La vida es lo que te ocurre mientras estás ocupado haciendo otras cosas - John Lennon (1940-1980)

Jimmy Starks (Guy Pearce) tiene planes, grandes planes. Puede que ahora sean sus horas bajas, pero él es un vendedor con mucha labia, y tiene un plan infalible que le llevará a lo más alto: vender antiguas máquinas de discos (jukeboxes) restauradas por los bares de todo el país. La gente hará colas para soltar su dinero, ¿verdad? Jimmy está justo delante de un gran éxito, solamente le falta el apoyo financiero. Pero ahora que se encuentra enfilando el camino del éxito, las cosas empiezan a fallar…empezando por su coche.

Perdido en medio de ninguna parte, en una remota y desolada ciudad de Nuevo México, el mecánico le dice que no podrá ir a ningún sitio hasta que se solucione el problema de su coche. Jimmy se ve forzado a pasar un exilio en el limbo, y qué mejor manera de matar el tiempo que ir a ver a un adivino local (J.K. Simmons) que asegura que por tan sólo 10 dólares, Jimmy puede conocer su futuro. Tras soltar su dinero, las primeras preguntas de Jimmy son de índole práctica: ¿Se podrá arreglar finalmente su coche? ¿Ganarán los New Mexico Wolves su próximo partido? El viejo adivino le asegura que ambas preguntas son apuestas casi seguras.

Pero, como todo el mundo sabe, el jugador estrella de los New Mexico Wolves está en el banquillo, lesionado, y el equipo no tiene la más mínima posibilidad, así que Jimmy se va volviendo más escéptico respecto a las predicciones del viejo. De todas formas, ya que no tiene nada mejor que hacer, hace la pregunta que más le interesa, que es saber si su plan de vender las máquinas de discos tiene alguna probabilidad de obtener respaldo económico, a lo que el hombre responde "aaahh, eso requiere mirar más adentro". Parece que como la cabeza de Jimmy está tan llena de cosas, hará falta más dinero para poder mirar más profundo.

Jimmy es el típico que no cree en nadie más que en él mismo. En lo que a él respecta, él es el responsable de su propio destino y su futuro no está en las manos de nadie salvo en las suyas. No obstante, el experimento bien merece unos cuantos dólares más, así que dejando de lado su escepticismo, pone sobre la mesa un poco más de dinero. El visionario, ahora con una sinceridad grave, agarra la mano de Jimmy y dirige su mirada al vasto espacio interior. Percibe claras vibraciones positivas en cuanto a lo de la inversión para el negocio – algo le espera en Dallas.

Pero de repente, el misterioso viejo del pueblo, da un respingo y suelta la mano de Jimmy, como quien sostuviera un hierro candente. Sorprendido, Jimmy exige saber qué ocurre. Incluso ofrece más dinero, pero el viejo le devuelve sus billetes, diciendo que no hablará por mucho dinero que Jimmy le ofrezca. Jimmy se marcha extrañado, más convencido que nunca de que el numerito era un timo.

A la mañana siguiente, dentro de su confortable caravana en los suburbios de Albuquerque, lo primero que hace Jimmy al levantarse es hablar por teléfono, como buen vendedor ambicioso, embaucador, listo para buscar un futuro mejor. Ignorando a su novia (Piper Perabo), y a sus sueños de establecerse en unos terrenos de diez acres en Taos, Jimmy se dispone a salir rápidamente en pos de su compromiso. Hoy tiene que hacer el trabajo sucio para su jefe. Despedir a su joven protegido, Andy (Rick Gonzales) por hacer justo lo que él le enseñó – llevarse su pequeña tajada. Ahora Andy es historia. Jimmy se marcha en su coche, sin perder nunca su actitud chulesca. Ni siquiera se ha quitado las gafas de sol para mirar a Andy a los ojos.

Más tarde, tras un largo día de engaños, Jimmy se relaja en el garito local con su mejor amigo, y tambien vendedor, Ed (William Fichtner). Mientras miran la pantalla del televisor, ven como sus queridos New Mexico Wolves obtienen una victoria increíble. Jimmy no le hace demasiado caso a la coincidencia. Tuvo suerte el viejo. Pero cuando al poco, su jefe le telefonea para decirle que el plan de vender las máquinas es una realidad gracias a un inversor de Dallas, Jimmy no puede evitar pensar que el viejo debía tener algún tipo de bola de cristal.

Agitado, sobre todo después de que un chequeo médico regular revele una cierta arritmia cardíaca, Jimmy se pregunta si tal vez su futuro esté en peligro. ¿Qué es lo que el viejo "vió" realmente cuando se asustó? Probablemente nada. Pero cuando Jimmy empieza a recibir llamadas que se cortan al descolgar, e incluso encuentra una de esas dianas de papel en su buzón, no puede evitar sentir ansiedad. Decide entonces, como un hombre poseído, buscar al viejo y sacarle – con el cañón de un arma si es necesario – la verdad de la oscura visión que asustó al adivino.

Finalmente, el hombre confiesa. "Vi que ya no había más carreteras, ya no había más mañanas", susurra con el cañón de la pistola de Jimmy en la sién. "No te queda demasiado tiempo…pero estarás a salvo hasta que lleguen las primeras nieves".

Día a día, con rapidez, el clima va haciéndose más frío, y Jimmy va perdiendo fuelle. Su paranoia aleja incluso a su novia, y amenaza con hundir su rendimiento en el trabajo. Su mente está llena de preguntas confusas. Si es que el viejo tiene razon, ¿cómo va a suceder? ¿Será su arritmia la que le traicione finalmente? ¿Será Andy el que busque venganza? ¿Tal vez, Vincent (Shea Whigham), un amigo de la infancia que él entregó a los federales, saldrá de prisión y vendrá a ajustar las cuentas?

Según las primeras nieves empiezan a amenazar los cielos del suroeste, el pasado de Jimmy empieza a afectar a su presente. Empieza a apostar para ajustar sus cuentas, se desespera por encontrar el camino a otro futuro, y empieza a ver la respuesta a una pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez. ¿Qué haríamos si conociéramos nuestro destino? ¿Sería eso una bendición o una maldición?


Sinopsis breve
Jimmy Starks (Guy Pearce) es un vendedor con grandes planes para el futuro. Una avería en su coche le obliga a permanecer en un pueblo perdido de Nuevo Méjico, donde un extraño adivino le lee la mano. Tras predecir los resultados de un partido y detalles sobre el proyecto comercial de Jimmy, el adivino da un respingo y suelta su mano, como quien sostuviera un hierro candente. Sorprendido, Jimmy exige saber qué ocurre, pero el viejo le devuelve su dinero. De vuelta a la rutina, la incredulidad de Jimmy respecto a las predicciones del viejo se ve truncada cuando las predicciones se van cumpliendo una detrás de otra. Decide entonces buscar al viejo y sonsacarle la visión que le ocultó. Finalmente, el hombre confiesa.