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Watchmen cartel reducidoWatchmenDirigida por Zack Snyder
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Watchmen está dirigida por Zack Snyder ("300") y producida por Lawrence Gordon, Lloyd Levin y Deborah Snyder. El guión es de David Hayter basado en la novela gráfica co-creada e ilustrada por Dave Gibbons y publicados por DC Comics. Herbert W. Gaines y Thomas Tull son los productores ejecutivos.

Interpretando al núcleo central de "máscaras" de la película, los aventureros enmascarados que son el centro de la historia, están Malin Akerman ("Matrimonio compulsivo") como Laurie Jusperczyk, alias Espectro de Seda 2; Billy Cudrup ("El buen pastor") como Jon Osterman, alias Doctor Manhattan; Matthew Goode ("Match Point") como Adrien Veidt, alias Ozymandias; Carla Gugino ("Una noche en el museo") como Sally Júpiter, alias Espectro de Seda; el nominado al Óscar Jackie Earle Haley ("Juegos secretos") como Walter Kovacs, alias Rorschach; Stephen McHattie ("En el punto de mira") como Hollis Mason, alias Búho Nocturno; Jeffrey Morgan (de la serie de TV "Anatomía de Grey") como Edward Blake, alias El Comediante; y Patrick Wilson ("Juegos secretos") como Don Dreiberg, alias Búho Nocturno 2;

Colaborando con Snyder entre bambalinas están el director de fotografía Larry Fong ("300"), el diseñador de producción Alex McDowell ("Charlie y la fábrica de chocolate"), el editor William Hoy ("300"), el diseñador de vestuario Michael Wilkinson ("300"), y el supervisor de efectos visuales John ‘DJ’ DesJardin ("La sombra del reino").

Watchmen fue publicada originalmente por DC Comics como una serie de 12 cómics entre 1.986 y 1.987, para ser posteriormente publicada en edición rústica. Es la única novela gráfica que ha ganado el prestigiosos premio Hugo o que ha sido clasificada por la revista Time entre las "100 mejores novelas en inglés desde 1.923 hasta el presente".


¿Quién vigila a los vigilantes?
Nueva York, 1.985: un mundo ensombrecido por el miedo y la paranoia. En donde seres humanos normales, que antaño se pusieron máscaras para combatir el delito, ahora las usan para esconder sus identidades. En donde el arma definitiva (un súper-ser todopoderoso) ha hecho oscilar la balanza del poder mundial, empujando implacablemente al mundo hacia la medianoche nuclear. En donde hombres desesperados inventan medidas desesperadas ante la descarnada vista del Armagedón.

Este es el mundo de 'Watchmen', la adaptación a la gran pantalla de la novela gráfica más célebre de todos los tiempos, llevada a la vida por primera vez por el visionario director Zack Snyder.

En una pintada hecha con spray en una pared de un sombrío y mugriento callejón de Nueva York, hay una pregunta que advierte: 'Watchmen: ¿quién vigila a los Vigilantes?'. Snyder apunta: "¿Quién tiene el derecho de decidir lo que está bien y lo que está mal? ¿Y quién controla a los que deciden lo que está bien y lo que está mal?"

Watchmen apareció por primera vez como una serie limitada de cómics de 12 ejemplares. Fue publicada originalmente por DC Comics entre 1.986 y 1.987, y luego vuelta a publicar como la novela gráfica legendaria en la actualidad. La 'cara de Smiley' manchada de sangre de la portada, la imagen de las agujas de un reloj avanzando un minuto más cerca de la medianoche, y la estructura en doce capítulos son emblemáticas de esta obra ricamente compleja a la que se atribuye desde hace tiempo el haber elevado la novela gráfica hasta convertirla en una nueva forma de expresión artística. Watchmen es la única novela gráfica que ha ganado el prestigioso premio Hugo o que apareció en la lista de 2.005 de la revista Time entre "las 100 mejores novelas en lengua inglesa desde 1.923 hasta el presente". También obtuvo varios premios Kirby y Eisner.

Cuando se publicó, Watchmen tuvo gran repercusión entre una generación que había crecido con la perspectiva de una guerra nuclear, no como una abstracción sino como una realidad palpable. Ha sido elogiada por dar voz a la angustia y ansiedad de la época, el miedo y la intimidación del poder y sus abusos, y la sombra de paranoia e impotencia experimentada cada día por la gente corriente, considerada insignificante por los que detentan el poder. En las décadas transcurridas desde su publicación, se ha ganado una legión de fervientes admiradores de todas clases que sigue creciendo.

"En los ochenta, había mucha paranoia con lo de la 'Guerra Fría' (si iba a continuar su escalada y qué pasaría si lo hacía) y con la fragilidad de la sociedad, con qué poco habría que hacer para destruir completamente todo lo que teníamos", comenta Dave Gibbons, el ilustrador gráfico y coautor de Watchmen. "Era algo muy real para mí. Y aunque haya disminuido un poco, existen nuevos miedos a la destrucción masiva, así que creo que siempre habrá paranoia".

Subvirtiendo y reconstruyendo el concepto de los superhéroes, la historia presentaba a un grupo de personales que eran más "humanos que sobrehumanos": personas reales que se enfrentan a temas éticos y personales, que luchan contra la neurosis y el fracaso y que, aparte del Doctor Manhattan, carecen de superpoderes. El equipo original de héroes, los Minutemen, estaba formado por La Silueta, Espectro de Seda, El Comediante, Justicia Enmascarada, Capitán Metrópolis, Búho Nocturno, Polilla y Dólar Hill. La siguiente generación de aventureros enmascarados (los que están en el centro del misterio en la novela gráfica) son Espectro de Seda II, Búho Nocturno II, Rorschach, Dr. Manhattan, Ozymandias y El Comediante, que es el único que queda de los Minutemen. Cada uno simboliza una clase de poder, una obsesión y una psicopatología diferente. Una clase diferente de superhéroe.

Además de la mística del libro (con su intrincada y poliédrica narrativa y diálogos, su simbolismo y sincronicidad, sus flashbacks y metaficción), Watchmen ha sido considerada durante mucho tiempo tanto una obra única… como una obra virtualmente imposible de rodar.

Durante más de una década, los productores Lawrence Gordon y Lloyd Levin mantuvieron la fe en que esto último no era verdad, elaborando el proyecto y esperando el momento justo y al director adecuado para dar vida al libro en una forma que estuviese a la altura de la obra. "Leí Watchmen cuando salió por primera vez", cuenta Levin. "Yo era un gran fan de los cómics, pero nunca había leído nada igual. Fue la primera vez que conecté de verdad con una novela gráfica, en el sentido de percibir que aquel era mi mundo, el mundo en el que todos vivíamos. Es una gran obra literaria. La naturaleza precisa como un reloj de la narración, lo profundamente que aborda la condición humana, la naturaleza épica de la historia, todo esto hace que sea una lectura muy intrigante y provocativa".

El proyecto se completó cuando el director Zack Snyder, que estaba todavía produciendo el que iba a ser el taquillazo de '300', comunicó a los productores su afinidad hacia la novela gráfica y su deseo de dirigirla. "Con Watchmen, siempre ha habido una sensación de descubrimiento, coincidencia y ritmo", dice Gibbons. "Parecía que ésta era una buena ocasión para que sucediese, y Zack era sin ninguna duda la persona adecuada para hacerlo correctamente. Pero nada de esto hubiera podido realizarse sin la paciencia y la pasión de Larry y Lloyd, quienes no lo hubieran hecho si no se pudiera hacer bien".

