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El hombre de arena | Sinopsis | Comentario | Reparto | Ficha técnica | Fotos 
María Valverde en El hombre de arenaHugo Silva | María Valverde | Jose Manuel González

HUGO SILVA / Mateo

P: ¿Qué es lo que más te atrajo del personaje de Mateo?
H.S.: Pues entre muchas cosas que es un héroe, que es romántico, dentro del marco de la historia. Luego lo que mas me gusta de MATEO es su curiosidad. La curiosidad que tiene por la vida le hace un incorformista y le hace luchar por lo que quiere, por sus ideales y por sus principios.

P: ¿Cómo has trabajado el personaje?¿ has buscado alguna técnica especial para enfrentarte a él?
H.S.: Pues he ido un poco jugando. Es un personaje que ha vivido en la calle y lo he tenido en cuenta a la hora de su expresividad, pero sobre todo lo que he hecho ha sido hablar con gente mayor. Hablar con mis abuelos, que les tocó esta época y que además tenían total conciencia de lo que estaban viviendo. También me ha ayudado mucho José Manuel [Director] a documentarme. Lo demás se lo he dejado a la imaginación que también es como yo trabajo.

P: ¿Qué es lo que más te atrajo en principio del guión?
H.S.: Me gusto muchísimo porque es una historia de amor pero no es una historia de amor al uso. Es una historia de amor dentro de un momento de nuestra historia bastante duro. Y me parece que un personaje así que pelee, luche por la libertad y que no se conforme con nada a día de hoy nos puede dar muchas lecciones. Hoy en día la gente está conforme con lo que hay y creo que nuestros abuelos o los padres de nuestros abuelos miraban mucho más alla que nosotros hoy día...

P: ¿Te parece un personaje difícil?
H.S.: No. Me parece un personaje muy entero, muy rico y muy diverdido. Todo eso entraña una dificultad técnica pero me parece muy divertido, más que difícil, muy completo.

P: ¿Cómo fué el trabajo con el director?
H.S.: Pues maravilloso. Nos entendemos perfectamente. José Manuel [Director] esta muy documentado, lleva bastante tiempo preparando este trabajo y la verdad es que eso te da mucha seguridad. Cuida mucho los detalles, cuida todo y te cuida a ti y eso es maravilloso. P: ¿El trabajo con tus compañeros de reparto que te parece?

H.S.: Pues muy bien. Estoy encantado. Todos y cada uno son perfectos para su personaje y hay muy buen rollo. Hay una sensación de que estamos haciendo algo muy bonito y eso se nota a la hora de trabajar. P: ¿Sois una generación de actores punteros que empiezan a tener papeles interesantes?
H.S.: Si, quizá nos está llegando la edad de tener papeles interesantes [risas].

P: ¿Y qué te parece la producción, los decorados, el vestuario de época?
H.S.: Lo que me ha llamado mucho la atención es el entorno. Estamos en un sitio bastante "heavy", muy fuerte y con una energía muy pesada. Todo el palacio es impresionante. Los pasillos, la sala de operaciones por ejemplo, la capilla... Yo la primera vez que vine aluciné con eso... Y eso te lleva a hacer un trabajo bueno, porque pasa como cuando ruedas en exteriores, que oyes a la gente, notas el aire... es lo que pasa con este sitio. Tiene un punto decadente muy interesante.

P: ¿Cuál es el transfondo de la película?
H.S.: Yo creo que es un grito. Un grito de libertad. Es como nace la bondad entre los seres humanos en las peores condiciones. Creo que es una película muy humana y eso es lo más genial que tiene.

P: ¿Crees que estas situaciones, que son un poco fuertes, se daban en este tipo de lugares?
H.S.: Sí, fue una época bastante dura. Mi personaje ingresa en el manicomio por la ley de vagos y maleantes y he estado mirando que era esta ley, de qué se trataba y era bastante fuerte. Todo aquel que no seguía la línea recta del caudillo o bien iba a estos sitios o bien a la cárcel, pero a lo mejor no habías hecho absolutamente nada. Simplemente tenías tu forma de vivir la vida y no era la que estaba impuesta. Con el tema de los homosexuales era muy fuerte. Los metían directamente en campos de concentración, se les trataba como enfermos... también pasaba con indigentes o con gente que no estaba conforme.

Todos los personajes de esta película son los hijos de la guerra, los que han crecido en la posguerra y... hombre había gente que tenía información y podía evolucionar pero la gran mayoría de la gente no podía, nada más que se tenía que preocupar de comer. Creo que fue un momento bastante duro en este país.

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MARÍA VALVERDE / Lola

P: ¿Qué es lo que más te atrajo del personaje de Lola?
M.V.: El papel de Lola me pareció un personaje que era muy delicado, que estaba ya roto y que tenía mucha miga. Para mí desde el principio fue un reto hacerlo porque no había leído algo tan complicado como LOLA. Yo quería jugar y por eso creo que el papel de LOLA es uno de los que tiene más juego. En la película hay tantos juegos diferentes... Mi personaje no está loca pero está ahi... tiene que sobrevivir en un manicomio.

