El film está protagonizado por George Clooney (Quemar Después de Leer), Jeff Bridges (Iron Man), Ewan McGregor (Ángeles & Demonios), Kevin Spacey (Moon), Robert Patrick ("The Unit"), Stephen Root (El Solista), Stephen Lang (Enemigos Públicos) y Rebecca Mader ("Perdidos"). Dirigida por el nominado a los Premios de la Academia, Grant Heslov (Buenas Noches y Buena Suerte), con guión de Peter Straughan (New York para Principiantes), basado en el libro de Jon Ronson. Los Hombres Que Miraban Fijamente a las Cabras está producida por Clooney, Heslov y Paul Lister. El director de fotografía es el ganador de un Premio de la Academia Robert Elswit (Pozos de Ambición). La edición corre a cargo de Tatiana S. Riegel (Pozos de Ambición). La directora de vestuario es Louise Frogley (Quantum of Solace) y como directora de producción está Sharon Seymour (Gone Baby Gone).
Más extraño que la ficción
Algunas historias parecen destinadas a convertirse en películas, como es el caso de ésta: Un ejército de guerreros "New Age" financiado por el gobierno norteamericano para desarrollar métodos de combate utilizando sólo la mente. Por increíble que parezca, esta historia es real. En el libro con gran éxito de ventas Los Hombres que miraban fijamente a las cabras, el periodista Jon Jonson, tras una intensa investigación, desvela la historia del Ejército de la Nueva Tierra y en el proceso, prepara el terreno para una increíble y divertidísima mirada a un capítulo prácticamente desconocido de la historia militar norteamericana.
Cuando el productor Paul Lister recibió los dos primeros capítulos del libro de parte del agente editorial de Ronson, el título le pareció irresistible. "Es un título grandioso. Hizo que cogiera el libro en ese mismo instante y dijera, ¿pero qué es esto? Y este es el argumento central en la película", comenta Lister.
"Me divertí mucho con esos dos capítulos, así que me moría de ganas de leer el resto del libro. Está lleno de historias peculiares que son verdaderas, que llaman la atención a cualquiera. Fue lo que más me atrajo y pensé, ¿cómo puede algo tan divertido y extraño ser real?", añade Lister.
El libro contiene algunas revelaciones que distan mucho de ser normales y hay material como para hacer dos películas, al no ajustarse al tradicional formato de tres actos narrativos. El guionista Peter Straughan se sumó al equipo para adaptar la novela. "Me encantó el libro, pero no estaba hecho para una película. Peter tenía la idea de que teníamos que transformarlo por completo, así que dejó de lado los hechos concretos y los convirtió en una serie de eventos y personajes ficticios inspirados en el libro", comenta Lister.
"Peter trajo un primer borrador increíblemente potente. Inteligente, divertido y novedoso. No hay nada que se le pueda parecer", continúa contando el productor.
Straughan comenta que su reto fue encontrar el hilo conductor de las entrevistas de Ronson para así poder transformarlo en un argumento narrativo. "Literalmente cogí el libro con un rotulador y me puse a subrayar todo aquello que no debía de quedarse en el tintero. A partir de ahí, intenté trazar la historia para que encajara lo más posible", recuerda.
"Lo que añadí fueron escenas del día a día", comenta. "La gente puede pensar que hemos añadido las cosas más tontas, verdaderas bufonadas, pero todas son reales. Todas estas historias, desde atravesar paredes o matar un hamster con sólo mirarlo, las sacamos de diferentes experimentos utilizados por el ejército o la CIA en los años 60, 70 y 80. Algunas de las escenas más delirantes del film se cogieron palabra por palabra de las entrevistas que hizo Jon".
El guión, una vez acabado, era una combinación de sátira inteligente y de dulce esperanza, al más puro estilo del libro. "Pensé que era como si los hippies fueran los que controlaban el ejército. El tono lo da el personaje de Jon en las entrevistas que es muy abierto y empático. Nunca resultó sarcástico con la gente que entrevistó, por mucho que parecieran extrañas sus ideas. Terminé entendiendo a estos personajes y la fuerza de sus creencias, aunque no siempre las compartiera", narra Straughan.
El guión llamó la atención de Grant Heslov y de George Clooney, socios de la productora Smokehouse. Heslov, productor de películas como Buenas Noches y Buena Suerte (por la que recibió una nominación a los Oscar) y Leatherheads, estaba ya planeando su debut como director de un largometraje, cuando el guión se cruzó en su camino.
