Génesis del proyecto
El primer largometraje de Manuel Pradal, MARIE BAIE DES ANGES (1997), demostró el talento de su director. Su acogida, tanto en Francia como en el resto del mundo, particularmente en los EE.UU. y Japón, fue suficiente prueba de que había nacido un nuevo talento francés.

Manuel Pradal es un auténtico autor que escribe y dirige.

Jean François Fonlupt (Productor) le presentó en STUDIOCANAL. El director traía consigo un interesante guión titulado GINOSTRA. STUDIOCANAL decidió compartir la pasión por este proyecto.

El segundo largometraje de Manuel Pradal estaba listo para iniciar la andadura. Mattia de Martino fue descubierta en Italia por el director durante un cásting organizado en las calles. Los otros actores, Harvey Keitel, Andie MacDowell, Francesca Neri, Stefano Dionisi, Harry Dean Stanton, y Asia Argento, apreciaban el trabajo de Manuel Pradal y estuvieron dispuestos a formar parte de la aventura.

El rodaje de la película se inició en diciembre de 2000 y se rodó en localizaciones a lo largo de Italia, entre las que cabe citar Panarea, Strómboli, Nápoles y Roma. Acabó en la primavera de 2001.

En julio de 2001, ocurrió un milagro. El volcán Etna entró en la mayor de sus erupciones desde hacía seis siglos. El equipo se aprovechó de esta increíble oportunidad y se desplazó al lugar para rodar el último capítulo de GINOSTRA.

Presentación de Manuel Pradal
GINOSTRA no es sólo otra película sobre la Mafia.

Después de la década de los 80, con antiguos mafiosos convirtiéndose en testigos del estado, GINOSTRA abre un nuevo capítulo en la mitología de la Mafia, cuando un niño deviene víctima de ella sin otra meta que convertirse en testigo del estado, lo que significa que deberá denunciar su propia cultura.

Quería recrear el encuentro entre una familia burguesa anglosajona y este niño proveniente del profundo sur de Europa, en lo que es una «adopción» imposible que no obstante abre gradualmente los ojos del niño a emociones y sentimientos nuevos bajo el más alto sentido moral posible.

GINOSTRA es un thriller psicológico en el que la vida familiar se funde constantemente en el drama, en el que los secretos y mentiras en el seno de una familia no obstante tierna abrirán gradualmente las primeras grietas que la expondrán a la furia de GINOSTRA.

He querido hacer un largometraje en el que los acentos líricos del western surjan a través de las espectaculares imágenes de un volcán. Al mismo tiempo, he tratado de crear una atmósfera dramática de corte clásico que se fundamenta en la profundidad de los personajes y en el peso de su responsabilidad para con la vida y la muerte.

La isla de Ginostra
El paraje volcánico donde se halla el villorrio de Ginostra, lejos de la costa de Sicilia, se asemeja a una roca irlandesa en plena Italia africana.

De las siete islas Lípari, la zona de Ginostra es la menos conocida porque se halla en un extremo olvidado y desestimado de la más famosa isla de Strómboli.

Ginostra al norte, y Strómboli al sur, son como dos hermanas gemelas, pero una sólo conoce la pobre luz del sol que se pone, mientras que la otra brilla con las mil luces de una orientación benigna. Son como hermanas siamesas que une la —a la vez— aterradora y risueña boca del cráter volcánico.

Desde hace mucho tiempo, los habitantes de las pocas casas que conforman Ginostra han dado la espalda a sus compatriotas de Strómboli. Prefieren mirar hacia la opuesta isla de Pananea, diciéndose con divertido orgullo que el panorama de Ginostra es el más bello que existe.

Villa Messina, donde vive la familia Benson, se alza en un afloramiento rocoso de Pananea, y domina una espléndida vista de Ginostra que desaparece y reaparece según el capricho de la niebla y el viento.

Ettore se ha criado en Ginostra; cuando se dispone a vivir en Villa Messina, durante el tiempo de los interrogatorios, todo el universo de aquel entorno se convulsiona, y asimismo toda un estilo de vida. Ginostra es tierra de la Mafia, y Villa Messina es una residencia desde donde se la combate.