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Mamut cartel reducidoMamut(Mammoth)
Dirigida por Lukas Moodysson
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Una conversación con Lukas Moodysson
Ha transcurrido más de una década desde que Lukas Moodysson dirigió su primera película, Fucking Amal, una década desde que la crítica se entusiasmó con el realizador novel e Ingmar Bergman describiera la película como “la obra maestra de un joven maestro”. Diez años y cinco películas (seis con MAMUT) después, Lukas Moodysson se ha ganado la merecida reputación de ser uno de los cineastas más interesantes e impredecibles del mundo. Después del éxito de Fucking Amal, Juntos y Lilja 4-ever, el director realizó dos películas experimentales de bajo presupuesto, Ett hal i mitt hjärta (Un agujero en mi corazón) y Container.

Ahora ha pasado una nueva página con MAMUT, una producción internacional, protagonizada por Michelle Williams, Gael García Bernal y otros conocidos actores.

La escritora y periodista Jennie Dielemans convenció al realizador para que le hablara de la película, a pesar de que siempre prefiere que las películas hablen por sí mismas. No entiende que un director deba explicar las películas que hace y por qué las hace. Le parece un monólogo muy pesado hacer la película y acabar diciendo al público lo que debe pensar.

L.M.: Por eso, los festivales me parecen geniales. Pueden verse películas de las que todavía nadie ha opinado, y se saca mucho más partido.


P: Aun así, no me queda más remedio que preguntarle cómo nació este proyecto, cuáles fueron sus orígenes.

L.M.: Me interesaba el tema de las criadas. Reflexioné mucho sobre las personas que trabajan en los hogares de otros. Pero dado que mi visión del mundo está enfocada sobre todo en descubrir lo que une las cosas, me interesan los cables y los hilos, la forma tan compleja en que los seres humanos están conectados, creo que eso fue la que más me atrajo.
La parte del trabajo que requiere más estudio y razonamiento, donde el realizador se ve obligado a definir la esencia de la película, transcurre en la sala de montaje. Pensé en las necesidades, en lo mucho que los seres humanos se necesitan. Y en cómo estas necesidades pueden desbordarse y empezar a ser destructivas a pesar de surgir de un sentimiento genuino. Recuerdo que incluso dibujé un diagrama para demostrar cómo esas necesidades se entrecruzaban. Necesitamos médicos para que cuiden de nosotros; pero Ellen, como médico, necesita que alguien la apoye. Su marido también necesita a otros, lo mismo que su niñera y los hijos de la niñera. Se necesita a Ellen, pero ella tiene necesidades propias. En cierto modo, creo que la vi como una especie de núcleo.


P: En la sala de montaje vi una nota que usted había pegado a la pared con una cita acerca de los niños.

L.M.: Ah, eso… Incluso pensé en incluirla en la película, pero me pareció demasiado obvia y religiosa. Estábamos en Bangkok para el casting y entré en una iglesia católica al lado del hotel. En el interior había una pequeña librería donde encontré un librito con imágenes de un orfanato en Pattaya, donde la mayoría de los niños probablemente son hijos de prostitutas. Una cita del libro decía algo así: “Cada niño que nace nos recuerda que Dios no ha perdido la esperanza en la raza humana”, y es algo con lo que estoy de acuerdo. Los niños representan una esperanza. No lo digo de forma banal, sino porque son lo único por lo que debemos vivir. Ellos nos sustituirán. El mundo no puede estar tan podrido si nacen niños”.


P: Los personajes de MAMUT no solo son personas, también son símbolos, me parece.

L.M.: Puede ser.


P: ¿Por qué situó a la pareja en Nueva York y no en Estocolmo, Malmo o Copenhague?

L.M.: Tiene que ver con lo que representan. No me refiero a Estados Unidos en particular, sino al mundo occidental en general. Consideramos Londres, pero me pareció importante que estuvieran en Estados Unidos. Puede que fuera una fijación por mi parte porque había oído que las niñeras filipinas suelen acabar en Estados Unidos o en Oriente Próximo.

Hicimos unas proyecciones de prueba en Filipinas, y fue increíble ver cuántas personas se identificaban con Gloria. Todos tienen a un pariente cercano que trabaja en el extranjero. Cuando se viaja a Filipinas, se ven colas de personas como Gloria con todos sus papeles en un sobre tamaño A-4 pasando controles muy rigurosos.


