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No es tan fácil cartel reducidoNo es tan fácil(It's complicated)
Dirigida por Nancy Meyers
¿Qué te parece la película?

El oscarizado productor SCOTT RUDIN (No es país para viejos, Doubt/La duda, Julie y Julia), que ya ha producido seis películas protagonizadas por Meryl Streep, se une a la directora NANCY MEYERS en la producción de la película. ILONA HERZBERG (El mensajero del miedo, La boda de Rachel) y SUZANNE FARWELL (Cuando menos te lo esperas, The Holiday/Vacaciones) son las productoras ejecutivas.

Nancy Meyers ha reunido detrás de la cámara a un equipo formado por muchos de sus colaboradores habituales, entre los que se encuentran el diseñador de producción JON HUTMAN (Cuando menos te lo esperas, ¿En qué piensan las mujeres?), el dos veces oscarizado montador JOE HUTSHING (JFK, caso abierto; Nacido el cuatro de julio; Cuando menos te lo esperas) y el oscarizado compositor HANS ZIMMER (El rey león, Cuando menos te lo esperas, The Holiday/Vacaciones).

Completan el equipo técnico el director de fotografía JOHN TOLL, premiado en dos ocasiones por la Academia (Braveheart, Leyendas de pasión), el comontador DAVID MORITZ (Academia Rushmore, Life Aquatic), la diseñadora de vestuario SONIA GRANDE (Los otros, Vicky Cristina Barcelona) y el amigo de Hans Zimmer y también compositor HEITOR PEREIRA (The Canyon, Las mujeres de verdad tienen curvas).


La obra avanza: Empieza el rodaje de No es tan fácil
Hace tres décadas que Nancy Meyers empezó a escribir comedias románticas de éxito protagonizadas por adultos obligados a enfrentarse a verdades que hubieran preferido evitar. Con el tiempo, ha ido incorporando sus propias experiencias a los guiones. Ahora, en No es tan fácil, estudia las posibilidades cómicas de una reunión entre una pareja de divorciados.

Jane y Jake Adler se separaron hace diez años, y de pronto descubren que se han metido en un auténtico campo de minas cuando vuelve a renacer la pasión amorosa. Al mismo tiempo, el reservado y encantador Adam se esfuerza en superar un doloroso divorcio.

"Hay personas que nunca aprenden las verdades más simples", dice la realizadora. "Quien aprende algo, está de suerte. Tiendo a explorar temas que me atañen. Escribir guiones siempre me ha servido de terapia, pero aunque muchas películas tienen puntos en común con mi vida, no he estado en el ejército (La recluta Benjamin) ni tampoco he tenido una aventura con mi ex marido. La trama nunca corresponde a la realidad, pero lo que la sostiene viene del corazón".

Nancy Meyers se dio cuenta de las enormes posibilidades cómicas que había en la historia de una mujer que tiene una aventura con su ex marido. Se inspiró en las clásicas de los años setenta de Paul Mazursky, como Una mujer descasada y Bob, Carol, Ted y Alice, dos películas fácilmente identificables con el periodo en que se rodaron. Mazursky supo capturar a la perfección el espíritu del momento. La realizadora dice: "Me atraía el mundo posdivorcio. Los ex se encuentran y, en cierto modo, sus relaciones nunca acaban: se tienen que ver, siguen siendo padres, viven en la misma ciudad. Me di cuenta de que la palabra ‘juntos’ sigue teniendo mucho sentido a pesar de estar divorciados".

"Me gustaba la idea de que dos ex tuvieran una aventura", sigue diciendo. "Las posibilidades cómicas eran enormes; las repercusiones que podía haber en la vida de cada uno eran peligrosas y liberadoras a la vez. La historia me parecía irresistible. Los niveles se hacían más complejos, se multiplicaban, y era posible sumar un tercer personaje a la historia para complicarla un poco más".

Una vez escrita la historia, Nancy Meyers se unió al productor Scott Rudin para convertir el proyecto en realidad. "Hace 25 años que conozco a Scott", dice la directora. "Es una potencia en este negocio. Tiene un gusto impecable; hace películas interesantes e inteligentes con cineastas geniales. Le llevé el guión y le dije que me gustaría mucho que me ayudase a levantar el proyecto para hacer la película. Sin él, no habría sido posible".

"Nancy es una cineasta maravillosa", dice Scott Rudin. "Siempre me han gustado sus películas, por eso estaba entusiasmado cuando me pidió que produjera ésta. Le ofrecí proyectos en varias ocasiones, pero siempre los rechazaba, diciendo que no estaba preparada. Claro que lo estaba. En mi opinión, ésta es su mejor película hasta la fecha".

El productor reconoce que, durante el desarrollo del proyecto, le conmovieron los sentimientos que afloraban en el guión: "Nancy nunca sacrifica el tono cómico que quiere imprimir a la película aunque inyecte una gran dosis de autenticidad emocional en la historia. Lo representa todo con un sinfín de detalles, describe a la perfección la intimidad entre dos personas… Es real y conmovedor, es sumamente fácil identificarse con la historia y los personajes".

