Una película de John Hamburg, protagonizada por Paul Rudd, Jason Segel, Rashida Jones, Andy Samberg, J.K. Simmons, Jane Curtin, Jon Favreau y Jaime Pressly. La película está dirigida por John Hamburg. Guión de John Hamburg y Larry Levin. Historia de Larry Levin. Los productores son Donald De Line y John Hamburg. Los productores ejecutivos son Bill Johnson, Andrew Haas, Ivan Reitman, Tom Pollock y Jeffrey Clifford. El director de fotografía es Lawrence Sher. El director artístico es Andrew Laws. La película ha sido editada por William Kerr. El diseño de vestuario es de Leesa Evans. El coproductor es Anders Bard. La música es de Theodore Shapiro.
Los orígenes
"Me parece que no tengo ningún amigo íntimo. . . y me alegro mucho. No es algo que haya echado de menos..." - Peter Klaven
Las comedias románticas comparten a menudo la misma estructura básica: chico conoce a chica, chico conquista a chica, chico pierde a chica, chico recupera a chica. La película de John Hamburg 'Te quiero, tío' le da la vuelta a ese enfoque clásico (es una comedia 'bromántica' que explora la amistad entre dos tipos), en este caso, dos tipos que son completamente opuestos.
Después de declararse a su novia, Zooey Rice (Rashida Jones), Peter Klaven (Paul Rudd), un exitoso agente inmobiliario de Los Ángeles, se da cuenta de que, al contrario que su novia, que llama inmediatamente a sus mejores amigas para contarles la noticia, él no tiene amigos íntimos: de hecho, no tiene ningún amigo. Tras pasar años siendo un mujeriego concentrado en las relaciones románticas, Peter se da cuenta de que su carencia de amigos preocupa a Zooey, así que se embarca en una precipitada búsqueda para encontrar a un amigo que haga de padrino en su boda. Bajo la guía de su hermano, Robbie (Andy Samberg), un entrenador personal que es gay y que parece saber bastantes cosas de los hombres, Peter se lanza a una serie de 'citas con hombres' desastrosas y, de una manera bastante incidental, se tropieza con Sydney Fife (Jason Segel), un soltero carismático que merodea por las casas en busca de comida gratis y de divorciadas solitarias. Peter se siente intrigado por Sydney, y los dos hombres traban una amistad que le enseña a Peter algo que nunca había experimentado, el verdadero significado de la amistad masculina, pero que también amenaza a su relación con Zooey, obligándole a tomar algunas decisiones difíciles.
"Te quiero, tío" comenzó su andadura como un bosquejo de Larry Levin (Dr. Dolittle) titulado "Let's Make Friends", el cual llamó inmediatamente la atención del productor Donald De Line. "Tenía una estructura básica y clásica de comedia romántica, pero con un giro: trata de cómo un hombre de treinta y tantos años encuentra un nuevo amigo íntimo. No se había hecho ninguna película acerca de la amistad masculina, ni una comedia que explorase los problemas de los hombres con la intimidad. Así que me dije: '¡Hecho!'"
El proyecto llegó pronto a oídos de John Hamburg (Los padres de ella, Y entonces llegó ella) que estaba ocupado preparando diversos proyectos, tanto de escritor como de productor de los mismos. "Muy a menudo, hablábamos por teléfono, y John decía: '¿Qué pasa con 'Let's Make Friends'?, y yo le decía: 'Aquí está, venga, únete', y él iba y hacía otra cosa", recuerda De Line.
Pero el productor siguió esforzándose por incorporar a Hamburg al proyecto, sabiendo que estaba perfectamente capacitado para hacerlo. "John es un brillante escritor y director de comedias. Todo lo que escribe está imbuido de una cierta inteligencia y sofisticación. Sabe cómo hacer películas que se trasladan a un nivel que atrae a todo el mundo, y siempre es capaz de referirse a algo con lo que todos nos sentimos relacionados".
El productor ejecutivo Andrew Haas interviene: "'Te quiero, tío' compaginaba perfectamente con la sensibilidad de John porque tiene una sólida comprensión de la naturaleza humana. Sabe cómo se relaciona la gente entre sí, pero es también un tipo increíblemente gracioso, así que siempre es capaz de insuflarle un sentimiento de humor realista a su trabajo".
De Line estaba seguro de que, una vez decidido, Hamburg sería capaz de conjuntar su estilo de comedia orgánico y naturalista con la elaboración de personajes simpáticos para el público. "Lo que John le aporta al proyecto es el detalle de los personajes y una verdad emocional que está en el núcleo de todo lo que ha hecho, sin importar lo absurda o 'surrealista' que pueda parecer al principio la premisa. Con John, uno se mete cómodamente en la piel de los personajes principales y reconoce sensaciones y situaciones que puede haber vivido uno mismo. Ese enfoque de la comedia es lo que diferencia a John".
