Deuda de sangre (Blood Work) es la decimoctava película de Clint Eastwood como productor, la vigésimo tercera como director y la número cuarenta y cuatro como actor. "Es una historia de detectives y una historia sobre las relaciones humanas", dice el realizador, galardonado con los Premios de la Academia, que compró los derechos de la novela best seller de Michael Connelly para producirla a través de su legendaria compañía de producción Malpaso. "Este proyecto suponía para mí la oportunidad de dar un enfoque diferente a la películas de detectives, con las que he estado asociado a lo largo de los años. En este estadio concreto de mi madurez, creí que era el momento de asumir personajes que tengan obstáculos a los que enfrentarse distintos a los que tendrían si yo interpretara a un hombre más joven de 30 o 40 años".