También le impresionó la honradez del guión: "Nancy ha puesto mucho de sí misma en esta película… No me refiero tanto al personaje de Jane, sino a los sentimientos que describe en la película", añade. "Su amor por la familia, sus hijos, su romanticismo, su deseo de vivir la vida de buena fe son cosas que le importan".


Amigos y amantes: El reparto de la película
Mientras escribía el guión, Nancy Meyers siempre pensó en Meryl Streep para encarnar a Jane, un mujer de cincuenta y pico años, madre y empresaria de éxito que por fin cree haber superado su divorcio y tener la vida que desea. "Imaginaba a Meryl en el papel y la imaginaba haciendo cosas que yo nunca me atrevería a hacer. Pensar en ella me daba ímpetu a la hora de escribir. Jane es mucho más osada que yo, y lo pasé muy bien escribiendo acerca de sus decisiones y de los riesgos que toma. En la película dice que experimentó con una parte de sí misma. Yo prefiero experimentar con un personaje en una película antes de tomar decisiones así en mi vida. Pero por eso lo pasé tan bien creando al personaje".

Hablando de Meryl Streep, la directora dice: "Fue la primera actriz a la que ofrecí el papel y quedé encantada cuando aceptó. Es extraordinaria; es la actriz mejor preparada con la que he trabajado. Meryl no sólo se aprende los diálogos, ve la película en su conjunto, como lo hace un cineasta".

Scott Rudin estaba de acuerdo en que Meryl Streep era perfecta para Jane. Empezó a trabajar con la actriz en 1996 con la película La habitación de Marvin. "No creo que pueda disfrutar de una colaboración tan productiva como la que he tenido con Meryl Streep", dice el productor. "Es la mejor actriz del planeta. Aporta todo su talento al rodaje en cada momento. Una de las grandes ventajas de mi trabajo es sentarme en la sala de montaje y ver a Meryl Streep en diversas tomas".

"Su interpretación nunca es la misma, está llena de pequeños detalles, de honradez y autenticidad, no hay nadie como ella", sigue diciendo. "En esta película, ha construido una Jane llena de encanto, ingenio, lucidez, atrevimiento y valor. Cada vez que veo la película, me vuelvo a enamorar del personaje. He hecho muchas películas con Meryl, la he visto interpretar desde una monja a una mujer malévola, y creía que no podría volver a sorprenderme, la conozco muy bien. Pero consigue que Jane sea ardiente, abierta, afectuosa y que estas cualidades se comuniquen. Me parece casi milagroso. Todo lo que hace en el papel es suyo, vive el papel".

Cuando leyó el guión, la actriz se dio cuenta de que Nancy Meyers había "llegado a reflejar algo profundo de las personas que han pasado por un divorcio… o que han sido abandonadas por el ser amado". Meryl Streep ve a Jane como una mujer que "ha llegado al punto en que, después de ver su vida desbaratada, por fin se lo pasa bien". Añade: "Ha montado un negocio y lo ha llevado al éxito. Se ha reconciliado con el divorcio que acabó con su matrimonio hace diez años. Se mete en un proyecto de remodelación y le interesa el arquitecto. Todo parece ir de maravilla… hasta que Jake vuelve a entrar en su vida".

En opinión de la actriz, la comedia habla de "mujeres olvidadas; mujeres que van en la misma dirección que el personaje de la película. No hay largos donde una mujer, después de diez años de estar divorciada, tiene una aventura con su ex. No suele pasar en el cine… ni en la vida".

Para hacer el papel del tercero en discordia, la directora escogió a Steve Martin, con el que ya había trabajado en la saga El padre de la novia. Hacía tiempo que Nancy Meyers tenía ganas de escribir otro papel para el actor, y creó a Adam, un arquitecto recién divorciado que lucha por no aferrarse al pasado. "No hay nadie como Steve en una comedia ligera", dice la realizadora. "Aporta calidez y espontaneidad. Ha sido fantástico ver al legendario Steve Martin interpretar algunos de los momentos menos extrovertidos de esta película. Es capaz de ofrecer una gran dosis de humor en los momentos más pequeños. Adam está dolido, y Steve interpreta el papel con gran sinceridad, convirtiéndolo en un personaje muy atractivo. La relación entre Adam y Jane no tiene nada que ver con la dinámica entre Jane y Jake. La película se hace más interesante con cada escena en la que aparece Steve. Creo que no es una interpretación habitual para Steve, pero cuando hace falta, se suelta el pelo y crea momentos tremendamente divertidos".

Steve Martin estaba encantado de volver a trabajar con su amiga. "Nancy me llamó y me dijo que tenía un papel para mí", recuerda. "No lo dije, pero pensé: ‘¡Yupi!’ Leí el guión y, como en todas las películas de Nancy, no tardé en ver que era sofisticado y muy fiel al comportamiento humano. Es capaz de describir situaciones muy peculiares sin que nunca parezcan exageradas. Sus personajes son reales y me sentí halagado de que pensara en mí para el papel".