Así que, más de cinco años después de haber leído "Let's Make Friends", Hamburg se encontró pensado de nuevo en la premisa que había en ese guión, y pronto apareció con su propia visión de la historia de un hombre sin ningún amigo íntimo, que parte en busca de un padrino el día de su boda, y llamando a su versión del guión "Te quiero, tío".
Entonces, él y De Line llevaron el proyecto a DreamWorks. "Era un tema que me decía algo, con el que pensaba que podría divertirme, y al que le podría aportar una visión cómica", dice Hamburg. "Y siempre supe que quería dirigirla".
El reparto
Para el crucial papel de Peter Klaven, Hamburg pensó inmediatamente en su viejo amigo, el actor Paul Rudd. "Hay en este personaje una especie de actitud abierta que me encanta", dice Rudd. "Tiene una actitud positiva, pero a menudo no está bien preparado para manejar muchas situaciones de manera óptima. Tiene buenas intenciones, y a menudo actúa con el corazón en la mano, pero tiene algo de torpe. Me identifico mucho con Peter, en muchos sentidos. John y yo siempre decíamos en broma que el personaje se nos parece mucho. Po ejemplo, yo programo personalmente en TiVo la serie "Antiques Roadshow", y me aseguro de que mi personaje haga lo mismo. A menos, claro está, que su TiVo esté demasiado lleno de pistas de proyectos".
Rudd ha sido siempre un fan del estilo de escritura de Hamburg, dice. "Hace años que conozco a John, y he leído muchas de las cosas que ha escrito. Todos sus personajes masculinos son parecidos a él en muchos sentidos, y yo sintonizo con todos ellos por la misma razón. Es muy sutil escribiendo situaciones de una manera muy graciosa pero completamente honesta. Entiende realmente lo que tiene de gracioso lo banal".
Entre sus escenas favoritas de "Te quiero, tío", continúa, están las que ilustran la torpeza de Peter con los otros hombres mientras se esfuerza por encajar. "John es muy aficionado a las pausas incómodas y a las bromas que no surten efecto. Y yo también".
Peter también es propenso a inventar lo que él cree que son apodos geniales, y que dejan a todo el mundo rascándose la cabeza. "Su fraseología está también un poco anticuada: se le ocurren cosas que suenan como si procedieran de la boca de un chico de 14 años", dice Rudd riendo. "Bueno, lo que quiero decir es que uno no conoce a mucha gente de 30 años que diga cosas como 'súper guay', pero hay algo muy gracioso en estar serio y decir esas cosas. Es encantadoramente tonto".
El productor De Line añade: "Peter es un personaje con el que es muy fácil identificarse, y Paul hace aflorar esa atractiva vulnerabilidad que todos sentimos pero que no siempre mostramos. Se mueve realmente a lo largo de esa delgada línea, y lo borda perfectamente".
Durante una recepción en su casa, Peter conoce a Sydney Fife, un tipo mayormente interesado en las comilonas gratis que no tiene ningún interés en comprar una casa, y lo admite francamente. Después de una serie de 'citas masculinas' fracasadas (e hilarantes), Sydney es como un soplo de aire fresco para Peter. Es un bohemio de corazón, con una visión informal de la vida. Vive en un bungalow en Venice y se pasa el tiempo saliendo con los amigos, acostándose con solteras varias y paseando a su caniche, Anwar Sadat (llamado así por su aparente parecido con el fallecido presidente egipcio). Inversor privado aparentemente exitoso que de alguna manera se las apaña para tener todo el tiempo del mundo para una buena juerga, Sydney sólo sale con divorciadas a causa de la falta de interés de ellas por las relaciones estables (y por su reprimida libido sexual). Al contrario que Peter, tiene un sólido grupo de amigos que le proporcionan intimidad emocional de hombre a hombre. "Las relaciones masculinas son los cimientos de la vida de Sydney", comenta Hamburg.
Para encarnar al enigmático y carismático Sydney Fife, Hamburg estaba seguro de que el actor Jason Segel sería la pareja ideal para Rudd. Hamburg y Segel habían trabajado juntos varios años antes en la serie de televisión de Judd Apatow "Undeclared", y desde entonces Segel ha dejado su impronta cómica en películas de tanto éxito como "Paso de ti".
"Recibí una llamada de John diciéndome que tenía un gran guión y que Paul Rudd iba a interpretar a uno de los protagonistas y que me quería a mí para el otro papel", recuerda Segel. "Nunca recibo llamadas así".
A Segel le gustó el tono de comedia naturalista del guión, e inmediatamente se puso a trabajar el personaje. "Es mi estilo de comedia favorito, que se basa en la realidad y no es demasiado amplio o pesado. No hay chistes bestias, así que, como actor, uno tiene que aportarle un cierto naturalismo a la comedia".