P: Como espectador no es difícil ver en MAMUT una crítica de las condiciones económicas que obligan a parte de la población del Tercer Mundo a dejar atrás a sus familias para poder mantenerlas. Con Lilja 4-ever consiguió llamar la atención sobre el tráfico de seres humanos y sus consecuencias.

L.M.: A veces se tiene la vaga esperanza de que la botella con el mensaje llegará a una playa y servirá de algo. Cuando estábamos en el barrio de Patpong, en Bangkok, en medio de los bares de chicas, los turistas y los puestos callejeros, recuerdo que pensé: “Sería genial si MAMUT apareciese en uno de los puestos que venden DVD piratas, como un mensaje en una botella”. Pero no creo en los planes específicos; no quiero crear un robot y mandarlo por el mundo mediante control remoto.

Las razones por las que se hacen cosas siempre están muy ligadas. Tendría que psicoanalizarme si quisiera saber dónde empieza un hilo y dónde acaba otro.


P: ¿Puede darme un ejemplo?

L.M.: Una de las razones por las que rodé Juntos fue porque quería hacer una película con barbudos, me divierten las barbas. Era tan importante como la reflexión acerca de cómo convivimos”.

También me atraen los temas que van a darme problemas. No he hecho todas las películas que me pasan por la cabeza porque no me motivan lo suficiente. Creo que necesito sentir que no podré conseguirlo, que no podré hacerlo. Fucking Amal parecía una mala idea, totalmente inapropiada: un adulto haciendo una película sobre chicas adolescentes. Lo mismo pasó con Juntos, era un reto.


P: ¿Y MAMUT, entonces?

L.M.: Había muchas cosas que representaban un reto para mí, no me apetecía rodar en países donde hace mucho calor, ni volver a tocar un tema que tuviera algo que ver con Lilja 4-ever. Un proyecto de semejante envergadura era un reto para mí.


P: ¿Y qué le empujó a rodar una película tan grande?

L.M.: No me interesa el número de espectadores que vaya a ver mis películas, pero sí me interesa que sean accesibles. Si hacía una película que debía rodarse en parte en Filipinas, no tenía sentido que fuera pequeña, porque las posibilidades de que se viera en Filipinas serían ínfimas.

También quería hacer algo más grande técnicamente hablando. Está rodada en 35 mm, la imagen tiene mucha calidad. MAMUT es la película más lustrosa y nítida que he hecho. Incluso pensé en rodarla en 70 mm, pero es muy caro y técnicamente muy complejo.

Las soluciones técnicas y estéticas también deben ser prácticas. Un estilo visual demasiado preciso incide en el terreno de los actores e impide que se muevan libremente. En MAMUT, la cámara se queda a cierta distancia, no está en la cara de los personajes, y creo que aporta una perspectiva más humana. Personalmente, me fascina observar a alguien salir a un balcón y hacer un zoom mental hacia la persona. O mirar a la gente en el supermercado desde una cierta distancia. La distancia no tiene por qué ser sinónimo de distanciamiento, en ella también cabe la pasión, el afecto y la empatía.


P: Entre los muchos elementos requeridos para hacer una película, desde la idea, pasando por la escritura del guión, la documentación, la preproducción, hasta el rodaje, el montaje y la posproducción, en la dirección es donde menos cómodo se siente. Disfruta trabajando con los actores, pero el tiempo que pasa con ellos es relativamente corto.

L.M.: Hay tantas otras cosas que hacer, decisiones que tomar, dónde colocar la cámara, ir a rodar a otra calle, etcétera, y todo eso me aburre. Pero sí disfruto mucho con la preparación; por ejemplo, hablar de la ropa que llevarán los actores. Es como un juego, como jugar a las muñecas o con un lego.

En Tailandia teníamos un bungaló para el maquillaje y el vestuario. Era el mejor sitio. Me metía allí y hablaba entre la ropa.


P: No es sorprendente que se sienta más cómodo mientras escribe el guión, dado que es un escritor prolijo desde niño. Ha publicado varios libros en Suecia, donde es muy aclamado. Al parecer, hizo 23 versiones del guión, y Lars Jönsson, el productor, dice que invirtió mucho más tiempo en pequeños detalles que en grandes cambios.

L.M.: De pequeño quería ser cirujano. A menudo me siento como un cirujano cuando empiezo a mover escenas de sitio en un guión. Si quito una línea de una escena, quizá quiera ponerla en otra. Tengo que adelantarme a los acontecimientos, como un cirujano. Es difícil, frustrante y, a la vez, fascinante.