Los espectadores están acostumbrados a ver a Steve Martin interpretar a personajes extrovertidos. Sin embargo, Adam es bastante tímido y reservado al principio. Hablando de la sutil interpretación del actor, Scott Rudin dice: "Siempre he pensado que Steve era un hombre de gran corazón y ternura. Hay interpretaciones clásicas e inolvidables, incluso diría que sorprendentes a nivel emocional, realizadas por actores que gustan sobre todo por su don cómico y que, en casos como éste, además de hacernos reír, pueden hacernos llorar, como hace Steve en esta película".

Para el papel del ex de Jane escogieron a Alec Baldwin, ganador de dos Emmy y dos Globos de Oro. El actor es un admirador de Nancy Meyers desde la época en que sólo se dedicaba a escribir guiones. Tiene gratos recuerdos de estas primeras películas, como pueden ser La recluta Benjamin, Tú a Londres y yo a California, y otras dirigidas por ella, como ¿En qué piensan las mujeres? y Cuando menos te lo esperas.

"Siempre me han gustado sus películas", dice. "Son películas para adultos acerca de relaciones entre adultos y de lo que ocurre en las relaciones. Otra de las razones por las que quería hacer esta película es Meryl. Como la mayoría de los actores, hace años que la admiro, y estoy muy agradecido de haber tenido la oportunidad de trabajar con ella. Y también estaba Steve Martin. Él ya había trabajado con Nancy, y yo siempre he sido un fan de sus películas. Creo que funciona muy bien porque es difícil encontrar a dos personas más diferentes que el personaje de Steve y el mío".

"Alec es un gran actor cómico", dice la realizadora. "No existe el diálogo al que no pueda darle la vuelta. Es capaz de encontrar el tono exacto para cualquier frase y añadir algo más con el gesto o la expresión perfecta. Es imposible que nadie se le resista, ni Jane ni el público".

"Alec es nuestro Spencer Tracy", añade Scott Rudin. "Es increíblemente hábil como actor, pero sus cualidades son totalmente invisibles. Es imposible deconstruir lo que hace; es así de original y único".

El productor disfrutó viendo la relación entre Jane y Jake, y añade: "No suele verse la agilidad entre dos actores cómicos que existe entre Alec y Meryl. La forma en que se pasan la pelota es exquisita. Quizá lo que más me gusta en la película es que nos cuentan una historia en el presente mirando al futuro, pero que sirve para relatar cómo fue su matrimonio en el pasado. Me encanta la forma en que cuentan ambas historias a la vez; una está llena de esperanza, la otra, de reminiscencias. Esto también dice mucho del guión y de la dirección de actores de Nancy".

La directora Nancy Meyers habla de la evidente química que existe entre Meryl Streep y Alec Baldwin: "Funcionan muy bien juntos, reaccionan muy rápidamente. Hay cierta competitividad entre Jane y Jake. Meryl y Alec fueron capaces de mantenerla durante todo el rodaje".

La actriz reconoce que una de las principales razones por las que deseaba hacer la película eran sus compañeros de reparto: "Los dos son increíbles y alocadamente divertidos. Les adoro. Todo el reparto está escogido a la perfección. Aquí, los hombres no se alejan de los sentimientos, no se limitan a ser graciosos, están dispuestos a revelarlos, y eso no siempre es fácil. Steve es como es, no intenta esconderlo, y puede competir con el ex marido. Jake funciona más como un toro. Aparece de golpe, ve lo que quiere y va a por ello. Alec está irresistible en el papel. Su energía es el auténtico motor de la película".

John Krasinski interpreta a Harvey, el novio de la hija mayor de los dos ex. El pobre descubre sin querer que Jane y Jake tienen una aventura y siempre se encuentra con ellos en los momentos más inoportunos. Nancy Meyers dice: "John tenía un pequeño papel en The Holiday/Vacaciones y me encantó trabajar con él, así que escribí el papel de Harvey con la esperanza de que aceptaría interpretarlo. Harvey sabe mucho más de lo que quisiera, y casi no puede soportar la presión de tener que callarse. John está realmente gracioso".

El actor, que tenía ganas de volver a trabajar con Nancy Meyers, dice: "Nancy sabe encontrar el humor y la emoción en las situaciones más inesperadas. Me parece muy tierno tener una aventura con un ex. Siempre queda la duda de si la llama se ha apagado del todo, si no queda algo del amor de antaño".

Para el papel de Agness, la guapísima segunda esposa de Alec y que quiere tener un hijo con él, la realizadora escogió a Lake Bell, cuyo talento cómico hemos podido admirar hace poco en Algo pasa en Las Vegas. "Es una actriz genial", dice Nancy Meyers. "Hicimos pruebas con numerosas actrices jóvenes, pero después de oírla, dejamos de buscar. Es inteligente, sofisticada, y su oportunismo cómico es impecable. Su personaje nos coge por sorpresa".

Lake Bell explica la situación entre Jake y Agness: "Su relación sexual empieza a deteriorarse porque Agness quiere quedarse embarazada. Toma hormonas para mejorar la fertilidad y su carácter se resiente. Jake está con ella sobre todo por la cuestión sexual, y cuando empieza a no funcionar tan bien, se pregunta qué hace con esa mujer".

