertas del estadio antes de que empiece el partido y la encierran en un lugar cercano con otras mujeres disfrazadas de hombre. Al final del partido serán entregadas a la brigada antivicio.
Pero antes, las torturan. Oyen los rugidos, los gritos, los aplausos de un partido que no ven. Peor aún, deben escuchar a un soldado que no sabe nada de fútbol contarles lo que está pasando. Pero estas chicas no están dispuestas a rendirse y seguirán inventando nuevos métodos para colarse en los partidos.