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500 días juntos cartel reducido500 días juntos(500 Days of Summer)
Dirigida por Marc Webb
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Debut de Marc Webb a partir de un guión escrito por Scott Neustadter y Michael H. Weber (LA PANTERA ROSA 2). Los productores son Jessica Tuchinsky, Mark Waters, Mason Novick y Steven J. Wolfe. El equipo que convirtió el romance de 500 días de Tom y Summer en un torbellino cinematográfico de ideas incluye al director de fotografía Eric Steelberg (JUNO), al editor Alan Edward Bell (PEQUEÑO MANHATTAN, THE COMEBACKS), a la diseñadora de producción Laura Fox (ALL GOD’S CHILDREN CAN DANCE) y a la diseñadora de vestuario nominada al Emmy® Hope Hanafin (WARM SPRINGS, LACKAWANNA BLUES).

"Creo que la clave es que yo comprenda lo que salió mal. ¿Alguna vez has hecho eso?. Vuelve atrás y piensa en todas las cosas que habéis hecho juntos. Todo lo que pasó. Vuelve a revivirlo en tu mente, en busca de la primera señal de problemas" - Tom


Algunos de los comentarios del director Marc Webb
Antes de leer 500 días juntos, yo había perdido completamente el interés en el género de la comedia romántica. En algún momento entre la pubertad y cuando comencé a pagar impuestos, deje de creer en el mundo que estas chicas de sonrosadas mejillas y bonitas gorras de invierno seguían prometiéndome. ¿Qué tenía que ver conmigo ese mundo?

Cuando me senté a leer las páginas fotocopiadas que habían estado sobresaliendo, durante unas tres semanas de dejadez, de mi mochila, verdaderamente no esperaba mucho. Fue el título lo que finalmente me atrapó. Ni falta hace decir que algo empezó a cobrar sentido. Los guionistas, Scott Neustadter y Michael Weber, sin descender a una especie de concepto elevado excéntrico, conjuraron una relación que se veía tanto artística como sincera. Metafórica y literal.

Todos conocemos a Summer porque Summer no es sólo una chica. Es un suceso. Yo conocí a mi primera Summer cuando tenía 17 años. Por ella me salté una clase para que pudiera leerme Catcher in the Rye en el Zoo de Vilas Park Zoo en Madison, Wisconsin. (¿No es genial?) Por entonces, yo creía que el amor era la píldora mágica que conectaría mi alma con el universo y me daría una felicidad sin fin y sin esfuerzo.

No entraré en los sórdidos detalles pero baste decir que las chicas bonitas con corazones rebeldes están en alza. Algunas personas terminan quedándose con su Summer. Yo no. Rompimos y caí en este raro limbo, no podía librarme de ese sentimiento de que algo había ido horrible, dolorosamente mal con el universo. La realidad que yo esperaba y la realidad que experimenté de pronto eran muy diferentes. Lo irónico es que, lo único que me hacia sentir solo es probablemente lo mismo que con lo que tanta gente de distintos caminos de la vida se puede relacionar: todos conocemos el dolor de corazón. Tanto si tenemos 17 años como 70.

En muchos sentidos, hacer esta película, mi primer largo, ha sido el final feliz que no tuve con Summer. Tiene un aire del chico muy poco sarcástico del Zoo de Vilas Park en ella. Porque debajo del humor y de la extravagancia de 500 días juntos, hay una verdad fundamental en juego: sí, el amor puede ser cruel, duro y difícil pero es también, de lejos, lo mejor que la vida tiene para ofrecer.


Otros comentarios del co-guionista Scott Neustadter
El 22 de julio de 2001, un domingo si la memoria no me falla (y no me falla), en algún momento entre las siete y las nueve horas (hora del este), un suceso monumental, un cataclismo, algo que resquebrajó la tierra, tuvo lugar en un restaurante llamado "Serendipidity" en Nueva York; me vine abajo. Sólo habíamos estado saliendo un par de meses y sin embargo, como sucede a menudo al principio de estas cosas, me sentía inundado de fuertes emociones: desesperanza, sentirme dolorosamente estar fuera de lugar, el final del mundo, ese tipo de cosas. No salí mucho durante esos días, me quedaba escuchando a los Smiths una y otra vez, mirando viejas películas francesas y lamentando el no haber vivido en una época que apreciara a un tipo como yo. En resumidas cuentas, me sentía como un bobo.