La realizadora también dejó de buscar cuando vio a Zoe Kazan para el papel de Gabby, la hija mediana de Jane y Jake. La joven actriz fue muy aplaudida en el papel de la amante de Leonardo DiCaprio en Revolutionary Road y como parte del reparto de la reposición en Broadway en 2008 de "La gaviota", de Chéjov. "Zoe fue la primera que escogí", dice la realizadora. "Muy al principio del casting, en cuanto la vi, supe que no me hacía falta seguir buscando. Era perfecta para el papel".

La primera prueba se realizó por videoconferencia desde Nueva York. A continuación, Nancy Meyers la hizo ir a Los Ángeles. Zoe Kazan recuerda que fue una de las mejores pruebas de su aún corta carrera: "En cuanto leí el guión, pensé: ‘Conozco a este personaje’. Estaba muy contenta de que me hicieran viajar a Los Ángeles para conocer a Nancy. Hice la prueba, y al cabo de un par de minutos me llamaron al móvil para decirme que el papel era mío". A partir de ese momento, Nancy Meyers pidió a la joven actriz que hiciera el papel de Gabby durante las pruebas para seleccionar a otros actores.

Hunter Parrish, de la exitosa serie "Weeds", de Showtime, es Luke, el hijo pequeño de Jake y Jane. El actor dice: "Prefiero trabajar con alguien que escribe y dirige al mismo tiempo. En vez de que dos personas intenten encajar sus ideas, ya está hecho. La visión de Nancy es asombrosa, sabe perfectamente lo que quiere, hasta el último detalle. Siente lo que escribe y se nota que ya tiene la imagen en la cabeza".

"Siempre le preguntaba a Hunter si me dejaba adoptarle", dice Nancy Meyers, riendo. "Es un chico encantador, y actúa de forma muy natural. Era necesario en esta película, sobre todo porque los tres actores principales son muy poderosos. Pero Hunter tiene algo. Por ejemplo, es difícil acortar sus primeros planos, tiene magnetismo, una simpatía espontánea".

Caitlin Fitzgerald es Lauren, la hija mayor de Jane y Jake. Joven, alta y rubia, es una recién llegada muy creíble en el papel de hija. "Hay algo puro en ella", dice la directora. "No cuesta imaginarla en el papel de una heroína de Jane Austen; tiene una cualidad atemporal. Quería que las dos hermanas fueran muy diferentes. Es la que más tiempo estuvo con sus padres antes del divorcio, y es la que más ha sufrido porque los ha visto más tiempo como pareja. Lauren cuida y protege a su madre".

La actriz disfrutó con su papel: "Mi personaje es muy maternal, sobre todo con el personaje de Meryl. Durante el divorcio, Lauren cuidó de sus hermanos pequeños y consoló a su madre. En esta película me siento muy vieja".


De Brooklyn a Santa Bárbara: Los decorados
Aunque la mayoría de No es tan fácil transcurre en Santa Bárbara, California, tres cuartas partes de la película, es decir casi todos los interiores se filmaron en Nueva York. El rodaje empezó el 18 de febrero de 2009 en Brooklyn, en los Platós Broadway, donde se rodaron las escenas que transcurren en casa de Jane. Un decorado opulento y cálido era la casa de Santa Bárbara. El plató incluía una extensa zona césped artificial rodeado por un seto falso perfectamente imitado. No era raro, a la hora de la comida, ver a miembros del equipo técnico sentados o tumbados en el césped, comiendo o descansado bajo los focos.

Durante los primeros días de rodaje, el director de fotografía John Toll desarrolló el estilo idóneo para encajar con el trabajo del diseñador de producción Jon Hutman (que colabora por cuarta vez con Nancy Meyers) y de la diseñadora de vestuario Sonia Grande. La realizadora sabía que John Toll encontraría el estilo perfecto para la película.

Hablando de por qué quiso trabajar con el director de fotografía, premiado dos veces por la Academia, Nancy Meyers explica: "Una vez leí una entrevista con un director de fotografía que decía: ‘Las caras son mis paisajes’. Este comentario encaja a la perfección con la filosofía de John. Cuando se tiene a una actriz como Meryl, es necesario ver la historia del personaje a través de sus ojos, se viaja con ella. La meticulosa atención que John dedica a los detalles hace posible que el público realice este viaje. Ilumina con gran delicadeza, como si se tratara de un cuadro. Me parece una bendición tener a alguien así para cada fotograma de la película. Además, John posee una casa en Santa Bárbara. No hubo que explicarle cómo son las casas allí, las conoce de sobra. Dado que el 70 por cien de la película transcurre en la casa de Jane, era importante tener a alguien capaz de reproducirla. John superó todas mis expectativas".

En opinión de Meryl Streep, el trabajo del director de fotografía es "realmente maravilloso. Le estoy muy agradecida a John, no sólo por una iluminación preciosa, sino por conseguir que las personas despidan calidez. Ha sabido capturar la sensación de hogar, el deseo de hogar, el hogar perdido, el nuevo hogar, que representan el núcleo de la película. Lo que ha hecho es asombroso".

