Protagonizada por el joven Marc Soto, quien debuta en el cine con este largometraje, y cuenta con un reparto encabezado por Eduardo Noriega (Transsiberian, El método, El lobo) Eulàlia Ramon (El síndrome de Svensson, El séptimo día) Sergi López (El laberinto del fauno, Ricky Solo mía) y Pere Subirana (Dies d’agost), entre otros.


Localizaciones
El proceso de escritura del guión se inició en 2004. Por entonces Vallbona estaba en plena transformación y al escribir esta historia se tuvieron en cuenta los elementos que tenía el barrio, plasmándolos en el estado en el que se encontraban en ese momento. Cuando, cuatro años más tarde, el equipo inició el rodaje de la película, el espacio había vuelto a cambiar a causa de las obras del AVE, la construcción de puentes y edificios, y la desaparición de los huertos tan característicos de la zona. Esta situación obligó a trabajar pequeños matices del guión para adaptarlos a la nueva realidad del paisaje.

Vallbona es un barrio de Barcelona. Se encuentra en una zona montañosa, en el límite entre Barcelona y Montcada i Reixac. La construcción de las autopistas a finales de los años sesenta dejó al barrio prácticamente aislado del resto de la ciudad.

Esta tierra de nadie atravesada por el río Besós – que recorre su camino hasta el mar- ubicada entre las comarcas del Barcelonés y del Vallés, nos ha permitido trabajar en una zona fronteriza olvidada por los habitantes de la gran capital.

Es un espacio en el que la vida fluye y todo se transforma. Una especie de laboratorio en el que conviven tanto estructuras y edificios modernos como construcciones de décadas pasadas fruto del crecimiento arquitectónico descontrolado. Un barrio que acoge e integra personas de diferentes etnias y culturas.

La transformación
Se trata de un lugar marcado por la incertidumbre de la gestión del espacio: aún se está valorando si se construirá una universidad o un centro cultural, o si seguirá como barrio o bien acabará convirtiéndose en una zona residencial.

Echando un vistazo a los alrededores, viendo a la gente y hablando con ella, el visitante se da cuenta de que Vallbona recuerda mucho al Hospitalet del Llobregat de los años setenta: entonces, también era un barrio en plena transformación, en el cual todo estaba por hacer y en el que había una solidaridad y un pacto entre los movimientos asociativos que aún hoy se pueden sentir. Todo este proceso de transformación, la posibilidad de ir de un sitio a otro, queda reflejada en la historia de esta película.

Vallbona será el primer ecobarrio de Barcelona. Por lo tanto, interactuará con el resto de la ciudad mediante una estructura urbana densa que, al mismo tiempo, se encontrará integrada en la naturaleza.

Canódromo de la Meridiana
El canódromo de la Meridiana fue el último canódromo de la península ibérica.

De arquitectura moderna (premio FAD 1964) era un sitio de recreo y encuentro situado en el barrio barcelonés del Congrés en el que, por lo que se dice, se apostaba pero casi nunca se ganaba. Los jubilados y los parados eran clientes habituales.

El canódromo cerró sus puertas en febrero del 2006, y a principios del rodaje de Petit Indi ya llevaba mucho tiempo abandonado. Como consecuencia, el equipo de la película tuvo que hacer un trabajo muy importante para recrear el espacio y transformarlo en lo que había sido anteriormente. Un ejemplo son los figurantes que aparecen en la película: encontramos diversas personas que antaño solían apostar en las carreras de galgos. También se hizo partícipes de esta reconstrucción del canódromo a los antiguos trabajadores, que tuvieron que recuperar, con nostalgia y para las cámaras, los gestos de tantos años de trabajo.

También se pudieron recrear las carreras de galgos gracias a los galgos profesionales, que suelen correr habitualmente


Los actores y sus personajes

Arnau visto por Marc Soto
Arnau vive inmerso en su mundo particular. Es un adolescente introvertido, inocente y tímido.

Su pequeño compañero es un jilguero. Su madre Filo está encarcelada, y Arnau vive con un reto, liberarla. Su hermana mayor Sole, se convertirá, inevitablemente, en la madre ausente.

