Quincena de Realizadores - 60º Festival Internacional de Cine de Cannes

Primer largometraje de Pedro Aguilera, en el que ejerce de guionista, director y co-productor, en colaboración con Alokatu, Mantarraya Producciones y Carlos Reygadas con su productora Nodream Cinema. Esta protagonizada por Paloma Morales Aguado y los niños Jimena Jiménez y Romeo Manzanedo.

Coproducción hispano-mexicana, Pedro Aguilera-MALDOROR y Alokatu (España) y Mantarraya Producciones y Carlos Reygadas-Nodream Cinema (México).

Memoria
Todo el proyecto comenzó al entrar en contacto con la obra fotográfica del artista español David Nebreda (Madrid, 1952). Nebreda padece una esquizofrenia paranoide desde la adolescencia, enfermedad que supone el centro y el conflicto de toda su obra. A sus fotos, de enorme calidad y belleza, se las califica de brutales, atroces e insoportables, pues todas ellas suponen un recorrido por las profundidades de la dolencia y sus consecuencias. Diversas razones, biográficas y clínicas algunas, y otras relacionadas propiamente con la intensidad y dureza de sus imágenes, han sido las causas de que su obra sea poco conocida en España. Para Nebreda su trabajo es su vida y se construye como un ejercicio de autoanalisis o autodiagnóstico que el mismo ha insistido siempre en que se vea como un "registro documental de un proyecto de regeneración". A través de su obra expone la evolución de su patología e investiga en los origenes del mismo dolor, quemando, cortando o lacerando por todo tipo de procedimientos su propio cuerpo y mostrándonos sus heridas.

Más allá de lo verdaderas e impactantes que son sus imágenes me interesó en Nebreda la idea de documentar la historia de una decadencia y de cómo esa idea tiene una relacion directa con el día a día de nuestra cultura occidental, pues nosotros, a través de los medios de comunicación, podemos asistir cotidianamente a la destrucción de nuestro mundo. Lo más preocupante de la cuestión es la pasividad contemplativa con la que nos enfrentamos a esa verdad ineludible. La propia vida supone un registro hacia la muerte, un inevitable tránsito hacia otro estado material y espiritual. Quise enfrentarme a este concepto sin ningún tipo de pesimismo y observarlo como un proceso natural y bello incluso.

"La Influencia" supone un recorrido documental por la historia de una decadencia, la decadencia de una mujer. Alguien que ha perdido la ilusión y la necesidad de vivir, que no impide que los más simples problemas de la vida descompongan su mundo con facilidad. No opone ninguna resistencia a la influencia exterior pues está cansada de esperar y sentir. Su recorrido no tiene otra dirección que la muerte, pero una muerte vista más como una liberación que como el fin de algo bello. El gran impedimento a ese recorrido, la fuerza que se opone a esos deseos de desintegrarse, son sus hijos, que obviamente están realizando el recorrido inverso, pues su viaje es el de la vida.

La película fue filmada en Super 16mm y después hinchada a 35mm. El utilizar este formato afecta a las texturas y a los colores, dándole un aspecto parecido a la calidad de las películas de los años setenta que apoyan la sensación de decadencia que estabamos buscando. La cámara no se mueve apenas, para registrar con fría paciencia la lenta descomposición de todo un mundo. Practicamente toda la película se rodó en interiores y con el rostro humano como principal icono ilustrativo. El trabajo más minucioso se realizó con el ritmo y tempo de la edición, que nos tiene que sumergir en ese pausado viaje donde lentamente nos convertimos en otra cosa.

Notas de producción
Para "La Influencia" contamos con un presupuesto excepcionalmente limitado, lo que condicionó de forma determinante la producción. Tanto por la naturaleza de la historia –que tenía un importante sustrato documental -, como por las mencionadas limitaciones económicas, sabíamos desde el principio que necesitábamos localizaciones reales y asequibles, que no precisaran muchas modificaciones para no alterar su esencia ni su naturaleza. Como el argumento de la historia pertenecía a una realidad cercana, no fue difícil encontrar un lugar que reuniera los parámetros necesarios: el pueblo de Arganda del Rey, en la provincia de Madrid.