"Me enamoré al segundo", comenta. "Leo muchos guiones y con éste me partí de la risa de principio a fin. Jon Ronson captura este mundo de forma muy real y Peter lo adaptó tal y como lo haría un gran escritor. Cuando se lo di a George para que lo leyera, me dijo, ¡vamos a hacerlo!".
Clooney aportó algo más que su caché como artista consagrado al proyecto. "George es un gran actor y era perfecto para el papel de Lyn Cassady. No es sólo una gran estrella de cine. Él y Grant saben cómo hacer una película. Se complementan muy bien", cuenta Lister.
"La naturaleza un tanto subversiva del guión les iba como anillo al dedo. Tiene tintes políticos y de humor, así que la visión de la película encajaba a la perfección con su forma de ver el mundo. Fue estupendo tenerles y que fueran los motores del proyecto", apunta el productor.
El guión de Straughan le dio una capa más emotiva a Los Hombres Que Miraban Fijamente a Las Cabras. "A primera vista, parece que es la historia de un grupo de militares que estudian la guerra síquica. Pero se trata también de una road-movie sobre dos tipos que se encuentran perdidos sin rumbo y que forjan una verdadera relación", revela Heslov.
En el film, el batallón de ficción First Earth recibe el nombre de Ejército de la Nueva Tierra. "Y también lo llamamos Proyecto Jedi, ya que se denominaban a sí mismos Guerreros Jedi. Consistía en liberar la mente y dar con nuevos métodos de guerra que no resultaran destructivos", prosigue.
Para Lister, es inspirador que un grupo de militares de pensamiento liberal, se juntaran para adoptar el espíritu de la New Age. "Pretendían encontrar nuevas formas de lucha sin herir a nadie. En nuestra historia, esta fantástica e idealista nueva forma de lucha se corrompe, que es lo que ha ocurrido en el mundo real". Jim Dever, un sargento retirado de la Marina con 25 años de servicio y al que hemos consultado algunos temas de la película, se sorprendió al descubrir que la historia estaba basada en hechos reales. "Cuando leí el guión, dije, ¿es esto real, ocurrió en el ejército? Así que investigué un poco y confirmé que era cierto".
Jon Ronson se inspiró para escribir Los Hombres Que Miraban Fijamente a Las Cabras, después de escuchar la poco probable y fascinante historia sobre un grupo poco prominente de soldados de las Fuerzas Armadas Americanas, que utilizaban la telepatía y la percepción extrasensorial al servicio de la guerra. Jin Channon, antiguo teniente coronel del ejército, comentó a Ronson que él había sido uno de los fundadores del Ejército de la Nueva Tierra y que había escrito el manual de campo después de años de investigación en filosofía, artes marciales, artes medicinales, tácticas curativas, psicología y una serie de experiencias extrasensoriales.
"Se trataba de un grupo de militares, algunos con altos cargos, que deseaban aprender habilidades paranormales. Intentaban atravesar muros y volverse invisibles. Practicaron saludar al enemigo centelleando los ojos y con el tiempo en Fort Bragg, cuando las ideas se enturbiaron, intentaron matar cabras con tan sólo mirarlas fijamente", recuerda Ronson.
A Channon empezó a interesarle estas técnicas de guerrilla alternativas después de su servicio en la guerra de Vietnam. Se puso a investigar un amplio abanico de técnicas New Age, desde regresiones de Reichi, técnicas clave de lucha y baños calientes en grupo con el fin de revolucionar el ejército. 125 páginas de gráficos, dibujos y ensayos detallando un completo estudio del ejército, manuales de dibujos basados en fuentes tan diversas como Buckminster Fuller, Leonardo Da Vinci y Buda. Dicho manual cubre temas muy variados desde técnicas de visualización y la forma física, hasta otras algo más esotéricas como el Combate Ético" y las Oraciones a la Tierra.
"Jim pasó varios años estudiando con diferentes gurús y precursores del New Age. Cuando volvió, escribió algo que podríamos llamar manifiesto, que esboza una forma de lucha pacífica, en el que se detalla cómo tratar con el enemigo y utilizar ciertas tácticas de guerra".