La ocasión de trabajar con Rudd de nuevo sirvió para cerrar el trato. "Me encanta actuar dándole la réplica a Paul. Estuvimos juntos en 'Lío embarazoso' y en 'Paso de ti'. No hay nada mejor que contar con alguien con quien poder jugar un ping pong verbal a un nivel cómico, y Paul es el tipo más rápido de todos. Sé que cada vez que se produzca una pausa, Paul irrumpirá con un gran chiste".
Rudd devuelve a su vez el cumplido: "Jason es realmente gracioso. Creo que ambos entendimos de verdad a estos personajes y queríamos internarnos en territorios inexplorados mientras rodábamos una escena. Jason siente una verdadera afinidad por trabajar así, y yo también".
Los dos son claramente amigos, tanto dentro como fuera del plató, así que ya compartían la clase de química que hace falta para crear un vínculo convincente en la pantalla. "Hay una energía muy poderosa cuando los dos están juntos en el plató", observa la coprotagonista Jaime Pressly, "porque disfrutan realmente de su mutua compañía y se respetan mutuamente, y eso traspasa la cámara. Son hilarantes".
Segel añade: "Además de ser el tipo más rápido con el que he trabajado, Paul es también uno de los más simpáticos. Yo soy completamente heterosexual, pero déjame decirte que es un hombre de ensueño".
En el núcleo de la personalidad de Sydney está su cálida honradez, aliada a un encanto animal. "Es como una mezcla entre un perro golden retriever y una persona mentalmente desequilibrada", explica Rudd. "Actuará siempre con el corazón en la mano, y será muy sensible y mimoso y trotará alrededor como un perro grande, y también defenderá lealmente a un amigo hasta el final".
Añade la coprotagonsta Rashida Jones: "Sydney es casi descarado, y Jason es bueno en eso, porque también puede ser franco, pero en el buen sentido".
"Jason le añade a Sydney grandes dosis de tierna testarudez, así como un leve matiz repelente, como alguien que te mantiene la mirada durante demasiado tiempo", dice Rudd riendo. "Se mueve por el estrecho margen de crear a un personaje al que uno cree capaz de colmarnos de regalos o de matarnos mientras dormimos. Realmente es capaz de ser ambos a la vez. Es fascinante".
Las diferencias entre las personalidades de Peter y de Sydney son las que hacen realmente funcionar la relación, explica Segel. "Peter nunca ha tenido un amigo como Sydney en su vida. Enfrentarse a una parte de su vida que ha perdido de vista o que abandonó, eso es lo que atrae a Peter de Sydney".
Dice Hamburg: "Aunque son muy diferentes, comparten el mismo sentido del humor y una sensibilidad básica, aunque al principio no se dan cuenta".
De nuevo, esas diferencias son evidentes también en la personalidad de los actores fuera de la pantalla. "Paul y Jason se equilibran mutuamente muy bien en términos de estilo y ritmo", dice el productor De Line. "Visualmente, su aspecto físico también contribuye a la comedia. Paul es como muy pulcro y norteamericano, mientras que Jason es un poco descentrado, ligeramente bohemio y una pizca rock and roll. En todos los aspectos, sus energías se complementan. Sus diferencias se amoldan perfectamente a sus personajes".
A medida que la historia avanza, Peter y Sydney también aprenden cosas el uno del otro. "Sydney le enseña a Paul que puede hablar de ciertos sentimientos que ni sabía que llevaba dentro", explica Hamburg. "Peter es alguien que se guarda las cosas. Quizás esté estresado por su boda o por su noviazgo, y necesite un desahogo para poder expresar esa clase de cosas. Pero Peter nunca ha tenido esa clase de amigo, y lo encuentra en Sydney".
Sydney también se beneficia al conocer a Peter. "Sydney tiene algunas teorías bastante excéntricas, y se niega a admitir en qué punto de su vida se encuentra", dice Rudd. "Algunas de las cosas que están ausentes en el mundo de Sydney aparecen de repente al conocer a Peter, tal como ser capaz de ser amigo de la persona que te importa (aunque sea una mujer)".
Rashida Jones, que interpreta a Zooey Rice, la novia de Peter, se sintió entusiasmada por interpretar un papel que iba más allá de la típica novia de comedia. "Zooey es un ser humano completamente desarrollado, que es una activa participante en la película", dice Jones. "Es difícil encontrar un papel así. No es simplemente la novia o la esposa de alguien, es un personaje multi-dimensional y completamente realizado".
Uno de los personajes más firmes de la película, Zooey es una mujer inteligente y segura de sí misma que apoya plenamente la búsqueda de amistad de Peter. Hamburg pensó que Jones tenía tanto la vis cómica como la afabilidad necesarias para el papel. "Para mí era importante que Zooey no fuera simplemente la novia que reacciona ante los chicos graciosos que la rodean, sino que fuera capaz de aportarle al papel su propio estilo de humor y su punto de vista", explica. "Rashida es muy inteligente, y cuando se trabaja con gente como Paul y Jason, que son realmente rápidos, hace falta alguien que pueda estar al mismo nivel. Y ella lo está tanto como ellos".