Lawrence Gordon observa: "Después de trabajar más de 15 años para conseguir hacer 'Watchmen', estaba ilusionadísimo. En todos y cada uno de los aspectos de la producción (desde desarrollar el guión hasta reunir a nuestro equipo creativo, desde dirigir al estupendo reparto hasta plasmar el aspecto de la película), Zack Snyder hizo un trabajo maravilloso".

El objetivo de Snyder era dar vida a Watchmen tal y como era, sin actualizarlo al presente y sin cambiarlo sustancialmente, sino siendo lo más fiel posible a la novela al hacer la película. "Zack respetaba tanto el material de partida que sabía que, para adaptarlo, tenía que ceñirse lo más que pudiera al original", dice la esposa del director y socia en la producción, Deborah Snyder. "Cambiar la época, o enfatizar algún personaje más que a los otros, no le haría justicia al argumento que hay en la novela gráfica, que siempre ha sido algo más que la suma de sus partes. Había aspectos que sabíamos que no íbamos a poder incluir por entero (como Bajo la máscara, que era la crónica de Hollis Mason de los Minutemen, los primeros aventureros enmascarados de los años 30, y Historias del carguero negro), pero sabíamos que luego podríamos hacer algo con estos temas complementarios en el DVD. Para Zack, la clave de este colosal proyecto estribaba en mantenerse siempre fiel a la novela gráfica".

"Siempre se decía que Watchmen era la única novela gráfica imposible de rodar", dice Zack Snyder. "El propio argumento es francamente misterioso, pero además está esa enorme conspiración que contiene intrigas internacionales y un supervillano y todo lo que uno espera de una historia de superhéroes. Hay una cualidad tonal en cada una de sus partes, desde la interacción de los personajes hasta la estructura del dibujo, ya sea un flasback hacia atrás o hacia delante, o una historia paralela que se cuenta. Es muy tradicional y a la vez muy poco corriente por la forma en que está estructurada. No le debe nada a ningún género en concreto, simplemente tiene uno propio, fiel a sí mismo y a todos sus personajes".

El guión, adaptado por David Hayter y Alex Tse, mantenía la descripción que se hacía en la novela gráfica de los superhéroes como unos personajes muy humanos, sujetos a las mismas presiones sociales y psicológicas que cualquiera. Snyder observa: "Con todos estos personajes, uno siente que sus creadores les quieren profundamente, a pesar de sus defectos o de cómo son vistos en el contexto de la vida real, o de lo que sugieren sobre otros iconos de la mitología de los superhéroes".

Watchmen es más compleja en el sentido de que no crea simplemente un personaje arquetípico, sino que explora todas las variaciones de por qué alguien se pondría un disfraz, de por qué querría luchar contra el delito", afirma Gibbons. "¿Hay que estar loco, o que ser altruista? ¿Y qué pasaría si uno tuviera superpoderes pero no le importase el resto del mundo?"


Las máscaras
'Watchmen' se desarrolla en un mundo al borde la guerra, en el que los superhéroes disfrazados, llamados Máscaras, han sido ilegalizados, condenados a la clandestinidad por una sociedad que antaño les reverenciaba pero que luego llegó a temerles y despreciarles.

Lo excepcional del proyecto atrajo a mucha gente con talento. "Probamos a muchos actores para la película", dice Levin. "El reparto que surgió al final era gente con talento, por supuesto, pero que también creían completamente en las palabras que decían y en los personajes que interpretaban".

"'Watchmen' estudia las creencias políticas de estos personajes, su sexualidad y su filosofía, sus desviaciones y carencias", dice Patrick Wilson, que interpreta a Búho Nocturno II. "Es algo que se no había visto nunca en este género".

Carla Gugino, la Sally Júpiter de la película, observa que la perspectiva de encarnar a los personajes de lo que ella llama "el 'Ciudadano Kane' de las novelas gráficas" era a la vez imponente y estimulante. "Había una gran responsabilidad hacia el hecho de hacerle justicia", dice. "No había nadie que sintiera la necesidad de brillar más que el resto. Fue un reparto maravillosamente conjuntado".

Elegido para interpretar a Rorschach, a Jackie Earle Haley le sedujo la posibilidad de interpretar "al ser humano que hay tras la máscara", y añade: "Investiga lo que el mundo podría ser si la gente realmente se disfrazara y se pusiera a hacer de vigilante. ¿Cuáles serían sus debilidades, su moralidad, las creencias que motivan sus comportamientos?"

Pronto descubrieron también que el entusiasmo de Snyder era contagioso. "Nunca en mi vida he visto a alguien tan apasionado con un proyecto", dice Jeffrey Dean Morgan, que interpreta a El Comediante. "Ver lo apasionado que estaba con la novela y con conseguir que la película le fuese fiel era algo impresionante y que alentaba a todo el mundo".

Antes incluso de que Snyder hubiese elegido el reparto, los fans ya estaban intentado elegirlo por él. "Hace unos tres años", recuerda Haley, "había gente en Internet proponiéndome para el papel de Rorschach. En aquella época yo no conocía la novela. Le eché un vistazo y me fascinó. Así que cuando me enteré de que se estaba preparando la película, me entró una gran agitación y luché a muerte para conseguir el papel".

Único enmascarado que desafía abiertamente la Ley Keene, que ilegalizó a los superhéroes enmascarados, Rorschach permanece vigilante, continuando el patrullaje de las cloacas de Nueva York, cazando a los "gusanos" de la sociedad… siendo su máscara lo último que ven antes de sentarse ante un juez. La brújula moral de Rorschach sólo tiene dos direcciones: bueno o malo.

"Vivimos en un mundo lleno de complicados matices, pero para Rorschach el mundo es en blanco y negro", dice Haley. "Para él, la complejidad no tiene sentido. La complejidad simplemente justifica la victimización de sí mismo y de todos los que padecen por culpa de los intereses concretos de alguien".

Tanto la psicología como el sentido del honor de Rorschach se reflejan en la máscara que lleva puesta, con un diseño de imágenes simétricas en blanco y negro como las manchas de tinta del test de Rorschach. "Rorschach tiene un toque 'negro", dice Snyder. "Es el detective de la historia, pero al mismo tiempo es casi un psicópata en su insobornable búsqueda de justicia. Es un personaje muy fascinante. Proviene de una familia rota y se crió en los barrios bajos, y gradualmente, mediante sucesos tanto dentro como fuera de la máscara, se convirtió en Rorschach".

El misterio comienza cuando Rorschach descubre que Edward Blake, también conocido como El Comediante, ha sido asesinado, arrojado por la ventana de su apartamento en el piso 30. El Comediante, una máquina de matar desencantada que ha estado muchos años haciendo trabajos sucios para el gobierno tanto en tiempo de guerra como de paz, ve el mundo como un sitio lúgubre en donde apenas hay diferencia, o no la hay en absoluto, entre los pequeños actos de heroísmo o de brutalidad.

"El Comediante es norteamericano a tope, pero es también la cara oscura de lo que EEUU podría llegar a ser", subraya el director. "Bordea ese límite, siempre está haciendo algún trabajo siniestro para el gobierno, pero lo hace como lo haría un superhéroe".

Para Rorschach no es sino un superpatriota, un héroe norteamericano que murió en acto de servicio a su país.

Hoy, un comediante ha muerto en Nueva York, anota Rorschach en su diario. Alguien sabe por qué.

