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KM 31 cartel reducidoKM 31Dirigida por Rigoberto Castañeda
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Co-producida por Filmax Entertainment y Lemon Films.


Notas de producción
Kilómetro 31, el largometraje más reciente de Lemon Films, escrita y dirigida por Rigoberto Castañeda, fue filmada en México del 31 de Enero al 23 de Marzo del 2005. Con un total de 41 días de rodaje de la primera unidad y 5 de una segunda, Kilómetro 31 filmó en más de 20 localizaciones alrededor de la Ciudad de México, de las cuales destaca la de la carretera del Desierto de los Leones y el drenaje profundo, cuya escena fue filmada en un túnel en construcción que estaba a más de 20 mts. de profundidad. Cabe señalar que el túnel fue terminado poco después del rodaje por lo que la localización ya no existe. Esta secuencia fue completada utilizando localizaciones dentro del ex convento del Desierto de los Leones y construcción en foro.

Se tuvo la suerte de trabajar a nivel de co-producción con una de las productoras españolas de más renombre, Filmax Entertainment, la cual tiene más de 50 películas en su historial. Dicha co-producción nos trajo grandes ventajas como poder tener al excepcional Carles Cases y a la Polish Radio Ochestra detrás de la composición musical, además de contar con el gran actor Adriá Collado para interpretar el papel de Nuño, al lado de los talentosos actores mexicanos Iliana Fox y Raúl Méndez.

Otro elemento importante a destacar es el maquillaje especial. El equipo de Roberto Ortiz hizo un gran trabajo con el complejo maquillaje que requería la película. En múltiples ocasiones fue esencial que los maquilladores llegaran hasta 8 horas antes de la citación para poder terminar las complicadas caracterizaciones de algunos personajes.

A nivel visual, la fotografía de la opera prima de Alejandro Martínez A.M.C. y el arte de Bernardo Trujillo fueron esenciales. Los talentos de estos dos, junto con el de Rigoberto, lograron llevar sobre sus hombros, durante todo el rodaje, una perfecta armonía que se refleja en pantalla a la hora de ver la película.

En el aspecto técnico, le película gozó de haber sido filmada en material Super 35mm, formato 2.35:1, para después pasar por un proceso llamado intermedio digital en el cual los cuadros del negativo son escaneados a resolución 2K para el proceso de efectos digitales y corrección de color y así, garantizar la mayor libertad a la hora de explorar y manipular la imagen.

En cuanto a la parte digital, fue Ollin Studio la compañía encargada de los efectos visuales de la película con un alto nivel de calidad, el cual su puede comprobar en pantalla. Este largometraje cuenta con poco mas de 80 tomas con efectos visuales, los cuales se llevan acabo en aproximadamente 300 planos de la película. Con esta cinta Lemon Films espera mostrar el alcance de los efectos visuales que se pueden lograr en México, así como la alta calidad de las empresas de Post-Producción de nuestro país.

Con Kilómetro 31 Lemon Films continúa con su esfuerzo de abrirle nuevas puertas a nuestro cine, con la idea de comprobar que el Cine Mexicano es una nacionalidad, y no un género.


Notas del director
Kilómetro 31 es un proyecto que basa su existencia en la psicología, que refleja una cargada influencia de grandes clásicos como "El resplandor", "El exorcista", "El ente" y "La semilla del diablo", y de películas más actuales e igualmente aterradoras como "Los otros" o "The Ring". El guión de esta película tiene la intensión marcada de entretener al gran público, el espectador actual ya no acepta cualquier película con facilidad, la cartelera presenta opciones de un nivel comercial en extremo competitivo, es por ello que Kilómetro 31 tiene el objetivo primordial de ser un proyecto con una manufactura extraordinaria, de una calidad digna de competir con el cine de cualquier continente. Esta filosofía coincide con la máxima de las productoras que han tomando esta historia en sus manos, Lemon Films y Castelao; sólo proyectos de alto nivel comercial y con una calidad impecable. Kilómetro 31 es un proyecto que mantendrá esa misma máxima en cada elemento: diseño de producción, fotografía, maquillaje especial, efectos especiales, efectos visuales, todos en función de crear una película de terror cien por ciento comercial que en verdad esté comprometida con el género, sin ningún miedo, sin tabúes, siendo metódicos y perfeccionistas en cada detalle, para lograr entrar como cuchillo en la psique del espectador y no soltarlo hasta desangrarlo.

La trama tiene su corazón en el miedo a lo desconocido, combina la dinámica fundamental de un thriller con el terror psicológico. Adaptando una maravillosa y profundamente perturbadora leyenda colonial y evocándola para reinventarla, haciéndola más amenazante y real para el espectador actual. La estructura del guión esta pensada para mantener la tensión constantemente, sin permitir que el espectador descanse por más tiempo del necesario, subiendo y bajando sin cesar en la intensidad dramática. Alucinaciones, pesadillas y apariciones se extienden de forma rítmica a todo lo largo del guión. A pesar de esto, en el fondo se trata de una estructura de lo más sencilla y lineal, que va descubriendo y proporcionando claves, deshilando la trama, dejando una estela dentro de la estructura de guión para dar al espectador una sensación general de premonición.

A nivel personal, soy sin duda antes que director y guionista un gran fanático de las películas de terror. Entre ellas es fácil distinguir las que solamente te sacuden por momentos, que logran su cometido por medio de altos contrastes; calma – tensión – tempestad, silencios prolongados seguidos de escandalosos ruidos acompañados de imágenes sorpresivas que culminan en el susto. Tal construcción es correcta en el cine de terror, pero también existen aquellas películas que actúan de forma subversiva, que dragan en el subconsciente por medio de la manipulación psicológica, y cuando esto realmente funciona tiene un efecto a largo plazo, esa película te acompaña, tal vez por toda la vida, porque se mete en tu psique, y se vuelve parte de ti. Todas las películas de terror derivan de una premisa muy simple, es solamente la correcta realización de algunas lo que las eleva más allá del género. Esas son las películas que inspiran Kilómetro 31, las que me han provocado y las que me seguirán provocando, los clásicos de terror.