Ahora en este momento, mi amigo Weber y yo hemos escrito un guión juntos, una comedia extraña y más bien inane, ideada únicamente para hacernos reír. Unos pocos que la leyeron la encontraron divertida pero no pasó nada y eso fue todo. Seguimos escribiendo pero raramente terminábamos lo que comenzábamos. Y entonces, después de unos abortados intentos de escribir algo grande y comercial, mi nivel de frustración, junto con mi, ya de por sí, deprimente estado mental, me convencieron de que necesitaba hacer alguna locura. Así es que la hice. De manera impulsiva dejé mi empleo de cuatro años, me despedí de mis amigos y de mi familia, y me fui a Londres durante un período indefinido de tiempo (para "estudiar", como les dije a todos los implicados).

A continuación sucedió algo sorprendente. Casi en el mismo momento de mi llegada, conocí a alguien. Era inteligente. Guapa, Perfecta. Seis meses después, me dio el bote. 500 días juntos es la historia de esas relaciones. O, al menos, como las recuerdo en el tiempo (bueno, está bien, cómo decidí recordarlas). Weber y yo siempre habíamos soñado con escribir una comedia romántica como nuestros héroes Cameron Crowe y Woody Allen, una película que resultara narrable e identificable, en la que la comedia proviniera de un sitio real en lugar de algún ataque de ardillas en el bosque. Nuestro objetivo era sencillo, contar la historia de una relación, hacer que fuera real, hacerla divertida, e intentar que no resultara un plomo.

Éste es el resultado. La anatomía de un romance. Autobiografía y fantasía a partes iguales. Una canción pop en formato de película. 500 DAYS es un montón de cosas, divertida (espero), triste (totalmente), diferente (segurísimo). Hay música y bailes, pantallas divididas, narradores y un pájaro de dibujos animados. Lo único que no hay es ironía. Pero hoy, mirando atrás, a la experiencia, sí que le veo algo totalmente irónico, que una idea nacida del dolor dejado por dos malas relaciones me ha llevado a una de las mejores de mi vida, la de un gran director, increíbles productores, y prácticamente todos los que participaron el proyecto.


Los comienzos de Summer: escribiendo una historia de amor postmoderna
"A todos los efectos, Summer Finn – una chica más. Excepto que no era una chica más" - El relator

Los comienzos de 500 días juntos fueron angustiosos. Fueron dos jóvenes guionistas los que pusieron en marcha la película, uno soltero y recuperándose de un corazón herido, el otro inmerso en una larga relación, mientras hacían un repaso de los romances que podrían haber sucedido, que quizás deberían haber sucedido, pero que por alguna razón no… sucedieron. Casi todo el mundo ha tenido uno y, en una época en la que todo parece suceder de un modo más rápido e intenso, parece que cada vez son algo más común. Así que, ¿cómo, -se preguntaron Scott Neustadter y Michael Weber- sobrevive un joven romántico en una realidad tal? Y, ¿cómo se podría retratar en la pantalla una versión actual del idealismo romántico de un modo que nunca se hubiera visto antes?

"Existen ciertos tópicos sobre los que las comedias románticas siempre dan vueltas y, la verdad es que, nunca atacan directamente", dice Neustadter. "Cuestiones como, ¿existe realmente algo como la ‘persona perfecta’ para uno? Y, si existe, ¿qué sucede si la pierdes? ¿Qué haces ahora? ¿Puedes seguir creyendo en el amor? ¿Cambian tus ideas sobre el amor? Weber y yo queríamos escribir sobre estas cuestiones aun cuando no tenemos, exactamente, las respuestas".