Sole vista por Eulàlia Ramón
Vallbona: Su barrio, su vida, el lugar donde permanece y quiere vivir. Es lo que le ha tocado, no tiene ambición de cambiarlo, quizás porque intuye que es casi imposible.

Pero cada día hay algo que hace que la vida tenga sentido: proteger a Arnau, lidiar las batallas con Sergi y con su manera de vivir, recibir al tío Ramon y a sus esperanzas de cambio, e ir pasando los días junto a su compañero Araña. Éste es el escenario que Sole quiere conservar sin ceder al acoso constante de la gran ciudad.

Tío Ramón visto por Sergi López
El tío Ramón cuida a su familia. Parece que viva al margen de todo, pero se mantiene firme apoyando a su sobrina Sole. El tío Ramón juega a las carreras de galgos. El día que se encuentra a Arnau en el canódromo se siente orgulloso de su sobrino, seguramente, porque a través de las carreras puede acercarse a su mundo introvertido y misterioso.

Sergi visto por Eduardo Noriega
Sergi huye. Permanece de forma pasiva en la total transformación del mundo que lo rodea sin sentirse capaz de sacar adelante su propia vida. Tiene una barca, sale, se divierte con cualquier cosa que lo distraiga y lo aleje de cualquier tipo de responsabilidad. Querría proteger a Arnau, pero no está acostumbrado a comunicarse con él íntimamente, y eso hace difícil que conozca las inquietudes de su hermano.

Araña visto por Pere Subirana
Araña es una de estas personas que pasan por la vida sin hacer ruido. Tranquilo, sin ambiciones, no lucha ni choca con el entorno, sino que se adapta. En el roce diario entre Sole y Sergi, Araña no interviene, pero su presencia es un puente entre los dos hermanos. Arnau, en su deriva, encuentra en Araña un cómplice silencioso que reemplaza la imagen idealizada del hermano mayor.


Notas sobre la película
Esta película es una mirada abierta al mundo de Arnau, un joven que vive en su imaginario de papel. Está planteada como una fábula donde el magnetismo del espacio nos lleva a capturar un mundo en extinción o quizás en continua transformación.

Inmerso en su frágil realidad, Arnau viaja inconscientemente hacia la deriva. Sus compañeros de viaje son unos cuantos pájaros cantores: pinzones, jilgueros y un verdecillo que es la esperanza de su vida. Ningún otro canta como él, gracias a muchas horas de trabajo paciente y minucioso adiestramiento.

Sin embargo, Arnau vive apenas sin respirar porque algo mucho más intenso le devora el corazón. Su madre esta en la cárcel de Vad-Ras a la espera de juicio, y las cosas no mejoran. Así que este chaval que vive en casa de su hermana y sueña despierto pasando las tardes con su hermano elabora un plan para sacar a su madre del agobio. Esta decisión lo catapultará hacia una dura realidad.

En los límites desdibujados de la gran ciudad de Barcelona donde entre las autopistas, las autovías, las carreteras, las torres de redes eléctricas, las líneas ferroviarias y el río Besos, sobreviven también unos huertos y los caminos de tierra de una actividad humana que se ha convertido en tierra de nadie.

No muy lejos de allí, se levantan los altos edificios de las viviendas de protección oficial, arañando las montañas. Parece una carrera para conquistar nuevos territorios y humanizar el paisaje, en permanente combate con la fuerza inexorable de la naturaleza.

Se trata de un paisaje prácticamente desconocido para muchos habitantes del interior y del exterior de Barcelona, un paisaje relegado a la nada, como si se tratara de una cloaca enorme, donde confluyen todas las basuras del sistema. Una zona industrial, de reciclado, de encuentro entre el mundo rural y urbano. Jabalíes, un rebaño de ovejas y hasta un zorro moribundo que las aguas fétidas del río traen de la montaña.

A través de la observación detallada de Arnau, de la revelación de sus gestos, se van conociendo todos los detalles ocultos de la existencia de todos los personajes de la película.