Otro decorado clave, como la "Village Bakery", el negocio de Jane, se convirtió en la tienda de comestibles soñada por Nancy Meyers y Jon Hutman. Fue edificada dentro de la Picnic House, una estructura muy amplia en el Prospect Park de Brooklyn, e incluía un mostrador, una zona de comedor, despachos y una enorme tienda repleta de productos de panadería y repostería, artículos gourmet y fruta. Cualquiera que entrara por casualidad pensaría que acababa de entrar en una tienda gourmet de ensueño.

"Deberíamos haberlo dejado todo tal cual después de rodar para que el barrio de Brooklyn fuera a hacer la compra", dice Nancy Meyers. En cuanto a las escenas que transcurren en la cocina de la panadería y la zona de neveras, se rodaron en la panadería Sarabeth, del mercado de Chelsea. El despacho de arquitecto de Adam se filmó en un edificio comercial de la zona de Chelsea, en Nueva York. Jon Hutman lo decoró para reproducir una atmósfera totalmente californiana.

Todas las escenas de Steve Martin se rodaron durante las ocho primeras semanas, dado que estaba a punto de iniciar una gira para promocionar su nuevo CD de piezas tocadas al banjo, "The Crow: New Songs for the Five-String Banjo". El instrumento musical fue su constante compañero durante el rodaje, y no dudaba en tocar para los actores y el equipo en los momentos más inesperados.

En el mes de abril de 2009, todo el equipo se instaló en Los Ángeles. La mayoría del tiempo en la costa oeste fue dedicado a rodar las escenas alrededor de la casa de Jane, la parte trasera y el jardín. La casa elegida es un precioso rancho de adobe edificado en Thousand Oaks, a unos 45 minutos al norte de Los Ángeles. Fue construido a finales de los años 20 del siglo pasado y ha sido habitado por diversas celebridades, entre ellas W.C. Fields.

"Tenía esa maravillosa atmósfera típicamente californiana", dice la directora. "Viví durante años en una casa muy parecida. Era imposible encontrar una casa más parecida a la mía. Desde luego, era el hogar que había imaginado para Jane". Y aún mejor, la casa estaba rodeada por varias hectáreas de campos, lo que permitía instalar las caravanas, camiones e instalaciones para el catering fuera del campo de las cámaras.

A mediados de abril, el equipo estuvo tres días rodando exteriores en Santa Bárbara y en Montecito, justo antes de que un devastador incendio arrasara la zona. Además de las escenas rodadas en zonas residenciales de Montecito, se filmaron varios edificios y monumentos emblemáticos de la ciudad, como el Juzgado del Condado y la histórica zona de El Paseo. El equipo regresó a Los Ángeles para acabar de rodar las escenas en el interior de la casa de Jane y en el Club Bel-Air Bay, de Pacific Palisades, el decorado para una de las mejores escenas cómicas de la película, cuando John Krasinski, en el papel del prometido de Lauren, descubre que Jane y Jake se han enrollado.

El rodaje en California terminó a principios de mayo, y el equipo regresó a los Platós Broadway de Brooklyn para filmar otras secuencias. La parte de la historia que transcurre en Nueva York, donde llega toda la familia para asistir a la ceremonia de graduación de Luke, se rodó en la Universidad Saint John y en Park Avenue, en pleno centro de la ciudad. Se usaron varios edificios para crear el hotel Park Regent, donde se supone que se alojan los Adler. El exterior corresponde a un edificio residencial de la familia Trump, en la esquina de Park Avenue con la Calle 59; la entrada y la habitación de Jane se rodaron en Essex House, y el bar del hotel donde se despierta el fuego que todos creían dormido entre Jane y Jake es el restaurante Del Posto, en la Décima Avenida.

Otros decorados, como la habitación de Jake, el dormitorio de Jake y Agness en Santa Bárbara y la clínica de fertilidad se filmaron en los Platós Broadway.


La recreación de la luz: El diseño de producción
El diseñador de producción Jon Hutman y su equipo estuvieron trabajando durante meses en un enorme plató en los Platós Broadway, de Greenpoint, Brooklyn, para construir el decorado que sería la casa de Jane. Nancy Meyers siempre participa en el diseño del estilo de la película, y este periodo se convierte en su momento favorito de la preproducción. El proceso empezó cuando reunió fotografías que le parecían adecuadas para el estilo de la película. Invitó a Jon Hutman y a la diseñadora de vestuario Sonia Grande a que las estudiaran para conseguir un estilo orgánico e integrado. La larga relación entre la realizadora y el diseñador de producción siempre ha dado frutos.

"Mandé las fotos a Jon", dice Nancy Meyers, "y él me mandó otras fotos y diseños. La forma en que viven las personas dice mucho sobre ellas, por eso me preocupan tanto los objetos y la decoración. Me paseo por los decorados pensando: ‘¿De verdad leería esta novela?’ Pero Jon es un colaborador increíble. Hay mucho intercambio entre los dos y está abierto a nuevas sugerencias. Esto es bueno porque mis ideas evolucionan, pero siempre está dispuesto a escuchar".

"Creo que no he trabajado con ningún director que tenga las ideas tan claras como Nancy acerca del mundo donde tiene lugar la historia", dice el diseñador. "Un concepto visual tan específico nos sirve de base para buscar localizaciones, diseñar decorados y crear el estilo de la película. Lo mejor es que Nancy habla el idioma de los colores, de las formas y las texturas. Sabe muy bien lo que quiere y me encanta como colaboramos".

