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Alvin y las ardillas cartel reducidoAlvin y las ardillas(Alvin and the Chipmunks)
Dirigida por Tim Hill
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La película está interpretada por Jason Lee (Me Llamo Earl) en el papel de Dave Seville; por David Cross (Arrested Development"; por Cameron Richardson; por Justin Long (Cuestión de Pelotas, La Jungla 4.0), que pone voz a Alvin, Simon y Theodore; por Matthew Gray Gubler (Mentes Criminales, R.V.) y por el actor Jesse McCartney. Tim Hill, que empuñó el timón de Garfield 2, dirige la película basada en un guión original del veterano de "Los Simpson" Jon Vitti, y de Will McRobb y Chris Viscardi (The Tale of Despereaux). Los productores son Ross Bagdasarian, Jr., hijo del creador de Alvin y las Ardillas Ross Bagdasarian, y Janice Karman.

Según afirma el productor Ross Bagdasarian, Jr., un largometraje de Alvin y las ardillas producido por un gran estudio ha sido un objetivo perseguido durante mucho tiempo. "[La productora] Janice [Karman] y yo hemos estamos pensando en rodar una película con las Ardillas durante más de diez años, y una de las cosas verdaderamente importantes para nosotros era realizar una película con la que pudieran disfrutar tres generaciones de admiradores de las Ardillas". Así lo explica: "Hagamos lo que hagamos con Las Ardillas, siempre tratamos de que siga siendo nuevo. Y pensamos que resultaría divertido colocar a las ardillas en un mundo de acción real y, a continuación, reinventar el aspecto de los personajes para hacer que resulten creíbles en ese ambiente".

"Queríamos asegurarnos de que las Ardillas conservaran la esencia de los personajes a cuyo lado la gente se fue haciendo mayor", añade Karman. "De modo que uno puede mirar a Alvin y, aunque ahora es una imagen tridimensional creada por un ordenador, el espíritu de la creación original permanece ahí".

Bajo los atentos ojos de los dos productores, la "Ardilla interior" de estas adoradas figuras – la naturaleza traviesa pero bienintencionada de Alvin, el sesudo intelecto de Simon y el adorable encanto de Theodore – permanece intacta en todas ellas.

Karman amplía detalles: "Ross y yo nunca tratamos a Las Ardillas como si fueran dibujos animados. Tenían verdaderas emociones. Aunque Alvin tuviera mucho desparpajo, era importante que también resultara vulnerable. Simon es el más mayor y, como Las Ardillas no tienen padres, Simon es el adulto que cuida al niño, Theodore, y trata de suavizar al impetuoso Alvin."

Como señala el director Tim Hill, la Ardillas han sufrido algunos cambios estilísticos importantes, así como una cierta actualización de su actitud, para su debut en la gran pantalla. "Éstas no son las Ardillas que conoció tu padre", dice Hill riéndose. "Tienen un tono y una actitud contemporáneos, y su aspecto y sus movimientos son muy diferentes a los de las anteriores versiones de los personajes. Son luchadores y divertidos, cantan y bailan. Son unas superestrellas del pop…con pelaje".

Además, los realizadores elevan la carga emocional de Alvin, Simon, Theodore y Dave. "Queríamos contar un relato reconfortante acerca de la formación de una nueva familia", explica Hill. "Dave, a pesar de las dudas que tiene sobre sí mismo y sus nuevos pupilos, llega a querer a Alvin, Simon y Theodore."


Tres ardillas se ponen como locas
Al comenzar el relato, conocemos a las tres ardillas, Alvin, Simon y Theodore, que contemplan cómo su hogar es talado por una empresa de árboles de Navidad. Con los ocupantes todavía en su interior, el árbol es enviado al vestíbulo de la prestigiosa Jett Records, empresa capitaneada por un hábil y maquinador ejecutivo discográfico llamado Ian Hawk (David Cross), y situada en el centro de Los Ángeles. Ian es un antiguo compañero de residencia universitaria de Dave Seville (Jason Lee), un músico y letrista al que la suerte le ha vuelto la espalda pero que nunca ha perdido la esperanza de labrarse una exitosa carrera con sus estrafalarias sensibilidades musicales.

Cuando Dave acude a Jett Records para arreglar una nueva canción para Ian, se ve groseramente expulsado de la oficina y puesto de patitas en la calle. Cogiendo una cesta de magdalenas a modo de consuelo, deambula junto al árbol de Navidad que está siendo instalado en el vestíbulo. Las Ardillas, que huelen las sabrosas magdalenas, saltan a la cesta sin que Dave lo sepa; éste, sin percatarse, se las lleva a su apartamento donde las Ardillas se instalan muy cómodamente y en secreto.