Channon convenció a sus superiores para que le permitieran encargarse del batallón de soldados entrenados en técnicas militares psicológicas y paranormales, incluyendo la misión remota (una experiencia extra-corpórea que permite al individuo ver acontecimientos a miles de kilómetros) y la capacidad de hacerse invisible.
Según la obra de Jon Ronson, que refleja una minuciosa investigación, el Mayor General Albert Stubblebine III fue el primero en imaginarse un ejército del futuro que usaría en vez de armas, avanzadas técnicas sensoriales para resolver los conflictos internacionales. Este general, graduado en la Academia de West Point, dirigía los Servicios de Inteligencia norteamericanos y los servicios Security Command (INSCOM) desde 1981 hasta que se jubiló en 1984, y creía apasionadamente que cada ser humano era capaz de ejecutar milagros sobrenaturales.
El General Stubblebine se sentía intrigado con la idea de Jim Channon de terminar con las estructuras bélicas convencionales, gracias a los guerreros monje, que podían ver el futuro, leer las mentes, hacerse invisibles y teletransportarse. Uso toda su influencia en la idea de un ejército New Age con una serie de proyectos secretos en Fort Meade. Invirtió mucho tiempo moldeando sus propios poderes paranormales, esperando poder perfeccionar el arte de entrar en trance, incluyendo la capacidad de atravesar paredes.
"La primera escena del libro es una del Mayor Stubblebine levantándose de su mesa de despacho de Arlington (Virginia), en la que comenta que se dirige al despacho contiguo y dando un pequeño empujón atraviesa la pared con la nariz", comenta Ronson.
Casi recién nombrado director del INSCOM, Stubblebine crea un programa al que denomina Destacamento Especial de Alto Rendimiento. Este destacamento utilizaba técnicas novedosas como el programa neurolinguístico y la sincronización cerebral, y enviaba a algunos de sus oficiales al Instituto Monroe, dedicado en exclusiva al estudio de la mente humana.
Según Ronson, el programa empezaba de forma muy simple. "Primero la CIA y luego, el Departamento de Defensa, cogían a un grupo de soldados, los encerraban en una habitación secreta y les decían que tenían habilidades paranormales".
"Experimentaban con cosas que suenan completamente absurdas, como con bombas fétidas, sonidos subliminales y ataques de avispas. El primer líder de esta aislada unidad, fue el agente de la CIA Sidney Gottlieb, que también dirigió una oscura organización conocida como MK.Ultra. Se dedicaban a echar sin que les vieran LSD a militares desprevenidos en sus bebidas. Algunas de las cosas abominables que hace Kevin Spacey en la película, están inspiradas en las historias sobre Gottlieb", continúa.
"Exploraban cualquier tipo de creencia o filosofía que les permitiera luchar sin causar ninguna muerte. Investigaron artilugios como El Depredador, un objeto de plástico que parece un juguete de niños pero que en realidad es muy peligroso", dice Lister.
Los archivos oficiales del Ejército de la Nueva Tierra permanecen sellados y el ejército asegura que los programas de operaciones psicológicas se abandonaron hace mucho tiempo. Aunque hay algunos veteranos del programa que continúan ejerciendo su autoridad dentro y fuera del mundo militar, como es el caso de Jim Channon, al que se le conoce ahora como miembro global o el primer chamán del mundo; o el caso de John Alexander, un destacado experto en armas no letales; o Joseph McMoneagle, uno de los primeros reclutas que detectó un submarino soviético gracias a sus habilidades paranormales; Ingo Swann, precursor del término visión remota y desarrollador de los primeros protocolos de entrenamiento; Lyn Buchanan y Mel Riley, que actualmente ofrecen servicios de operaciones psicológicos a través de una compañía privada en Washington, y por último, Ed Dames, conocido como el verdadero Obi Wan Kenobi, un reconocido experto y entrenador en el arte de la visión remota.
Straughan tomó la decisión de no entrevistar a ninguno de los personajes reales para su guión. "Jon ya lo había hecho y pensé que emborronaría mi forma de verlo. Necesitaba ir justo en dirección contraria, y crear un argumento de ficción que convirtiera a la obra de Ronson en una comedia, así que me mantuve al margen deliberadamente hasta que el guión estuviese terminado", explica.
