Mélanie, una niña de diez años, muestra un gran talento con el piano y toma clases particulares para preparar su ingreso en el conservatorio. Pero cuando llega el examen no logra pasarlo, porque pierde la concentración ante la falta de atención de la presidenta del jurado, una célebre pianista. Profundamente decepcionada, Mélanie abandona sus clases de piano.
Diez años más tarde, mientras hace unas prácticas en el bufete del señor Fouchécourt, el marido de la mujer que, indudablemente, ha cambiado su vida, Mélanie, que se destaca por su precisión y su abnegación en el trabajo, va a la casa de los Fouchécourt para ocuparse de su hijo durante unos días de vacaciones.
El reencuentro con la señora Fouchécourt discurre maravillosamente, porque Mélanie muestra muy pronto su formación musical y se convierte en su pasapáginas.