Rorschach cree que alguien quiere acabar con los héroes disfrazados, de los que el Comediante es sólo el primero. Sale a advertir a los otros miembros del grupo interconectado que en el pasado lucharon a su lado: seis espíritus unidos por el destino y el deseo de ejecutar su propia clase de justicia. Su primera visita es a Dan Dreiberg, quien, como Búho Nocturno II, fue su compañero en los días de gloria de las Máscaras.

"Dan era probablemente el amigo más íntimo que Rorschach haya tenido en el mundo", dice Haley. "A la policía no le gusta Rorschach. A los ciudadanos no les gusta. A ninguna de las otras Máscaras les gusta. Cuando se tropieza con este asesinato, va a seguir el rastro hasta el final. Pero también creo que hay una parte de él que considera el asesinato como una razón para que los enmascarados se reúnan de nuevo".

Sin embargo Dan, al contrario que Rorschach, ha cambiado. Antes de asumir la identidad de Búho Nocturno, Dreiberg había sido "rico y aburrido, con la fantasía romántica de combatir la delincuencia, de ser un superhéroe, de salvar a la chica y quedarse con ella", dice Patrick Wilson. "Tiene un sistema de valores anticuado. Ve la parte buena de la gente. Cuando salió a combatir la delincuencia, fue por justicia y por ayudar a la gente".

Dan ahora lleva una vida tranquila y hace visitas semanales a su predecesor, el Búho Nocturno original, Hollis Mason (Stephen McHattie), para recordar los viejos tiempos tomando una cerveza. "Dan se ha ablandado físicamente, políticamente, sexualmente…", observa Wilson. "Sin llevar puesto el disfraz, no tiene una identidad. No tiene sitio en la sociedad y se siente impotente ante sus problemas. Le da pánico ponerse el disfraz, pero también se nota que no puede vivir sin ser Búho Nocturno".

"Es al enfrentarse al misterio que se plantea (sus compañeros están siendo asesinados) cuando empieza a darse cuenta del potencial de volverse a poner el viejo disfraz", añade Snyder. "Una vez que se pone de nuevo el disfraz, se da cuenta de que ése es quien él es en realidad. Es esa clase de hombre corriente que se siente perdido hasta que redescubre su objetivo".

Adrian Veidt, alias Ozymandias, ya se ha fijado un nuevo objetivo más allá de su anterior vida como Máscara. Veidt, el hombre más elegante del mundo y también uno de los más ricos, se retiró antes de la Ley Keene e hizo una fortuna explotando la época de los vigilantes enmascarados en forma de muñecos articulados, dibujos animados, perfumes, libros y películas. No obstante, él piensa que tiene un destino aún más elevado. Obsesionado por las hazañas de Alejandro Magno y el faraón egipcio Ramsés II (Ozymandias es el nombre griego de Ramsés II), Veidt busca perfeccionar la condición humana.

Mientras que Rorschach busca castigar a los culpables, Veidt piensa que esos esfuerzos son inútiles cuando todo lo que conocen podría ser destruido en un minuto. "Adrian tiene un poco de complejo de dios", explica Matthew Goode, quien interpreta al magnate multimillonario. "Tiene la sensación de que hay que arreglar el mundo porque la humanidad parece haberse roto. Estamos constantemente guerreando entre nosotros, y cree que ningún precio es lo bastante alto cuando se trata de conseguir que el mundo se una y sea fraterno".

"Esa filosofía es en muchos sentidos la columna vertebral de la película", afirma Snyder. "¿Cómo reorganizar a la humanidad y volverla pacífica? ¿Realmente alguien puede tener esa clase de control?"

"En cierto modo, son todos unos fundamentalistas", dice Billy Crudup, que interpreta al Doctor Manhattan, la única Máscara que tiene superpoderes de verdad. "Ven un mundo amenazador en el que su único recurso es resolver los asuntos con sus propias manos, y su deseo de poner orden en un mundo desordenado sobrepasa a la moral. Pero Jon cree en la bondad de su país, en seguir los designios de sus líderes".

Antes del accidente en un laboratorio nuclear, que trastocaría su vida para siempre, el Doctor Manhattan era Jon Osterman, hijo de un relojero, físico brillante y "quintaesencia del varón de los años 50", dice Crudup, el actor que hay detrás de la luz azulada que emana del cuerpo del Doctor Manhattan.

Aunque Manhattan decidió unirse al grupo informal de Máscaras, los otros son, en comparación, "gente que juega a disfrazarse", afirma Crudup. "Son unos vigilantes. No creen en la estabilidad del gobierno. No creen en la capacidad de la sociedad para cuidar de sí misma. Osterman era exactamente lo contrario: alguien que cree a pies juntillas en la estabilidad de su país y en la moralidad de su gobierno. Hacía cualquier cosa que quisieran. Y al principio de convertirse en el Doctor Manhattan, sigue haciéndolo".

El accidente transformó a Jon Osterman en un ser superior, que experimenta a la vez el pasado, el presente y el futuro, y tiene el poder de controlar la propia materia. "No se reconstruyó en forma de mortal, se reconstruyó en forma de dios", dice Crudup.

Comparando al Doctor Manhattan con la existencia de una bomba nuclear, Snyder subraya: "Se convirtió en una fuerza en sí mismo, en el sentido de que su existencia cambió el modo en que veíamos todo. Creo que en cierto sentido eso es lo que representa Manhattan: esa capacidad para destruirnos o salvarnos al mismo tiempo. Las implicaciones de este nuevo poder son tremendas: ¿Está realmente de nuestro lado? ¿Qué pasaría si el poder se le escapase o se volviese contra nosotros? ¿Cómo relacionarse con eso como persona? Plantea muchas cuestiones acerca de nuestra propia manera de pensar".

A medida que el Doctor Manhattan se va adentrando más y más en las infinitas dimensiones del tiempo y la materia, comienza a desconectarse gradualmente de la humanidad y a sentir ambivalencia respecto de su existencia. "Siente apatía por casi todo, excepto por el funcionamiento interno de los átomos", asevera Crudup. "Puede ver cómo funciona el universo. La humanidad tiene una variable que los físicos no parecen captar. La física es un mundo ordenado que hay que descubrir. Y la interacción humana es un mundo caótico que se aprende mediante la cruda experiencia. Se convierte en algo frustrante y pesado hasta el punto de que creo que deja de importarle".

"En cierto sentido anhela una relación, pero al mismo tiempo, conectar con los humanos está fuera de su alcance", explica Snyder. "Puede ver tus partículas subatómicas, por tanto uno se convierte en una abstracción para él, y es difícil relacionarse con esa abstracción".

"¿Qué te haría eso como persona?", se pregunta Snyder. "¿Qué le hace eso a tus relaciones con otras personas, con la humanidad?"

El único ser humano con una auténtica conexión con el Doctor Manhattan es Laurie Júpiter, alias Espectro de Seda II, que se enamoró del Doctor Manhattan siendo una adolescente. Laurie es interpretada por Malin Akerman, quien opina: "Laurie estaba locamente enamorada de él, pero a medida que él se va volviendo más y más distante, no queda nada para ella en la relación. Para ella, el trabajo es para él más importante que ella. Siente como él se desenamora, y cuanto más se aleja, más pierde ella su identidad".