Son los mejores momentos de mi trabajo. Sobre todo cuando me doy cuenta de que todo encaja y de que el diálogo funciona. También es fantástico ver una toma en la que los actores están asombrosos, cuando algo surge espontáneamente y puedo limitarme a mirarlos. Por ejemplo, durante el rodaje de las escenas entre Ellen (Michelle Williams), Gloria (Marife Necesito) y Jackie (Sophie Nyweide) en los estudios Trollhättan, Ellen, en la cocina, le dice a Gloria que deje de enseñar tagalo a Jackie. Al final, presiona rápidamente la mano de Gloria, me refiero a momentos así. Es conmovedor, aunque Ellen se está portando fatal, es fácil ponerse en su lugar.

En esta película he intentado entender a todos los personajes, por qué se comportan así, y por qué acaban donde acaban. Y los compadezco a todos.


Gael García Bernal
Cuando Gael García Bernal se enteró de que Lukas Moodysson quería hablar con él, estaba convencido de que tenía algo que ver con Juntos. En ese momento estaba en Islandia interpretando una versión para los escenarios de la celebrada película del director.

"Hacía el papel del tío que está casado con una lesbiana. El que actúa como un homófobo, pero acaba acostándose con otro chico. Me lo pasé muy bien".

Una semana después, el director y el actor se reunieron en Reykiavik, y Gael García Bernal se encontró con un guión en las manos.

"Los personajes de Lukas están vivos. No se salen del camino trazado, sabe imprimirles un tono, conoce su recorrido. Dan en el clavo cada vez que hablan y se nota todo el trabajo que ha realizado Lukas".

"Mi primera impresión al leer el guión fue pensar que era muy complejo; era de una enorme complejidad sociopolítica, difícil de describir en unas cuantas palabras. Me pareció que tocaba el tema de los hijos, pero también el estado actual del mundo. Nací en un país donde se emigra para trabajar y mandar dinero a casa. Sé hasta qué punto esta situación puede romper la plataforma social más sólida, la familia".

A pesar de que en el futuro le apetecería volver a dirigir, se siente más cómodo como actor, especialmente en el teatro. Nacido en el seno de una familia de actores, y aunque nadie le empujó a seguir la tradición familiar, le pareció lo más natural.

"Crecí en un teatro y me basta con estar entre bambalinas para volver a casa. Además, el teatro pertenece a los actores, hay que subir al escenario cada noche. En el cine es diferente, el actor pertenece a la película. Ambos medios son increíbles, pero me siento más cómodo en el teatro".

Acerca del rodaje de MAMUT, dice: "A veces, una película lleva a un actor a un viaje personal. Para mí, coincidió con la sensación de querer estar lejos, muy lejos. Me desconecté de todo, y me lo pasé realmente bien en Tailandia. Ahora, MAMUT es la postal de esta experiencia".

Acerca de Leo: "Leo es un personaje frágil que pasa por un periodo duro en su vida. Tiene éxito profesional y social, pero está lejos de lo que él considera la felicidad. Intenta encontrarse a sí mismo. Se puede juzgar al personaje y desear que no fuera así, pero acepto el hecho de que es vulnerable, y creo que sufre y siente lo que pasa".


Michelle Williams
"Me asustaba la idea de interpretar a una cirujana, no me sentía preparada. No tenía mucha idea de lo que ocurre en urgencias y estaba convencida de que me sentiría como una idiota en el plató".

Para documentarse, pasó muchas horas en las urgencias de un hospital de Long Island, donde fue la sombra de un cirujano de urgencias durante varias noches.

Acerca de Ellen: "Es una madre a punto de tener un ataque. No para de trabajar y apenas ve a su hija. Quiere criar a su hija y trabajar, pero descubre que hacer ambas cosas es prácticamente imposible. No sabe cómo cambiar su vida, ni remendar lo que se ha roto. Es parte del mito americano de que todo es posible, tener una carrera y ser una madre maravillosa".


Sophie Nyweide
"Empecé a ver películas desde muy pequeña. Pero no decidí que quería ser actriz hasta que vi Cuando menos te lo esperas. Tampoco sé por qué, pero lo decidí entonces".

Hablando del rodaje dice: "Lukas me cae muy bien. Es muy simpático y tiene un acento muy gracioso. En Estados Unidos, los directores dicen: ‘Acción’; pero él decía: ‘Por faaaavor, empezaaad".