Antes de lo que tarda en decirse, "¡¡¡Alvinnnnn!!!" las Ardillas se despendolan, convirtiendo sus nuevas estancias de alquiler en una región devastada. Las (literalmente) demoledoras gracias de los nuevos inquilinos incluyen almacenar gofres para la tostadora bajo la moqueta (los guardan para el invierno, según explican las Ardillas), y dejar esparcidos unos objetos misteriosos, redondos y oscuros (Simon insiste en que son… pasas). Horrorizado por lo que los animalitos han hecho con su apartamento, Dave se queda aún más estupefacto cuando descubre que los roedores no sólo saben hablar, sino que además cantan.

A pesar de sus recelos acerca de sus nuevos inquilinos, Dave aprovecha la oportunidad de unir sus habilidades de compositor con los singulares talentos de las Ardillas. Su primera colaboración, "La Canción de las Ardillas (Navidad, No Te Retrases)" se transforma en una sensación de la noche a la mañana, lanzando a las Ardillas al superestrellato. Éstas disfrutan como nunca con los "extras" que siguen al éxito: fiestas de lanzamiento de álbumes, cochazos, los flashes de las cámaras, los admiradores y las entrevistas con la prensa.

Al mismo tiempo, Alvin, Simon y Theodore deciden hacer de cupidos, intentando frenéticamente organizar una escena romántica para un reencuentro entre Dave y su antigua novia, Claire (Cameron Richardson). Para consternación y bochorno de Dave, sus amigos demuestran ser mejores cantantes que casamenteros.

Pero los problemas de Dave van mucho más allá de las oportunidades perdidas para un idilio. La codicia de Ian y la dificultad que a Dave le supone adquirir un compromiso, crean una escisión entre éste y sus adorables amigos roedores. Alvin, Simon y Theodore se aventuran al mundo exterior una vez más y aterrizan de lleno en el corrupto paisaje de la música pop global, que Ian domina. Mientras que éste los empuja más allá de lo que pueden soportar, los cantantes comienzan a comprender el verdadero significado de palabras como lealtad, familia y amistad. Pero, ¿será demasiado tarde para que escapen de las garras de Ian y encuentren la forma de volver al lado de Dave?


Reiniciando a las ardillas: el guión
Los productores y el estudio dirigieron su mirada al guionista Jon Vitti para que ideara el argumento de Alvin y las ardillas. Bagdasarian y Karman querían que el guión fuera verdaderamente agudo y, como admiradores de la obra de Vitti, esperaron ocho meses hasta que Jon estuvo disponible. Vitti, que tiene a sus espaldas un largo periodo como guionista y productor en "Los Simpson" y que era uno de los guionistas superestrellas del gran éxito de "Los Simpson" en la gran pantalla, se entusiasmó con la oportunidad de contribuir a dar vida a una nueva encarnación de los adorados personajes. "[Escribir la película] sabía que iba a resultar muy divertido, y que el posible atractivo de la película se extendería a todos los públicos", observa. "Es una premisa intemporal, aunque disparatada, y con mucha ternura: un personaje paternal con tres ardillas parlanchinas y cantarinas que, efectivamente, acaban siendo sus hijos".

Vitti tomó nota de las reacciones de quienes supieron que estaba escribiendo el argumento y colaborando en la realización del guión de una nueva repetición en la gran pantalla de Alvin y las ardillas. "Resultaba auténticamente divertido ver cuánto se emocionaba la gente incluso con la mera idea de una nueva película [de las Ardillas]. A los personajes se les recuerda con afecto y al público le encantan las canciones"

El equipo de guionistas compuesto por Will McRobb y Chris Viscardi también realizó importantes aportaciones a la versión final del guión, incluida una gran secuencia de un concierto en el tercer acto en la que las Ardillas actúan en un escenario delante de miles de incondicionales, mientras que Dave busca la forma de liberarles de las garras del implacable productor musical, Ian. "Es una gran escena, el clímax de la película, y resultó muy divertido escribirla", comenta McRobb. "Pero realmente no acabó de encajar hasta que el lugar de filmación estuvo listo".

El lugar al que se refiere es el Orpheum Theatre de Los Ángeles, uno de los edificios históricos más venerables de la ciudad. Todo el mundo, desde una juvenil

Judy Garland hasta una reciente cosecha de ídolos norteamericanos, ha actuado en el renombrado local – que ahora puede incorporar a Alvin, Simon y Theodore a su lista de honor de lumbreras.

McRobb y Viscardi se tomaron muy en serio la responsabilidad de actualizar Alvin y las ardillas para una nueva generación de admiradores. "Prácticamente todo habitante del planeta conoce ‘La Canción de las Ardillas’", afirma Viscardi. "Los personajes y su música son partes sagradas de nuestra cultura pop, y queríamos ser muy cuidadosos en la forma como tratáramos esa realidad".