Después del asesinato de El Comediante, Laurie retoma el contacto con Dan Dreiberg, quien comparte su incipiente sensación de pérdida. "Volver a retomar el contacto con Dan le devuelve a Laurie la sensación de ser una mujer", afirma Akerman. "Alguien la ve, por primera vez en Dios sabe cuanto tiempo, como un ser humano ve a otro. Esa nueva toma de contacto vuelve a reactivar el fuego que solía sentir cuando era Espectro de Seda, la necesidad de un subidón de adrenalina".

"El vínculo que los une es que tienen los mismos recuerdos de cuando luchaban contra la delincuencia", añade Wilson. "Desde entonces, se han convertido en personas normales que intentan simplemente ir tirando en la vida sin ningún poder especial, ninguna certeza moral ni ninguna brillantez sobrehumana. Laurie predispone a Dan a ponerse de nuevo el disfraz. Es lo que más terror le da, y lo que más desea en el mundo. Sólo necesitaba que alguien le mirase a los ojos y le dijese: 'Hagámoslo'".

Laurie había sido empujada cuando era una adolescente al papel de superhéroe por su madre, Sally Júpiter, quien había sido la primera Espectro de Seda. "Como Espectro de Seda II, Laurie aprendió a luchar como un hombre", dice Akerman. "Era una mujer fuerte y poderosa, y pese a su resistencia a ser una Máscara, algo en su interior se sentía feliz".

La exuberante Sally Júpiter ahora vive en una finca de retiro en California, y pasa el tiempo rememorando la popularidad que disfrutó siendo una luchadora excepcional contra la delincuencia. "Sally es de la vieja escuela de los superhéroes, de la misma que el Comediante", dice Snyder. "Para mí, representa la época dorada de los superhéroes. Entonces eran casi como estrellas de cine. Así que, en muchos sentidos, es como una estrella de cine en decadencia que nunca fue capaz de volver a disfrutar de la misma gloria y popularidad que tuvo en sus días de esplendor".

Carla Gugino describe a su personaje como alguien a quien "le gusta considerarse algo más refinada de lo que es en realidad. Sally ciertamente quería luchar contra la delincuencia, pero también quería llamar la atención. Cuando fue envejeciendo, se lo endilgó a su hija. Sally es un personaje muy complejo que ha pasado por muchas cosas, pero la mayor parte de su drama estaba causado por ella misma. Es una mujer que, en el fondo de su corazón, está enamorada de el Comediante, incluso aunque nunca consiguieran estar juntos".

Sally y Edward Blake, alias el Comediante, se sintieron intensamente atraídos el uno por el otro durante los años dorados de los Minutemen, el grupo original de superhéroes. Pero su relación se frustró irreparablemente por un encuentro que cambió sus vidas. "Ese fue el momento en que todo cambió para Edward Blake", afirma Jeffrey Dean Morgan, quien interpreta al personaje. "Ahí fue donde apareció el auténtico lobo solitario. Se dio cuenta de que no tenía la capacidad de transmitir sus emociones, por el contrario, hiere los sentimientos de la mujer a la que ama. Después de eso, pasa su vida prácticamente solo. No sé qué clase de existencia sería esa para cualquier persona. Creo que hay algo increíblemente triste en el Comediante. Creo que espera lograr en su vida mucho más de lo que puede conseguir. Es un espíritu perdido. Los únicos momentos en que no está solo son cuando está en medio de la guerra, con sus camaradas detrás de él. Se ríe de lo peor de ello porque las cosas pequeñas no le importan. Ni siquiera la muerte le importa, hasta el momento en que se da cuenta de lo que está pasando".

Morgan aportó a la vez el carisma y la brutalidad del personaje. "Siempre hay una dualidad en todos los papeles, pero sobre todo en el Comediante", dice Deborah Snyder. Cuando está disparando contra una multitud durante unos disturbios, hace que uno se pregunte: '¿Qué es peor, la multitud enfurecida o el Comediante?'. Por la forma en que Jeffrey lo interpreta, a uno no debería gustarle ese personaje, y sin embargo a uno le gusta".

Desde Nueva York hasta Marte, se desarrollan complots y conspiraciones con el destino de la humanidad pendiente de las manos de unos pocos. A medida que el Reloj del Fin del Mundo avanza hacia la medianoche y la humanidad se sumerge en su sombra, los héroes enmascarados (solitarios o megalomaníacos, compasivos o perturbados, amorosos o marginados) deberán decidir si pueden variar algo, si pueden rehacer el mundo o si, al final, su destino será sencillamente encontrar alivio en su misión o en los otros como pedazos de historia encajados en torno suyo.

"¿Quién hace al mundo?", observa divertido Dave Gibbons. "Supongo que la gente que vive en él. Es cuestión de planificación, porque la gente no hace nada sin planificación. Pero al fin y al cabo, creo que la pura suerte y la casualidad son factores mucho más importantes de lo que pensamos. Están entremezclados con el tejido de la realidad. Da igual lo cuidadosamente que se planee algo o lo mucho que la gente quiera algo, eso no quiere decir que vaya a suceder. Creo que al final, hay que inclinarse ante las grandes fuerzas del universo".


De las viñetas a los planos
El objetivo de Snyder, y también el del equipo de cineastas que reunió a su alrededor, era crear una vivencia fiel a la sensación de la novela gráfica y que no se pareciera a nada que se hubiera llevado antes a la pantalla. "Hay una tremenda cantidad de espectáculo en esta película", dice el director. "Es esa mezcla de dura realidad emocional con el Doctor Manhattan en Marte en ese palacio gigante de cristal, flotando sobre el paisaje marciano, o el Doctor Manhattan de 70 metros de alto andando por las selvas de Vietnam. Va hacia atrás y hacia delante entre la acción y lo que esa acción significa para los personajes. Intentamos llevar la narrativa hasta el límite, y recalcar lo más posible su aspecto para dar vida de verdad al estilo de la novela gráfica".

Utilizando la novela gráfica y el guión como punto de partida, Snyder dibujó el guión gráfico de toda la película para explicar su punto de vista a todos los implicados en lo que iba a ser sin duda un proyecto épico.

El director artístico Alex McDowell explica: "Zack abría los cuadernos su guión gráfico, y aquello era ya revelador. Luego, en la página contraria, había escrito referencias sobre las imágenes y ampliaciones de las ideas contenidas en los dibujos. Así pues, contábamos con dos obras increíbles a las que nos referiríamos constantemente: la novela gráfica y la biblia de Zack".

Pero mientras que el paisaje visual de '300' se creó casi enteramente por ordenador, para esta película Snyder quería colocar a sus personajes en tierra firme. "Con 'Watchmen', los decorados son muy íntimos", observa. "Cuando empezamos a construir Nueva York, nos dimos cuenta de que los personajes iban a caminar por aquellas calles. Para eso, mejor construirlo todo entero. Así que terminamos teniendo unos 200 decorados en la película".

Pero la película contiene también vistas menos terrenales. "'Watchmen' es una historia descarnada y real, y sin embargo la cuarta parte de la película se desarrolla en Marte", continúa Snyder. "Y otras escenas suceden en la Antártida, en un refugio construido por un ex-superhéroe multimillonario. Así que hay también aspectos operacionales. Estoy interesado por naturaleza en esas grandes visiones temáticas de la realidad. Eso no quiere decir que Rorschach no camine por un mundo mugriento en la calle 42, sino que al mismo tiempo está ese palacio gigante en Marte. Hay máquinas voladoras, grandes dirigibles flotando sobre los rascacielos de Manhattan, y otras cosas que fuimos capaces de intercalar. Creo que ésa es parte de la fuerza de este enfoque visual".