Teníamos claro desde un principio que la producción podía modificarse en función de las localizaciones encontradas, y no a la inversa. Y lo mismo ocurrió con el propio rodaje. En cierto sentido, Arganda del Rey modificó la forma y el contenido de la obra: el contexto influyó de forma notable y trabajó en paralelo al tema original de la película animando a incorporar diálogos o acciones imprevistas que enriquecieron la historia.

A Paloma Morales, la actriz protagonista, la conozco desde hace tiempo. Escribí el guión pensando en ella y en sus hijos. Romeo y Jimena, los niños protagonistas, son sus hijos en la vida real. Desde el principio supe que tenia que contar con la familia al completo para conseguir el ambiente de naturalidad y complicidad deseado. Paloma se resistía al principio, tanto a protagonizar la historia, como a hacer participes a sus hijos. Ella no es actriz y sabia que el papel era duro y mostraba y evidenciaba las carencias y sufrimientos más profundos de una persona. El personaje la obligaba a estar en un permanente estado de pesadumbre y vulnerabilidad.

Para convertirse en la Sra Rivero Paloma debía dejar de juzgar la historia y no asimilarla completamente. No podía crear una resistencia al personaje. Durante todo el proyecto Paloma nunca supo bien de qué trataba la historia, ni su sentido específico. Esto fue muy útil para mostrar a un personaje perdido y confuso, lleno de frustraciones y en constante contradicción. Convencí a Paloma con peticiones y suplicas consecutivas que acabaron por marearla.

Tuvo que decir que si para que yo dejara de acosarla, de esta forma llegó al proyecto sin saber muy bien por qué y con la sensación de que tarde o temprano podría arrepentirse de todo ello.

Conocí a Maria Fernanda Galindo, la jefa de producción, en el rodaje de Sangre, en Méjico. Cuando yo estaba preparando solo la pre-producción de "La influencia" me enteré de que ella residía en Barcelona. Contacté con ella y le propuse la jefatura de producción. Mafer aceptó encantada e impulsó el proyecto tanto como yo. Sin ella no hubiera sido posible. La energía conjunta de ambos provocó la aparición del resto de los miembros del equipo.

Arnau Valls Colomer, el director de fotografía, era profesor de Mafer en Barcelona. Su generosidad y su buen gusto han condicionado la película de una forma determinante. Sin el la película sería otra.

A Jaime Romandia, el productor ejecutivo, lo conocí en Madrid en el pase de uno de mis cortos, pero no comenzamos a tener más relación hasta que me mudé a Méjico para rodar las películas que el producía con Carlos Reygadas y Amat Escalante. Su labor en la producción es única y excepcional. Sólo él pudo darme la confianza que necesitaba y una carta blanca en lo creativo. Su valentía en la apuesta y su generosidad en el trabajo hacen posible una película de este tipo.

La presencia de Carlos Reygadas y de Amat Escalante sobrevuela todo el proyecto. Ellos son mis maestros y mis mayores influencias. Su apoyo y supervisión en todas las fases de la producción les convierte en co-autores de la película. Su gran confianza en mi hizo que todo fluyera y que los cambios se produjeran de forma orgánica y natural.

Ficha artística
SRA RIVERO - Paloma Morales
ROMEO - Romeo Manzanedo
JIMENA - Jimena Jiménez
DEPENDIENTA FARMACIA - Mariel San José
CLIENTE TIENDA - Alvaro Moltó
ABOGADO CARLOS ROMERO - Ramón Moreira
AMIGA JIMENA - Casilda Aguilera
AMANTE - Gustavo Prins
DIRECTORA COLEGIO - Claudia Bertorelli
HOMBRE QUE CANTA EN EL BAR - Manuel Galván escamilla "Radio Olé"
CAMARERO BAR - Francisco Soto
DEPENDIENTE JUGUETERÍA - Gabriel A. Urrutia