En el caso de No es tan fácil, Nancy Meyers supo desde el principio que el color naranja debía ser una parte importante de la escala de colores "porque me parece el color más dominante en Santa Bárbara", dice. "Me refiero a los tejados de tejas que crean una reverberación anaranjada contra el cielo. Quería que la misma tonalidad penetrase en la casa de Jane. Quería muchos tonos tierra para reflejar el exterior dentro de la casa, ya que gran parte de la historia transcurre en el interior. Quería que el sur de California estuviera vivo incluso dentro de la casa".

Jon Hutman ayudó a Nancy Meyers a crear una elegancia visual que se extiende a otros sentidos para que el público casi pueda sentir las superficies de la cocina de Jane, oler las hierbas de su jardín y saborear las fantásticas tartas de su pastelería. "Hemos intentado que el público sienta cómo se vive en esa zona de California", dice el diseñador. "Santa Bárbara es un lugar maravilloso y nos hemos esforzado en capturar muchas de las cualidades que lo hacen tan especial. Creo que si el público puede sentir cómo se vive en Santa Bárbara, le será más fácil identificarse con los personajes".

Sin embargo, el proceso de creación de los ambientes es largo e intenso, aunque tanto Jon Hutman como Nancy Meyers disfrutan con ello. "Podría decorar la casa como a mí me parece. Muchos directores lo rodarían tal cual", explica el diseñador. "Pero para Nancy, la casa es otro personaje de la película, y no puedo parar hasta conseguir lo que ella quiere. Si lo hacemos bien, el resultado es mucho más interesante para el espectador".


Cocina californiana: El diseño de la comida
La comida tiene un gran papel ya que está presente en casi todas las secuencias importantes. Durante el rodaje, la asesora culinaria SUSAN SPUNGEN estaba en una cocina instalada en el plató sacando plato tras plato. Susan Spungen es la directora y fundadora del departamento de recepciones y comidas de Martha Stewart Living Omnimedia, y lanzó el primer título de la empresa dedicado exclusivamente a la comida, Everyday Food. Ha trabajado en el último gran éxito de Meryl Streep, Julie y Julia. En vez de la clásica alta cocina francesa que debió preparar para aquella película, escogió platos menos sofisticados aunque muy tentadores para No es tan fácil.

"Aquí se trataba de ofrecer platos estilo californiano", dice Susan Spungen. "Podríamos decir que se trata de una mezcla entre mi estilo de cocina y el de Jane. Fue un cambio agradable trabajar con platos más contemporáneos. Le hice muchas sugerencias a Nancy y me dio una idea general de lo que buscaba. A veces, sólo me sugería ensaladas con mucho colorido. Pero como era una de mis ideas, me quedaba claro que íbamos por el mismo camino".

Esta premiada autora de libros de cocina se ha pasado casi toda la vida en la cocina. "El primer día de rodaje, tuve que preparar la cena para Meryl y sus amigas. Era mucho trabajo; hubo que darse prisa. Pero salió bien y me sentí segura después de eso. Habíamos dado en el clavo".

Para una escena que se rodó durante tres días, tuvo que preparar 57 pollos perfectamente asados y fotogénicos. "Los hornos estaban muy sucios con tantos pollos", dice, riendo. Y añade: "Ayudé Meryl a ensayar para esta escena. Debía cortar la pata del pollo con gesto enfático. Lo preparé para que la pata casi se cortara sola. Un pollo trucado, digamos".

Para las escenas de la panadería/pastelería, se encargó de reunir en las estanterías todos los productos que compró en diversas tiendas de Nueva York. "De pronto, estaba en la cocina preparando montones de torrijas… Puede que mi currículo sea un poco demasiado para esa parte del trabajo", dice, riendo.


La influencia española: El vestuario de la película
Mientras trabajaba con Jon Hutman en el diseño de los decorados, Nancy Meyers también se reunía a menudo con Sonia Grande para hablar del vestuario de los actores. Había visto Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, y el vestuario diseñado por Sonia Grande le había parecido fantástico. Le pidió a la diseñadora que se trasladara desde Barcelona. Sonia Grande, que entonces hablaba muy poco inglés, llegó con su intérprete. A pesar de la barrera del idioma, Nancy Meyers estaba convencida de que era la persona idónea para el vestuario. Sonia Grande nunca se separó de su intérprete en toda la preproducción y el rodaje, aunque su inglés mejoró notablemente durante su estancia de siete meses en Estados Unidos.

"Sonia es muy inventiva", explica la realizadora. "Tiene un tremendo sentido del color. Sabe dar sex appeal a los personajes cuando lo necesitan; sabe qué esconder, qué enseñar, e inyecta una fuerte dosis de realismo en su trabajo. Tengo dos hijas con la misma edad que las hijas de Jane. Sonia supo capturar la improvisación con que se visten las jóvenes de esa edad".