Un escenario de los muchos creados para la película iba a ser completamente digital. El Palacio de Cristal del Doctor Manhattan en Marte. "El diseño es una combinación de física cuántica y relojería", comenta McDowell. "Hay montones de referencias a los relojes en 'Watchmen': el gran reloj de la cuenta atrás nuclear, el reloj de pulsera que lleva Osterman y que luego deja atrás, desencadenando la serie de acontecimientos que llevan a la creación del Doctor Manhattan. Así que existe una cierta sensación de que el Palacio de Cristal es un elaborado mecanismo de relojería que él crea como homenaje a su padre".

Con tantos escenarios como había que construir, incluida una ciudad entera, el paso siguiente, dice el productor Herbert W. Gains, era "averiguar dónde podíamos rodar esta película. A medida que Zack dibujaba el guión gráfico y yo empezaba a ver cada vez más su concepto, me di cuenta de que, incluso en las mejores circunstancias, cualquier localización se iba a quedar corta para lo que necesitábamos. Se hizo evidente que teníamos que controlar nuestro destino, teníamos que construir todo y crear los ambientes con muy poco trabajo de localización, que es básicamente lo que hicimos".

McDowell creó un gran diseño esquemático que incluía imágenes de la novela gráfica, dibujos de decorados y otras referencias para seguir la pista de los múltiples escenarios y personajes y de las líneas argumentales que les definen. Este esquema se convirtió en una valiosa herramienta para todos los miembros del equipo. "A medida que desarrollábamos el lenguaje de la producción, lo utilizábamos como una manera de proporcionar todas las indicaciones necesarias a todos los departamentos, desde la decoración y creación de escenarios y vestuario hasta los actores", explica. "Fue una parte realmente vital de nuestra planificación de la película".


La construcción del mundo de Watchmen
El rodaje se llevó a cabo en varias localizaciones en los alrededores de Vancouver, Canadá, y se construyeron una serie de decorados en cuatro escenarios de los estudios CMPP Studios (Canadian Motion Picture Park). Además, se construyó un nuevo pabellón entero en lo que antes era un vasto solar en las afueras de la ciudad. Allí, el equipo de McDowell creó de la nada la ciudad de Nueva York que los fans de 'Watchmen' van a reconocer, desde el Gunga Diner hasta el callejón de Rorschach pasando por el apartamento de lujo del Comediante.

"En 'Watchmen', hay muchas sub-tramas e hilos argumentales intercalados en las imaginería", observa McDowell. "Es muy, muy densa. Como director artístico, una de los objetivos es crear un entorno en el que el público pueda entrar y sumergirse completamente, y entonces tu trabajo se convierte en parte del proceso narrativo".

La producción utilizó sobre todo técnicos locales, bajo directores de departamento de ambos lados de la frontera. A todo el mundo se le facilitó una carpeta de material de base que incluía extensos recortes de prensa y entrevistas con los creadores, y la propia novela gráfica, la cual era una referencia constante. "Reunir un equipo técnico es tan importante como hacer el casting de la película", dice Gains. "A menudo teníamos actividad en los cuatro escenarios todos los días durante semanas, con diferentes unidades rodando y Zack yendo y viniendo. No era simplemente un trabajo, era una pasión. Todos sabíamos que estábamos trabajando en algo mágico".

Bajo la dirección de McDowell, el equipo comprimió la ciudad entera tal y como aparece en la novela y la concentró en tres calles que confluyen. La relativamente exclusiva zona de Brownstone Street incluía el apartamento de Dan Dreiberg y también el del primer Búho Nocturno, Hollis Mason, mientras que Blake Street albergaba el rascacielos donde está el apartamento del Comediante.

Blake Street se convirtió al final en la calle de la revuelta callejera, en donde aterriza la Nave Búho durante una escena que describe los Disturbios de Keene. La calle central, que confluye con la calle de los disturbios y con Brownstone y que representa la parte más cutre de la ciudad, se llamó Porno Street. Un ramal, llamado Callejón de la Pelea, se convirtió en el escenario de una gran secuencia de la pelea entre Dan y Laurie y la banda de malhechores.

Construido también en una intersección del pabellón estaba el Quiosco de Prensa, un elemento clave de la novela gráfica que contiene las historias superpuestas que se presentan en los capítulos de la novela-dentro-de-una-novela Historias del Carguero Negro. Snyder rodó esas secuencias específicamente para un contenido previsto para el futuro DVD.

"Una de las cosas estupendas de trabajar con Zack", dice McDowell, "es que estaba fanáticamente interesado por encontrar los huevos de Pascua escondidos en la novela y ponerlos en la película. En algunas películas, uno decide que ya ha profundizado bastante, y se pone a rodar. Pero Zack comparte mi interés obsesivo por el detalle sutil, así que fue muy divertido hacerlo".

En mitad de los decorados de Nueva York, el equipo de McDowell situó el bar Saigón, donde Edward Blake tiene una discusión con una antigua amante vietnamita, con unos exteriores completos y un espacio de rodaje de interiores de 15 metros de profundidad. "Creamos un pequeño trozo de Vietnam en el medio, con Brownstone Street en un lado y la Nueva York decrépita en el otro", apunta McDowell.

Uno de los escenarios preferidos de crear para el director artístico fue el bunker del presidente Nixon en NORAD, que se inspiró en parte en la Sala de Guerra de la película de Stanley Kubrick 'Doctor Strangelove'. Un miembro del equipo le añadió un toque extra de bella y afortunada casualidad a las secuencias rodadas en este escenario. El director de fotografía Larry Fong recuerda las conversaciones acerca de cómo deberían hacerse los mapas móviles y cambiantes de la Sala de Guerra. "Yo me inclinaba por unas proyecciones, otros pensaban que eran unos gráficos pintados con unas bombillas, y entonces el operario de iluminación dijo: '¡Anda, yo sé como hicieron eso! Era una proyección trasera'. Tuve que preguntarle: '¿Y cómo sabes tú eso?'. Y contestó: 'Porque estaba allí. Yo hacía la proyección desde atrás'. Era una locura. ¿Qué opciones había? Había mucha experiencia en ese equipo".

La producción también tomó el antiguo Hospital Riverview de Vancouver y lo convirtió en las instalaciones para pruebas nucleares de Gila Flats en donde Jon Osterman se transforma en el Doctor Manhattan.

En los estudios de sonido de CMPP, el equipo de McDowell construyó el decorado más grande de todos, Karnak, el refugio antártico de Adrian Veidt, en donde tiene lugar el clímax de la película. También crearon la lujosa oficina de Veidt en Veidt Enterprises con la forma de un decorado multi-usos que podía ser el interior de su oficina si se rodaba desde un ángulo, y el exterior de la misma si se rodaba desde otro.

También en esos escenarios se construyeron los interiores de los apartamentos de El Comediante y de Dan Dreiberg. El apartamento de El Comediante se componía de tres decorados: el decorado del salón, en donde Blake forcejea con su asesino, un alto decorado de plataforma con una ventana falsa para los elementos de los efectos visuales, y el decorado del dormitorio, con su armario y su compartimiento secreto en donde esconde su parafernalia de El Comediante. Además, CMPP proporcionó los decorados de pantalla verde para las secuencias de efectos visuales de la película.

