La película describe los giros cómicos y las sorpresas emocionales de una pareja durante un viaje por Estados Unidos.
Burt (John Krasinski) y Verona (Maya Rudolph) tienen treinta y pico años, llevan tiempo juntos, y van a tener un niño. Pero a los seis meses, Jeff y Gloria (Jeff Daniels y Catherine OHara), los padres de Burt, una pareja excéntrica como pocas, les anuncian sin previo aviso que se mudan y dejan Colorado, eliminando la principal razón por la que los futuros papás se mudaron a este estado.
¿Dónde, y cerca de qué parientes o amigos, podrán Burt y Verona echar raíces y criar a su hijo? La pareja se sumerge en un ambicioso itinerario para visitar amigos, parientes y evaluar ciudades. La primera parada de la gira es Phoenix, donde pasan un día viendo carreras de perros con la irrefrenable (y metepatas) Lily (Allison Janney), una ex compañera de trabajo de Verona, y su más que refrenable familia, encabezada por su marido Lowell (Jim Gaffigan). A continuación se trasladan a Tucson para visitar a la adorable Grace (Carmen Ejogo), la hermana de Verona.
Después de una conversación íntima con su hermana, su única familia, Verona empieza a tener otra perspectiva, que le vendrá muy bien al llegar a Wisconsin, donde reside Ellen, la prima de Burt, a la que ahora llaman LN (Maggie Gyllenhaal), y su compañero Roderick (Josh Hamilton). Al oír las imposibles ideas de LN y Roderick acerca de cómo criar a un hijo y llevar una casa, Burt y Verona se escapan a Montreal para visitar a Tom (Chris Messina) y a Munch (Melanie Lynskey), antiguos compañeros de universidad.
A pesar de que tienen un hogar cómodo, alegre y lleno de niños, basta una noche para que se den cuenta de lo difícil que puede ser mantener una relación cuando se tienen hijos. Una llamada inesperada les hace ir a Miami para ver a Courtney (Paul Schneider), el hermano de Paul, y comprenden por fin que son ellos los que deben definir su hogar.