Así fue como nació el personaje de Tom Hansen, un tipo que cree loca y apasionadamente, incluso de manera poco razonable, en el misterio y el poder del amor, y la chica no, la musa romántica de Tom, la obsesión total y la perdición de su existencia, la negadora de su destino, la frustrante y nada comprometida Summer. Pero no sólo era Tom en lo que estaban interesados los guionistas; eran los tejes y manejes interiores de su memoria, al echar la mirada atrás y meditar sobre lo que pasó realmente entre él y Summer.

"La idea que tuvimos para el guión era una especie de comedia romántica que repasa sus RECUERDOS. Queríamos hacer un seguimiento de un tipo que examina los recuerdos de una relación, retrocediendo y avanzando en el tiempo a medida que ve las cosas que puede que no hubiera visto mientras estaba en ello", explica Neustadter. "Lo ves tomando distancia y aprendiendo algo sobre sí mismo y sobre el amor. Tom se da cuenta de que es alguien enamorado de la idea del amor y esa es la razón de que su historia se convierta en algo tan esperanzador. Ve algo en la naturaleza del amor. No es la típica comedia romántica convencional, sino que es una historia muy romántica".

Desde el comienzo Neustadter y Weber se burlaron de las perennes cursilerías, de las sentimentales y poco examinadas convenciones de las comedias románticas, y buscaron un modo más sincero de contar la historia de Tom, del romance que puso su corazón en la batidora, sólo para dejarlo con la creencia aun más fuerte, si acaso más madura, en el amor. "Nos deshicimos de todas las normas y buscamos estructuras alternativas", explica Neustadter. "Examinamos cada una de las ideas, sin importar lo desquiciada que pareciera desde el modo en que las personas se ven transportadas por una canción hasta la manera en que proyectan sus propias penas en una película. Cualquier cosa que pasara por la mente y la memoria de Tom era lícito".

Sigue Weber, "Escribir esta película se convirtió en una experiencia increíblemente creativa, porque nos dimos tanta libertad y porque estábamos constantemente explorando el modo en que las emociones y las relaciones de la gente están determinadas por la cultura que nos rodea a todos, en las canciones, películas, libros, la televisión y el arte a través de los que definimos nuestras identidades".

Neustadter y Weber también jugaron libremente con el tiempo, yendo hacia delante y luego pedaleando hacia atrás en la relación de Tom y Summer a voluntad. "Estructurar la cronología de la película resultó muy divertido para nosotros", continúa Weber, "pero también seguíamos un método en nuestra locura. Al extraer ciertos momentos de su contexto, ves cosas que de otra manera puede que no hayas notado y lo haces desde una nueva perspectiva. Y, si lo piensas, así es como funciona realmente la memoria, en la que algo activa la mente para que piense en un momento increíble, maravilloso y luego eso a su vez activará la memoria de un mal momento y luego aparece la revelación de que todo estaba interrelacionado"

Sobre todo, la prioridad se centraba en mantener todo el proceso tan emocionalmente sincero como a estos dos hombres les fuera posible soportar. "Todos hemos estado en las trincheras del amor, todos hemos pasado por altos y bajos, así que Scott y yo pensamos que el único modo de contar esta historia era acercarse a ella desde un lugar totalmente real", señala Weber. "Resultó muy interesante para nosotros puesto que Scott estaba justamente pasando por una separación y yo me encontraba en medio de una relación larga y estable, por lo que cada uno aportó una perspectiva totalmente opuesta, uno viviendo la experiencia y el otro no, y creo que esa tensión ayudó a extraer más de la comedia".

Al final, fue ese hilo de sinceridad emocional lo que unió a un equipo tan diverso de talentos en 500 días juntos. Cuenta el productor Mason Novick, que también produjo la comedia de éxito poco convencional y ampliamente aclamada del año pasado, JUNO. "Ésta es una historia que no encaja directamente en ningún género o etiqueta. No es la típica comedia romántica y no es el típico drama tampoco, es una perspectiva intrigante, divertida, fresca de cómo son realmente las relaciones modernas. Y atrajo al grupo indicado de personas para que juntara todas las piezas"

Novick quedó sorprendido al ver hasta qué punto el gracioso guión, de acción rápida, estaba extraído de la vida real. "Desde luego, la verdad a veces resulta más rara que la ficción", señala. "Parte de las escenas que yo creía que debían de haber sido imaginadas, los guionistas me dijeron, ‘no, no eso sucedió de verdad’. Tuvieron la capacidad de acercar esa calidad de la realidad y juntarla con su punto de vista único del mundo y de ser parte de una pareja".