Los productores y el director sí hablaron con Jim Channon mientras preparaban la película. "Jim es realmente muy listo, con una visión muy libre de las cosas. Es un tipo estupendo y apoyó mucho la película. Incluso a pesar de haber llevado a la ficción sus investigaciones, creo que espera que la gente vaya a ver la película, que se divierta, y que así lleguen a conocer el Ejército de la Nueva Tierra", cuenta Lister.
Heslov y Clooney se enorgullecen de haber dirigido un rodaje muy sencillo, y que el tono desenfado del film continuara incluso cuando las cámaras dejaban de grabar. "Intentamos hacerlo de la misma manera que dirigimos nuestro negocio. Lo intentamos y nos los pasamos bien. Rodar películas puede ser estresante y lleva mucho tiempo. Todo está meticulosamente controlado, tanto tiempo, tanto dinero, así que intentamos que fuera una experiencia lo más agradable posible", dice Heslov.
"Grant hizo un trabajo espléndido. Creó una atmósfera maravillosa, relajada y muy centrada. Recibía bien todas las ideas de los actores y venía cada día muy preparado. Creo que el público se va a sorprender. Es imposible de describir. El tono de la película es divertido, espeluznante, serio y muy atractivo. Es un abanico de emociones", comenta Jeff Bridges, una de las estrellas de la película.
Su compañero de reparto Kevin Spacey está de acuerdo. "Grant tenía muy claro la película que quería hacer. Sabía cómo quería que sucediera todo. Para mi sorpresa, el final del film te emociona. Una parte de mí quiere creer que es posible tener un ejército que lucha sin armas y quién sabe, si igual existe todavía la división del Ejército de la Nueva Tierra trabajando en una villa secreta en Hawai".
Para Ronson, "es muy, muy divertida e inteligente y lo que es más importante, tiene un buen trasfondo. Todo el mundo está fantástico en el film. Salen todos los episodios más oscuros, pero en su justa medida. Me siento muy orgulloso".
Reclutando al ejército de la Nueva Tierra
Además de elaborar una narrativa muy atractiva, el guionista Peter Straughan creó papeles que resultaron muy apetecibles para algunos de los mejores actores de Hollywood. "Hemos tenido mucha suerte al tener este reparto tan bueno que consiguieron George y Grant" comenta Lister. Clooney hace de Lyn Cassady, un recluta del Ejército de la Nueva Tierra. "Lyn es la suma de varios personajes que aparecen en el libro. Son todos ex-militares que habían pasado por diferentes proyectos parecidos al Proyecto Jedi. Me quedé con lo mejor de cada uno y los utilicé en el personaje de Lyn", comenta Straughan.
El sentido del humor de Clooney es conocido por todos y marcó el tono de todo el rodaje. "George en muy divertido. Está que se sale en este papel. Además, le aporta empaque y valor al personaje."
El mentor de Lyn, Bill Django, es interpretado por el nominado a los Oscar de la Academia Jeff Bridges. "Django es el fundador del Ejército de la Nueva Tierra. Es un visionario y un alma libre que ha pasado por momentos duros. Hacia el final de la película, tiene que reclamar su papel de líder. Jeff aportó al rodaje mucha energía creativa. Está lleno de ideas y quiere explorar diferentes formas de hacer las cosas para dar al director y al responsable de edición varias opciones."
Jeff cuenta que, "el personaje está formado por varios de los protagonistas del libro de Ronson. Jim Channon me inspiró mucho y pude coger mucha información, ya que él fue el pionero en este campo. También utilicé las memorias de John Lilly. Es un tipo que inventó el tanque de aislamiento y trabajó en la comunicación con delfines. Fue una gran fuente de inspiración".
Los Hombres Que Miraban Fijamente a Las Cabras atrajo la atención de Bridges al tratarse de una película en la que a él le interesaría verse. "Me gusta que me sorprendan. Y eso es justo lo que consigue este film. Nunca he visto una película igual. No sabes qué va a ocurrir y te adentra en una aventura salvaje".
La oportunidad de trabajar con actores que le gustan y a los que admira, fue también algo que llamó la atención de Bridges. "Kevin Spacey es un buen amigo. Es genial poder trabajar con tus colegas y además hace un papel fantástico".
De hecho, se conocieron cuando Spacey estaba aún en el instituto. "Sus hermanos, su padre y él actuaron en mi instituto. Mi clase de teatro les hizo los coros. Acabamos rodando K-PAX juntos, y nos pasábamos los ratos muertos en la caravana de Jeff cantando, ya que le encanta tocar la guitarra y cantar".