P: ¿Cómo has trabajado el personaje? ¿buscaste alguna técnica especial?
M.V.: A mi me pasa que llevo trabajando desde los 15 años y no me ha dado tiempo de formarme en una escuela... Así que para mí cada trabajo es aprender, es una cosa diferente. Me dejo aconsejar, me dejo llevar y dejo que salga de mí algo diferente. Con LOLA me ha pasado que hasta hace nada no encontraba bien cómo era ella. También el hecho de los personajes y demás actores también influyen mucho en LOLA, que es una persona muy triste y sonríe poco lo que para mí va ser y está siendo difícil.

P: ¿Te parece especialmente difícil el personaje?
M.V.: Sí me parece muy difícil porque me parece lo opuesto a mí y creo que ahí está el reto. El hecho de que no sonría, de que no pueda... gesticula pero no puede dibujar una sonrisa. Es todo mucho de dentro, de sentir y de dejarse llevar y, uffff [suspira], el echo de ir descalza, que te llenas los pies de mierda es muy importante para LOLA. Sentir el suelo te hace estar más en la tierra y más protegida, porque ella no se fía de su entorno.

P: ¿Qué es lo que más te atrajo del guión?
M.V.: Fue la verdad con la que está escrito. Tiene una parte muy bonita y otra que un poco de vértigo por el hecho de como se podrá hacer algo así. También me atrajo mucho porque era una peli muy coral, que si un actor fallaba, fallábamos todos. Es muy de composición y creo que aquí se han hecho pocas películas así.

P: ¿Y el trabajo con el director?
M.V.: Desde el primer día que le conocí me acuerdo que observaba mucho y creo que eso es importante en alguien con el que vas a trabajar, alguien que es el responsable de todo, de que algo vaya bien o mal. ¡Pero es que lo tiene tan claro!. Está pendiente de todo, de la arruga, de la forma.. es muy estético y sabe lo quiere que tú saques. Le gusta, escucha, no se opone a sugerencias ni dice como tienen que ser las cosas, pero sabe lo que no quiere y eso es importante. Está muy bien preparado como para seguir adelante. ¡Cuántos directores quisieran a su quinta película rodar como rueda el!. Creo que es un honor, sí.

P: ¿Qué te parece la relación que hay en el rodaje entre actores veteranos como Mercedes Sampietro y vosotros los jóvenes?
M.V.: Es importante hacer un mix de actores, hay algunos que estamos empezando y otros que llevan ya mucho tiempo. Es bonita esa unión. Cada uno tenemos un personaje que nos va mucho y le cogemos cariño. Me encanta compartir pantalla con esta gente, tengo magnificos compañeros, muy amables y generosos, sobre todo generosos.

P: ¿Cómo ves la producción, el tema de que sea una película de época?
M.V.: Yo también tenía un poco de miedo cuando empezó la cosa porque, claro te pones a pensar y dices 1966 es que es época, ¡ya no estamos hablando de 2007!. Es 1966 y tienes que poner otro tipo de telas, que pican, otros colchones... Me ha tocado rodar en un colchón que parecía que tenía chinches... pero no, estaban limpios [risas].

Creo que está quedando todo muy real, que la fotografía está ayudando mucho, y el arte, todo. Creo que está la gente como muy volcada y hay realmente buenos profesionales y se está notando. Estamos jugando con fuego y es así, la época es así, es fuego. Se está trabajando bien, estoy confiando.

P: ¿A qué público crees que va dirigida la película?
M.V.: Lo normal sería que te dijera a todos los públicos, pero creo que un niño esto... lo puede entender, pero hay mucho más detrás de esa historia de amor. Creo que dentro de este psiquiátrico, o como se llame, porque manicomio suena fatal, hay mucho más que eso... esas almas perdidas que están encerradas en cuatro paredes... la gente más mayor es la única que lo puede llegar a entender y darle un doble significado. Hay mucho detrás de lo que encerramos y olvidamos...

P: ¿Cómo ves la historia de amor de la película?
M.V.: ¡Preciosa! [risas]. Creo que es muy bonita. Son dos personas que están encerradas porque sí, porque el destino les han mandado encerrarles ahí. No están locos y es bonito el amor que se tienen entre ellos. Es muy distante, LOLA siempre va a estar en su dolor y MATEO en las ganas de vivir, las ganas de sacar a LOLA adelante, creo que es un 50-50, sí.

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JOSE MANUEL GONZÁLEZ / Director

P: ¿Cómo llegaste a la historia?
J.M.G.: Empecé del desconocimiento que tuve de alguna noticia y de algún recuerdo de la infancia. ¿Qué sucedía en los manicomios cuando nadie podía entrar ni salir, qué tipo de gente había dentro?. Y ya que los manicomios no existen hoy, decidí echar un vistazo al pasado. Encontré sorpresas y una famosa ley de vagos y malentes que me llamó bastante la atención. Indangando descubrí que allí sucedían cosas que no han trascendido demasiado o que la memoría histórica ha olvidado. Qee allí había un tipo de gente que merece por lo menos, si no recordada, ser nombrada, echar un vistrazo a qué fue de esa gente.