Añade la productora Jessica Tuchinsky, que está asociada al productor Mark Walter (director de películas como PONTE EN MI LUGAR, CHICAS MALAS y LAS CRÓNICAS DE SPIDERWICK), de Watermark Pictures: "Los dos guionistas, Scott y Michael, son básicamente dos Toms. Han crecido con la misma música, las mismas películas y han sentido los mismos fuegos artificiales cuando se han enamorado como Tom en la película y han puesto todo eso en el guión de una manera muy inteligente desde el punto de vista estructural".

El productor Steven Wolfe (que puso a los iconoclastas Polish Brothers en el centro de atención con su debut en la dirección, TWIN FALLS, IDAHO) señala que todos los que leyeron el guión se dieron cuenta de que haría falta darle un toque muy especial. "Hace uso de una multitud de recursos narrativos, y resulta muy complejo en cuanto a su desarrollo hacia delante y hacia atrás en el tiempo y utiliza estos momentos de fantasía total y coloca todas estas piezas distintas en un puzzle", afirma él. "Sabíamos que haría falta un director que pudiera planificar todo hasta en los más mínimos detalles".

La búsqueda de un director que tuviera un punto de vista que pudiera estar a la altura de la creatividad del guión condujo al equipo de realización al recién llegado Marc Webb, que se había partido el alma en vídeos musicales y anuncios publicitarios y que buscaba realizar su primer largo. Rápidamente puso todo su corazón en 500 días juntos. "Cuando leí el guión por primera vez, fue como si Tom viera a Summer por primera vez", dice meditando Web. "Algo me sonó dentro y en ese momento supe que ésta era la película".

Como sucede con cualquier hombre enamorado, fue una especie de misterio lo que le atrajo más. "La primera vez que leí el guión, recuerdo haber sentido algo que no podría definir", rememora Webb. "Cuando volví y lo leí otra vez, me di cuenta de que hay un tema en la película que está implícito, que no siempre se afirma explícitamente, y que es que Tom al final es golpeado por la idea de que la felicidad se encuentra en el interior de uno mismo. Se da cuenta de que no son los grandes ojos azules de la chica del cubículo del pasillo, aun cuando ella puede resultar muy seductora y hacerle pensar que ella le traerá la felicidad. La verdad es que tienes que darte cuenta de quien eres y comprender tu propio potencial antes de que realmente puedas encontrar el verdadero amor. Al final me pareció que esta historia era una manera muy divertida de decir algo que tenia algún significado para mí".

El productor Novic añade: "Marc es el tipo de director raro que no sacrifica la sustancia por el estilo. Es estilizado, pero todas sus decisiones son específicas, deliberadas y utilizadas para proporcionar un punto de vista".

Webb estaba, afirma él, lleno de energía por el desafío. "Yo venía de un mundo en el que había muy pocas normas, en el que no estás tan obligado a una sensibilidad narrativa estricta, y por tanto puedes apartarte de las convenciones normales. Así que me encantó la idea de sumergirme en una comedia que se permitiera ser no lineal y un poco fantástica. El desafío para mi era, dentro de eso, encontrar el modo de hacer que los personajes siguieran siendo lo suficientemente reales como para que engancharan a la gente a un nivel emocional profundo. Podría decirse que yo quería encontrar una línea en esta película que estuviera justo entre la realidad y la magia".