Como casi toda la gente involucrada en la película, Spacey se sorprendió mucho al saber que estaba basado en un hecho real. "Me maravilló saber que estos programas se remontaban a los años 50. El ejército norteamericano creía que los rusos estaban invirtiendo mucho dinero en temas parasicológicos. Y la única razón por la que los rusos lo hacían, era porque creían que los norteamericanos también se estaban dedicando a ello", comenta Spacey.
Spacey interpreta a Larry Hooper, un renegado del Ejército Jedi. "En toda organización, hay alguien débil que puede arruinar al resto. Ese es el papel de Kevin en esta película y lo hace sin que apenas te des cuenta", añade Lister.
"Hooper es el tipo de personaje que Spacey sabe bordar como nadie. Se mete en la piel de este tipo y consigue ser increíblemente gracioso al mismo tiempo. Hooper representa justamente lo opuesto al espíritu que debería de tener esta gente, a lo que se suma la competición entre su personaje y el de Clooney, Cassady. Por lo menos se enfrenta a Cassady, aunque éste en realidad no pretende competir con nadie".
Larry Hooper es el judas del grupo. Es celoso, mezquino y mala persona y hará todo lo que esté en su mano para destruir a todo aquel que se interponga en su camino, que coincide que en este caso es el personaje que interpreta George Clooney", relata Spacey.
Spacey conocía ya a Ewan McGregor. "Dirigí a Ewan en un anuncio para una televisión británica hace unos años. Estaba vestido de tomate y estaba al lado de la gran Judi Dench, que estaba vestida de langosta y anunciaban una película en Trafalgar Square". Ewan dice que le quité toda la vergüenza al grabarle haciendo algo tan tonto, porque no te imaginas lo vergonzoso que puede llegar a ser".
Es la primera vez que Bridges y Ewan McGregor trabajan juntos, creándose un fuerte vínculo en las escenas en las que compartían pantalla. "El papel de Ewan es el hilo conductor de toda la película. Bailamos juntos en algunas escenas, además de hacer el loco juntos", recuerda Bridges.
McGregor estaba deseando trabajar con Bridges y Clooney. "Tengo una lista de actores con los que me gustaría trabajar, y ambos estaban en ella. Trabajé con George en un episodio de Urgencias hace muchos años y siempre he querido volver a cruzarme con él. Cuando me enteré que Jeff estaba en el proyecto, aluciné. Jeff es increíblemente meticuloso y está muy bien preparado. Rodamos una escena haciendo tai-chi sobre un contenedor en medio del desierto, cuando el sol se estaba poniendo. Eso uno de esos momentos que nunca olvidaré", continúa.
Como la mayoría de la gente, McGregor tampoco conocía la existencia del Ejército de la Nueva Tierra antes de sumarse al proyecto. "No tenía ni idea de este ejército ni de Jim Channon. Hacer que mi personaje sea un periodista, es una forma muy inteligente de contar toda la historia. Yo soy el que va haciendo todas la preguntas y me voy enterando de todo, al mismo tiempo que la audiencia", apunta McGregor.
Huracanes, ventiscas y cabras que se desmayan
Los Hombres Que Miraban Fijamente a las Cabras lleva a los personajes desde una pequeña ciudad de Michigan hasta el desierto iraquí, con diferentes paradas en el camino. Paul Lister comenta, "es un pequeño film con grandes ideas y grandes localizaciones. Hay un montón de contradicciones. Esta historia tiene lugar en el Vietnam de los 70, salen los años 80, pasamos por 2003, Irak, Fort Bragg, abarcamos un montón de lugares y eso significaba que había un gran trabajo de producción por hacer".
El experto en localizaciones, S. Todd Christensen recorrió más de 22.500 kms buscando los lugares adecuados para la película, todo un record personal. "Hubo un día que comenzamos en Alburquerque, fuimos a 130 kms hacia Zia Pueblo, después a Roswell, Mescalero Flats, White Sands y Alamogordo. Cuando volvimos a Alburquerque, habíamos conducido más de 1.100 kms en 16 horas. Como le dije a Grant, fue el día más largo de mi vida", nos recuerda Christensen.