Y dado que la gente del cine habla el mismo idioma, las dos mujeres se convirtieron rápidamente en perfectas colaboradoras. "Me quedé impresionada cuando leí el guión de Nancy", dice Sonia Grande. "Los personajes estaban muy bien definidos y conseguí visualizar inmediatamente la estética de la ropa que llevarían. Hoy en día, con la globalización, todos estamos muy influenciados por la cultura y la moda americana. No fue difícil adaptarme al punto de vista estadounidense para esta comedia… a pesar de que era mi primera película norteamericana".

Al igual que Jon Hutman, Sonia Grande trabajó muy de cerca con Nancy Meyers a la hora de diseñar la ropa de cada personaje. "La idea era que Jane debía vestirse como lo que es, una mujer contemporánea y llena de energía", explica la diseñadora. "No es anticuada ni tampoco un ama de casa habitual. Nancy tenía muy claro que Jane debía ser una mujer culta, atenta al mundo que la rodea".

"Naturalmente, Meryl también contribuyó", sigue diciendo la diseñadora. "Fue fantástico trabajar con ella en el vestuario, sobre todo cuando me dijo que incluso pensó en ser diseñadora de vestuario antes que actriz. Entiende por qué se busca una ropa en particular, un color o un diseño, y disfruta ayudando. Nos hizo magníficas sugerencias".

En cuanto a los dos protagonistas masculinos, Sonia Grande escogió dos estilos muy distintos. Para el abogado Jake, vistió a Alec Baldwin con trajes azul marino que reflejan su conservadurismo. "Jake es de esos hombres a los que no les gusta estar sin una mujer", dice la diseñadora. "Necesita mucha atención y es probable que nunca crezca del todo". En cuanto al arquitecto que encarna Steve Martin, dice: "Adam tiene un estilo muy particular. La mayoría de los arquitectos que conozco están muy pendientes del color y del estilo de la ropa. Le dedican tiempo, no quieren vestirse como todo el mundo. El estilo de Adam es más sensible que el de Jake. No hay nada en su imagen que realmente llame la atención, pero está construida con buen gusto".


Una entrevista con Nancy Meyers

P: ¿Qué le atrajo del tema de la película?

R: Creo que inconscientemente me atraía el tema del divorcio. No me refiero a la amargura de la separación, sino al mundo posdivorcio, donde los dos ex se encuentran y su relación no acaba nunca realmente. No me di cuenta de que era el tema de la película hasta que casi terminé de escribir el guión.


P: ¿Qué la empujó a hacer la película?

R: Me pareció que era un tema que conocía bien y por el que había pasado mi familia… No me refiero a la aventura entre los dos ex, sino al día a día de un divorcio. Se siguen haciendo cosas juntos, como criar a los hijos, y en muchos casos se vive en la misma ciudad…


P: ¿Hay elementos autobiográficos en la película? ¿Hasta qué punto se sirve de su propia vida en sus películas?

R: Siempre uso elementos de mi vida en mis guiones. Es lo único que conozco. La recluta Benjamin era una mujer de mi edad que quería irse de casa e intentaba decidir su futuro. Nunca me alisté en el ejército, es verdad, pero sus padres eran muy parecidos a los míos. Y su camino, aunque fue diferente del mío hacia Hollywood, le cambió la vida, como me pasó a mí.

Diferencias irreconciliables hablaba de una pareja intentando no perder la cabeza y los valores cuando el éxito llama a su puerta. Lo escribí después de La recluta Benjamin, y era lo que no quería que nos pasase a nosotros. Baby, tú vales mucho es la historia de una mujer atrapada entre su trabajo y su hijo, en ella hacía una crítica honrada de la opinión que tiene el mundo empresarial de las madres trabajadoras. Era un poco un manual de cómo sobrevivir haciéndolo todo. Los guiones de las entregas de El padre de la novia fueron escritos durante los años en que nuestra familia se ampliaba. Era fácil ver cómo un padre podía resistirse a que su hija se casara simplemente por no perderla. Fueron películas felices hechas en años en los que fui muy feliz.

Hice Tu a Londres y yo a California para mi hija de 11 años. La película original era una de las preferidas de la familia y me apetecía ponerla al día. Dediqué la película a mi hija Hallie. Después me divorcié y lo primero que escribí fue una nueva versión de una película que titulé ¿En qué piensan las mujeres? Fue una idea genial y lo pasé muy bien escribiendo el guión. Qué maravillosa fantasía. Si los hombres supieran lo que pensamos, el mundo sería un sitio mejor. Escribí cosas muy personales para el personaje de Helen Hunt. A continuación vino Cuando menos te lo esperas. Hay mucho de mí en esa película. The Holiday/Vacaciones me dio la oportunidad de alejarme de un poco de mí misma, pero también tenía mucho en común con el personaje de Kate Winslet. Y ahora NO ES TAN FÁCIL… Bueno, no es tan fácil de explicar.


P: ¿Qué tienen Jane y usted en común?

R: Creo que Jane y yo tenemos mucho en común, pero quizá no tanto como pueda parecer. Tiene más valor que yo. Ya lo dice en la película: “Experimenté con una parte de mí misma”. Prefiero experimentar con un personaje de una película antes de hacer lo que ella hace, pero por eso lo pase tan bien escribiendo el personaje.