"Rashida tiene una cualidad innata que gusta, y eso brilla en la pantalla. Además, es guapa", dice Rudd. "Tiene la capacidad de enganchar una cosa a la realidad y seguir siendo realmente graciosa. Tuvimos mucha suerte de que aceptara estar en la película".
Peter y Zoeey comparten aficiones que quienes les rodean, sobre todo Sydney, encuentran difíciles de entender. "Se nos ve sentados ojeando revistas de decoración o arquitectura que, como pareja, realmente nos encantan", explica Rudd. "No somos en absoluto caricaturas, pero ella y yo sintonizamos de una manera que puede molestar a otras personas. Por ejemplo, en una cena con amigos podemos hablar animadamente durante 45 minutos, y al detalle, de lo mejor del último número de la revista Domino, para luego pasar otra hora hablando de la revista Real Simple durante el postre".
En cuanto a la relación de Zooey con Sydney, dice Jones: "No sabe muy bien qué pensar de él. Pero aún así quiere que Peter tenga un amigo, así que se esfuerza mucho".
Y al hacerlo, observa algo en Peter y Sydney que pocas mujeres llegan a ver. "Zooey representa la perspectiva de la mujeres viendo cómo se hacen amigos los hombres. Es como ver una especie de experimento antropológico".
En cuanto a su anterior vida social, Zooey es una mujer completamente asentada con muchas amigas, dos de ellas muy íntimas, Denise (Jaime Pressly) y Hailey (Sarah Burns). Sin embargo, las tres mujeres son completamente distintas, según explica Jones: "Denise y Hailey representan realmente aspectos opuestos de Zooey. Denise es increíblemente obstinada y decidida, mientras que Hailey es más sosa".
Burns es más explícita en su descripción de Hailey: "Lleva soltera mucho tiempo, y eso le hace sentirse desgraciada", dice. "Intenta desesperadamente conseguir un novio y sale malparada cada vez que lo intenta. Digamos que les aborda de una forma un poco fuerte".
Las tres mujeres son propietarias de una tienda de muebles y decoración y parecen saberlo todo las unas de las otras. "Las mujeres son fácilmente vulnerables entre ellas", explica Jones. "Reaccionan de dos maneras posibles. O hay química negativa, lo que resulta un poco grosero, o es como que inmediatamente se llega al corazón de vuestra relación y a lo que queréis en la vida. En cuanto a los hombres, es un poco más difícil hacerles salir de su concha".
Al contrario que los hombres, añade Pressly, las mujeres tienden a no ocultar ningún detalle, sobre todo cuando se trata de sexo. "Las mujeres son peores en realidad en ese sentido, porque nos juntamos y hablamos de todas las cosas, y en términos más gráficos que los hombres. Creo que cuando los hombres se juntan, no se sinceran tanto porque hay un ego mayor, quieren ser un poquito más enrollados".
Burns está de acuerdo, y añade: "Las mujeres hablan mucho más de sexo y de sus cuerpos y de cosas que no sientan bien a sus cuerpos. Cuando los hombres hablan de sexo, es un poco repugnante y asqueroso. Cuando lo hacen las mujeres, es como una experiencia que las une".
Mientras que en la comedia romántica tradicional la persona que busca el amor generalmente le pide consejo a su mejor amigo, en "Te quiero, tío" Peter recurre a su hermano Robbie, interpretado por Andy Samberg de "SNL", para que le ayude y le guíe en el proceso de encontrar al tipo adecuado. Robbie es mucho más el tipo tradicional de hombre machote, y por lo tanto el candidato perfecto para impartir consejos acerca de cómo conocer hombres. También es gay. Robbie es entrenador personal, y un auténtico experto en lo que hace falta para atraer a un hombre y en lo que otros hombres encuentran atractivo.
Aunque la orientación sexual de Robbie constituye una parte importante de su forma de ser, no le define ni influencia su concepción de la masculinidad tradicional. "Este personaje no está definido por el hecho de ser gay", dice Hamburg. "De hecho, casi no tiene ninguna importancia. Y Andy sabía cómo interpretar eso. No intentó hacerlo todo gracioso, simplemente interpretó la realidad del personaje y la comedia que hay en eso". De Line añade: "Irónicamente, Robbie es más macho en mucho sentidos de lo que lo es Peter. Es un tipo que ve programas deportivos con su padre. También tiene toda clase de amigos, mientras que Peter es más bien un metrosexual".
Dice Samberg: "Peter es como una herramienta, y Robbie es más bien impresionante, algo que va a dejar perplejos a muchos tíos".
Peter proviene de una familia muy unida, pero su relación con su padre, Oz, nunca ha sido tan estrecha como la de Robbie. Oz y Robbie son buenos amigos, disfrutando con las actividades tradicionales paterno-filiales. Oz también apoya plenamente y se implica en la orientación sexual de Robbie.