Con todo, esa responsabilidad fue acompañada de mucha diversión con el tema de las Ardillas. "Cuando trabajábamos en el guión, hubo momentos en que sentíamos como si estuviéramos participando en algo auténticamente fantástico; por ejemplo, cuando yo estaba escribiendo las palabras, Oo-ee-oo-ah-ah – e intentaba imaginar cómo se deletreaban", recuerda McRobb entre risas.


Dando guerra: un reparto invadido por las ardillas
El antiguo adagio del mundo del espectáculo que sentencia: "Nunca trabajes con niños ni con animales" adquirió un nuevo significado para los componentes del reparto de la película – ¡que tuvieron que trabajar con unos animales [las Ardillas] que son niños! Felizmente para todos los afectados, el elenco bípedo de la película se llevó a las mil maravillas con sus homólogos cuadrúpedos (creados por ordenador).

Pero el proceso del reparto de papeles no fue sencillo. El director Tim Hill observa que el personaje de Dave Seville exige una rara combinación de habilidades cómicas, carisma y simpatía, "todo lo cual fue aportado al proyecto por Jason Lee". Añade Bagdasarian que "era importante encontrar a un actor que tuviera un atractivo de tal clase que cuando bramara [el grito característico de Dave] ‘¡¡¡ALVIN!!!’, uno siguiera siendo capaz de desearle suerte. Fuimos afortunados consiguiendo a Jason porque él tiene ese tipo de encanto y atractivo".

Además de su talento cómico, Lee mostró su habilidad interactuando con sus tres coprotagonistas, que, naturalmente, no estaban allí. "Se necesita más que una buena línea de visión para hacernos creer que Alvin, Simon y Theodore están ahí, al lado de Jason; lo que hace que resulte real son sus actos y su concentración", prosigue Bagdasarian. "Y la complicación de la tarea de Jason se multiplicó por tres porque estaba actuando frente a un trío – a quienes rara vez se ve juntos. Siempre tenía que tener en mente qué Ardilla estaba hablando y desde dónde".

"Jason parecía inusitadamente cómodo actuando enfrente de nada", dice Tim Hill manifestando su acuerdo. "Y David Cross tenía un fantástico sentido que le permitía rodar una toma después de otra".

"Tener que recordar por dónde andaban brincando las Ardillas y en qué orden lo hacían era lo más difícil", añade Lee. "Alvin va por ese lado; Simon, por este otro; Theodore se queda donde está…espera; está ahí arriba… ¡y ahora allá!". Dice Lee entre risas, gesticulando para ilustrar su argumento.

"Actuar enfrente de nada resulta a veces difícil debido a los detalles técnicos inherentes", afirma David Cross. "En ocasiones una mera mota de polvo hacía que mis ojos fueran presa de la confusión y tenía que realizar otra toma".

Lee y Cross ya tenían sus papeles cuando los coguionistas McRobb y Viscardi se incorporaron al proyecto – con gran alegría de los escribidores. "Se nos quitó un gran peso de encima cuando supimos que Jason Lee y David Cross recitarían lo que escribiéramos", afirma McRobb. El dúo de guionistas también observa que la asignación a Cross del papel de Ian, el infame ejecutivo de la discográfica, aportó otra dimensión al personaje. Viscardi explica que "David no tiene el aspecto del malo habitual, y con eso nos divertimos mucho. En anteriores borradores del guión, Ian tenía más del estereotípico ejecutivo musical con mucha labia. David sacó a la luz al ganso que se oculta dentro del personaje, de modo que su Ian es un tipo que trata de ser algo que no es, adoptando las expresiones afectadas de alguien que es poderoso y está en la onda. Pero por dentro… sigue siendo un ganso".

El personaje de la ex novia, y quién sabe si futura novia, de Dave, Claire, proporciona otra dimensión al atribulado compositor. "Dave tiene una historia cómicamente dificultosa con las mujeres; es otro aspecto de su incapacidad para mantener el orden en su vida", dice Cameron Richardson. "Creo que la relación entre ambos da al argumento un atractivo añadido para los adultos. Dave tiene que aprender a crecer y su trato con Claire forma parte del proceso".

Tres actores solicitados – Justin Long, de Cuestión de Pelotas; Matthew Gray Gubler, de Mentes Criminales, y el actor y cantante Jesse McCartney – se incorporaron al proyecto en la fase de postproducción para ponerles voz, respectivamente, a Alvin, Simon y Theodore. Los productores Ross Bagdasarian, Jr. y Janice Karman quedaron encantados con el trabajo de los tres intérpretes – lo que no es pequeña hazaña teniendo en cuenta que el padre de Bagdasarian, Ross, Sr., prestó su voz a los tres papeles antes de su prematuro fallecimiento, y que Bagdasarian y Karman han hecho lo propio los últimos treinta años. "Justin, Matthew y Jesse resultaron todos ellos divertidos e inteligentes, a la vez que transmitían el alma crítica de los personajes", afirma un agradecido Bagdasarian.