Los cuantiosos humores de Summer: elección del reparto de la película
"Tranquilo. No te pongas demasiado nervioso. Solo es una chica. Quiere mantenerlo informal. Por eso está en tu cama ahora mismo. Sin ropa. ¿Eso es informal, no?" - Tom

En 500 días juntos, el punto de vista típico de "él dijo, ella dijo" se abandonó totalmente en favor del enfoque "él dijo". Todo lo que se ve en la pantalla proviene directamente de la mente alterada por el amor, nublada por el humor, de Tom Hansen, un hombre que escribe frases románticas sustanciales para otros y que sin embargo no parece comunicar la potente profundidad de sus propios sentimientos a la única mujer que le importa: la escurridiza Summer.

Puesto que todos los demás personajes al final se ven a través de la subjetiva experiencia de Tom, la elección de Tom era fundamental para toda la base de la película. El director Marc Webb, de manera entusiasta, eligió a Joseph Gordon-Levitt, el joven, pero ya notablemente diferente, actor que se distinguió durante los últimos años como inclasificable y fascinante de ver en películas tales como AUSENTE, MIRACLE AT ST. ANNA, THE LOOKOUT y MANIC.

"Joe es muy inteligente y comprendió cada línea de esta historia y de todo el arco emocional de Tom", afirma Webb. "Al mismo tiempo, era muy inquisitivo, haciendo un montón de preguntas importantes. Resulta sencillo olvidar que Joe inició su carrera en una serie de televisión pero también tiene una sólida base en el arte de la comedia, que él aporta a Tom", señala Webb. "Tiene una manera casi científica de enfocar la interpretación del hombre recto, encuentra la manera de ser muy divertido mientras sigue aportando una emoción genuina en cada escena".

A Gordon-Levitt le encantó la idea de contar una historia de amor desde un punto de vista interior masculino raramente resquebrajado. "Me gustó que la historia estuviera escrita por dos tíos y que estuviera dirigida por un tío y que no tuvieran que disculparse por la idea de que esta historia fuera desde nuestra perspectiva", afirma él. "No pretende ser un punto de vista objetivo. Toda la historia es totalmente subjetiva de la experiencia interna de Tom e ilumina su experiencia del amor. El amor no es racional o lógico o lineal, y la película refleja eso en su totalidad".

Gordon continúa "Es una experiencia cinematográfica desde el corazón, que es cómica pero no es complaciente. Se las arregla para ser una historia auténtica sobre el amor sin tomarse a sí misma muy en serio".

En cuanto a lo que descubre Tom sobre el amor en pleno verano (Summer), Gordon-Levitt dice: "Creo que Tom siempre había pensado que el amor era como lo que había visto en las películas o lo que había oído en las canciones pop. Tiene un montón de nociones preconcebidas de lo que debería ser el amor, en lugar de vivir realmente el tiempo presente y prestar atención a lo que verdaderamente sucede entre él y Summer… algo que sólo ve más adelante".

Naturalmente, Gordon-Levitt tuvo la capacidad de aportar algo de su propia experiencia al papel. "A mí también me han roto el corazón antes, roto, roto de verdad", confiesa él. "Pero cuando miro atrás en mi fase de corazón roto resulta bastante cómico, porque parece algo mucho más extremo de lo que realmente es. Una de las cosas que me encanta de 500 días juntos es que no banaliza por lo que tenemos que pasar en los romances sino que es honesta con ello y lo muestra como es, lo que a menudo resulta profundamente divertido".

Otra de las alegrías para Gordon-Levitt fue el reunirse con Zooey Deschanel, con quien anteriormente había trabajado protagonizando los papeles de dos adolescentes trastornados en el drama independiente MANIC: "Fue genial hacer algo tan totalmente diferente con ella y divertirnos todos los días", afirma. "500 DAYS es tan extraña y ensoñadora y dulce, y resulta muy sencillo sentirse así cuando estás con Zooey".

Efectivamente, esas cualidades son precisamente las que llevaron a Marc Webb a elegir a la seductora joven actriz, a quien se ha visto últimamente en DI QUE SÍ con Jim Carey, para el papel de Summer. "Zooey es la perfecta ingenua" dice meditando Webb. "Es Summer en muchos aspectos. Es divertida, es real, es muy inteligente, tiene los ojos más bonitos que se hayan visto alguna vez y posee una especie de gran energía viva que la convierte en algo inevitable de mirar constantemente".