"Oswald Klaven es un hombre de verdad, como lo es su hijo Robbie", dice J.K. Simmons, quien interpreta a 'Oz'. "Peter, mi otro hijo, no es tan hombre, es más bien un tipo con novia".
"Oz es un tipo de padre como 'el gran Santini', así que uno no esperaría verle aceptar la homosexualidad de su hijo pequeño, pero él lo hace, y sin reservas", explica Hamburg. "Quiere a sus dos hijos pero es más amigo del gay porque les unen las mismas cosas, como jugar a los videojuegos, ir de pesca y salir de fiesta. Es sólo por la clase de tipos que son".
Para los papeles de Oswald y Joyce Klaven, los realizadores se sintieron felices por contar con Simmons y Jane Curtin para los papeles. "Tuvimos mucha suerte por poder tener tanto a J.K. como a Jane", dice Hamburg. "Parecen una pareja auténtica porque son comedidos y aún así son realmente agudos y graciosos. Era asombroso, porque si se les pedía que improvisaran eran impresionantes al hacerlo, manteniéndose siempre en el personaje".
"Me sentí realmente ilusionado cuando supe que el papel de mi padre lo iba a interpretar J.K., porque es uno de esos actores que son igualmente creíbles en un papel realmente tierno, como el del padre de 'Juno', o en el de un convicto terrorífico en (la serie de la prisión de HBO) 'Oz'", comenta Rudd. "Y cuando supe lo de Jane pensé, '¡Oh, Dios mío, es un icono!'"
Simmons observa: "El estilo de escritura de John es único. Creemos que ya hemos visto antes esta clase de comedia picante, pero él tiene su propia voz dentro y es muy, muy graciosa".
En su viaje para encontrar un amigo íntimo, Peter asiste a un puñado de actividades sociales dirigidas a los hombres y se embarca en diversas "citas masculinas" con la ayuda de la familia, los amigos e Internet. En un esfuerzo por estrechar lazos con el marido de una de las amigas de Zooey, Peter participa en la 'noche de póquer' en casa de Denise, uniéndose a Barry, su marido, y sus amigos, con gran disgusto de Barry.
Para el papel de Barry, Hamburg pudo conseguir a un actor muy solicitado, que también es uno de los directores actuales más cotizados de Hollywood. Dos semanas después del estreno de su mega-hit "El Hombre de Hierro", Jon Favreau estaba listo para tomarse un descanso. "Normalmente, cuando se estrena una película como esa, la vida de uno se vuelve muy ajetreada, y lo único que uno quiere es un tiempo de descanso", observa.
Pero Hamburg tenía otros planes. "Cuando contratamos a Jaime Pressly como Dense, nos pareció que para interpretar a su marido necesitábamos a alguien que pudiera darle bien la réplica, así que de inmediato buscamos a Jon", dice Hamburg. "Afortunadamente, él quería hacer la película".
"Estaba hablando con Robert Downey Jr. (el protagonista de 'El Hombre de Hierro'), y me dijo: 'Es lo mejor que puedes hacer'", observa Favreau. "Sólo ve y sé un gran actor, y sintoniza con ello, para que puedas encontrar un poco de equilibrio".
"Jon fue un lujo", recuerda Hamburg. "Es curioso, porque ahí estaba ese gran director de éxito, y su actitud era, 'Lo que necesitéis, aquí estoy a vuestro servicio'. Ahí estaba él, preparado para ser un profesional y hacer lo que hiciera falta para realizar sus escenas".
Favreau describe a Barry simplemente como "un gilipollas". Barry no tiene ningún interés en pasar el tiempo con Peter, al que considera un capullo que no tiene ni idea de jugar al póquer. Accede únicamente porque su igualmente descarada mujer accede a hacer el amor con él con la luz encendida. "Le interpreto como un pene insensible, sin ninguna empatía en absoluto por el tipo, y siempre es divertido interpretar a personas que no se disculpan por ser como son".
La relación entre Barry y Denise pasa rápidamente de caliente a fría en un abrir y cerrar de ojos. "Les gusta pelearse y luego reconciliarse", dice Pressly. "Eso es lo que más les gusta hacer". Favreau explica: "Su relación es especialmente polémica. Ella es un poco áspera, claramente no es una persona feliz, ni tampoco mi personaje. Pero aquí hay también un vínculo, un amor que es sincero, y dependen el uno del otro".
Como agente inmobiliario en Los Ángeles, Peter tiene ocasión de cruzarse con numerosos famosos, y está ilusionado por la oportunidad de ascender en su carrera y pasar de 'las llanuras' de Los Ángeles a las colinas, fichando como cliente a Lou Ferrigno, "El increíble Hulk" de la TV.
"'Te quiero, tío' es una historia de Los Ángeles, así que imaginé que Peter probablemente iba a encontrarse vendiendo casas de famosos porque quiere ascender en su carrera, y de alguna manera me vino Lou Ferrigno a la cabeza", recuerda Hamburg. "No tenía ni idea de si podríamos conseguirle, pero le escribí y pareció encajar, y todo surgió a partir de ahí".
