De nuevo en Crystal Lake, en una reinvención de la película de terror Viernes 13. Buscando a su hermana desaparecida, Clay se dirige a los fantasmales bosques del legendario Crystal Lake, en donde se tropieza con los macabros restos de unas antiguas y desvencijadas casetas que yacen tras unos árboles cubiertos de musgo.
Y eso no es lo único que se oculta entre los matorrales.
Haciendo caso omiso de los consejos de la policía y las advertencias de la gente del lugar, Clay sigue las escasas pistas que tiene para encontrar a su hermana desaparecida, Whitney (Amanda Righetti), con la ayuda de Jenna (Danielle Panabaker), una joven que conoce con un grupo de estudiantes que han salido a pasar un fin de semana de miedo. Pero se van a encontrar con mucho más de lo que esperaban.
Sin saberlo, han penetrado en los dominios de uno de los espectros más terroríficos de la historia del cine norteamericano: el infame asesino que acecha en Crystal Lake, armado con un afilado machete
Jason Voorhees.