Escuchando a Gabriel es un cuento urbano sobre el miedo a lo desconocido, la superación personal y el amor como motor de vida. Gabriel es un joven tímido y solitario que vive encerrado en su propio mundo. Sara es una violinista, vital e independiente, que llega a la ciudad y se instala en el mismo edificio en el que vive Gabriel. Carlos, el padre de éste, recién salido de la cárcel por causa de un oscuro pasado no se atreve a acercarse a su hijo.
Tres personajes errantes, cada cual a su manera, se encontrarán en un punto crucial de sus vidas y deberán aprender a convivir y a reconciliarse con el amor de quienes los rodean. Un piano desaparecido y el mundo de la música que lo rodea, supondrá el impulso necesario para que Gabriel, Carlos y Sara traten de superar sus temores y traumas con la esperanza de encontrar una ilusión que haga remitir todo aquello que les atormenta.
Sinopsis larga
Sara es una joven violinista que acaba de mudarse a la ciudad. Cuando llega a su nuevo edificio descubre la puerta entreabierta de una misteriosa casa. Perdida como está, decide entrar a preguntar cuál es la puerta que corresponde a la dirección de su nueva casa. Al adentrarse en el oscuro pasillo se encuentra con Ana, una dulce mujer que le indica la dirección correcta. Pero Sara, antes de salir, atisba al final del pasillo unas manos que tallan figuritas de madera.
Días después, Sara está ensayando con su violín en la habitación de su casa.
Cuando llega a un pasaje difícil, se equivoca. Lo vuelve a intentar, vuelve a fallar. Sara se desespera, mira la partitura, la estudia y la nota que está tocando es la que indica su libro de estudio. Pronto, alguien llama a la puerta.
Un joven nervioso, extraño, intenta decirle algo tartamudeando. Sara se siente molesta por la interrupción. Explicándose a duras penas, el joven irrumpe en su casa sin permiso y busca desesperado el atril donde está la partitura. Cuando lo encuentra, le indica a Sara cuál es su error
"Aquí, sobra el bemol
tienes que quitar el bemol". Sara, sorprendida, ve como el joven misterioso pasa por delante de ella sin pararse y sale de nuevo por la puerta, desapareciendo a la misma velocidad a la que había entrado.
Inicialmente enfadada por la incursión, Sara perpleja, comenta con su profesor que un misterioso vecino descubrió una errata en la partitura de Beethoven que la violinista ensayaba en su casa. Al volver a casa esa misma tarde, Sara encuentra una sorpresa frente a su puerta: alguien ha depositado en el suelo con suma delicadeza una pequeña talla de madera simulando un violín.
A partir de este momento, Sara decide descubrir a Gabriel, el misterioso vecino, y ambos jóvenes comienzan una apasionante y tierna historia de amor. La violinista descubre a un ser solitario, enamorado de la madera, encerrado en su mundo, dotado de una sensibilidad extrema pero con un extraño miedo al mundo exterior.
Un día, un desconocido aborda a Sara en la calle afirmando ser el padre de Gabriel.
Sara descubre a través de Carlos, el padre de Gabriel, el oculto pasado que les unió y que ahora mismo los separa de forma tajante. Sólo hay un punto común que podría volver a unirles, que podría devolver a Gabriel al mundo exterior, devolverle a la música: su piano.
Carlos y Sara, ayudados por Ana, la amiga y profesora de la niñez de Gabriel, comienzan la búsqueda de ese piano desaparecido del pasado, el piano que hará que Gabriel quiera volver a tocar, que pierda el miedo a su pasado y se reconcilie con la vida, que supere sus temores y vuelva a confiar en su padre.
Justo cuando están a punto de conseguir su propósito, ocurrirá algo inesperado que cambiará la vida de todos ellos. Algo para lo que no están preparados y a lo que tendrán que enfrentarse. Una encrucijada en la que deberán tomar decisiones y en la que, a pesar de todo lo demás, se necesitarán unos a otros.
Escuchando a GabrielDirigida por José Enrique March