Ferrigno estaba ilusionado por la posibilidad de trabajar en una comedia, oportunidad que no se le presenta a menudo a un hombre coronado Mister Universo dos veces. "John Hamburg me metió en la película, y yo estaba contentísimo", dice Ferrigno. "John conoce bien la comedia y me ayudó a sacar lo mejor de mí".
"Lou estaba ilusionado por hacer la película y fue muy divertido trabajar con él", dice el director. "Es un ser humano auténtico, un hombre muy tierno. También tiene las manos más grandes que jamás he visto en un ser humano", dice riendo.
"Me sentí muy contento cuando supe que Lou había dicho que sí", recuerda Rudd. "Es realmente gracioso y muy natural. Es difícil no utilizar la palabra 'increíble' al describirle, porque eso es un poco obvio, así que sólo diré que Lou Ferrigno es un cañón".
Con tantos actores de talento componiendo el reparto coral, mantenerse serio en el plató de 'Te quiero, tío' era a veces poco menos que imposible. "He hecho un montón de comedias y siempre me he enorgullecido de mantener la compostura, pero eso no ha funcionado en esta película", dice Rudd. "No podía parar de reír en esta película. Eché a perder no sólo tomas, sino rollos enteros de película".
Una secuencia de una cena en el restaurante chino Hop Louie del barrio de Chinatown de Los Ángeles en la que participaba casi todo el reparto, fue un día repleto de travesuras. "Era como el comedor de un instituto", recuerda J.K. Simmons. "Yo no paraba de desternillarme y de echar gambas por la nariz durante uno de los brindis de Jason".
"Eso es lo que pasa en la vida real", añade Hamburg. "Fue divertido, pero hubo muchas tomas estropeadas por las risas. Había un ambiente delicioso. Se notaba mucho que estábamos haciendo una comedia".
"John realmente le deja nos dejaba que hiciéramos nuestras cosas", explica Segel. "Su guión era tan sólido y tan bueno que no había necesidad de desviarse realmente del mismo, pero no parábamos de decir cosas. Una de las cosas estupendas de trabajar con John es que se siente cómodo cuando los actores intentan hacer suyos los diálogos".
En el plató, los actores solían hacer las tomas según estaban en el guión, pero luego o bien ellos o bien Hamburg empezaban a explorar nuevas posibilidades para la comedia. "Era muy fácil, porque los personajes estaban muy bien desarrollados", observa Rashida Jones. "John defendía lo que él pensaba que era esencial para la escena, y luego nos dejaba hacer lo que nos pareciese natural".
"Solíamos improvisar en el transcurso de las escenas", dice Simmons, "y entonces se oía a algún tipo en la sala soltar una frase, y uno pensaba: 'Oh, ése es Hamburg'. Entonces todo el mundo se reagrupaba y aportaba sus ideas. Entonces él soltaba más ideas, y la gente recogía la pelota y corría con ella. Fue realmente muy divertido".
Favreau añade: "Creó un ambiente agradable y fluido que de verdad sirvió para descubrir momentos divertidos e interesantes que no fueran obvios ni patosos".
Incluso los actores que no tenían ninguna frase en el guión en una escena concreta podían seguir involucrándose. "Incluso aunque no se tuviera ninguna frase, uno decía alguna, porque inevitablemente uno iba a improvisar en cada escena", dice Jaime Pressly. "Nos reíamos todo el día y nos divertíamos, y disfrutábamos de nuestra mutua compañía".
La producción
"Si ves a un tipo con buena pinta, entabla conversación. Pídele una cita. Con eso quiero decir una comida informal o una copa después del trabajo. Nada de cena ni cine. No vas a llevar a esos tíos a ver 'El diablo viste de Prada', compréndelo" - Robbie (Andy Samberg)
Rodada enteramente en Los Ángeles, 'Te quiero, tío' muestra la ciudad de una forma poco común en las películas de Hollywood, "Habiéndome criado en Manhattan, siempre estuve fascinado por Los Ángeles", explica John Hamburg. "Paso mucho tiempo trabajando en L.A., así que creo que tenía una visión romántica de la ciudad, y es por eso por lo que decidí ambientar la película aquí, para explorar lo que hay debajo".
Pese a su descontrolada extensión, L.A. puede ser a veces un sitio donde es difícil crearse un 'círculo íntimo', lo que hacía de la ciudad la localización perfecta para la premisa de esta película. "Cuando una busca amigos y un grupo social, Los Ángeles tiene todos esas bolsas urbanas pero no tiene centro, y puede ser bastante solitaria sin amigos", observa Hamburg.
El director quería también retratar a la ciudad como un personaje divertido de la película. "John ciertamente quería que apareciese el carácter de la ciudad de una manera que normalmente no se ve en una comedia", explica el productor De Line. "Se han rodado películas verdaderamente interesantes en Los Ángeles, generalmente de un tipo más dramático, y que muestran aspectos interesantes de la ciudad. Pero un enfoque cómico sobre eso es algo realmente fresco e innovador".