Deschanel se sintió atraída por el desafío de interpretar el interior ideal de la mente de una joven romántica. "Summer es un personaje tan interesante, porque a ella de verdad se la ve completamente desde la perspectiva de Tom, como a esa mujer ideal, cuando en realidad es sólo es una chica inteligente e interesante con sus propios problemas", observa ella. "Me sentía tan entusiasmada cuando leí el guión, porque es muy raro ver una comedia romántica que sea verdaderamente fresca y diferente. Parecía una nueva manera de contar una historia que creemos haber visto antes".

Trabajar con Gordon-Levitt también fue un plus. "Joe y yo nos conocemos de hace años y me siento totalmente cómoda con él", afirma. "Creo que él es el perfecto Tom porque es dulce y adorable pero se las arregla para comunicar una especie de ingenuidad dentro de todo su atractivo".

Lo que ocurre entre Tom y Summer no ocurre en el vacío y son los amigos y la familia de Tom sus portavoces y consejeros durante toda la relación mientras él intenta darle sentido a su deseo por Summer y a las respuestas, no siempre claras, de ella. Sus dos mejores amigos, el médico Paul y el compañero de trabajo McKenzie, luchan por quitar la venda de los ojos de Tom desde el mismo principio. Los papeles están interpretados por Matthew Gray Gubler, un joven realizador y actor que se ha visto en "Criminal Minds" de la CBS, y Geoffrey Arend, que ha interpretado papeles memorables en comedias de éxito como SUPER MADEROS y ALGO EN COMÚN.

"Yo veo a Paul y a McKenzie como el tipo de ángel bueno y ángel malo que están ayudando a Tom a comprender lo que está haciendo", dice Gray Gubber. "Paul es más mojigato y McKenzie es más incontrolable y por tanto dan a Tom consejos completamente divergentes. Paul ha estado casado durante años con una chica que conoció en el pre-escolar y McKenzie tal vez haya salido con una chica una sola vez en toda su vida. Así que, lamentablemente, sus dos Obi Wan Kenobi ¡son del grupo socialmente ineptos!"

Arend se lo pasó en grande con la relación existente entre Tom y McKenzie. "Tom es el eterno optimista que siempre está esperando a que Cenicienta se lo lleve de los pies y McKenzie es el pesimista que cree que nunca vaya a funcionar nada, que cree que el amor verdadero es un mito", señala Arend. "Pero sin importar lo que diga McKenzie o Paul, Tom siempre va a su bola".

Los dos actores estaban muy intrigados por el innovador enfoque dado por Webb a la narración. "Es una especie de narración llevada por el humor que parece meterse con lo que es estar enamorado", resume Gray Gubber. "Y me encanta que no termine con una nota cínica".

Arend añade: "Yo no he encontrado una historia así en lo que recuerdo recientemente, que se meta de modo tan íntimo con el choque que se produce entre romance y realidad. Destroza todos los clichés y eso siempre es interesante".

Tal vez como mejor fuente de consejos de Tom, de manera inesperada, se encuentra su hermana de 12 años, Rachel que suelta gemas, sin ningún rodeo, como "sólo porque a algunas chicas listas les guste una porquería como tú no quiere decir que sean tu alma gemela". Para interpretar a Rachel, Webb eligió a Chloé Grace Moretz, que ha estado interpretando desde los cinco años y ha hecho papeles en películas como VISIONIES y BOLT.

Para afrontar la acción entre hermana y hermano, Moretz dice que sacó mucho de la experiencia de la vida real. "Yo tengo cuatro hermanos y son todos mayores, y yo soy la única chica así que conozco esa química", dice ella.

Y, a pesar de su edad y de la relativa inexperiencia en tales cuestiones, ella tenia muy clara la inutilidad del estado en que se encuentra el propio Tom. "Cuando estás con alguien que mira de un determinado cristal puedes ver cosas que ellos no pueden", explica Meretz. "Así es Rachel con Tom. Ella ve cosas que el no ve y no se corta ni un pelo en decir lo que piensa".