"Mi madre dice que el rodaje de MAMUT fue diferente, especial. Por ejemplo, todos recibíamos el mismo trato, daba igual que fuéramos actores o extras. Eso no suele pasar".

Acerca de Jackie: "Jackie se parece un poco a mí. Es alegre, como yo. Me encantaría tener la ropa que lleva. Jackie quiere mucho a su niñera Gloria porque pasa más tiempo con ella que con su madre. Están muy unidas".


Marife Necesito
"Pero MAMUT es sin duda alguna lo más interesante que me ha pasado profesionalmente. Cuando me presenté a la prueba, no sabía nada de Lukas Moodysson, ni siquiera que la película era una producción sueca. Pero luego busqué en Internet y descubrí que le llamaban ‘el nuevo Ingmar Bergman’, lo que me gustó mucho porque adoro a Bergman. He visto sus películas una y otra vez, sobre todo Persona, especialmente por Bibi Anderson, su intensidad, su mirada".

"Reconozco que la película me ha abrumado. Algunos amigos míos lloraron cuando vieron el tráiler por Internet. Cualquier filipino puede identificarse con alguien que deja a sus hijos para ir a trabajar al extranjero. En mi barrio, alrededor del 90% de las familias tienen a alguien que se ha ido. Se rompen muchas cosas cuando hay que hacer semejante sacrificio. Me parece asombroso que un director sueco se dé cuenta de esto y haga una película internacional donde podamos hablar nuestro idioma, el tagalo".

Acerca de Gloria: "Gloria es madre, y como tantas filipinas, trabaja en el extranjero como niñera para mantener a sus hijos. No cuenta sus problemas, se calla y aparenta controlar la situación a pesar de su tremendo deseo de volver a casa. Como se siente sola, está muy unida a la niña de la que se ocupa. Le entrega su corazón. También creo que Gloria representa al Tercer Mundo.


Natthamonkarn Srinikornchot
"Estoy acostumbrada a trabajar en un ambiente segregado. El director y los actores no se mezclan con el resto del equipo, comen aparte, no hablan con los eléctricos. En esta película todo el mundo se sentaba y comíamos juntos. Fue una experiencia maravillosa y me hice amiga de mucha gente".

"MAMUT me ha hecho cambiar. Es posible que Lukas no lo sepa, pero es capaz de sacar sentimientos muy profundos de sus actores. En cierto modo, me ha hecho creer en mí misma, en mis capacidades. Ahora me atrevo a aceptar papeles que antes habría rechazado".

Para poder interpretar cómodamente a Cookie, decidió pasar unas horas en un bar de chicas en Tailandia.

"Me fijé en la forma de hablar entre sí de las chicas, en su comportamiento. Una de ellas me contó cómo funcionaba todo".

Pero lo más difícil fueron las escenas de sexo.

"Estaba muy nerviosa, nunca había hecho nada parecido y tenía miedo de decepcionar a todos. Pero Gael fue muy amable, como un hermano. Me prometió que no haría nada inadecuado.

Acerca de Cookie: "Cookie trabaja en un bar de chicas para mantener a su familia. Al principio me costó entenderla, pero me di cuenta de que es una chica sensible, que tiene responsabilidades y que quiere a su familia. No ha perdido la esperanza. Cree que algún día aparecerá un hombre que se enamorará de ella y cuidará de su familia".


Thomas McCarthy
"Me gusta dirigir, pero me veo sobre todo como actor. Disfruto mucho trabajando con directores a los que admiro, siendo parte de su obra y viendo cómo plasman un guión en la pantalla".

"Fue bastante extraño. Mi agente me llamó para decirme que un director quería darme un papel. En ese momento, estaba bastante ocupado, pero me dijo que parecía interesante. Le pregunté de dónde era el director y contestó que de Suecia. ‘¿Por casualidad no se llamará Lukas Moodysson?’, le pregunté. ‘Espera, déjame ver… Sí, eso, ¿le conoces?’ ‘¡Es uno de mis directores preferidos!’".

"Soy un gran admirador suyo. Me gusta el lado humanista de su cine; la oscuridad y la luz, el dramatismo y el humor. Sus historias no se basan tanto en una trama potente, como en los personajes y en sus recorridos emocionales. Parece fácil, pero como cineasta sé lo difícil que es conseguirlo".

Acerca de Bob: "Leo, el personaje interpretado por Gael, representa el lado artístico, creativo del negocio, Bob es la otra cara de la moneda. Representa a una clase de hombres de negocios centrados en los resultados, en conseguir el mejor contrato".