Un aspecto que Hamburg quería incorporar a la historia era el mostrar que vivir en metrópolis inmensas puede determinar cómo se es y hacer que sea más difícil salirse de los moldes. "Hay muchos aspectos y partes diferentes en Los Ángeles. Peter Klaven vive en la zona este, mientras que Sydney vive más hacia el oeste, en Venice, que parece una ciudad de playa", comenta Hamburg. "Incluso aunque se viva en la misma ciudad, si uno decide vivir en Venice, probablemente será una clase de persona distinta de alguien que decide vivir a una hora del océano".
El director artístico Andrew Laws observa: "Con Venice, uno sabe exactamente lo que tiene. Poner a Sydney en Venice le añade mucha textura a cómo es él".
Mientras que en otras películas Venice aparecía a menudo como un refugio para pirados y traficantes de droga, Hamburg buscó enseñar otra faceta de este relajado y ligeramente excéntrico enclave. "Los extras que utilizamos eran los más frikis entre los frikis", dice Jason Segel, "pero se comportaban de manera realista, como si estuvieran paseando por una acera de Venice un martes cualquiera por la tarde".
Una de las actividades diarias favoritas de Sydney es pasear a su Beaniche (una mezcla de Beagle y caniche) por las aceras de Venice, en donde algunos de los otros propietarios de perros (a los que Sydney llama 'bowsers') también pasean a sus perros. "Bowser es una palabra que inventó Sydney Fife para alguien que se parece exactamente a su perro", explica el coproductor Anders Bard.
La búsqueda de una combinación perro/propietario como ésa fue un proceso exhaustivo. "Nuestro grupo de contratación de extras imprimió unos folletos anunciándolo, y se presentaron unas 250 personas con sus perros. Tuvimos gente que vino vestida como sus perros o con el mismo corte de pelo, lo que me pareció muy interesante de un modo un poco retorcido y extraño".
Las aceras de Venice son también el lugar donde Sydney tiene un altercado con Lou Ferrigno que termina en una llave de estrangulamiento. "La llave de estrangulamiento es verdaderamente muy efectiva", dice Ferrigno. "Si se hace correctamente, puede bloquear la arteria principal del cuello de una persona y disminuir el riego sanguíneo. Le deja a uno noqueado de verdad durante un par de minutos".
Por supuesto, en la película la llave sólo tenía que parecer efectiva, así que un coordinador de especialistas le enseñó al musculoso actor a aplicar la llave sobre Segel sin hacerle daño. "Fue un placer aprender, de la mano de un experto como ese, a hacerlo a la vez de forma segura y creíble porque, en la vida real, es una llave muy peligrosa".
Puesto que la pelea entre Ferrigno y Segel se rodó en el paseo marítimo de Venice a mediodía, los mirones y los paparazzi abarrotaron la calle para mirar. "Rodar esa escena fue un poco como ser Angelina Jolie en Cannes", explica Rudd. "Yo intentando reaccionar a Lou Ferrigno que le está haciendo una llave de inmovilización a mi amigo Sydney, y lo único que oía eran cámaras haciendo fotos detrás de mí. Una cosa rara".
Aunque aparentemente tiene mucho dinero, Sydney vive en un modesto bungalow cerca de la playa y pasa la mayor parte de su tiempo libre en su 'cueva para hombres': un garaje transformado en una habitación de fantasía en donde los chicos pueden actuar como chicos, y dedicarse a cosas de hombres. "La cueva para hombres es un lugar para que los hombres se escapen, y tiene algo muy atractivo", explica Rudd. "Cuando se es un chaval, uno encuentra un poco de escape en su habitación, pero cuando se es mayor y se está casado, aunque tengas un despacho o un estudio, ya no es lo mismo. Cuando uno está en la cueva para hombres, uno se siente como si volviera a tener 10 años".
"La cueva para hombres es el supremo centro de ocio para hombres", observa Segel. La habitación está llena de confortables sofás, y tiene 3 televisores, libros, CDs, DVDs, un equipo de sonido alucinante, y una multitud de instrumentos musicales para improvisar sesiones con ellos.
El diseño de Law para la cueva para hombres está repleto de detalles, toques realistas que reflejan la personalidad de Sydney. "Tiene un televisor nuevo al lado de un Sony Trinitron antiguo", observa Hamburg. "Y hay una pared llena de fotos (un montón de tíos), su maltrecha tripulación".
Law observa: "John y yo hablábamos mucho de ello: debía tener sólo cosas típicamente masculinas. Hasta los libros de las estanterías son unos libros muy concretos, quizás no necesariamente la clase de cosas que uno esperaría que este tipo leyese. Dicen algo más sobre lo que Sydney podría ser".
Así pues, ¿el Sydney de la vida real (Jason Segel) se parece algo a su personaje? "Vivo con mi mejor amigo desde cuando tenía 13 años, lo que es bastante increíble", revela el actor.