Los sonidos de Summer: Acerca de la música
"No estoy lo bastante borracho como para cantar delante de toda esta gente" - Tom

Nada puede capturar la felicidad del enamoramiento o la agonía del corazón roto en cuestión de minutos como una canción pop, y la música siempre fue clave en la concepción de 500 días juntos. Incluso cuando escribieron el guión, Scott Neustadter y Michael Weber estaban tramando canciones específicas sacadas de su propia memoria, desde el himno de Lee Greenwood "God Bless the USA" hasta una toma de karaoke del lastimero "Train in Vain" de los Clash y hasta la ubicua balada de Hall & Oates "You Make My Dreams Come True", para meterlas en la estructura. La música se encuentra por todo sitio en la historia; es lo que une a Tom y Summer; es lo que alimenta su éctasis y calma su angustia mientras sube a la montaña rusa de su relación; es incluso por lo que discuten, enzarzándose en peregrinos debates sobre sus Beatles favoritos.

"Cuando te estás enamorando o desenamorando, eso es lo que haces. Escuchas una cantidad enorme de música", dice Neustadter. "Siempre hay una banda sonora de cualquier relación y las canciones son un modo genial de expresar ciertos sentimientos que no se pueden articular fácilmente".

Una vez que Marc Webb subió a bordo, él también vislumbró el despliegue narrativo no solo de modo visual sino también auditivo, a través de un muro de sonido que refleja la loca intensidad y maravilla de los sentimientos de Tom, por no mencionar las fantasías, por Summer. "La música es la mitad de esta película y es un modo de que llegue a la gente a un nivel puramente estomacal", señala Webb. "Al venir del mundo de los vídeos, siempre he estado interesado en el modo de aplicar las imágenes a la música".

La supervisora musical Andrea Von Foerster, que ha trabajado en programas de éxito donde la música es básica como "The O.C." y "Anatomía de Grey", se enfrentó al desafío de conseguir los derechos de canciones que fueran piezas importantes para el producto final, y de buscar canciones adicionales, de artistas clásicos y nuevos, que coincidieran con el calidoscopio de sentimientos de Tom.

Von Foerster señala que la película era un proyecto soñado para un amante de la música. "Todos los implicados en esta película tienen un gusto musical fantástico, comenzando por los guionistas que incluyeron muchas canciones geniales en la historia", dice ella. "Ese amor por la música le ha dado otra dimensión a la narración".


El look de Summer: El diseño de los mundos de Tom, el real y el fantaseado
"Las relaciones son problemática y los sentimientos hacen daño. ¿Quién necesita todo eso? Somos jóvenes. Estamos en una de las ciudades más bellas del planeta, digo, vamos a divertirnos lo mas que podamos..." - Summer

Las imágenes de 500 días juntos salen directamente de la experiencia interior de Tom de enamorarse y luchar para seguir enamorado cuando las cosas se ponen feas, y recorre la gama cinematográfica de secuencias de sueños hasta números musicales y pájaros de dibujos animados y odas a la melancolía de las películas francesas. Como relata Marc Webb, "La idea era crear un mundo completo para Tom con su propio espacio y su propio tiempo. Utilizamos muchas herramientas y técnicas cinematográficas diferentes, pero al mismo tiempo intentamos evitar los trucos superficiales. Lo más importante fue siempre el flujo emocional de las historia".

Webb colaboró íntimamente con el cámara Eric Steelberg, que también rodó JUNO, fotograma por fotograma. "La estética de Marc iba a ser muy natural pero subrayar ese naturalismo con estos momentos fantásticos que muestran los sentimientos elevados que rodean a Summer", explica Steelberg. "Además deseaba rodar en Los Ángeles de un modo original y por eso me enseñó estas fotos realmente hermosas, táctiles, melancólicas y en color de los cincuenta y los sesenta y que eran del estilo en el que quería rodar. Para mi, fue refrescante trabajar con un director que tuviera un sentido tan fuerte de la gramática visual y la pusiera tan por delante como lo hace Marc".