Veidt vive en un entorno de materiales extravagantes, con una paleta de púrpura intenso y dorado, rodeado de objetos valiosísimos recopilados durante sus viajes. "Con el diseño del decorado hemos intentado mostrar lo que está haciendo Veidt Enterprises con respecto a líneas aéreas, juguetes y otros proyectos", dice McDowell. "Por toda su oficina se pueden ver los muñecos articulados de las Máscaras, así que se está aprovechando de sus amigos. También quisimos poner en los fondos algo de imaginería del perfume Nostalgia que había creado Veidt. Se convirtió en una de las formas de insinuar lo omnipresente que era su imperio en la cultura de 1.985".

"Los compañeros eran tan buenos que yo había llegado al punto de que sólo me faltaba ver aparecer un frasco de aspirinas marca Veidt, o un par de zapatos Veidt", dice Snyder riendo. McDowell confirma que "efectivamente, los zapatos aparecieron".

También un estudio de sonido de CMPP albergó el viejo túnel de metro que Dan Dreiberg convirtió en la Cámara del Búho. "El muro de ladrillo de Dan conduce, mediante un pasadizo secreto, a una vieja estación de metro abandonada. Creamos tres escenarios: el exterior del apartamento, construido en el espacio trasero, y en el escenario, el interior de la casa de Dan y la Cámara del Búho, que alberga a la Nave Búho", explica McDowell.

Arquímedes (o Archie), la Nave Búho del Búho Nocturno, una maravilla de la ingeniería que Dan antaño creó y utilizó para combatir la delincuencia, es uno de los elementos indelebles de Watchmen. McDowell reunió a un equipo de artesanos, empezando por el escultor y diseñador de barcos Jack Gavreau, para dar vida a Archie con todos sus detalles, desde las abolladuras del casco hasta los tubos de escape de las turbinas. "Todo el mundo, desde los escultores y pintores hasta los decoradores y utilleros, trabajaron en ese espacio tan diminuto", recuerda McDowell. "Pero resultó ser para nosotros uno de los decorados más gratificantes de la película. La idea con la Nave Búho era que la forma sigue a la función, así que todo está ahí porque tiene un propósito. En la Cámara del Búho, incorporamos también rozaduras y golpes en donde suponíamos que había chocado durante las pruebas de vuelo. Era muy importante que el público creyera que era una nave auténtica, así que está llena de roces y abolladuras".

La otra localización multi-usos utilizada por los productores fue un antiguo molino de papel llamado Domtar, que era lo bastante grande como para contener el laboratorio gubernamental y el apartamento del Doctor Manhattan. "Construimos el apartamento del Doctor Manhattan basándonos en la idea de que el Doctor vive en medio de toda esa industria espacial", describe McDowell. "Pero imaginamos que las autoridades del gobierno habían escogido a los mejores decoradores para diseñar un sofisticado espacio para vivir dentro del laboratorio, digno del hombre más importante del mundo".

En lo más álgido del rodaje, Dave Gibbons visitó el escenario, una experiencia que le pareció abrumadora. "Me quedé pasmado con el nivel de atención al detalle", asegura. "Se había pensado cuidadosamente hasta en los más pequeños rincones, incluso en cosas que yo había incluido en los dibujos sin prestarles mucha atención. Cuando uno saca cosas de su imaginación, se tiene la impresión de una imagen borrosa que luego se intenta interpretar. Aquello fue como ver esa imagen borrosa cristalizada en realidad".

Gibbons, que con anterioridad sólo había visto la Nave Búho en papel, vivió la experiencia única de explorar físicamente su creación. "Miré al modelo de tamaño natural de la Nave Búho, lo toqué, me metí dentro, moví algunos de los controles", dice maravillado. Fue realmente fantástico, para alguien que vive gran parte del tiempo en su imaginación, ver a estas cosas hacerse sólidas del mundo real. Fue una de las experiencia más emocionantes que he vivido en relación con los cómics".

Snyder admite que estaba tan nervioso como todo el mundo ante la visita de Gibbons al decorado. "Cuando llegó Dave, todos teníamos un poco de miedo, pero a la vez estábamos emocionados. Nos encantaba el libro, nos encantaban las imágenes, y nos preocupamos por darles vida tan fielmente como fuera posible, y por hacerlo de manera respetuosa. Se puede enseñar el decorado a un fan y que éste diga: 'La Nave Búho es horrorosa', pero es muy diferente que el creador lo vea y diga 'Vaya, chicos, os ha gustado de verdad, ¿no?'. Eso era lo que queríamos. Fue francamente genial".

El reparto se sintió igualmente inspirado por el mundo dentro de otro mundo en el que vivieron durante unos meses de invierno en Vancouver. Jeffrey Dean Morgan afirma: 'Los detalles eran simplemente asombrosos por su calidad, hasta los detalles más pequeños. Nunca en mi vida he formado parte de algo como esto. Cada día que venía a rodar me quedaba alucinado con su escala, con el trabajo que ponía en ello tanta gente. La novela cobró vida literalmente".

Uno de los elementos más subversivos de la novela, que McDowell quería incluir en la película, era "la transformación de la paleta convencional de colores primarios de los cómics en otra de colores secundarios. Convirtió inmediatamente a la serie de Watchmen en un conjunto increíblemente chocante. La gente nunca antes había visto esos colores en este medio. Watchmen tenía fantásticas decisiones por doquier, desde la cara de smiley de la cubierta a todo lo demás, así que eso era clave para nosotros".

Lo que no funcionaría en la película serían las líneas claras de una novela gráfica. "Para sumergir a estos personajes en el mundo real, las líneas claras no funcionaban", dice el director artístico. "Pero descubrimos que si adoptábamos un estilo más crudo y con más textura, y después le añadíamos la fuerte paleta secundaria de la novela gráfica, se convertía en una forma de encontrar un lenguaje común de estilización".


Fabricando las máscaras
El uso de la paleta de colores de la novela gráfica se extendió también al diseño de vestuario. "Queríamos ser muy respetuosos con el material de base, así que eso influyó mucho en nuestra elección de los colores", apunta el diseñador del vestuario Michael Wilkinson. "Utilizamos muchos naranjas, verdes, púrpuras y marrones… los sombríos tonos secundarios que se van oscureciendo a medida que la historia avanza".

Con la novela abarcando varias décadas (desde 1.938 hasta 1.985), y con mucho salto adelante y atrás entre las épocas, era crucial elegir un vestuario que fuera apropiado para cada época, para dejar claro en qué época se desarrolla la escena. El equipo de diseñadores se decidió por "prendas arquetípicas que resumieran realmente cada década y le dieran una sensación de autenticidad de época a la película", dice Wilkinson. Aunque pueda parecer una obviedad, la tarea no lo era en absoluto, sobre todo teniendo en cuenta que a veces había más de 300 extras en una escena. "Hay una multitud de uniformes en la película, desde soldados y marineros de la Segunda Guerra Mundial a policías de Nueva York pasando por uniformes de Vietnam de ambos bandos, y todos tenían que estar meticulosamente bien documentados. Y además de eso, teníamos camareras de restaurante, cocineros de la cárcel, guardias de seguridad, hippies protestando en los 60, soldados soviéticos, astronautas y muchas más cosas. Calculo que debía haber unas 150.000 prendas en nuestro almacén. Teníamos un catálogo de 600 páginas, hasta el último pendiente, y eso es mucho para darle vueltas en mi cabeza".