Dice Rudd: "La casa de Jason, creo, era una discoteca con distintos niveles".
"En realidad, creo que sigue siendo una discoteca en pleno funcionamiento", apunta Hamburg, quien añade: "Algunas historias acerca de sus fiestas de sábado por la noche es mejor que no se hagan públicas".
Antes de conocer a Sydney, Peter tiene una serie de extrañas (y muy graciosas) 'citas masculinas' con la esperanza de conocer a un nuevo amigo íntimo. "Nunca ha tenido un amigo íntimo, así que no sabe lo que se siente", dice Rashida Jones. "Así que se pone a buscar en todos los sitios equivocados".
Peter se embarca en una 'cita masculina' para ir a un partido de fútbol del equipo Galaxy con Lonnie, un cliente de Robbie al que éste ha prometido a cambio unas sesiones gratis de entrenamiento personal. Las cosas rápidamente empiezan a torcerse cuando Lonnie, que tiene una voz anormalmente aguda capaz de poner de los nervios al más paciente, canta y anima a gritos a los jugadores durante todo el partido. Las cosas van de mal en peor cuando estalla una pelea entre Lonnie (interpretado por el actor cómico Joe Lo Truglio) y otros hinchas, y Peter se ve atrapado en medio.
Para rodar la escena del partido del Galaxy, los realizadores reservaron una pequeña zona del estadio durante un partido auténtico, y rodaron toda la escena en el transcurso del partido. Rodar en un período de tiempo limitado y rodeados por 30.000 espectadores que no eran conscientes de lo que estaba pasando demostró ser una experiencia dificultosa.
"Hay que decir algo acerca de la energía que alcanza una escena cuando uno sólo tiene una cantidad de tiempo limitada para rodarla, y mientras tanto los hinchas te miran sin saber muy bien lo que está pasando", dice Hamburg. "Paul intentaba estar tranquilo mientras Joe gritaba y sudaba y estallaban peleas a su alrededor. Fue una forma bastante hilarante de rodar en mitad de todo aquel caos, y además muy divertido".
Durante las visitas a la cueva de Sydney, Peter y su amigo descubren que sólo tienen una cosa en común: el icónico trío de rock Rush. "Estaba pensando en un grupo de rock con el que estos tipos pudieran identificarse, alguno del que no todo el mundo fuese fan. Y si te gustan Rush, realmente te encantan", dice el director. "Gran parte de estas historias surgen de mis propias experiencias. Cuando era adolescente, era muy fan de Rush, y todavía lo soy. Sabía que tenían un montón de canciones que sería muy divertido meter en la película".
Los dos pasan mucho tiempo tocando música juntos, pero las cosas empiezan a ponerse serias cuando ambos acuden a un concierto de Rush. Los realizadores se sintieron colmados de felicidad cuando el grupo accedió a participar en la película, en lo que supone su debut cinematográfico. El concierto se grabó en el Avalon Hollywood (el antiguo e histórico Palace Theater) en una pausa de un día durante su gira de 2.008. "Esa noche fue una experiencia totalmente surrealista", dice el productor ejecutivo Andrew Haas. "Estábamos hacia la mitad de la producción, después de unos largos días, y la sala de conciertos estaba abarrotada de fans de Rush. No sé si conoces a los fans de Rush, pero la energía era simplemente brutal, y nos dio el combustible para meter más caña".
"Fue estupendo trabajar con los miembros de Rush", dice Hamburg. "Fue una noche de rodaje deliciosa, y ellos fueron francamente geniales y nos dieron todo lo que queríamos".
"Te quiero, tío" trata de una situación de la vida real (el reto que significa para los hombres hacer amigos cuando son adultos) con una combinación de sensibilidad y humor excéntrico. "Esta película va a atraer a todo el mundo", observa Jason Segel. "Tiene todas las obscenidades que se esperan de una película de tíos, pero también tiene la sensibilidad que se busca en una comedia romántica. Si uno lleva a una chica a verla, probablemente dirá: 'Sabes, has elegido una película muy sensible. Eso dice mucho de ti'. Así que todo el mundo sale ganando".
"John tiene mucho talento y agudeza, y sentí que conectábamos de verdad", observa Rudd. "Creo que su capacidad para captar la comedia es muy fuerte, y sé que será divertida. Tiene el potencial para ser una historia realmente conmovedora, con personajes con los que se identificarán y apreciarán tanto hombres como mujeres".
"'Te quiero, tío' explora los retos y dificultades relativos a formar y mantener relaciones adultas, sobre todo los hombres", dice Hamburg. "Lo que intentamos hacer con esta película es sacar a la superficie algo que estaba debajo, que es el reto que supone hacer amigos de adulto. Espero que arroje alguna luz sobre algo que existe, y quizás los tíos estén más abiertos a la idea de ir al cine juntos, compartir una bolsa de palomitas y salir por ahí".