"Estábamos interesados en utilizar el color de un modo que tuviera sentido", dice Webb. "Aunque utilizamos una paleta limitada, deseábamos que pareciera cálido, seductor y artístico".

La idea de Webb de rodar Los Ángeles como ciudad icono de amor como los son Nueva York o París también cautivó a la diseñadora de producción Laura Fox. "Teníamos la oportunidad de crear una visión inesperada de Los Ángeles", afirma Fox. "Es una ciudad que puede resultar muy bonita, romántica y emocionante cuando realmente miras los detalles arquitectónicos, y los edificios, y la historia".

Webb añade, "Teníamos mucho cuidado para evitar lo limpio, impecable y moderno y utilizar localizaciones como el centro de la pre-guerra y Korea Town y el bar de karaoke en el que tienes la sensación de un mundo que es como una novela dejada en un repisa, con las tapas un poco doblada, un poco ajada, pero con montones de esperanzas en su interior".

Fox encontró en la extravagancia de la historia una inspiración para sus diseños de decorados. "Esta producción era muy divertida porque tiene esa realidad resaltada en todo, así que podíamos añadir giros al mundo real, desde el estilizado loft de Tom en el centro hasta la empresa de tarjetas de felicitación, que está situada en una antigua sala de baile. Dimos un toque contemporáneo a todo pero también mantuvimos una sensación del tiempo que no pasa, utilizando cosas que se hubieran utilizado hace veinte años y que se seguirán utilizando dentro de 20 años".

También para el enfoque creativo de la ciudad, estaba Hope Hanafin, la diseñadora de vestuario de la película, que utilizó una mezcla de ausencia de paso del tiempo, de lo estilizado y lo romántico para evocar aun más el mundo de Tom. Hanafin recuerda a Webb enseñándole fotos durante su primera reunión con ella que marcaron el tono. "Eran de temas contemporáneos pero tenían una sensación de estar fuera del tiempo. Tenían una calidad monocroma y estaban lo suficientemente difuminadas como para dar una sensación de distancia y romance", recuerda ella. "Ese fue nuestro punto de partida, buscar imágenes que vivieran en la imaginación porque no están encerradas en ningún momento específico".

Para conseguir esa sensación, Hanafin creó los trajes del personaje sincronizando unos con otros, mezclando e igualando como una artista del collage. Comenzó con Tom, cuya vestimenta cambiaba con sus emociones. Ella explica, "Tom se ve mayormente de caqui, descuidado y con sudaderas cuando está en el trabajo, que es cuando no está tan involucrado emocionalmente, pero cuando se encuentra fuera y tiene la oportunidad de ser él mismo, lleva un look más suelto, joven que hace referencia a los sesenta y al cine francés".

Sigue Hanafin, "Muchas son las cosas que juegan un papel en su look y siempre estábamos mirando la interacción de su paleta con todos los demás intérpretes para que las cosas o bien enfatizaran o bien contradijeran el humor de Tom. Tom siempre es la persona central de cada composición".

Efectivamente, el look de Summer emerge de la visión que Tom tiene de ella, como objeto definitivo de su afecto, de ahí sus vestidos retro, la camisolas y los peinados, que enfatizan un recuerdo distante de la feminidad perfecta. Pero también estaba esto otro que define a Summer… el color azul. Hanafin explica, "Nos reservamos el color azul sólo para el personaje de Zooey. Zooey tiene los ojos azules más impresionantes y hay algo mágico en ponerle algo azul encima, o incluso algo azul detrás de ella. Nadie más lo lleva, excepto en un momento especial… cuando todo el mundo se pone triste".

Ese tipo de momentos de explosión de color eran vitales en la visión que tenía Marc Webb de la película, pero además quería que formaran parte y alma de la narración. Él lo resume así, "Yo no quería que esta película fuera de espectáculo, sino que se alejase de todas las convenciones y fuera un viaje emocionalmente cautivador sobre personas descubriendo el lugar de la pasión en sus vidas. Ojalá hubiera conocido a Tom y Summer cuando tenía dieciocho años, a lo mejor mi vida amorosa hubiera sido un poco más fácil".