Los vestidos de los personajes clave, al igual que sus entornos, tendrían que ser cuidadosamente diseñados, sobre todo sus disfraces para combatir la delincuencia. Wilkinson trabajó con la empresa de trajes especiales Quantum FX para crear representaciones de cuerpo entero de todos los personajes principales, sobre los cuales esculpieron entonces los detalles de cada disfraz en arcilla. "Entonces podíamos coger esos moldes y hacerlos de espuma de látex, para obtener un físico estilizado, sin arrugas y con bonitos detalles esculpidos, que a la vez fuera flexible y transpirable para los actores", dice.

Para el disfraz de Búho de Dreiberg, Wilkinson y su equipo investigaron la tecnología aeroespacial de los años 70 para imitar el conocimiento de Dreiberg sobre las aves y la aeronáutica. "Le echamos un vistazo a la tecnología interesante estilo NASA, cosas como cremalleras a la vista, y respiraderos de aire que podrían ayudarles a moverse por los aires de una manera más suave", afirma el diseñador de vestuario. "Al mismo tiempo, Zack quería que Búho Nocturno diese un poco de miedo, así que era importante que ponerse el disfraz tuviera una cualidad energizante. Le ayuda a Dan a acceder a una parte de su personalidad que es diferente a su habitual carácter tímido y retraído".

La yuxtaposición de la personalidad cotidiana frente al vigilante enmascarado es también muy dinámica en el personaje de Espectro de Seda. Sally Júpiter había creado un disfraz muy sexy para su hija adolescente, un vestido amarillo y negro sólo ligeramente más púdico que lo que había sido el disfraz de Sally. Wilkinson adaptó el vestido de Laurie y lo convirtió en un ceñido traje de látex. "Queríamos mantener intacto el espíritu de la novela gráfica, Espectro de Seda aparece con los mismos colores y tiene la misma silueta gráfica que su disfraz en el libro", explica Wilkinson. "Pero lo hicimos en látex porque nos gustó la idea de esa versión extrema e hiper-sexualizada de su personaje. Se yuxtapone muy armoniosamente con el aspecto cotidiano de Laurie, que es muy ajustado, entallado y preciso, que quiere ser tomado en serio. Nos encantó explorar ambas partes de su personalidad".

En contraste con los disfraces característicamente extremos de la mayoría de las Máscaras está la vestimenta, casi no descrita, de Rorschach: una sencilla gabardina. "Cuando se lee acerca de los personajes en la novela gráfica, él tiene un aspecto muy gris y deprimente en la vida", observa Wilkinson. "Es muy misántropo. Sólo quiere hacer un poco de justicia en este mundo. En cuanto a su disfraz, produce la sensación de que dejó de preocuparse por su aspecto hace mucho tiempo. Lleva esta vestimenta, no para provocar una impresión especial, es simplemente lo que lleva puesto. Lo guarda en un cubo de basura. Tiene costras de años de mugre y de porquería incrustada. Toda la letanía de su pasado se puede leer en su gabardina".


La transformación de las máscaras
No obstante, Rorschach tiene el atributo más sorprendente de todos los superhéroes disfrazados: su máscara de manchas de tinta cambiantes. "La evolución de la máscara de Rorschach fue larga y compleja", remarca Wilkinson. "Desarrollamos un proceso de impresión sobre una fantástica fibra de licra que nos permitía crear una textura áspera, como de lienzo, pero que a la vez tenía una cualidad flexible, y así pudimos conseguir esa silueta lisa y como de huevo. Y luego el equipo de efectos especiales creó esas bonitas manchas de tinta cambiantes sobre el tejido. Fue una magnífica colaboración entre efectos especiales y vestuario".

Para completar el efecto de la máscara de manchas de tinta en perpetuo movimiento (a la que Rorschach llama 'su cara'), la licra se llenó de marcadores de captación del movimiento. "Estaba forrada de puntos de seguimiento, excepto para mis ojos", dice Haley, que apodó a su máscara 'la media'. "Incluso aunque los ojos de Rorschach no sean visibles bajo la máscara, yo podía ver lo que estaba haciendo. Así que el material y los borrones se movían, era absolutamente impresionante".

"Era impresionante ver cómo Jackie conseguía transmitir tanta emoción a través de este medio", comenta Deborah Snyder. "Las pautas se diseñaban como un reflejo de su interpretación, y fue asombrosa la cantidad de complejidad que Jackie aportó a Rorschach mediante su voz y su cuerpo… cómo la máscara se convirtió en parte de él".

El equipo de efectos especiales, bajo la supervisión de John "DJ" DesJardin, animó a distintas velocidades las transiciones entre las diferentes formas, de acuerdo a lo que Snyder quisiera para una escena dada. "Intentamos modelar sus expresiones según las que Dave Gibbons dibujó para la novela gráfica", revela DesJardin. "Las manchas de tinta no son simplemente en blanco y negro, los bordes son grises y están animados de forma que hace que parezca que la tinta sale del tejido y se vuelve a hundir en él".

Snyder y DesJardin desarrollaron una colaboración natural para garantizar que el tono de los efectos visuales se ajustara a la idea que el director estaba creando en los escenarios para rodar. "Los efectos visuales son un socio en la película", dice Snyder. "Ya fuera para ampliar escenarios reales o insertar dirigibles flotando sobre los rascacielos, o realizar la máscara de Rorschach o el cuerpo del Doctor Manhattan, todas esas cosas tenían que pasar por sus manos. Y DJ realizó un trabajo asombroso al darle a este gigantesco proyecto un enfoque muy personal y centrado plano a plano".

Más allá de los efectos especiales, encarnar al Doctor Manhattan dependía principalmente del actor que le interpretase. "El doctor Manhattan fue el mayor reto para nosotros", dice Deborah Snyder, "porque teníamos que imaginarnos cómo crear e ese dios en la tierra que resplandece con una luz azulada, que puede hacerse de 30 metros de alto, y luego volver a encogerse hasta el tamaño humano. Al mismo tiempo, había una persona de verdad interpretando al Doctor Manhattan, mediante el sistema de captación del movimiento. Hace falta un actor muy disciplinado para sacar eso adelante, y Billy hizo un trabajo magnífico".

La interpretación de Billy Crudup le aportaría al personaje un anclaje tanto físico como emocional. Observa Levin:"El Doctor Manhattan es un personaje asombroso y fascinante, y sin embargo nunca sentí la misma conexión emocional con el personaje del libro que la que sentí viendo a Billy interpretarlo. Era profundamente conmovedor. Hay muchos momentos en la película en los que el material sumado a la interpretación de los actores produjo la clase de alquimia que únicamente los grandes actores son capaces de conjurar al dar vida a un personaje".

Además de su personificación física, el Doctor Manhattan tiene un efecto sobre el entorno a su alrededor: un resplandor azulado que emana de su cuerpo. "Cuando leí la novela gráfica, el Doctor Manhattan fue el único elemento que me hizo pensar: '¿Cómo vamos a hacer esto?'", recuerda el director de fotografía Larry Fong.

Juntos, DesJardin y Fong encontraron una solución creativa. "Al final hicimos un traje que llevaba todos los marcadores de seguimiento que necesitábamos para la captación de movimientos, pero también miles de bombillitas que emitían esa difusa luz azulada tan bonita", explica DesJardin. "La idea de Zack era que cuando Jon Osterman se volviera a estructurar, hiciera esa forma ideal de cuerpo masculino para encarnarle. Así que, a la vez que manteníamos la cara de Billy y nos ajustábamos a su interpretación, creamos un personaje mediante gráficos de ordenador con un cuerpo poderoso, ultra-definido y perfeccionado".