P: ¿En algún momento consideró la posibilidad de que Jane acabara de nuevo con Jake?

R: Nunca. Quería que Jane fuera feliz sin Jake. Se lo merece.


P: ¿Qué quiere decir a través del hombre con el que acaba?

R: Jane estaba atrapada en la sombra de su matrimonio. Vuelve a entrar momentáneamente y quizá era lo que necesitaba para poder salir definitivamente. No sé si acaba con Adam, pero les veo como una pareja con mucho potencial.


P: ¿Puede decirnos algo acerca de la escena en que Jane les explica a sus hijos por qué lo hizo? Y también acerca del papel de los hijos en la película, ¿cómo afectan las obligaciones de Jane hacia sus hijos a lo que hace? ¿Le pasa lo mismo a Jake?

R: Supongo que cuando Jane les explica a sus hijos lo que ha hecho, debe ser uno de los momentos más duros de su vida. Incluso los padres tienen derecho a decidir hacer cosas por sí mismos, pero cuando los hijos se enteran de su aventura, no le queda más remedio que hablar con ellos, no como una madre, sino como una mujer. Pero debe ser un momento difícil. Meryl es perfecta a la hora de comunicar el dolor que siente, sin por eso perder la dignidad.


P: Jake dice que los problemas por los que se separó de Jane ya no existen. ¿Tiene razón, está de acuerdo con él?

R: Sí, claro, son los problemas que tienen las parejas con tres hijos cuando ambos trabajan. Es una vida agotadora y no hay bastante tiempo para la relación, para las cosas que importan. Algunas parejas consiguen superar la tormenta, otras no pueden. El argumento de Jake es valido. Los problemas de hace diez años han desaparecido, pero por desgracia, ellos ya no son los mismos que hace diez años. La vida ha seguido avanzando. Ha pasado el tiempo. Creo que ambos intentan volver a aquel entonces, pero saben que es imposible.


P: Jane dice que ahora es capaz de reconocer que se siente culpable hacia Jake por la forma en que acabó su matrimonio. ¿Por qué puede decirlo ahora y no diez años antes?

R: Sé que cuando Jane se lo dice a Jake, es la primera vez que lo reconoce. Se lo dice a Jake porque su psiquiatra le ha recomendado soltar amarras y se lo toma literalmente. Abre la puerta de su dolor, de su culpabilidad, de su necesidad de contar la historia de su divorcio como se la ha contado a sí misma durante todos estos años. Esto, con el tiempo, la liberará y le permitirá romper con el pasado, pero cuando se lo dice a Jake, cree que es una liberación para estar de nuevo con él. Escogí ese momento para que Adam llamara e hiciera el primer paso para salir con ella. En cierto modo, es una señal.


P: Gran parte de la historia trata de una pareja que va hacia delante en su relación mientras rememora el pasado, ¿le parece saludable?

R: Puede que no, pero les da una oportunidad que muchos divorciados querrían tener. Sus conversaciones son muy sanas, pero casi nadie tiene la oportunidad de expresarnos con tanta honradez con nuestros ex.


P: ¿Hablaban así Jane y Jake cuando estaban casados? ¿Dónde se equivocaron? ¿Hicieron bien en separarse?

R: Vaya, la mejor posibilidad de todas: ¿Habrían superado la crisis con una buena ayuda psicológica? Sinceramente, lo dudo. No se puede aplicar lo que se sabe ahora a lo que pasó entonces. Dudo que hubieran escuchado si se les hubiera hablado de esto. La ira y el dolor son una mezcla muy peligrosa.


P: ¿Por qué sigue Jane adelante con la aventura?

R: Es una buena pregunta. La misma pregunta que persigue a Jane durante gran parte de la película. Creo que la lista que hace y lee a su psiquiatra es correcta. Es por todas esas razones. No hay una respuesta simple, pero dentro de ella sabe que saldrá de este lío sabiendo mucho más, y así es.


P: ¿Por qué a una mujer tan fuerte y tan estable como Jane le importa lo que piensan su psiquiatra y sus amigas?

R: A todos nos importa lo que piensan los demás, ¿verdad? Ser fuerte y estable no significa ser invencible. Puede que esté cansada de ser fuerte. Es una situación poco habitual y poco probable. Jane busca la ayuda de sus mejores amigos y de su médico. Y como todo el mundo la anima a seguir, la aventura entre los dos sigue, pero Jane no tarda en llegar a sus propias conclusiones.


P: ¿Hay futuro para Jane y Adam? ¿Adónde se dirigen?

R: Como primer paso, les veo yéndose de viaje juntos. Quizá a París o a Londres. Creo que serían unos geniales compañeros de viaje. Veo a Adam reservando dos habitaciones, y al cabo de un par de noches, una sola habitación. A partir de ese momento, cualquier cosa es posible.


P: ¿Es una película esperanzadora en cuanto a las relaciones?

R: Al fin y al cabo, creo que sí. Creo que es una película que enfoca las relaciones de modo realista. Cada uno de los tres personajes ha pasado por una relación fallida que en cierto modo les ha definido. Todos están heridos y se reconocen. Es lo que les acerca, pero acaban por alejarse del pasado, y eso me parece muy esperanzador.