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Sexykiller, Morirás por ella cartel reducidoSexykiller, Morirás por ellaDirigida por Miguel Marti
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Nota del director
La razón por la que el guión de Sexykiller tocó mi fibra sensible y despertó todos mis instintos cinematográficos es simple: se trata un guión perfecto para disfrutar dirigiendo, un guión de una genialidad corrosiva que nos pasea por la trastienda de la sociedad de consumo de una forma disparatada.

Además, está Bárbara. Una dulce princesita, bella, simpática y perdidamente enamorada de la moda, que decide torturar y matar a todo aquel que no combine con su perfecto mundo de ensueño. Ella es la columna vertebral de esta película, el reverso tenebroso de la heroína de hoy en día. Sin duda, el tipo de personaje que, sin saberlo, andaba buscando.

Sin embargo, un gran guión es sólo un punto de partida. El siguiente paso es contar con un gran reparto. Y tengo que decir que he conseguido reunir al mejor que podía imaginar. Macarena, Alejo, César, Andrés…son el tipo de artistas y de seres humanos de los que uno quiere rodearse cuando acomete un proyecto de la envergadura de Sexykiller. Actores con ese toque especial que engancha al espectador y la capacidad de convertir su sonrisa en una mueca de terror en un solo plano.

¿Y qué decir del equipo técnico? Como suele decirse, Sexykiller nace con un pan debajo del brazo. Isidro Terraza, Carles Gusi, Llorenç Miquel, Paco Delgado o Gregorio Ros son pesos pesados de nuestro cine, un verdadero privilegio.

Juntos queremos rodar una película con la que intentaremos exprimir el sistema nervioso del público con un ritmo trepidante, que le mantenga pegado al asiento. Una coreografía en scope, el envoltorio perfecto para el lado más Barbie de nuestra protagonista, que hará al espectador sentirse cómodo y olvidar lo que se avecina...

Miguel Martí


Nota del guionista
Me piden que escriba algo para el dossier de prensa pero, conociendo mi fama de director y guionista freaky, me dicen que me corte un poquito y no resulte muy jeroglífico… Y la verdad es que me resulta muy difícil escribir sobre Sexykiller sin hablar de los mil referentes que asaltan mi perturbada mente de ex-dependiente de videoclub. Pero haré un esfuerzo…

Me muerdo los labios para no recordar a Tarantino escribiendo Abierto hasta el amanecer para que Robert Rodríguez dirigiera su mejor película. Las comparaciones son odiosas, pero realmente me alegro de que Miguel Martí este tan loco como yo y haya decidido apostar por una historia como ésta.

Y digo loco en el buen sentido de la palabra. Creo que hay muchos locos por ahí sueltos en este negocio mal llamado arte”que han puesto el cine patas arriba con ganas de impactar y un puñado de buenas ideas. Y Sexykiller tiene ambas cosas.

El primer día que me senté a escribir sobre esta asesina en serie arrebatadora pensé sencillamente en qué me gustaría ver en pantalla. Una sensual psycho-killer que mata siguiendo las reglas de las revistas de moda acaba envuelta en una orgía de sangre con ecos de Posesión Infernal de Sam Raimi (¡Argh! ¡Referente que te crió! Si es que en este mundo modernete no se puede ser original…)

Puede resultar pretencioso pero si algo comparto con Isidro Terraza y Miguel Martí es la idea de que el cine (cada día más) es un placer universal. El verdadero reto no es hacer algo nuevo y estimulante dentro de la industria española sino que Sexykiller sea también una bocanada de aire fresco para cualquier espectador… Que cuando un Japonés de Osaka se descargue Sexykiller (de forma legal, por supuesto ¡y pagando!) se encuentre con una película original, que rompa los moldes del cine convencional de terror, (ya estamos hartitos de las niñas fantasmales cruzando sin ton ni son por pasillos de casas con problemas en la instalación eléctrica) y pueda reírse, pasar miedo y dejarse seducir por esta asesina con el carisma de Hannibal Lecter y el fondo de armario de Paris Hilton.

Y como decía Mayra Gómez Kemp, hasta aquí puedo leer… (¡bufff! Va a ser que los referentes freakies no hay quien me los quite). Ahora sólo les queda, plantarse delante de la pantalla grande y dejarse llevar en este viaje de la mano de nuestra Sexykiller pero ¡cuidado! ¡no vaya a cortarles algún dedo!

Paco Cabezas


Filmografía del director
Miguel Marti Campoy nació en 1971 en Madrid y estudió Imagen y Sonido en la Universidad C.E.E.S. Muy joven comenzó su andadura en el cine trabajando en diversas áreas, lo que le permitió conocer todos los entresijos de la profesión. Tras realizar cortos como Perfume de mujer y El Anti-Making Of de Gente Pez, dirige La cartera, con una considerable repercusión.

En 2001 debuta como director de largometrajes con el documental Portman, a la sombra de Roberto. Este trabajo le mereció ser seleccionado para la SEMINCI de Valladolid y ganó el Premio del Público en el V Festival de Málaga de Cine Español, la Mención Especial del Jurado en el Festival de Vitoria y la Mención Especial del Jurado en el Festival de Cartagena.

En el año 2003, Miguel Martí dirige su primer largo de ficción: Slam. Una producción de MediaPro y Morena Films situada entre las películas más vistas en su estreno aquel año. Este film demuestra que, frente a la profundidad de Portman, Miguel también sabe conectar a la perfección con el público más joven. Meses después, Canal+ produce su documental La revolución sin nombre, un aclamado retrato de los movimientos anti-globalización.

Llega 2004 y Morena Films produce nuevamente una película de Miguel Martí: Fin de Curso, una nueva incursión en el género adolescente que el siguiente verano se convertiría en una de las sorpresas en las taquillas españolas.

Como realizador, también hace incursiones en el mundo publicitario, con diversas campañas para Sopa de Toro y Libélula Producciones, con clientes como Notodopublifest.com, Coca-Cola o Federópticos, forman parte de su extensa trayectoria.

La versatilidad de Miguel Martí se confirma en los videoclips impulsados desde Libélula Producciones para artistas como Melendi, Rafa Abad, Verónica, Carlos Jean o Telephunken y grupos como Los Vengadores.


Comillas, un decorado esencial en la película
Cuando el equipo de Sexykiller llegó a Comillas buscando localizaciones, con el director Miguel Martí a la cabeza, sus expectativas eran conseguir un par de buenos escenarios que resolvieran algunas secuencias. Sin embargo, no esperaban encontrarse con que la película estaba allí.

Comillas es, literalmente, el mundo que Sexykiller quiere reflejar. Un mundo que parece estar fuera de un espacio y un tiempo determinados, con sus agrestes paisajes, su arquitectura neogótica pasada por el tamiz fantástico del modernismo y una cierta religiosidad ilustrada mezclada con el misterio masónico de su simbología. El escenario perfecto para una película de terror diferente. Un gigantesco set con la pátina de un siglo de historia.

Todos los exteriores de Sexykiller se encuentran en Comillas: el Palacio de Sobrellano (del que también aprovecharemos su espléndido interior), El Capricho, El Duque, el cementerio o la Playa de los Locos se convertirán por unas semanas en el hábitat de nuestros personajes.

No obstante, ha sido la implicación del Gobierno de Cantabria en el proyecto, y su generosa colaboración la que ha permitido que este sueño se hiciera realidad. El objetivo de ver Cantabria convertida en un plató de cine es ya una realidad. Sexykiller ya tiene un hogar.