P: Tu primer guión, tu primera película. ¿qué retos te ha planteado?
J.M.G.: Es un gran reto, una empresa única. Complicado de definir porque la industria cinematográfica es compleja, entrar es difícil y levantar un proyecto como este ha costado mucho. A mí como director, a harold como productor y a toda la producción. Pero creo que nos ha ayudado bastante el tener una ídea muy sólida y hacer un equipo muy fuerte para construir este proyecto, al que se han ido sumando actores y equipo técnico con una visión bastante clara de lo que se quería hacer.

P: ¿Cuál es el trasfondo de la película? ¿que quieres que la película diga que no se haya dicho ya?
J.M.G.: No se, creo que se ha dicho casi todo. Es una forma diferente de decirlo. No se si estoy seguro de querer saber que quiere decir la película. Creo que la película, si funciona bien, te dirá muchas cosas que yo ni siquiera sabré que las ha dicho. Si los protagonistas llevan el papel dónde tienen que llevarlo, y construyen su personaje como creo que deben de hacerlo contarán muchas más cosas que las yo voy a percibir. Cada espectador verá o lo captará de una forma diferente.

Lo plantea es es que en la vida hay que tomar decisiones que son las que marcan la continuidad del día siguiente. Esas decisiones pueden ser positivas o negativas y cada uno tiene que afrontarlas como le vengan. Nuestro protagonista toma una decision y nuestra protagonista toma otra decisión. Ese cruce de conceptos son los que determinan actuación de nuestra historia.

P: ¿Has puesto especial interés a alguna de las áreas técnicas, fotografía, dirección de arte?
J.M.G.: A todo. La verdad es que he procurado que no falte de nada. Siendo mi primera película no me quiero permitir el lujo de cometer el más mínimo error.

La fotografía es fundamental. Hemos creado tres niveles de luz para ambientar los tres niveles de nuestro edificio, del manicomio. Un nivel subterráneo, un nivel a ras de suelo y un nivel superior en la zona alta, en los tejados. Necesitábamos un edificio con unas características muy determinadas. El edificio en sí es un protagonista. Y le hace protagonista su entorno del edificio, el muro que lo rodea. Lo que hace que la gente no pueda marcharse y los que están fuera puedan olvidarlos. Para los que están fuera del manicomio tener esta gente dentro les hace sentirse inseguros y para los que están dentro, se justa, injusta con causa más o menos... tener un muro infranqueable les hace la vida diferente. Encontrar este edificio y adaptar lo que teníamos ha sido duro para el departamento de arte y para producción.

A nivel técnico cuento con un equipo que si tuviera que ponerle nota del 1 al 10 les daría un 11 o un 12. No tengo la menor duda de que todo el mundo está dando el cien por cien y que apoyan la historia. Estamos como en una gran familia en la que todo es como mágico.

P: ¿Cómo llegaste a este casting, que combina actores veteranos con jóvenes promesas?
J.M.G.: Los personajes se construyeron en el guión. No se ha escrito ni un solo personaje para un actor, ninguno. Posiblemente sea más complicado para un actor, pero también le da una ventaja: puede interpretar, puede lanzarse. Para ellos también es un reto. Hemos trabajado bastante para que cada actor se adapte y se ponga la vestimenta del personaje.

Cuento con el elenco que buscaba. He ido encontrando en ellos vértices y matices que desconocía y que me han dejado en algún caso boquiabierto. Creo que son un acierto todos ellos, no tengo ninguna duda al respecto. Los más jóvenes, Hugo Silva, María Valverde e Irene Visedo no creo que sean unas promesas creo que son una realidad en el panorama audiovisual. Mercedes Sampietro, Alberto Jiménez, Samuel Le Bihan son también referentes. Tenemos un reparto extensísimo en el que vamos a ver interpretaciones magistrales.

P: ¿Cómo has trabajado la relación de amor entre los dos protagonistas?
J.M.G.: En el guión, entre los personajes de Mateo y Lola hay química. Buscábamos dos actores en los que se produjera esa chispa, esa química. Que sus miradas tuvieran una intensidad determinada que traspasara el objetivo de la cámara y así lo hemos trabajado. No hemos tenido muchos problemas, porque ellos dos son dos pequeñas bombas de emociones, de sensualidad y de motivación. Es algo que se respira. Ella es Lola, él es Mateo y si los juntamos hay química.

P: ¿Cómo preparaste el personaje del bebé que aparece en la película?
J.M.G.: Pues lo preparé hace un par de años, porque es mi hija [risas]. Básicamente es que tiene el mismo color de pelo y los mismos ojos. Ha sido todo casual. Necesitábamos un bebé y sé que trabajar con bebés es muy difícil, me ha tocado trabajar más de una vez y ante la duda prefiero tener la confianza. Con mi hija puedo en apenas diez minutos tener la secuencia hecha y la relación con María fue fantástica.

P: ¿A qué tipo de público crees que va dirigida la película?
J.M.G.: Creo que es una película para todos los públicos, para la gente que le gusta el cine de verdad. Es una historia con contenido de principio a fin, en cada secuencia ocurren cosas.

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