No obstante, otros miembros del reparto no podían apoyarse en los efectos visuales para alterar su aspecto físico ni para prepararse para las intensas secuencias de acción de la película. En lugar de eso, cada uno comenzó un programa de entrenamiento individualizado bajo la guía del veterano coordinador de especialistas Damon Caro y de su equipo.

"Observamos a cada uno de los personajes para determinar qué es lo que haría falta para cada una de sus escenas de lucha, y todos los actores pusieron mucha energía y entusiasmo", dice Caro, que también trabajó con Snyder en '300'.

Malin Akerman nunca había practicado ninguna clase de lucha, así que, según cuenta Caro, "le pusimos una serie de ejercicios y fue muy rápida en aprenderlo todo". La actriz trabajó también en estrecha colaboración con su doble, Bridgett Riley, cuya formación es en kickboxing y boxeo femenino.

"Bridget me hacía entrenar duro, pero me encantaba", afirma Akerman, quien admite: "Después de la primera semana de entrenamiento, yo pensaba: '¿En qué me he metido?'. Pero luego se hizo más fácil y fue una experiencia asombrosa aprender toda la coreografía de la lucha. Sacó a la luz una parte de mí que no sabía que existía", dice sonriendo, "y por supuesto me ayudó a meterme más en el personaje".

Para Rorschach, cuya estatura no denota su fuerza, Caro explica: "De entrada pensamos que, puesto que Rorschach lleva una máscara, lo más fácil sería doblarle. Pero resultó que Jackie estaba muy concienciado de hacerlo. Vi sus movimientos y su destreza en artes marciales, y era impresionante. Terminamos utilizándole mucho".

Haley añade: "He entrenado durante mucho tiempo, haciendo diferentes cosas para mantenerme en forma. Cuando conseguí este papel, empecé un nuevo régimen para aumentar la masa muscular y también empecé a tener en cuenta la manera correcta de comer. Se trataba únicamente de un entrenamiento básico, y conseguí unos resultados increíbles".

Al contrario que su compañero, Patrick Wilson, como Dan Dreiberg, alias Búho Nocturno, tenía que tener un aspecto alternativamente educado y amenazador. El actor ganó ciertamente una buena cantidad de peso para reflejar la contradicción entre sus alter egos. "Estaba en un sitio diferente del de los otros porque necesitaba estar en forma para hacer toda esa lucha, pero tuve que engordar 6 ó 7 kilos para hacer el papel, siempre estaba la cuestión del peso de Dan. Yo soy corredor, pero tuve que dejar de hacer ejercicios de cardio. En vez de eso, hice pesas y más entrenamiento de fuerza porque necesitaba que Dan fuera grande pero un poco blando".

El productor ejecutivo Herbert Gains subraya: "Sometimos a los actores a un entrenamiento físico, a maquillajes de envejecimiento, pelucas, prótesis, trajes abultados e incómodos… todo el mundo tenía una gran cantidad de presión y todo el mundo cumplió".

Aparte del reparto, la combinación de intensas secuencias de acción y efectos digitales, realizados de manera tan estilizada, demandaba cosas concretas de Larry Fong y del responsable del montaje William Hoy. "Yo intentaba obtener mis indicaciones partiendo de la forma en que Zack quería aplicar su estilo visual a la película, desde la complicada secuencia de los títulos de crédito en adelante", dice Fong. "Los planos que quería estaban detallados con mucha precisión, son muy concretos, si se mira el guión gráfico".

"El concepto de simetría juega un importante papel en la novela gráfica, y Zack asumió ese enfoque al componer los planos", comenta Deborah Snyder. "La mejor forma de hacer eso era con una sola cámara. No hay mucha SteadiCam. La acción se desarrolla dentro de los planos como en las viñetas de un cómic. Es algo en lo que pensamos mucho y en lo que colaboramos estrechamente para poder conseguirlo".

Cada plano estaba muy controlado. "Había algunas viñetas icónicas a las que queríamos ser fieles que remiten a la novela gráfica", dice Hoy. "Esas son las imágenes que uno quiere que prendan en la imaginación de los espectadores, pero sin que interfieran en lo que está pasando emocionalmente entre los personajes".

Además de los personajes, que son tan conocidos de los aficionados de Watchmen, la película tiene imágenes de alguna gente famosa de la época. Un equipo de diseñadores de maquillaje especial, dirigidos por Greg Cannon, creó prótesis faciales para dar vida a los muchos famosos que eran parte fundamental de sus épocas respectivas, incluidos los presidentes Kennedy y Nixon, y versiones más jóvenes de Mick Jagger, David Bowie, Annie Leibowitz y los Village People.

La música también juega un papel importante para determinar la época de la historia. Snyder afirma: "La música es realmente importante para mí, porque no sólo nos sitúa en una época, también tiene la capacidad de evocar un flujo de imágenes y emociones".

'Watchmen' cuenta con una recopilación de canciones de artistas tan legendarios como Nat "King" Cole, Billie Holiday, Simon & Garfunkel, Jimi Hendrix y Janis Joplin. Además, el grupo My Chemical Romance interpreta una versión de la canción 'Desolation Row' de Bob Dylan. La banda sonora de la película es del compositor Tyler Bates.

Snyder afirma: "Es una historia con parecidos a la que todos conocemos. Los grandes sucesos (los sonidos y las vistas) son básicamente los mismos. Son los detalles los que son diferentes".

"Todos los diferentes elementos de la película la hacían enormemente complicada desde el punto de vista logístico, y una empresa colosal en general. Tengo que elogiar a Zack, que se lo echó todo sobre sus espaldas y nunca aparentó estar fatigado", dice el productor Lloyd Levin. "Sabe lo importante que es Watchmen para mucha gente. Pero lo asumió total y completamente, sin ningún temor".

El productor Lawrence Gordon está de acuerdo, y añade: "Quizás igual de impresionante que su emocionante concepto de la película fue la capacidad de Zack de seguir siendo un tipo simpático durante toda su realización. Y ahora que la película está terminada, puedo decir que mereció la pena la espera".

Deborah Snyder afirma que todas las personas involucradas aportaron una pasión y una entrega incomparables a su trabajo para llevar Watchmen a la gran pantalla. "Watchmen no es importante sólo para los aficionados a los cómics, sino que tiene una gran relevancia como obra literaria. Esperamos que cualquiera que vea la película pueda descubrir o redescubrir la novela gráfica, porque tiene muchas más cosas que las que pudimos llevar a la pantalla".

Zack Snyder reflexiona: "Watchmen es un hito tan grande que fue un privilegio dirigir esta película. Deborah y yo lo pasamos muy bien trabajando con todos los responsable de hacer que finalmente sucediera. Para mí, el por qué de esta película son todas las pequeñas cuestiones morales que conducen a una gran cuestión moral, y esa pregunta en realidad no tiene respuesta. El final de la película va a suscitar polémica. Espero que la gente salga de verla pensando en por qué lado de la cuestión se decantarían. La novela gráfica hace que uno se cuestione quién es bueno y quién es malo, y espero que la película haga lo mismo".

"¿Qué es lo que hace que lo que alguien hace le convierta en un héroe, incluso en relación con el mundo real? Esas cuestiones no están siempre tan claras ni son tan fáciles como en las películas. Creo que al final 'Watchmen' intenta ponerlo realmente difícil, y creo que es así como tiene que ser".


La banda sonora
Accede a la información sobre la banda sonora Watchmen BSO.