Christensen encontró varios escenarios para la película durante sus viajes, "encontré un lago seco en Willard (Nuevo Méjico) en Google Earth. Son 16 kms de lago de suelo alcalino, muy blanco y absolutamente alucinante. Resulta también tremendamente desolador. No hay vida vegetal, hay muy poco de todo excepto arena, tanta como quieras", dice Todd.
Rodar en Nuevo Méjico en vez de en el desierto iraquí resultó muy bien visualmente, pero el clima no siempre ayudaba. "Empezó a hacer un tiempo muy frío según nos acercábamos al final del rodaje. En la película, se suponía que estábamos a más de 37 grados y en cambio estábamos a bajo cero. George y Ewan iban en camiseta y tuvieron que arreglárselas. Cuando comenzaba a nevar, teníamos que parar un par de horas y esperar a que se derritiera", nos cuenta Heslov.
Esto es lo que McGregor llama "un interesante ejercicio para un actor". Te quitas todos los prejuicios y te dices a ti mismo, no hay problema, hace calor, hace calor. Encima nos ponían como si estuviéramos sudando y pasábamos más frío. Resultaba muy extraño".
Para simular Vietnam, los directores rodaron en Puerto Rico durante la época de huracanes. Jon Ronson y Peter Straughan juntaron allí al reparto y al equipo. "Cuando comenzaron a filmar, pensé que George Clooney y Ewan McGregor deberían estar pasándoselo pipa. Yo quería participar también, así que Peter y yo volamos a Puerto Rico. Me quedé sorprendido cuando vi que no se lo estaban pasando tan bien. Estaban trabajando muy duro, durante largas horas y en circunstancias realmente difíciles", nos dice Ronson.
A la hora de recrear Fort Bragg (Carolina del Norte) elegimos la Academia Militar de Nuevo Méjico. Christensen comenta que "no se había rodado allí desde Dress Gray en 1986. Tenían un montón de reglas. Hubo una escena que yo llamo "la escena del chico desnudo" que a ellos les costaba aceptar, por lo que decidimos hacerla vistiéndole con un bañador Speedo de color carne".
Y si los directores tenían alguna duda sobre la autenticidad de su información, ésta desaparecía durante el tiempo que pasaron en la academia. Lister cuenta que "mientras rodábamos allí, estábamos vigilados por un representante de la academia. Había chequeado nuestra programación y leyó "Jedi Earth Prayer", y dijo, esperar un minuto, yo hice eso. Yo formé parte en el Ejército de la Nueva Tierra. ¡Este tipo estuvo allí cuando invitaron a Uri Geller, el famoso parasicólogo, para demostrar cómo podía doblar una cuchara con el poder de la mente!".
Y por supuesto, había cabras. El equipo de producción necesitaba un rebaño para algunas de las escenas más críticas de la película. Heslov había oído algo acerca de una clase en particular de cabras que parecían perfectas. "Se las llamaba "Las cabras que se desmayan", por alguna razón estas cabras pierden el conocimiento cuando algo las altera. Nuestro director de fotografía, Robert Elswit, las había visto en televisión y parecían perfectas. Así que cogimos unas cuantas e hicimos una prueba. Pero cuando las asustamos, no se desmayaron, ni hicieron nada. Eran cabras normales. Yo sabía que esas cabras existían pero no las encontramos, así que tuvimos que utilizar las normales".
Mary Duree, la adiestradora, dice que las cabras son muy inteligentes y que no les hace falta ningún tipo de entrenamiento. "Es muy fácil hacer que parezcan como si estuvieran hipnotizadas. Son muy curiosas, así que las reunimos y simplemente se quedaron mirándonos fijamente. Son animales que resultan muy cómicos".
Las cabras son increíblemente nerviosas y se alborotan si están aburridas. Duree nos dice que la solución es sencilla. "Su mayor entretenimiento es comer. La comida las mantiene calmadas".
A pesar de que el equipo tenía algunas dudas, fue muy fácil trabajar con ellas. El director afirma que "son muy responsables. George estaba seguro que trabajar con ellas sería muy difícil, pero cuando sostuvo a una cría en sus brazos, fue amor a primera vista".
Una comedia siempre es bien recibida y según Paul Lister, Los Hombres Que Miraban Fijamente a Las Cabras es mucho más que eso. Lister apunta que "las últimas decisiones en cuanto a política exterior, han provocado que como país nos hagamos preguntas. Cómo resolver esos problemas va a suponer mucho esfuerzo y esta es la historia que te llevará a encontrar la solución".