Presentada en el Festival de Málaga 2007 dentro del ciclo Territorio Latino.
Ópera prima del realizador mexicano Alejandro González Padilla. Realizador de publicidad y vídeos musicales, cuenta que trabajando en Miami le tocó presenciar el vía crucis de un balsero y quiso contarlo. "Se me ocurrió que el balsero podría ser Fidel Castro, que podíamos sacarlo del habitat en el que ha vivido más de cuatro décadas".
La película tiene el objetivo de dibujar los diferentes matices de la sociedad cubana que vive en el exilio. Presenta una visión de Fidel Castro fuera de su uniforme verde olivo, lejos del poder que le ha rodeado por más de 46 años, y además nos ofrece un original e irónico contexto, donde la reflexión del bien y el mal resulta tan compleja como la naturaleza misma del ser humano.
Es una historia donde amor y rencor se funden en una gran enseñanza: "Perdonar es Entender y a veces Entendemos Tanto, que nos damos cuenta que no hay nada que Perdonar".
Alejandro González Padilla
Para Alejandro I love Miami representa su ópera prima como director de largometrajes. Después de triunfar como director de comerciales y videos musicales durante más de diez años, decidió que su próximo paso en la vida era dirigir su propia película, por lo que contactó con el legendario cineasta español Pedro Vidal (Lawrence de Arabia y Doctor Zhivago, entre muchas). Pedro actuaría desde ese momento como mentor de Alejandro en la concepción y desarrollo de la película.
Después de investigar por mucho tiempo historias de cubanos, el personaje elegido para protagonizar su película es el mismísimo Fidel Castro. La idea que plantea Alejandro pretende la "humanización" del controvertido dictador. Para lograrlo, la película se basa en la transformación de Fidel en balsero.
Sobreviviendo a un atentado interno en las costas de Cuba, Fidel llega a Miami en balsa. Mientras tanto en Cuba, sus compañeros de gobierno publican la noticia de que Fidel está enfermo y así tienen más tiempo para anunciar la desaparición del gobernante y la transición del mando a Raúl Castro. Esta Historia se transformó en una original tragicomedia bajo la pluma de Mónica Abin.
Seis meses después del rodaje, los acontecimientos en la isla coinciden caprichosa e irónicamente con la ficción.
Alejandro asiente: "Para muchos es un Dios y para otros es el Demonio; esta película sitúa a Fidel como un balsero más. Quizás Fidel no está muerto, quizás no está enfermo, quizás simplemente va rumbo a Miami".
I love MiamiDirigida por Alejandro Gonzalez Padilla